Declaración del Partido Comunista Revolucionario, EU, sobre el huracán Katrina:

Tres lecciones fundamentales

Revolución #014, 18 de septiembre de 2005, posted at revcom.us

Hay tres lecciones fundamentales de lo que ha estado pasando en relación con el huracán Katrina y el papel del gobierno.

1. Ha salido a la luz la verdadera naturaleza de la clase dominante de este país y su debilidad concreta. Estos sucesos, y en particular las acciones del gobierno, han resquebrajado dramáticamente el “temor supersticioso” que le inculcan a la ciudadanía hacia los que detentan el poder, el estado y toda la maquinaria de dominación y represión. Para mucha gente, han puesto en tela de juicio en gran medida la capacidad y el derecho de este gobierno, y de la clase dominante en general, de gobernar. Ha saltado a la vista mucho de lo que la clase dominante, con su red “normal” de engaño y represión, esconde, niega o distorsiona y tergiversa, como la opresión y extrema pobreza de gran parte de la población negra de este país. Por todo el país y el mundo, se ve con claridad lo que le importa y no le importa a los que detentan el poder, y en particular su total desdén por las masas de pobres y oprimidos y por la gran mayoría de esta sociedad. Además, se ha demostrado gráficamente que, aunque siguen siendo muy poderosos, la clase dominante, las fuerzas armadas y toda la maquinaria de opresión no son todopoderosas.

2. Vistos correctamente, estos sucesos muestran la necesidad y la posibilidad de la revolución y de una sociedad radicalmente diferente. El gobierno dejó a las masas populares de las zonas afectadas por Katrina sufrir, día tras día, en una situación no apta para seres humanos, pero las masas demostraron su humanidad de muchas maneras y desmintieron las calumnias de que son unos delincuentes y animales. Cuando han tomado la situación en manos propias, la gran mayoría lo han hecho con honradez y con el fin de satisfacer necesidades que no podían satisfacer de otra manera. La gran mayoría han respondido ayudándose mutuamente, especialmente a los más necesitados, y condenando la indiferencia e inacción del gobierno, y han recibido apoyo y ayuda de gente por todo el país. En todo esto se ve el potencial de movilizar a las masas a forjar una sociedad con relaciones sociales radicalmente diferentes de la competencia por subsistir que impone el sistema capitalista. Pero por otro lado, se ha visto que las masas no captan completamente que este sistema está directa y profundamente en conflicto con sus intereses fundamentales y no se han organizado en consecuencia. Cuando capten eso y se organicen partiendo de esa base, una lucha revolucionaria de millones de personas, sumada al desarrollo y a la agudización de ciertas condiciones objetivas, podría plantear la posibilidad de romper el control de la clase de despiadados explotadores capitalistas que gobierna esta sociedad (y gran parte del mundo), y crear una nueva sociedad y un nuevo estado que coloquen los intereses de la gran mayoría de la población en el centro de todo lo que hagan. Pero esto requerirá dirección revolucionaria, y nos lleva al tercer punto esencial.

3. En este país existe una dirección revolucionaria: el Partido Comunista Revolucionario, EU, y su presidente, Bob Avakian. Pero para decirlo sin pelos en la lengua, aunque el partido se ha esforzado por asumir sus responsabilidades en relación con el huracán, su capacidad de dirigir en estas circunstancias graves y urgentes es muy inferior de lo que se necesita. Si la influencia del partido y sus vínculos organizados con las masas hubieran sido mucho mayores antes del huracán, podría estar desempeñando un papel mucho mayor en cuanto a llevar a las masas a captar lo que ha pasado y por qué: por qué el gobierno y toda la clase dominante han reaccionado así (con la pérdida de miles de vidas y el terrible sufrimiento de centenares de miles más, gran parte de lo cual se hubiera podido evitar o aliviar), lo que esto dice sobre la naturaleza del sistema y por qué necesitamos un sistema radicalmente diferente. El partido hubiera podido desempeñar un papel mucho mayor en la organización de las masas, en las zonas afectadas y por todo el país, para responder a estos sucesos y para librar una lucha política organizada, en un nivel y con una fuerza mucho mayor, y obligar al gobierno a tomar medidas inmediatamente para salvar centenares y probablemente miles de vidas, que se han perdido y que siguen perdiéndose innecesariamente. Todo esto podría contribuir a concientizar y organizar la fuerza de las masas a un nivel mucho más alto, y plantear más clara y agudamente la meta de la revolución. Todo lo relacionado con el huracán Katrina ha demostrado que se necesita que el partido asuma sus responsabilidades y desempeñe el papel de dirección de esta manera y a otro nivel, y que las masas se sumen, apoyen, se incorporen y defiendan a esta dirección revolucionaria esencial y necesaria, encarnada en el Partido Comunista Revolucionario y su presidente, Bob Avakian.