Resistencia o muerte: Por que tenemos que lanzarnos el 2 de noviembre

Joe Veale

Revolución #019, 23 de octubre de 2005, posted at revcom.us

Fui al astrodomo de Houston y platiqué con las víctimas de Katrina y la inacción genocida de Bush. Preguntaron: ¿qué chingados pasa?; ¿quieren matar a todos los negros?

¡Conste!

La neta, vivimos en tiempos extremos y POR ESA RAZÓN PRECISAMENTE nos toca lanzar un movimiento masivo, pujante e implacable el 2 de noviembre para SACAR CORRIENDO AL GOBIERNO DE BUSH porque como dice la convocatoria: ¡EL MUNDO NO PUEDE ESPERAR!

Me preguntan si de verdad podemos sacar corriendo al gobierno de Bush y cómo podemos hacerlo. Una parte importante de la respuesta es lo que pueden y deben hacer ese día los oprimidos y pisoteados de esta sociedad.

Lecciones de Cuatro Días

La jornada de indignación y protesta del 29 de septiembre al 2 de octubre nos da una idea de las posibilidades y los brotes de algo nuevo. Nuestro partido instó al pueblo, especialmente a los oprimidos, a protestar contra lo que el sistema hizo Y SIGUE HACIENDO a la gente de Nueva Orleáns. Muchos se pusieron cintas negras. Hicieron mantas de solidaridad y las mandaron a Nueva Orleáns. Pegaron carteles de "Se busca al gobierno de Bush" (en la contraportada del No.18 de Revolución) en todas partes. Esas experiencias ayudan a ver cómo podemos sacar corriendo a Bush.

En más de una ocasión cuando llevamos los carteles a las masas, lloraron de rabia. Por fin se decía la verdad y se les daba los medios de hacer algo. Los feligreses de una iglesia de un barrio dominicano de la ciudad de Nueva York se lanzaron a la calle cuando su sacerdote pidió que alzaran el cartel y exhortaran a la comunidad a solidarizarse con la gente de Nueva Orleáns y repudiar los crímenes sanguinarios del gobierno de Bush.

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Se distribuyeron miles de carteles y volantes en los lavaderos de coches y McDonalds de Chicago. Se oyó una y otra vez pregunar: ¿dejaron a miles de personas a sufrir y morir en Nueva Orleáns a propósito? En el proyecto de vivienda pública Cabrini Green hicieron camisetas de "Se busca al gobierno de Bush" y llevaron volantes a sus iglesias, centros de trabajo y a tiendas por toda la comunidad.

En Detroit, unos artistas hicieron mantas hermosas de la gente de Nueva Orleáns que caminaba por agua hasta la cintura con todas sus pertenencias en una bolsa y la consigna: "Solidaridad con el pueblo de Nueva Orleáns, que el sistema asesino no salga impune". Las llevaron a los ghettos y barrios, donde muchos las firmaron y escribieron mensajes de solidaridad.

En la prepa DeWitt Clinton del Bronx, Nueva York, los estudiantes se vistieron de negro en solidaridad y mandaron una manta a Nueva Orleáns que decía: "Desde el BX a la Nueva O: ¡un llamado a la resistencia!". Docenas de estudiantes escribieron mensajes: "¡Sigan firmes, compañeros de Nueva Orleáns!", "Sigan con la frente en alto" y "No permitiremos que Bush siga en la Casa Blanca".

En Oakland estudiantes de la universidad Laney hicieron cintas negras y se las pusieron. Una estudiante negra escribió en una manta que mandaron a Nueva Orleáns: "Para el gobierno ustedes no importan, pero para nosotros aquí en Oakland importan mucho". Cuando unos estudiantes de la prepa de Oakland pegaron carteles, el chofer del bus escolar les dijo: "¡Necesitamos que vuelvan los años 60!". En un tianguis, unas víctimas de Katrina hablaron de sus experiencias. Contaron que la guardia nacional, la policía y los alguaciles los botaron de Nueva Orleáns y que los dizque "pandilleros" salvaron muchas vidas.

En Watts, docenas de vecinos de los proyectos de vivienda pública y otros protestaron en una cancha de básquetbol. Una señora dijo:

"Es intolerable estar con los brazos cruzados cuando el presidente se roba las elecciones, no una vez sino dos veces. No podemos aceptar esta situación. Lo que ha ocurrido fue simple y llanamente racismo. ¿Y qué dicen de ese tipo [Bennett] que habló por radio de matar a todos los niños negros? ¡Otro ejemplo de lo que nos toca en esta sociedad! ¡El país lo construyeron los esclavos! ¡Y tienen las agallas de decir que lo único que hacemos es cometer crímenes!

Agregó:

"Miren no más lo que dijo la señora Bush: ‘Están mejor que antes’. ¿Que qué?¿A poco la ex primera dama cree que esa pobre gente estaba mejor en el astrodomo que antes?

Un vecino dijo:

"Ahora muchos se dan cuenta de la misión de Bush. Tienen todo un plan y lo van implantando, y eso está despertando a las masas. Es un plan genocida... He visto estas cosas y sé muy bien que no le importo un chingo al sistema. Para mí eso no es nada nuevo. No hacía falta el derramamiento de sangre [en Nueva Orleáns] para que me diera cuenta de que no les importo un chingo, pero para otros, fue necesario que eso pasara para hacerlos ver la triste realidad".

Unos muchachos de Watts tenían un cartel que decía "¡Fuera Bush!":

"Andamos en los proyectos repartiendo volantes porque hay que sacar a Bush. Por su inacción se ahogó gente [en Nueva Orleáns] y no tenía comida ni agua. Hay que sacarlo porque muchos están muriendo por su culpa".

En otra escuela los estudiantes escribieron mensajes en un cuaderno a la gente de Nueva Orleáns. Un chico latino escribió:

"El presidente George Bush es un presidente malo y no debe representar a Estados Unidos. Lo digo porque en vez de mandar alimentos y agua limpia, mandó tropas y eso está mal".

El sábado 1? de octubre, unos revolucionarios llevaron una manta a Harvard Square en Boston, un lugar muy concurrido, con gente de muchos sectores y capas sociales. Los oprimidos, así como otros, se solidarizaron con la gente de Nueva Orleáns. Un estudiante negro de la Escuela de Administración de Empresas de Harvard (HBS) firmó la manta: "HBS está con ustedes". También firmaron la manta turistas e inmigrantes, y una persona de clase media escribió:

"¡Ya no permitiremos la inacción y el incumplimiento! La indiferencia depravada de Bush le ha costado muchísimo a la opinión pública. No se desanimen. ¡El país los apoya!".

¿Cuál es la situación en este momento?

Lo anterior da una idea de lo especial que es este momento histórico. Fíjense en la persona que escribió: "No se desanimen. ¡El país los apoya!". Por todo el planeta y aquí en este país el huracán Katrina despertó a gente de todos los sectores. Dejó al descubierto la miseria, la crueldad implacable y el racismo cotidiano que viven un gran número de negros en este sistema, y sacó a la luz del día la realidad oculta de que hay un país para los que tienen riqueza y poder, y otro para los que no tienen nada. Demostró claramente que la democracia capitalista y su tan sonado "mercado libre" es un orden social injusto de opresión y sangre.

Por todas esas razones, en este momento muchas capas sociales están mucho más atentas que lo normal a lo que dicen los oprimidos por este orden social injusto, y ansían y necesitan oírlos, pues les da esperanza e inspiración y los arma de valor para luchar hasta el final.

¿Por qué? Porque los del fondo de la sociedad --los que nada tienen, la clase proletaria-- cuando empiezan a actuar como clase, tienen el potencial de rehacer la sociedad y organizarla de un modo totalmente nuevo y dar a luz un futuro completamente diferente para la humanidad. El número 16 de Revolución señala este asunto clave:

"Estamos en un momento especial. No son los tiempos normales, cuando demonizan y aíslan a los de abajo. Esta es una oportunidad de salir de ese aislamiento y conectarse con aliados. Reflexionemos. El huracán sacudió a gente de todos los sectores del país y del mundo. Muchos están pensando qué pasa con esta sociedad, cuál es el problema de fondo. Por eso es necesario que sepan lo que piensan los de abajo sobre este horror. Es necesario que oigan cómo explican el problema las voces normalmente calladas o sofocadas. Es necesario que vean lo furiosos que están, lo intolerable que es su vida y que los vean tomar medidas. En momentos como estos, la lucha de los de abajo puede cambiar las ideas de gente de toda la sociedad y puede impulsarla a tomar medidas positivas.

"Pero estos momentos no duran mucho. Los medios de comunicación lavan el coco, hay represión, hay que trabajar y jalar, y pronto todo vuelve a... empeorar. A menos... a menos que se luche contra todo esto (y que llegue a ser parte de un movimiento general). Eso es lo que buscamos".

Nos toca a nosotros

No podemos permitir que el gobierno de Bush salga impune. Tiene que responder por esta masacre y pagar por sus crímenes. Debe sentir la ira popular. Aun antes del huracán Katrina, millones de personas estaban alarmadas por el rumbo por el cual los bushistas llevan la sociedad y se preguntaban qué se podía hacer. Ahora esos sentimientos son mucho más fuertes.

Se necesita RESISTENCIA. Si no nos oponemos, estamos dejando que cometan grandes agravios y salgan impunes.

Si el pueblo se hubiera dejado cuando le dieron la paliza a Rodney King, habría sido mucho peor en todo sentido. La policía se habría desmandado más y el pueblo habría sentido impotente y humillado. Pero NO SE DEJÓ y gracias a eso, metieron a los chotas al bote y, además, nació una nueva fuerza de resistencia que se extendió por toda la sociedad y el mundo entero.

Cuando uno decide enfrentar a un gandalla, no tiene ninguna garantía de triunfo. Pero como todo mundo lo odia y sabe que es justo luchar, los demás se arman de valor y todos juntos tienen la posibilidad de tumbarlo. Bueno, uno siempre puede correr y salvar su propio pescuezo con la esperanza de que el gandalla se vaya. Pero resulta que no se va y la pesadilla empeora con cada día que pasa. No tenemos ninguna garantía de triunfo, pero tenemos que captar que en este momento histórico las acciones de miles pueden atizar a millones.

Miren cómo las acciones de Cindy Sheehan prendieron una tormenta. Una señora acampaba fuera del rancho de Bush en Texas porque su hijo murió en Irak. Millones de personas la apoyaron. Eso nos da apenas una idea del potencial.

Hasta ahora no existe un gran movimiento articulado y acabado... ¡porque estamos creando algo nuevo! Pero podemos ver las posibilidades en las chispas de lucha de los Cuatro Días de Protesta que vengo describiendo, y partiendo de esa base podemos cambiar la situación a través de nuestras acciones. Tenemos que marchar a la cabeza, un lugar peligroso donde no hay ninguna garantía. Las masas a millones odian el rumbo en que han embarcado el gobierno de Bush y sus amigotes, los fascistas cristianos, pero todavía no ven una ALTERNATIVA OSADA Y FUERTE que represente otro camino.

Nos toca a nosotros ser esa alternativa. Si nos lanzamos contra el monstruo con pies de barro, otros SENTIRAN NUESTRA FUERZA y tendrán la oportunidad de sumarse. Desde luego, les conviene sumarse a la lucha, pero si no nos lanzamos, no tendrán esa oportunidad y jamás sabremos si hubiera sido posible.

De nuevo, hablando del 2 de noviembre, el número 16 de Revoluciónseñala:

"Este es un plan visionario, audaz y atrevido. Pero esto es lo principal: corresponde al peligro que tenemos en frente de las narices; y nada menos que eso puede prender la energía latente de docenas de millones de personas. Esto puede cambiar el rumbo de la situación. Por ello, su fuerza radica en su audacia y atrevimiento".

¿Y si lo hacemos?

¿Y si lo logramos? ¿Si todos los que captamos esto nos lanzamos y logramos sacar corriendo al gobierno de Bush? ¡Imagínense, no más!

Si forjamos un movimiento pujante y sacamos a este gobierno, la situación cambiará mucho. En vez de ser pasiva y tímida, la población estará despierta y dispuesta a contrarrestar los ataques del sistema. Claro, el sistema seguirá igual de despiadado, pero no será tan fácil que la clase dominante se vengue.

En tal caso todo mundo se pondrá a debatir las posibilidades de un nuevo futuro. Se superarán muchas divisiones y ¡gente que jamás ha intercambiado opiniones dialogará sobre qué tipo de futuro queremos y cómo hacerlo realidad!

El comunismo y la revolución será parte de la discusión y debate mucho más que ahora. Si sacamos corriendo a este gobierno, la perspectiva de la revolución parecerá mucho más realista; la posibilidad de crear una nueva sociedad estará mucho más a nuestro alcance; y si se dan oportunidades revolucionarias, estaremos en mejores condiciones de aprovecharlas.

Si nos lanzamos ahora, no hay garantía de que podemos sacar a Bush, pero TENEMOS LA POSIBILIDAD DE HACERLO. Si no hacemos nada, es condenar a las masas a un infierno mucho peor de lo que hemos visto hasta ahora. El futuro de la humanidad está en nuestras manos y tenemos que lanzarnos.

Entrémosle a todo dar, con todo corazón y todas nuestras energías. ¡Hasta la victoria!

DEBEMOS y PODEMOS sacar corriendo al gobierno de Bush porque las masas a millones lo ansían.