Puntos sobre el socialismo y el comunismo: Una clase de estado radicalmente nuevo, una visión radicalmente diferente y mucho más amplia de libertad

El materialismo vs. el idealismo... la contradicción fundamental del capitalismo y la resolución revolucionaria de esa contradicción

Revolución #039, 19 de marzo de 2006, se encuentra en revcom.us


Nota de la Redacción: A continuación publicamos partes de una charla que dio Bob Avakian, presidente del Partido Comunista Revolucionario, a un grupo de militantes y partidarios el año pasado (2005). A esta edición se le agregaron subtítulos y notas al pie de página.

Esta charla, que saldrá en seis partes, empezó en el #37 (5 de marzo). Toda la charla está en la internet en inglés en revcom.us.

Como decía Marx: lo fundamental no es lo que piensen o hagan los proletarios, y en general las masas, en un momento dado, sino lo que los obligarán a hacer las contradicciones y la dinámica del sistema. Las contradicciones subyacentes e impulsoras de la sociedad, y del mundo, son lo que planteará a las masas y a los que aspiran a dirigirlas la necesidad (no una necesidad estática, sino una necesidad objetiva dinámica, que cambia) que las obligará a responder, de una forma u otra. Y los que captan más conscientemente la realidad material, su movimiento y desarrollo pueden ejercer una gran influencia en cómo responderán, en general y en especial cuando las contradicciones se plantean agudamente. Por eso es tan importante tener un punto de vista, método y enfoque científico, materialista y dialéctico, en contraposición a algo cuasi-religioso o idealista (y metafísico) de otro tipo.

¿Por qué cuando escribo y hablo hago hincapié una y otra vez en que el comunismo representa el punto de vista y el método más cabal, sistemática, consecuente y exhaustivamente científico? Bueno, aquí voy a decir algo que me oirán repetir muchas veces hoy: ¡lo digo porque es verdad! Y es importante. Pero no paremos ahí; ¿qué quiere decir eso, por qué es verdad? Es verdad porque el comunismo, como punto de vista y método, es cabal y consecuentemente materialista y es cabal y consecuentemente dialéctico; ningún otro punto de vista y método tiene esas características. El punto de vista y el método del comunismo refleja la verdad fundamental de que toda la realidad está compuesta de materia en movimiento y nada más; capta cada uno de esos aspectos: que toda la realidad está compuesta de materia y nada más;y que, como explicara Engels, el movimiento es el modo de existencia de la materia,que toda la materia se mueve y cambia constantemente, y que todo eso lleva a saltos y rupturas cualitativas. El comunismo capta la relación dialéctica entre esos dos aspectos.

Aplicado al desarrollo de la sociedad humana, tal punto de vista y método materialista dialéctico, es decir, el materialismo histórico,muestra que las contradicciones que definen una sociedad, la fuerza motriz de cambio, son la contradicción entre las fuerzas de producción y las relaciones de producción, junto con la contradicción entre la base económica (o el modo de producción) y la superestructura (política, ideología y cultura). Abordar esto en su dimensión más amplia sienta una base más sólida para captar más clara y profundamente la realidad esencial de que, en esta era, y en el mundo actual, lo que define el marco general de la situación y lo que impulsa el cambio, más que nada, es la contradicción fundamental del capitalismo y otras contradicciones decisivas a las que da pie continuamente, aunque nosotros, las fuerzas de vanguardia conscientes y organizadas, tratemos de transformar ese movimiento y desarrollo de lo que es en la actualidad a un camino que lleve al comunismo (posibilidad que en sí radica en las contradicciones fundamentales del capitalismo y que se puede alcanzar por medio de la resolución revolucionaria de dichas contradicciones, en todo el mundo). Exploremos esto más a fondo.

Un planteamiento científico: Las contradicciones decisivas y determinantes de todas las sociedades

En el libro El falso comunismo ha muerto, ¡viva el auténtico comunismo!,examino el desarrollo de todas estas contradicciones entre las fuerzas y las relaciones de producción, y entre la base económica y la superestructura. Uno de los puntos importantes de ese libro (que se suele confundir, pasar por alto, negar, enterrar, etc., y que en realidad parece casi un lugar común) es este: la producción o la economía no existen en abstracto.Pero por otro lado, la actividad económica básica de producir y distribuir los artículos materiales necesarios para la vida, para reproducir la vida, es el aspecto más fundamental de la vida y la sociedad de los seres humanos. Marx explicó esto y destacó que ocupa un papel central para entender la sociedad humana y el desarrollo histórico de la sociedad. Pero la producción, o la economía, no se da en abstracto, al margen de relaciones de producción muy definidas (y en la sociedad de clases, relaciones de clase) que contraen los seres humanos en el proceso de producir y distribuir los artículos necesarios para la vida. Con frecuencia oímos decir "la economía francesa", "la economía estadounidense" y cosas por el estilo, pero casi nunca un locutor de CCN dice: "Hoy se produjo un bajonazo en la economía estadounidense, que como sabemos es una red compleja de relaciones de producción, que a su vez está integrada en la red internacional de relaciones de producción". Casi nunca se oye eso en CNN y mucho menos en Fox News. [risas]Porque es algo que está tapado. Pero es fundamental para entender la sociedad en cualquier momento, con su cambio y desarrollo, y su potencial y realidad de transformación.

En cualquier momento dado, el carácter y el nivel general de las fuerzas productivas (la tecnología, el nivel de los conocimientos científicos, el nivel de conocimiento de la naturaleza, en líneas más generales, y la gente, con su conocimiento de esas cosas y sus habilidades) tiene un conjunto correspondiente de relaciones sociales de producción, en términos generales y relativamente, sin ser materialistas vulgares. Hago énfasis en la palabra relaciones de producción sociales porque esto determina cómo se organiza la sociedad. No todo mundo está consciente de esto. Por ejemplo, un artesano de una sociedad feudal que elabora artículos para el hogar no está consciente de cómo encaja eso en la división general del trabajo de esa sociedad (y de las relaciones comerciales y otras relaciones fuera de esa sociedad), pero de todos modos es parte de eso. Esto se aplica a una sociedad caracterizada por una producción de mercancías más o menos desarrollada, como el capitalismo, y también a la sociedad feudal; es más, se aplica a todas las sociedades.

De modo que estas son relaciones de producción sociales, pero, especialmente con el capitalismo, donde todo esto está mucho más desarrollado, se oculta que son relaciones de producción sociales. Por ahí se oye todo el tiempo, especialmente en Estados Unidos, la tierra del Individualismo (con mayúscula): "yo" me inventé esto, "yo" tuve esta idea, esta es "mi" obra. Esto es una manifestación de algo que tocaré más adelante: las mercancías y del fetichismo de la mercancía; pero se oculta el hecho de que "mi" obra encaja en todo un proceso social y, especialmente hoy, un proceso internacional, caracterizado y definido por determinadas relaciones de producción.Y cada individuo tiene cierto lugar en esas relaciones de producción. No escogemos conscientemente las relaciones de producción que nos gustarían. Un grupo no se reúne y dice: "A ver, qué tal si vamos todos a recoger comida y agua toda la semana, y después nos vamos a cazar un mes", porque eso no funciona, ni siquiera en una sociedad comunal primitiva. En esa clase de sociedad, si se van a cazar por un mes, regresarán con muy poca caza y toda la sociedad sufrirá y pasará hambre porque de esa forma no se pueden obtener la carne y las proteínas necesarias.

Entonces, en primer lugar, las relaciones de producción tienen que corresponder a las condiciones materiales existentes, al nivel de las fuerzas productivas del momento, lo que incluye "lo que provee la naturaleza" (las materias primas), así como las herramientas, los instrumentos, el modo de pensar y el modo de utilizar dichas herramientas. En ese sentido (y hay otros), uno no escoge las relaciones de producción que quiera.

En los albores de la sociedad capitalista, hace un par de siglos, no se reunieron y dijeron: "Vamos a votar, vamos a oír propuestas sobre las relaciones de producción que les gustarían y la correspondiente superestructura, y después haremos elecciones entre varios partidos que tengan distintas ideas sobre esto y decidiremos cuáles escoger". No. No se puede hacer eso porque, sin ser mecanicista y determinista, existe una correspondencia básica entre las relaciones de producción y el nivel de las fuerzas productivas, del modo que lo vengo diciendo.

Las relaciones de producción no "se escogen" en otro sentido: son relaciones que evolucionan históricamente.Ese es el punto de la conexión en la historia humana, que explica Marx y que yo he tocado en varias obras, como el libro Democracy: Can’t We Do Better Than That?1 A pesar de todos los trastornos y destrucción (y a veces del desplome o fin de toda una sociedad), a pesar de eso, el desarrollo histórico humano tiene cierta conexión porque las fuerzas productivas se siguen desarrollando y tienden a transmitirse de generación en generación. Pero esas fuerzas productivas confrontan a cada generación como una fuerza externa,especialmente en una sociedad en que los seres humanos no tienen la base y el conocimiento para abordarlas de un modo consciente y planeado. Inclusive cuando puedan hacer eso, en una sociedad socialista y más aún en una sociedad comunista, siempre se nos planteará una necesidad. Volveré a esto un poco más adelante. Pero especialmente cuando no se tienen la base y el conocimiento para utilizar las fuerzas productivas de un modo planeado y consciente, las fuerzas productivas se presentan como una fuerza externa. Uno se levanta y si quiere vivir no dice: "A ver, a ver, creo que hoy me dedicaré a pensar cómo puedo reconfigurar las fuerzas productivas de la sociedad". No, uno dice: "Dónde diablos consigo trabajo hoy u otra forma de ganarme la vida". Y el modo de hacer eso lo define la necesidad que existe porque las relaciones de producción nos confrontan, a todos los individuos de la sociedad (inclusive a la burguesía, de modo concreto), como una fuerza externa, como una necesidad a la que hay que responder.

De modo que cada vez que una persona participa en la producción, entra en determinadas relaciones de producción, que no escoge a gusto, que han evolucionado históricamente y que en general corresponden al carácter de las fuerzas productivas, aunque eso da saltos revolucionarios y lo ha hecho a lo largo de la historia. Del mismo modo que la sociedad tiene una base económica; del mismo modo que existe un modo de producción y sus correspondientes relaciones de producción, existe también (sin ser deterministas y materialistas mecanicistas) una superestructura que corresponde aproximadamente a esa base económica, que surge de ella, aunque dicha superestructura de política, ideología y cultura tiene relativa autonomía y mucha iniciativa, y en ese campo se da mucha lucha.

Por ejemplo, en la sociedad comunal primitiva, dado el nivel y el carácter de las fuerzas productivas y el modo correspondiente de organizar la vida, si alguien dice: "oigan, organicen una partida de caza y vayan todos a cazar para mí", bueno, eso no funcionaría. Los demás dirían: "¡Vete al carajo! Muérete de hambre si quieres, pero aquí estamos organizados de otro modo". No se puede tener cualquier superestructura; no se pueden tener las leyes y costumbres que refuercen tal idea. No se pueden tener esas relaciones de producción, ni las leyes, las costumbres y la cultura que refuerzan y corresponden a la idea de que una persona puede hacer que todos los demás trabajen para ella.

Pero cuando la situación cambia y cuando corresponde al carácter de las fuerzas productivas de la sociedad dividirse en clases (que haya una gran brecha entre el trabajo físico y el trabajo intelectual, y entre las masas y una pequeña parte de la sociedad que monopoliza la vida económica, y también la vida cultural e intelectual), entonces existe una superestructura que expresa y refuerza eso. Esa clase de sociedad la conocemos muy bien. La sociedad esclavista, por ejemplo en la parte sur de Estados Unidos antes de la guerra de Secesión, tenía esa clase de superestructura y los dueños de esclavos se sentaban en los pórticos a tomar mint juleps y demás. La sociedad estaba organizada de un modo correspondiente. El otro día vi un programa de cazadores de esclavos en el History Channel. En el Sur hay blancos retrógrados que sacan la bandera de la Confederación y dicen: "No la saco porque representa la esclavitud, sino porque representa una forma de vida y una cultura". Bueno, ¿qué eran esa cultura y forma de vida? Como decía ese programa de TV, eran una forma de vida y una cultura basadas en la esclavitud; y después de la abolición de la esclavitud, basadas en la opresión de millones de aparceros a los que trataban como siervos; eran una forma de vida y una cultura impregnadas de supremacía de los blancos. Eso se reflejaba en la superestructura de política, ideología y cultura. El programa explicaba que en la época de la esclavitud, además de los capataces, toda la población blanca estaba organizada a fin de reforzar el sistema de esclavitud. A veces se oye decir: "Mi familia no tenía esclavos". No, ¡pero sí los perseguían! Eso es lo increíble: organizaban a los que no tenían esclavos a perseguir a los esclavos. Los organizaban en milicias; la organización de toda la sociedad blanca (con sus distintos estratos sociales) giraba en torno al eje central de la economía y las relaciones de producción, que era la esclavitud. El resto de las relaciones de producción se organizaba con relación a eso, aunque había contradicciones. Lo mismo sucedía con la superestructura: la política, la ideología y la cultura. Era una superestructura muy diferente a la de las sociedades comunales primitivas, donde antes de que se creara la base, inclusive en el ámbito económico, para que la esclavitud fuera lucrativa, no podía existir la correspondiente superestructura: una política, una cultura y una ideología que beneficiara, defendiera y reforzara la esclavitud. No se hubiera podido sostener.

Así es cómo tenemos que ver y aplicar la concepción materialista, una concepción materialista dialéctica de la historia que refleje y abarque toda su contradictoriedad y complejidad y que, por otra parte, destaque las fuerzas dinámicas, o contradicciones, esenciales que la impulsan. Por eso Mao dijo que los dogmáticos son perezosos. Los reformistas, o específicamente los dizque "comunistas" o "socialistas" que degeneran y caen en el reformismo, también son perezosos. Y las dos cosas, el reformismo y el dogmatismo, suelen ir de la mano. Porque hay que trabajar, hay que escarbar y buscar para identificar las contradicciones subyacentes que impulsan y definen el carácter y el movimiento del desarrollo de la sociedad.

Bueno, Marx nos dejó mucho trabajo, pero el mundo ha seguido cambiando. En general Marx estudió y escribió antes de la época del imperialismo, antes de que el sistema capitalista diera un salto a la fase imperialista y se monopolizara e internacionalizara mucho más, aunque en los tiempos de Marx ya iban en esa dirección ciertos aspectos. Marx nos dejó mucho trabajo y eso es importante. Recuerdo que, en los primeros tiempos de nuestro partido, los que estaban envueltos en economismo (embelesados con la "lucha práctica" de los obreros para mejorar sus condiciones en el sistema capitalista-imperialista) decían: "Ese Lenin no debió haber sido tan bueno si le dedicó tanto tiempo a escribir ¿Qué hacer?2 en vez de organizar a los obreros". [risas]Bueno, si dicen eso de Lenin, ¿qué decir de Marx? Pasó 11 años en la biblioteca del Museo Británico estudiando historia y economía a fin de dejar ese gran regalo que nos dio, que es la explicación materialista básica de la historia y del capitalismo. Se ha hecho mucho trabajo, pero es necesario continuarlo; hoy tenemos mucho trabajo por hacer. Tenemos que seguir indagando inclusive para entender lo que Marx nos enseñó, para entender las fundaciones que sentó Marx y ver cómo se aplican en la actualidad; para entender cuál es la raíz de lo que pasa en la sociedad y de su desarrollo histórico; para ver cómo se desenvuelve eso en un momento determinado. ¿Cuál es la dinámica de las contradicciones que se nos presentan y que tenemos que transformar; cómo se relacionan entre sí esas contradicciones? Por eso se necesita trabajo continuo. Es un trabajo arduo,muy arduo. Pero vale la pena y, más que eso, es por la emancipación de la humanidad de las relaciones de desigualdad, explotación y opresión.

Pero eso no lo harán perezosos ni se hará con idealismo filosófico: pensando que las ideas que tenemos en la cabeza (o en la mente de un dios u otro ser sobrenatural inexistente) son lo que determina el carácter de la realidad. No se hará con venganza; no se hará diciendo: "Es fácil decir que unos son ricos y otros son pobres, y ya está". Eso conduce al desastre y ha sido desastroso donde se ha aplicado; por ejemplo, luego voy a hablar un poco de Camboya y Pol Pot3. Lleva al desastre. Así no se puede diferenciar; no se pueden identificar las fuerzas motrices ni distinguir amigos de enemigos. Hoy vemos un fuerte fenómeno de populismo derechista, organizado por los sectores más abiertamente reaccionarios de la clase dominante, que busca generar resentimiento de la pequeña burguesía inferior, la aristocracia obrera y otros sectores de la clase trabajadora, definida ampliamente, hacia las personas que toman posiciones progresistas importantes: lo que llaman "liberales de limosina" de Hollywood, los "intelectuales estirados" de Nueva York y demás. Se necesita trabajo para investigar y entender qué dinámica y qué fuerzas están operando, qué tendencias están en marcha a partir de las contradicciones subyacentes, y cómo librar nuestra lucha para encaminarlos hacia donde deben ir, no en un sentido pragmático y estrecho, sino en un sentido histórico-mundial.

Captar a fondo el carácter motriz subyacente de estas contradicciones (entre las fuerzas y las relaciones de producción, y entre la base económica y la superestructura), captar cómo se relacionan entre sí e interpenetran, captar cómo se manifiestan en el mundo en determinado momento: esto es fundamental, es indispensable para poder dirigir una revolución del modo correcto. Esto es sumamente importante y agudo ahora. No se puede hacer sin ciencia. Y no se puede hacer con apenas un poquito de ciencia. Es cierto que no tenemos que saberlo todo antes de dar un paso. Hay una relación entre la teoría y la práctica; por eso también es valioso contar con toda la teoría que se ha elaborado por más de cien años, a partir de los descubrimientos de Marx. Por eso es valioso contar con la colectividad de un partido y de un movimiento comunista internacional. Cada individuo no tiene que hacer todo el trabajo por su cuenta cada vez empezando desde cero. Pero la práctica requiere que nos basemos en esta ciencia. También tenemos que manejar correctamente la dialéctica de teoría y práctica en el proceso. Y no ser perezosos, lo que tarde o temprano llevará al desastre, y en estos tiempos especialmente, no tardará.

Estas contradicciones entre las fuerzas y las relaciones de producción, y entre la base económica y la superestructura, son las contradicciones decisivas y determinantes de todas las sociedades (desde las sociedades comunales primitivas hasta las varias formas de la sociedad de clases), y también serán decisivas y determinantes en la sociedad comunista,aunque de un modo y en un contexto radicalmente distintos. Mao, con su estilo tan peculiar, hizo comentarios como este (reunidos en Mao espontáneo):¿No creen que en la sociedad comunista todavía habrá contradicción entre las fuerzas y las relaciones de producción, y entre la base económica y la superestructura? Yo sí lo creo. Dentro de 10,000 años, todavía continuará el proceso de reemplazar lo caduco por lo nuevo. Ahí se refería a esas fuerzas motrices. Nunca ha existido ni existirá una situación en que los seres humanos no tengan que contraer relaciones, de un modo u otro, para reproducir los artículos materiales necesarios para la vida, con el nivel de tecnología que sea. Y jamás existirá una situación en que la sociedad, no solo los individuos, no tenga que responder a una necesidad. Esto lo volveré a abordar varias veces.

Continuará

Notas

1. Bob Avakian, Democracy: Can’t We Do Better Than That? (Chicago: Banner Press, 1986).

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2. ¿Qué hacer? es una obra teórica crucial de V.I. Lenin, líder de la revolución rusa, en la que recalca que, dada la influencia y la fuerza de las ideas e instituciones dominantes de la sociedad capitalista, la lucha de los trabajadores explotados (o proletarios) y de los demás oprimidos en tal sociedad, por la fuerza de la espontaneidad, caerá continuamente bajo el control de la clase capitalista y sus representantes políticos, y se reducirá a reivindicaciones reformistas que dejan intactos el sistema capitalista y su red de explotación, opresión y represión. Lenin demostró que para llegar a ser una clase revolucionaria y luchar por acabar con toda la opresión, el proletariado necesita un partido de vanguardia que lleve a los proletarios y demás oprimidos la conciencia comunista a la que nunca puede llegar por medio de la lucha diaria para subsistir: el reconocimiento de la naturaleza explotadora y cabalmente opresiva de este sistema, de que no se puede reformar, y de la necesidad y posibilidad de una revolución para tumbar al sistema capitalista y crear el gobierno del proletariado, cuya misión es dirigir a las masas explotadas de la vieja sociedad y a amplios sectores populares (como los intelectuales y otros que han ocupado una "posición intermediaria") hacia la meta de acabar con toda la opresión y explotación, y todas las relaciones sociales de desigualdad, en particular la brecha entre el trabajo intelectual y físico (mental y manual) por todo el mundo, o sea, la meta del comunismo.

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3. Bob Avakian habla de Camboya y de Pol Pot en otra parte de esta charla, que no forma parte de esta serie.

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