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Revolución #67, 29 de octubre de 2006

Las 7 charlas de Bob Avakian en una clase de liderato estudiantil

Una persona que trabaja con la Brigada de la Juventud Comunista Revolucionaria en Los Ángeles nos envió esta carta en respuesta al llamamiento de Revolución de enviar informes sobre lo que se dice de las nuevas charlas de Bob Avakian en las universidades.

Un miércoles por la mañana pasé dos horas en una clase de liderato estudiantil hablando de Bob Avakian, de la clase de líder que es, de la sociedad que prevé y de cómo dirige para forjar tal sociedad en los hechos. Después de dos horas (mucho después de la clase), los estudiantes y el maestro me invitaron a volver a la semana siguiente para continuar la discusión. La primera semana escuchamos los primeros 6 minutos y medio de la conclusión de las charlas, en que habla sobre el papel de los líderes comunistas y de su papel en particular. La siguiente semana hablamos sobre la novena pregunta, que denuncia la horrible opresión de los negros y habla de su potencial revolucionario como parte de la revolución para acabar con toda la opresión.

La clase era pequeña, no más de 10 estudiantes, y dos de ellos ya sabían algo de Bob Avakian. De hecho, me invitaron porque estaban hablando de líderes y, como parte de una tarea sobre las cualidades de los líderes, uno de ellos, que estaba escuchando una charla anterior del presidente Avakian: “Christianity and Society – The Old Testament and the New Testament, Resistance and Revolution” (El cristianismo y la sociedad, el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, resistencia y revolución, en bobavakian.net), mencionó a Bob Avakian. El otro estudiante que ya sabía algo de Bob Avakian ha leído y escuchado partes de sus obras y ha participado en muchas discusiones y debates sobre si en realidad está dando la clase de dirección que necesitan las masas para efectuar cambios fundamentales y sobre si es correcto promover a tal líder.

El maestro parece no haber sabido de la existencia de Bob Avakian, pero sí tenía mucho conocimiento —desde el punto de vista nacionalista negro— del marxismo, de la historia de la Unión Soviética y China, así como de los movimientos radicales de los años 60. El resto de los estudiantes eran una mezcla de participantes en el gobierno estudiantil y otros que quieren ejercer posiciones de dirección de una u otra manera.

Las discusiones fueron fascinantes y me dieron mucho en qué pensar. La primera sesión fue una serie de preguntas y respuestas, con preguntas bien pensadas e importantes que demostraban que habían pensado mucho en cómo funcionaría una sociedad socialista según lo que Bob Avakian ha propuesto. Los estudiantes bregaron con algunas de las cosas que el maestro y yo propusimos, como: ¿qué significa dirigir con un método y enfoque científicos? ¿Qué significa hacer eso con un “núcleo sólido con mucha elasticidad”? ¿Cómo al hacer eso se va transformando la sociedad y avanzando hacia el comunismo, definido por “las cuatro todas”. El maestro me pidió que las escribiera en la pizarra. Estas son: representa la transición necesaria hacia la abolición de todas las diferencias de clase, de todas las relaciones de producción en que estas descansan, de todas las relaciones sociales que acompañan esas relaciones de producción, y la revolucionarización de todas las ideas que surgen de esas relaciones sociales.

Un estudiante quería saber qué significaría tener una sociedad socialista como la que prevé el presidente Avakian, gobernada con un punto de vista científico. Dijo: “Pero la gente que no ve la sociedad de esa manera, por ejemplo, los religiosos que creen en poderes divinos, para mí que se entraría en conflictos, por ejemplo con la iglesia”. Quería saber si el dirigir con un punto de vista científico llevaría a la supresión de la religión y de la gente que cree en dios. Otro estudiante preguntó: “Al escucharte suena como que crees que unas ideas son buenas y otras malas. ¿Quién decide lo que es una idea buena y una mala, y no lleva eso a imponerle ideas a la gente?”.

El maestro hizo muchas preguntas y planteó su propio punto de vista sobre el comunismo, la experiencia del socialismo, la dictadura del proletariado y por qué piensa que el socialismo no crea igualdad, particularmente para las nacionalidades oprimidas. Parece que le intrigó la nueva síntesis de Bob Avakian a partir de los logros y los errores de las experiencias socialistas. Al fin de la discusión decía cosas como que en una sociedad socialista “la clase dominante piensa que sus ideas son sacrosantas” y que los “socialistas siempre han planteado que es necesario tener un gobierno estricto para despojar a la gente de ideas capitalistas”. Preguntó: “Si estamos hablando de una sociedad que tendría mucha más elasticidad con respecto a proponer ideas que disienten con el gobierno y que lo critican: 1) ¿vamos a escuchar esas ideas y 2) cómo vamos a proteger tal sociedad?”.

El maestro había dicho que la revolución socialista no le conviene a las nacionalidades oprimidas y en particular a los negros. Por tanto decidí que sería importante hablar sobre por qué el socialismo sí le conviene a las nacionalidades oprimidas. Empezamos la segunda sesión escuchando la novena pregunta, que es sobre la opresión de los negros en Estados Unidos. No conozco la composición de toda la escuela, pero en esta clase la mayoría eran negros. Después de escuchar esa pregunta se dio una discusión muy amplia que me pareció emocionante.

Les pedí que dieran comentarios sobre lo que acababan de escuchar. Al principio no sabían qué decir. Les dije que quería saber qué pensaban porque estaba seguro de que nunca habían escuchado algo como eso. Una joven dijo: “Yo he escuchado cosas así antes”. Otra persona pregunto qué clase de sociedad prevé Bob Avakian, y yo dije que uno tiene una buena idea de la clase de sociedad escuchando cómo aborda este problema. Yo les conté que me conmovió la parte donde dice que nunca podrá haber y nunca debe haber una revolución que no ponga en juego los ardientes deseos de las masas negras de deshacerse de su opresión, como parte de la lucha para acabar con toda la opresión. Otro estudiante comentó con toda naturalidad: “No se puede acabar con eso”. La joven que habló antes dijo: “Ha habido progreso”. Luego otro preguntó: “¿Cómo dirige para efectuar cambios?”.

Se abrieron las contrapuertas. El maestro explicó: “Si uno sabe que padece de cáncer, lo puede ignorar o puede buscar un remedio. Esta sociedad es como un cáncer, nada cambiará si no se hace nada. El PCR y Bob Avakian tienen un remedio. Otros tienen otros remedios”. Cuando hablé de la revolución y de rehacer la sociedad, los estudiantes querían saber más sobre Bob Avakian y los que sabían algo de él empezaron a dar respuestas. La joven que dijo que Bob Avakian no había dicho nada nuevo, preguntó: “Yo nunca he oído del él y yo presto atención. Veo las noticias, veo CNN, ¿cómo es que nunca he oído de él si quiere hacer esos cambios?”. Yo dije de inmediato que queremos que se conozca por todas partes y que sus obras e ideas se difundan ampliamente. Les conté de los Comités Corre la Voz y les recomendé leer su autobiografía (From Ike to Mao and Beyond: My Journey From Mainstream America to Revolutionary Communist) para que sepan más de él, de cómo se hizo líder revolucionario y de la clase de persona que es.

La discusión continuó y los estudiantes se contestaban unos a otros e intentaban entender qué es una revolución. Yo hablé de la necesidad de un pueblo revolucionario de millones de personas y de una situación política en que la gente ha dejado de ser fiel al sistema y ve cómo luchar por una sociedad diferente. Una pregunta sincera surgió: “¿Cómo vamos a hacer eso?”. Yo hablé de acelerar y aguardar, tomado de la charla “Why We’re in the Situation We’re in Today and What to Do About It - A Thoroughly Rotten System and the Need for Revolution.” (Por qué estamos en esta situación… y qué hacer al respecto: Un sistema totalmente podrido y la necesidad de la revolución).

También dije que el partido es parte del movimiento para sacar al gobierno de Bush y de lo urgente que es hacerlo, frenar los horrores que está desatando por todo el mundo y la dirección en que lleva a la sociedad. Recalqué que este movimiento involucra a toda clase de gente, con muchas ideas sobre adónde debe llegar esto. También expliqué las posibilidades que el partido ve que podrían surgir de una situación política radicalmente diferente en la que millones de personas, de una manera consciente, bregan sobre cómo cambiar la sociedad y que el trabajo del partido en medio de eso podría (como dice el presidente, sin garantías y ni siquiera la probabilidad sino la posibilidad) empujar la situación en una dirección revolucionaria.

Un estudiante dijo: “Yo veo la necesidad de sacar a Bush”. Otro preguntó: “¿Por qué no esperar dos años más?” y otro le contestó “Porque el gobierno de Bush está efectuando cambios que no se podrán revocar, como la Ley Patriota”. Con respecto a mis comentarios de como se podría cambiar la situación política, una joven dijo: “Yo veo cómo eso podría cambiar la situación”.

¡Cuando se terminó la clase seguían haciendo preguntas y sentí un gran deseo de regresar otra vez! Unos estudiantes me dieron su correo electrónico para seguir la discusión.

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Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es
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