Las mentiras que nos dijo el gobierno, Parte 3

Mintieron y lo sabían

Obrero Revolucionario #1204, 22 de junio, 2003, posted at rwor.org

El año pasado los gobiernos estadounidense e inglés se propusieron conquistar Irak. Durante todo el período de preparativos, decían que la guerra iba a proteger al mundo, que sabían que Irak tenía "armas de destrucción masiva" y vínculos con conocidos terroristas y que, por eso, tenían que invadir y cambiar el gobierno.

Ahora, dos meses después de la guerra, el gobierno no ha encontrado ninguna prueba de esas "armas de destrucción masiva", ni siquiera un barril, una botella, una fábrica o un proyectil... nada. Tampoco tiene pruebas de lazos a Al Qaeda.

Esto inquieta a mucha gente, especialmente a muchos de los que le creyeron al presidente George Bush y al primer ministro británico Tony Blair y apoyaban la guerra porque creían que Irak era una amenaza. Lo que pasó es que Estados Unidos, con su ultramoderno arsenal de armas, conquistó y ocupó un país del tercer mundo y mató a miles de sus habitantes.

Ahora todo un país vive bajo ocupación militar, sin electricidad o agua potable y con la pérdida de gran parte de su patrimonio nacional. Y las preguntas aumentan:

¿Dónde están las armas químicas y biológicas que Estados Unidos e Inglaterra decían que Irak tenía?

¿Se equivocaron los servicios de inteligencia, o eran mentiras de los líderes de que Irak era una amenaza?

Si mentían y en realidad las armas de destrucción masiva eran un pretexto, ¿por qué invadieron?

Si los gobiernos y dirigentes están dispuestos a mentir sobre un tema tan importante, ¿cuántas mentiras más dicen?

¿Y por qué creerles en el futuro?

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En los gobiernos estadounidense e inglés, ahora todos corren a echarle la culpa a otro por lo de las "armas de destrucción masiva". Como resultado de tales riñas intestinas, han salido a flote algunos secretos. Varias dependencias de espionaje quieren demostrar que no mentían.

Por eso se sabe que, mucho antes de la guerra, los analistas de la CIA (Agencia Central de Inteligencia) y la DIA (Agencia de Inteligencia de Defensa) informaron que no tenían pruebas de armas de destrucción masiva en Irak. Así que los dirigentes de los dos gobiernos sabían desde el comienzo que no tenían pruebas y mintieron de frente.

Este es el tema de la tercera parte de esta serie.

Es posible que un día el gobierno estadounidense diga que ha encontrado armas de destrucción masiva en Irak. Pero incluso si encuentra indicios de productos químicos o bacterias prohibidos, no cabe duda de que Irak no tenía armas nucleares, misiles Scud ni armas de destrucción masiva listas. El gobierno estadounidense mintió al mundo cuando dijo que tenía pruebas secretas de un peligro inminente.

Y si, después de tanto tiempo y tantas mentiras, el gobierno anuncia que ha encontrado algo, ¿quiénes lo van a creer?

Lo que el gobierno le dijo al mundo

El 26 de agosto de 2002, el vicepresidente Dick Cheney lanzó la campaña publicitaria a favor de la guerra con estas palabras: "Para decirlo en pocas palabras, no cabe duda de que Saddam Hussein tiene armas de destrucción masiva".

El 8 de septiembre de 2002, la asesora de Seguridad Nacional, Condoleezza Rice, dijo: "Saddam Hussein tiene un programa enérgico para producir armas nucleares. Sabemos que Irak ha recibido tubos de aluminio que sirven solo para tales armas".

El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dijo el 19 de septiembre que Irak "tiene almacenadas grandes cantidades de armas químicas, como VX, sarin y gas mostaza".

En septiembre de 2002, el gobierno inglés dijo que Saddam Hussein "tiene planes para utilizar armas químicas y biológicas y podría activarlas en 45 minutos".

El 28 de septiembre, George Bush dijo: "El peligro a nuestro país es grave y sigue creciendo. El gobierno iraquí tiene armas biológicas y químicas, está reconstruyendo las fábricas para producir más y, según el gobierno británico, puede lanzar un ataque biológico o químico en 45 minutos".

Mientras el Congreso debatía si darle a la Casa Blanca autoridad para iniciar la guerra, el Consejo Nacional de Inteligencia le envió un informe (fechado 4 de octubre) que decía: " Bagdad tiene armas químicas y biológicas... entre ellas gas mostaza, sarin, ciclosarin y VX... La mayoría de los analistas creen que está reconstituyendo su programa de armas nucleares".

El 7 de octubre, George Bush dijo que Irak "posee y produce armas químicas y biológicas".El vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, dijo: "La descripción del presidente es el resultado de un proceso de análisis en que cada agencia estudió cuidadosamente y aprobó las declaraciones de las demás".

El 7 de enero de 2003, George Bush dijo: "Nuestros servicios de inteligencia calculan que Saddam Hussein tenía suficientes materiales para producir unas 500 toneladas de los gases sarin, mostaza y VX... unas 30,000 municiones con capacidad para lanzar agentes químicos... materiales suficientes para producir más de 38,000 litros de la toxina del botulismo".

El secretario de Estado, Colin Powell, dijo el 5 de febrero ante la ONU: " Calculamos que hoy Irak tiene almacenadas entre 100 y 500 toneladas de armas químicas... Mis colegas, tenemos fuentes, fuentes sólidas, para cada una de las declaraciones que he hecho hoy. No son opiniones, sino hechos y conclusiones basados en informes sólidos".

El 17 de marzo, George Bush dio un ultimátum a Irak y dijo: "Los datos recolectados por este y otros gobiernos indican sin lugar a dudas que el gobierno iraquí tiene y esconde armas muy letales".

El 18 de marzo, Tony Blair dijo que la afirmación de que Hussein había destruido las armas (como lo ordenó la ONU) era "absolutamente ridícula".

El 30 de marzo, la primera semana de la guerra, Donald Rumsfeld dijo: "Sabemos dónde están las armas. Están en los alrededores de Tikrit y Bagdad y al este, al oeste, al sur y al norte".(Interpress Service, 3 de junio)

Los hechos:

El Washington Post informó el 7 de junio de 2003: "En el otoño, la víspera de las decisiones del Congreso y de la ONU sobre la guerra, altos funcionarios de la administración, entre ellos el presidente Bush, dijeron públicamente que sin duda alguna Irak tenía armas químicas y biológicas, a pesar de que los servicios de inteligencia les informaban que no tenían pruebas directas".

En septiembre de 2002, durante los preparativos bélicos, la DIA publicó un informe sobre las armas iraquíes que decía: "No hay información fidedigna acerca de si Irak está produciendo o almacenando armas químicas, o de dónde tiene o tendrá fábricas para la producción de tales armas".(de un resumen que se filtró a Bloomberg News, 6 de junio de 2003)

Cuando el gobierno dijo que los tubos de aluminio eran la prueba de que Irak tenía un programa de armas nucleares, un experto del Departamento de Energía dijo: "Esta teoría no tiene mucho apoyo aquí".Otro dijo: "La administración puede decir lo que quiera, pero nosotros tenemos que guardar silencio".(Guardian,9 de octubre de 2002)

Dick Cheney presionó a la CIA a decir que Irak tenía tales armas, y Donald Rumsfeld creó una unidad especial del Pentágono para inventar "lazos" entre Irak y Al Qaeda.

El Washington Post informó el 6 de junio de 2003: "Con múltiples visitas a la CIA, el vicepresidente Cheney creó un ambiente en que algunos analistas se sentían bajo presión para hacer que sus evaluaciones encajaran con los objetivos de la administración Bush, nos dijeron varios funcionarios de los servicios de inteligencia... Las visitas `enviaron señales, a propósito o no, de que querían ciertas conclusiones', dijo un funcionario".

El New York Times informó el 5 de junio de 2003: "Douglas J. Feith, subsecretario de Defensa, admitió que reunió a un pequeño equipo de agentes de inteligencia poco después de los sucesos del 11 de septiembre de 2001 para buscar lazos entre el terrorismo e Irak u otros países que quizás pasaron por alto... El equipo concluyó que existían lazos entre Irak y Al Qaeda, a pesar de que la CIA y la DIA lo dudaban".

El Guardian informó el 10 de junio de 2003: "El descrédito de las declaraciones de la administración Bush antes de la guerra cobró fuerza ayer cuando se supo que la CIA sabía desde hace meses que era muy improbable que existiera un lazo entre Saddam Hussein y Al Qaeda".

Varios dirigentes capturados de Al Qaeda, como Abu Zubaydah, dijeron que no tenían lazos con el gobierno iraquí. El Guardian informó: "La CIA compartió el expediente del interrogatorio de Zubaydah con otros servicios de inteligencia, pero no lo divulgó al público".

Un informe del Consejo Nacional de Inteligencia, divulgado el 4 de octubre de 2002, tergiversa la conclusión de la CIA: "Bagdad tiene armas químicas y biológicas".El Washington Post informó el 7 de junio de 2003: "Varios altos funcionarios de los servicios de inteligencia nos informan que durante todo el período de preparativos las agencias no tenían pruebas directas, como fotografías o documentos iraquíes robados, para apoyar una conclusión sólida sobre armas de destrucción masiva de Irak".

Un grupo de analistas de la CIA jubilados, que se llaman "Ex Profesionales de Inteligencia por la Razón", escribieron una carta abierta: "El punto de vista dominante, en ese entonces y hoy, entre los científicos e ingenieros nucleares de los servicios de inteligencia y los laboratorios del Departamento de Defensa es que Irak... no tenía un programa de armas nucleares digno de mencionar".

En Inglaterra, se informa que la MI6 (la agencia de espionaje) se opuso a publicar el informe de que " Irak solo necesitaba 45 minutos para activar las armas de destrucción masiva". (Guardian, 30 de mayo de 2003)

Lo que dijeron otras fuentes:

Las pruebas de que el gobierno estadounidense mentía existían pero rara vez se oían en la prensa.

El Guardian del 25 de octubre informó: "Donald Rumsfeld, el belicoso secretario de Defensa, ha reunido a un equipo de expertos para escudriñar los informes de los servicios de inteligencia en busca de lazos entre Irak y Al Qaeda... Los funcionarios de los servicios de inteligencia dijeron que el equipo era parte de un esfuerzo por parte de Rumsfeld y su diputado, Paul Wolfowitz, para hacer que los hechos cuadraran con su versión de la realidad, o sea, que Saddam Hussein trabaja de la mano con los terroristas y es un grave peligro a Estados Unidos".

El 17 de noviembre de 2002, el Obrero Revolucionario informó: "Un asesor de Donald Rumsfeld, secretario de Defensa, recordó que pocas horas después del ataque contra el Pentágono el 11 de septiembre de 2001 Rumsfeld le mandó iniciar los preparativos para atacar a Irak. No se ha presentado ni pizca de evidencia de que Irak apoya a Al Qaeda o de que participó en los sucesos del 11 de septiembre, pero eso no ha impedido que lo digan una y otra vez... no hay ninguna prueba de que [Irak] tenga el material fisionable necesario para construir un arma... La Casa Blanca afirma que Estados Unidos es vulnerable y que Irak es una amenaza, pero no tiene pruebas. Los hechos demuestran que la verdad es todo lo contrario".

Tras el discurso de Colin Powell a la ONU del 16 de febrero de 2003, el Obrero Revolucionario informó: "Para asustar a los que viven en Estados Unidos, Powell tiene que pintar un cuadro de que Irak es una amenaza a la `patria estadounidense'... Irak (a diferencia del general Powell) no tiene la capacidad de bombardear a un país del otro lado del mundo. Así que para crear una `amenaza', Powell tiene que decir que Irak va a darle venenos biológicos a Al Qaeda para atacar una ciudad estadounidense. El problema es que no hay pruebas de tal `vínculo'... Así que Powell tiene que inventarlas. El discurso fue una cortina de humo para tapar las verdaderas razones y motivos de esta guerra. Ninguna parte de la desinformación que ofreció Powell era verosímil, e incluso si fuera verídica, no podría justificar el enorme crimen de guerra que están a punto de cometer contra el pueblo iraquí... Mientras el gobierno se prepara para iniciar esta salvaje guerra, tenemos que dispersar el humo y desmentir las afirmaciones de que esta conquista imperialista será en aras de la seguridad de la ciudadanía".

Hans Blix, jefe de los inspectores de armas de la ONU, dijo que sabía antes de la guerra que las acusaciones de Estados Unidos eran falsas. Le dijo a la BBC el 24 de mayo de 2003: "Fuimos a muchos sitios que nos dieron los servicios de inteligencia, y solo encontramos algo en tres de ellos, pero nada relacionado con armas de destrucción masiva. Esto me afectó... porque nos dijeron que iban a darnos los mejores datos que tenían, así que pensé: `Dios mío, si esto es lo mejor que tienen y no encontramos nada, ¿de qué sirve lo demás?"

El gobierno iraquí dijo una y otra vez que no tenía armas de destrucción masiva. Desde la guerra, los científicos y funcionarios del gobierno iraquíes interrogados por las fuerzas de ocupación han dicho lo mismo.

Lo que demuestran los hechos ahora:

El general James Conway, comandante de la Primera Fuerza Expedicionaria de la Infantería de Marina, dijo el 30 de mayo de 2003: "Me sorprendió en ese entonces, y sigue sorprendiéndome, que no hemos encontrado las armas [químicas y biológicas]... No es que no las hayamos buscado. Hemos ido a casi todos los depósitos de municiones entre la frontera de Kuwait y Bagdad, pero simplemente no aparecen".

El servicio noticioso AP informó el 9 de junio de 2003: "Las unidades del ejército estadounidense asignadas a buscar las armas de destrucción masiva iraquíes han inspeccionado todos los sitios y las han despachado a otros deberes... Han ido a más de 230 sitios".

Lo que dicen los gobiernos ahora

El método No. 1: Negar las mentiras

El 31 de mayo, Tony Blair dijo: "La idea de que permitimos o mandamos que nuestros servicios de inteligencia inventaran pruebas es totalmente ridícula". (Washington Post)

El 30 de mayo, el director de la CIA, George Tenet, dijo: "La integridad de nuestro proceso se respetó de comienzo a fin, y cualquier acusación es inválida".

Colin Powell le dijo a Fox News: "Con el tiempo vamos a divulgar más pruebas".

Dick Gephardt, candidato demócrata a la presidencia, dijo: "Hay claras y sistemáticas pruebas de que Saddam Hussein tenía armas de destrucción masiva. Estoy convencido de que las vamos a encontrar".

El método No. 2: Cambiar la terminología

El 9 de junio, George Bush la dijo a AP: "Los servicios de inteligencia llevan una década demostrando que tenían un programa de armas. Estoy totalmente convencido de que con el tiempo vamos a encontrar que es verdad".

De repente Bush no habla más de encontrar armas,sino de algo muy diferente: encontrar "un programa de armas". Un "programa de armas" solo significa que un gobierno podría construir un arma, que tiene expertos, materiales y laboratorios de doble uso. Es una maniobra sumamente deshonesta: cambiar la acusación de tener armas a tener la capacidad de construir armas (que tiene cualquier país con industria química y farmacéutica modernas).

El cambio de terminología se ve por todas partes: el 28 de mayo el Departamento de Estado anunció que descubrieron dos remolques en el norte de Irak y que "es importante reconocer que los programas que decíamos que existían sí existían, y que la clase de equipo que decíamos que existía sí existía".

El método No. 3: Decir que no importa

El 27 de mayo, Donald Rumsfeld dijo que el gobierno iraquí " posiblemente tuvo tiempo para destruir las armas" antes de la guerra. Lo dijo con indiferencia, como si el asunto no le importara.

En Inglaterra, sus palabras cayeron como una bomba. Robin Cook, dirigente de la Cámara de los Comunes, dijo que Rumsfeld abrió "una enorme brecha en la justificación de la guerra en ambos lados del Atlántico".

En Estados Unidos, otros altos funcionarios del gobierno repitieron que a la larga no importa. El International Herald Tribune informó el 9 de junio: "En Washington está de moda decir que realmente no importa si Saddam Hussein tenía un arsenal de armas no convencionales".

El senador John McCain le dijo al New York Times el 4 de junio: "El pueblo estadounidense apoya las acciones del presidente, no importa si encontremos las armas o no".

El senador Pete Domenici le dijo al Times el mismo día: "Que los expertos digan que la guerra ha cambiado la dinámica del Medio Oriente... me parece mucho más importante que si teníamos todas las pruebas".

En una entrevista que le hizo la revista Vanity Fair,Paul Wolfowitz dijo que el gobierno solo habló del arsenal iraquí por "motivos burocráticos", y que tenía otros motivos poco mencionados.

El método No. 4: Decir que ya las encontraron

George Bush tramó el método más ingenioso: simplemente decir que ya encontraron las armas de destrucción masiva.

A fines de mayo dijo: "Recuerden cuando Colin Powell habló ante el mundo y dijo que Irak tiene laboratorios, laboratorios móviles para construir armas biológicas. Son ilegales. Son una violación de las resoluciones de la ONU, y ya hemos encontrado dos... a los que dicen que no hemos encontrado los artefactos de producción o las armas prohibidos, les digo que se equivocan. Sí las encontramos".

Cuando encontraron los dos remolques, llevaron a todo dar a varios "expertos" y los presionaron a declarar que son "laboratorios de armas móviles". Un experto de inteligencia le dijo al New York Times : "Todo mundo quería encontrar las pruebas de las armas, así que [los expertos] querían confirmarlo".

Los remolques no tenían indicios de armas biológicas. El periódico inglés Observer informó que Inglaterra se los vendió al gobierno iraquí en 1987 para producir hidrógeno para los globos sonda que se usan para los campos de tiro de artillería. El 7 de junio, el New York Times informó que varios científicos iraquíes dijeron que producían hidrógeno. Unos expertos le dijeron al Times que no se podían utilizar para producir armas biológicas. "No están diseñados para fermentar",dijo uno. "Sería posible modificarlos lo suficiente para hacerlo, pero se puede decir lo mismo de cualquier lata de estaño". Señalaron que los remolques no tienen equipo esencial para la esterilización, el crecimiento o el secamiento de bacterias, y que sin esto no podían producir materiales para armas.

En pocas palabras, lo de los "laboratorios móviles" es otra mentira más.

Las mentiras y el futuro

John Dean, el asesor del presidente Richard Nixon que fue a parar a la cárcel porque tapó mentiras de su patrón durante el escándalo de Watergate, dijo hace poco: "En las tres décadas desde Watergate, este es el primer escándalo que me parece potencialmente más grueso... Para decirlo sin pelos en la lengua, si Bush ha llevado al Congreso y a la nación a la guerra a raíz de información falsificada, está jodido. Si se prueba que manipuló o usó mal los datos de seguridad nacional, podría ser la clase de `delito serio' de que habla la Constitución en la sección de impugnar al presidente".

El New York Times informó el 8 de junio: "A algunos historiadores, políticos y otras personas les preocupa qué pasará si no encuentran las armas y si el presidente Bush o un sucesor quiere unir a la opinión pública estadounidense o internacional para otra guerra --quizás contra Irán o Corea del Norte-- con pruebas en disputa... O si tras una larga y desastrosa ocupación, las bajas militares afecten profundamente la psique nacional y la pregunta `¿Por qué estamos en Irak?' pase a ser el equivalente moderno de `¿Por qué estamos en Vietnam?'".

(Las primeras dos partes de esta serie están en la Internet en rwor.org).

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El 17 de noviembre de 2002, el Obrero Revolucionario informó: "No se ha presentado ni pizca de evidencia de que Irak apoya a Al Qaeda o de que participó en los sucesos del 11 de septiembre, pero eso no ha impedido que lo digan una y otra vez... La Casa Blanca afirma que Estados Unidos es vulnerable y que Irak es una amenaza, pero no tiene pruebas. Los hechos demuestran que la verdad es todo lo contrario".

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Tras el discurso de Colin Powell a la ONU del 16 de febrero de 2003, el Obrero Revolucionario informó: "Irak (a diferencia del general Powell) no tiene la capacidad de bombardear a un país del otro lado del mundo. Así que para crear una `amenaza', Powell tiene que decir que Irak va a darle venenos biológicos a Al Qaeda para atacar una ciudad estadounidense. El problema es que no hay pruebas de tal `vínculo'... Así que Powell tiene que inventarlas. El discurso fue una cortina de humo para tapar las verdaderas razones y motivos de esta guerra. Ninguna parte de la desinformación que ofreció Powell era verosímil... Mientras el gobierno se prepara para iniciar esta salvaje guerra, tenemos que dispersar el humo y desmentir las afirmaciones de que esta conquista imperialista será en aras de la seguridad de la ciudadanía".


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