Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

G8: Enorme efusión de protesta contra la cumbre imperialista

Obrero Revolucionario #1205, 29 de junio, 2003, posted at rwor.org

Recibimos lo siguiente del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar:

9 de junio de 2003. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. Cerca de 120,000 personas de toda Europa llegaron a Evian para oponerse a la reunión de los líderes de los países que controlan el mundo, el Grupo de los Ocho (G8). Esta semana de fogosas manifestaciones y de animado debate político acerca de por qué el mundo es como es y qué se necesita para construir uno diferente, fue parte de la continuación de las acciones del movimiento antiglobalización que se tomó el escenario político mundial en Seattle. Particularmente crucial de esta ocasión fue que esta fue la primera vez que el G8 se atrevió a reunirse en una región poblada desde las enormes y militantes protestas en Génova en 2001, cuando los ataques masivos de la policía dieron como resultado la muerte de Carlo Giuliani. El año pasado se presenció el espectáculo de que los líderes de los países más poderosos del mundo se vieron obligados a reunirse en un centro turístico aislado en las Montañas Rocosas canadienses. También fue una gran prueba de fuerza entre el pueblo y las tenebrosas fuerzas imperialistas en el clima político actual, tras la guerra contra Irak y el levantamiento mundial sin precedentes contra esta.

El G8 se reunió del 1§ al 3 de junio en Evian, un balneario al oriente de Francia, escogido aparentemente, entre otras razones, porque por su ubicación escondida entre los Alpes y el lago Ginebra (o lago de Léman) está aislado del resto del mundo. Los manifestantes empezaron a llegar en carro, autobús, tren e incluso en bicicletas y a pie desde mediados de la semana anterior. Había estudiantes, profesores, jóvenes profesionales y sindicalistas, activistas principiantes y experimentados de todas las edades, gente de toda orientación y estilo de vida concebibles y una gran gama de fuerzas políticas. En Annemasse (Francia), Ginebra y Lausana (al otro lado del lago de Ginebra en Suiza) instalaron pueblos de carpas y realizaron una serie de pequeñas marchas y reuniones.

El sábado 31 de mayo, un grupo de manifestantes irrumpió en los terrenos de la Organización Mundial de Comercio en Ginebra. Al anochecer de ese día, en un cerco simbólico al G8, encendieron 52 fogatas simultáneamente alrededor de las orillas del lago Ginebra. En Annemasse, más de un millar de personas que protestaban contra los intentos del Partido Socialista francés (el partido gobernante hasta el año pasado) de hacerse pasar como parte del campo "altermondialiste" (altermundialista) fueron atacadas por fuerzas de seguridad. Los manifestantes coreaban "Sarkozy fascista, PS colaboracionista" (Sarkozy es el nuevo ministro del Interior derechista, quien ha encabezado la represión contra los inmigrantes y otros sectores, sin mucha oposición de los socialistas).

Las organizaciones no gubernamentales y algunos grupos políticos organizaron una "contra-cumbre" en Annemasse para denunciar la "ilegitimidad" del G8. Miles de personas discutieron y debatieron sobre el medio ambiente, por qué se ha coartado el desarrollo de África y sobre el papel de la deuda del Tercer Mundo, el SIDA, Palestina y el Medio Oriente y muchos asuntos candentes más que tienen que ver con el sistema mundial de ganancia dominado por un puñado de grandes potencias.

Las principales actividades se dieron el domingo 1§ de junio. Desde las 4:00 a.m., miles de manifestantes bloquearon la carretera a Evian. Aunque los criminales del Estado estaban refugiados tranquilamente tras un anillo de acero en la misma Evian, el cuerpo administrativo y el personal logístico y técnico estaban alojados en Ginebra. Concentrándose en este punto débil, según se informa los manifestantes lograron hacer retrasar el inicio de la cumbre varias horas. La policía los atacó con gases lacrimógenos y arrestó cerca de 400; hubo marchas y manifestaciones durante todo el día para que los liberaran.

A las 11, mientras la policía atacaba a los manifestantes que se habían sentado en la autopista de Ginebra-Lausana deteniendo el tráfico, un manifestante británico que colgaba una manta de un viaducto resultó gravemente herido cuando un policía cortó la cuerda: se desplomó contra el pavimento desde una altura de 20 metros. A cientos de manifestantes que trataban de llegar a Evian los atajó la policía con gases lacrimógenos y granadas de aturdimiento.

Durante toda la tarde, al menos 70,000 personas en el lado francés y otras 50,000 en el suizo, según los organizadores, se encontraron en la frontera. Marcharon durante horas en una larga fila que se extendía desde Annemasse hasta Ginebra. La multitud la componían principalmente jóvenes, con una cantidad considerable de gente mayor. Había un contingente del Movimiento de Resistencia de los Pueblos del Mundo de Francia, Alemania, Suiza y el Reino Unido, portando pancartas que decían: "Derrotar y resistir la invasión a Irak" y "Liberar a Palestina, poner fin a la ocupación". Con volantes y de otras formas también señalaban el peligro de la intervención yanqui contra la Guerra Popular dirigida por el Partido Comunista de Nepal (Maoísta), enarbolando la consigna "¡La liberación del pueblo no es `terrorismo'!, ¡Imperialistas y reaccionarios no toquen a Nepal!". Repartieron cerca de 25,000 volantes del MRPM.

Al anochecer, mientras los manifestantes regresaban a Ginebra, luego de un choque con un pequeño grupo de manifestantes la policía disparó descargas de gas lacrimógeno, balas de goma y cañones de agua y arremetió con bastones contra una creciente multitud a la que se unieron jóvenes de las unidades habitacionales públicas de los alrededores. Al final, miles de personas contraatacaron a la policía con piedras y cócteles Molotov en una batalla que duró hasta bien entrada la noche. Por primera vez, mil elementos de la policía alemana colaboraron de refuerzo en la represión. Junto con sus homólogos suizos, arremetieron contra la multitud, golpeando con bastones de motín. La policía cercó y allanó L'Usine, un edificio que servía como centro de los medios de comunicación alternos y de protesta. Cerca de 50 personas fueron detenidas y la mitad de estas formalmente arrestadas. La policía también atacó a los manifestantes que fueron a protestar en el hotel cantonal de Lausana, hizo veintenas de arrestos y rodeó el campamento cerca de la universidad, de donde se llevaron a 287 personas, aparentemente al azar.

Surgió cierto patrón: ante cualquier incidente menor, la policía responde con violencia masiva e indiscriminada, y provoca más combates. Esta parece haber sido la misma política deliberada de las autoridades en Génova y en otras actividades antiglobalización, a fin de criminalizar las protestas: para tachar de "criminales" a los manifestantes y utilizar la violencia provocada por la policía para aislarlos políticamente.

El lunes 2 de junio, a pesar de la prohibición de protestas en Ginebra, hubo una marcha de ambos lados de la frontera hacia la sede de la Organización Mundial de Comercio para denunciar las presiones de los países ricos a los países en desarrollo para privatizar los servicios públicos, como el agua, para que los arrebaten las trasnacionales. Un ataque de la policía para mostrar quién tenía el control terminó en caos al enfrentarse los policías alemanes y suizos con multitudes de espectadores, jóvenes, turistas y activistas en el centro de la ciudad. Aunque la mayoría de las fuerzas antiglobalización se había ido, en la sesión final de la cumbre, el jueves 3 de junio, miles de manifestantes bloquearon el principal puente que une las dos mitades de la ciudad.

En el encuentro del G8, los países imperialistas aprobaron unánimemente una reaccionaria resolución norteamericana que declaraba que "la principal amenaza a la seguridad internacional" proviene de la proliferación de armas de destrucción masiva y del "terrorismo", con una ciega hipocresía ante la principal fuerza motriz del actual curso de los acontecimientos: la devastación y ocupación de Irak por parte de Bush y Blair, y las amenazas de Estados Unidos de continuar con más guerras. De hecho, los ocho jefes de Estado respaldaron las amenazas de Bush contra Corea del Norte e Irán, aunque el gobierno francés logró bloquear una propuesta estadounidense de aprobar de antemano el uso de la fuerza contra esos países. De manera igual de contradictoria, el anuncio de Jacques Chirac de que su gobierno enviaría fuerzas especiales para ayudar a Estados Unidos en Afganistán signó cierta "normalización" de las relaciones entre Estados Unidos y su supuesto principal rival imperialista, pero aparentemente a Bush le ofendió mucho el que Chirac se refiriera a él como "uno de los varios" líderes en la cumbre, que muestra la persistente inquietud de Francia ante la hegemonía norteamericana absoluta.

Con la dominación de la mayoría de la humanidad, el desangramiento de los pueblos del tercer mundo y la opresión del pueblo en sus propios países, los gobernantes de los países del G8 constituyen la mayor fuente de destrucción masiva que el mundo haya conocido. La veracidad de la consigna, "Ellos son 8, nosotros somos millones", se puede ver en el espíritu anticapitalista y antiimperialista de muchísimos de los manifestantes que quieren forjar solidaridad con los pueblos del mundo y que representan a cientos de millones de personas en los países imperialistas.


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