Irak: Se empantanan los conquistadores

Obrero Revolucionario #1207, 20 de julio, 2003, posted at rwor.org

"Hoy día los americanos reciben muchos balazos".

Joven iraquí frente a una base militar yanqui, 4 de julio

" En la noche uno piensa en toda la gente que ha matado... No la puede olvidar. Llevamos mucho tiempo aquí y todavía estamos aquí".

Cabo Michael Richardson, de 22 años, Tercera División de Infantería, Compañía Bravo,
al London Evening Standard,19 de junio

Con cada semana aumenta la resistencia armada en Irak. Mueren soldados yanquis y británicos y sus colaboradores iraquíes en olas de ataques guerrilleros.

El 1§ de mayo, tras seis semanas de bombardeos y la invasión terrestre, el presidente Bush anunció la victoria. Pero ahora, tres meses más tarde, sus palabras de bravucón suenan vacías. La guerra continúa y ha pasado de una guerra de conquista de alta tecnología a una guerra de contrainsurgencia en aldeas y callejones por todo el país.

En promedio un soldado yanqui ha muerto al día desde la declaración de victoria. Entre el 1§ de mayo y el 10 de julio, murieron 74 y 380 resultaron heridos. Oficialmente algunas bajas ocurrieron "accidentalmente", pero muchas se deben a accidentes al evadir ataques.

Las fuerzas inglesas han tenido muchas bajas también, como el caso de los seis soldados que murieron en el pueblo de Majar al Kabir.

El 10 de julio, el general Tommy Franks, pronto a jubilarse, le dijo al Congreso que hay un promedio de 10 a 25 ataques al día contra las fuerzas yanquis.

Las fuerzas de ocupación han establecido control en pocas zonas del país. Por ejemplo: el 19 de junio, la Agencia para el Desarrollo Internacional anunció que en el puerto de Umm Qasr persisten "graves problemas de seguridad". Umm Qasr fue la primera ciudad conquistada por las fuerzas invasoras y es de mucha importancia estratégica porque es el único puerto a donde entran barcos.

A los soldados se les acercan caminando hombres iraquíes y abren fuego, tropiezan con minas terrestres en los caminos, caen en emboscadas cada vez más organizadas o les disparan francotiradores en campamentos y retenes. A veces, en ataques audaces, se acercan carros a un convoy y les disparan granadas propulsadas por cohetes (RPGs). Cuatro morteros abrieron fuego contra la base aérea Balad, al norte de Bagdad, e hirieron a 18 soldados.

Las fuerzas yanquis llaman a una carretera al noreste de Bagdad "callejón RPG" por la cantidad de ataques con granadas desde una serie de aldeas.

El periodista inglés Robert Fisk le dijo a Amy Goodman (del programa radial "Democracy Now", el 12 de junio): "Los soldados con quienes hablé, los sargentos, capitanes, etc., admitieron que la situación anda mal. Uno me dijo que cuando van al río en Fallujah, les parece como Somalia. Siempre les disparan o los apedrean. Algunos soldados hablaron francamente de la situación en Bagdad... dijeron que cada noche los francotiradores abren fuego contra el aeropuerto desde las pistas de aterrizaje. Dos me dijeron que en la noche les disparan a todos los aviones militares que aterrizan. De hecho, algunos pilotos estadounidenses han recurrido a la táctica de la guerra de Vietnam de acercarse a la pista de aterrizaje en espirales desde arriba para no pasar por campos cercanos desde donde reciben balazos".

Últimamente hay un mayor nivel de coordinación y planeamiento de los ataques. A veces hay emboscadas de unidades pequeñas; otras veces las anuncian en los medios árabes. Al día siguiente del anuncio de Paul Bremer (virrey yanqui en Irak) de que iba a vender las propiedades de las empresas paraestatales a compañías extranjeras, estalló un oleoducto que lleva gas a las centrales eléctricas de Bagdad y el centro del país.

Los colaboradores iraquíes también son blancos de ataques. Un policía que se ha puesto al servicio de las fuerzas de ocupación le dijo al New York Times que encontró una carta frente a su casa que decía: "Deje de trabajar con las fuerzas de la coalición o lo sentirá". La firmaba el "Ejército de Liberación Iraquí (Ejército de Muhammad)".

El 5 de julio, estalló una bomba en Ramadi en medio de la ceremonia de graduación de la primera clase de reclutas policiales iraquíes; murieron siete y 54 resultaron heridos. Un anciano gritó en la sala de emergencia del hospital: "Esto es lo que les pasa a los que trabajan con los estadounidenses. No es la primera advertencia".

Después, Bernard Kerik, ex jefe de policía de Nueva York que actualmente es comisionado de la policía de Bagdad, ofreció 2,500 dólares de recompensa a los soplones. Una semana más tarde, estallaron varias granadas en la delegación policial de Fallujah y cien policías amenazaron con abandonar su puesto a menos que las fuerzas de ocupación salieran.

Brutalidad y castigo colectivo

"La guerra continúa... Pero no hay crisis. La situación está bajo control y los matamos a diario siempre que nos atacan".

General Ricardo Sánchez, comandante de las fuerzas terrestres yanquis

"Maysam Salaah Abd al Rasool Mashkoor, universitaria, murió en los bombardeos yanquis"

"Kalil Abrahim al Saidy, abogado, murió porque los yanquis dispararon un misil contra su carro"

Estandartes colgados en los congestionados cruces de Bagdad

Las fuerzas yanquis lanzaron la "Operación Sidewinder" (serpiente de cascabel) la primera semana de julio contra los habitantes de 20 aldeas de la zona central. Dicen que son "el nexo de las actividades paramilitares en el centro del país".

"Entramos con una fuerza tan abrumadora que ni piensan en disparar", dijo el coronel Mark Young, comandante del tercer batallón de la Cuarta División de Infantería.

Un informe del 2 de julio de la Associated Press describió la entrada de tanques y helicópteros en la aldea pequeña de As Sadah, al norte de Bagdad. No encontraron nada fuera de unas pocas armas típicas de la zona. En los tres días de la operación arrestaron a 300 iraquíes, pero admitieron que ninguno era "fugitivo".

El coronel Young dijo que la meta era amenazar a los aldeanos con castigo colectivo: "La meta de nuestra operación es dejarles saber que no vamos a tolerar que apoyen o cooperen con los ataques". La Associated Press informó: "Varias veces Young habló con los dirigentes de las aldeas y amenazó con tratarlos como sospechosos hasta que terminen los ataques".

Como no han podido capturar a los combatientes, han recurrido a las tácticas tradicionales de las fuerzas de ocupación (los nazis alemanes en Europa, los israelíes en Palestina, etc.): amenazar a la población para alejarla de las fuerzas de la resistencia.

Y, como los demás conquistadores, el coronel Mark entiende que podrían fracasar: "Corrimos el riesgo de ganarnos la antipatía de toda la aldea". De hecho, el 4 de julio, en medio de la "Operación Sidewinder", ocurrió una serie de ataques coordinados contra las fuerzas yanquis.

Han salido a flote varios informes de brutalidad contra los arrestados en las redadas. Un informe del 30 de junio de Amnistía Internacional dice: "La situación de los iraquíes detenidos en el campo Cropper del aeropuerto internacional de Bagdad (actualmente una base militar estadounidense) y en el penal Abu Ghraib constituye tratamiento o castigo cruel, infrahumano y degradante, lo que prohíbe el derecho internacional".

Varios informes periodísticos, del New York Times y otras fuentes, detallan que durante las redadas esposan fuertemente a los detenidos, les ponen capuchas, no les permiten tomar agua y los obligan a arrodillarse durante horas o días. Unos presos dicen que los golpearon y torturaron. A muchos se los llevan sin acusarlos y sin notificar a los familiares, y los tienen presos durante semanas e incluso meses.

Cuando unos presos protestaron, los soldados dispararon al aire y mataron a uno. Amnistía Internacional informó que un muchacho de 11 años pasó tres semanas preso.

La Associated Press informó sobre lo que le pasó a Khraisan al-Abally, un comerciante iraquí de 39 años arrestado el 30 de abril, tras la muerte de su hermano a manos de los soldados. Dijo que lo obligaron a arrodillarse desnudo y no le permitieron dormir. Al-Abally dijo que durante ocho días de interrogatorios "lo tuvieron esposado y con los ojos vendados, le dieron patadas, y lo obligaron a mirar fijamente una luz estroboscópica y a escuchar música muy fuerte".

"`Pensé que me iba a enloquecer', dijo al-Abally... `Ellos me decían: "Arrodíllese". Después de tres o cuatro días así es muy doloroso. Tenía las rodillas hinchadas y ensangrentadas'".

Muchos informes dicen que los soldados roban dinero y objetos de valor.

Empantanados

" Tenemos que descartar la idea de que solo vamos a quedarnos el tiempo necesario y ni un día más. Es absurdo. Vamos a quedarnos mucho tiempo. Tenemos que preparar nuestras fuerzas para quedarse un largo tiempo".

Senador Richard Lugar, presidente del Comité de Relaciones Exteriores

"Estamos hasta la cintura en el pantano,

y el gran tonto dice: `Adelante'".

El cantante Pete Seeger, 1967, cuando el presidente Lyndon Johnson envió más tropas a la guerra de Vietnam

La revista Time,que fue firme partidaria de la guerra, informó: "En público los funcionarios del gobierno de Bush son bravucones, pero en privado expresan temor de que las fuerzas armadas se encuentren en un peligroso círculo vicioso. Tienen que mantenerse en pie de guerra debido a la persistencia de los ataques, lo que ha desviado la atención y los recursos de la reconstrucción. La huella militar, a su vez, ha influenciado la opinión pública iraquí y ha creado un clima que da acogida a la propaganda contra Estados Unidos".

En Washington, el secretario de Defensa y los generales dicen que van a mantener una fuerza de ocupación de 150,000 soldados en Irak, o sea, tres veces más de lo que decían antes. Otros informes indican que pueden mandar una fuerza mayor.

El Washington Post informó el 7 de julio: "Hay preocupación en el Pentágono, donde algunos oficiales dicen en privado que una fuerza de 150,000 soldados no es suficiente para la protección, ni mucho menos para mantener la paz. El Ejército está estudiando los requisitos de la situación y los planes trazados antes de la guerra, dijo un oficial de alto nivel que no quería que se le identificara. `Si habla con los soldados en Irak, le dirán que se trata de combate urbano', dijo. `Todos dicen: "No tenemos una fuerza adecuada para mantener la paz".

Un vocero del Ejército anunció que el contratista Kellogg Brown & Root (famoso por la construcción de bases militares en Vietnam) construirá viviendas permanentes para por lo menos 100,000 soldados en 20 bases por todo el país. No serán carpas sino cuarteles de madera.

Las realidades

"Hoy el Ejército tiene más de la mitad de su fuerza de combate de 10 divisiones en Irak. Tiene el equivalente de una división más en Afganistán y otras dos o tres en reserva en caso de un conflicto con Corea del Norte. Como al Ejército le gusta tener tres o cuatro divisiones en entrenamiento para reemplazar a cada división lista para el combate, no tiene tropas para reemplazar a las que están a largo plazo en Irak".

Washington Post, 3 de julio

"Quiero que mi esposo regrese. Estoy nerviosa. Cuando se fue, pensé que la guerra sería mala pero que estaban listos. Pero esta no es una guerra y no hacen lo que los capacitaron para hacer. Son policías en un lugar donde no los quieren".

Luisa Lejía, esposa de un capitán de artillería que está en Irak, New York Times,4 de julio

"Todo mundo está enojado. Nos decían que una vez que terminara la guerra, llegarían refuerzos y nos iríamos. Bueno, los refuerzos llegaron pero nosotros todavía estamos aquí".

Cabo Michael Richardson, Tercera División de Infantería, Compañía Bravo

"Nos enfurecen los generales que toman las decisiones pero no pelean, no reciben balas, y no tienen que ver los cadáveres sangrientos o quemados, los bebés muertos y todo lo demás".

Soldado anónimo, Tercera División de Infantería, Compañía Bravo

"Los oficiales tienen que sacarnos de aquí. Esto lo digo en serio. No debemos estar aquí. No vamos a cambiar la cultura de Irak o de Bagdad. Todo lo que somos es blancos y presas fáciles".

Soldado de la reserva de Pittsburgh, Pensilvania, 307 Compañía de Policía Militar, Washington Post,1° de julio

Les decían que iban a liberar a Irak, que regresarían pronto como héroes. Con cada día que pasa los soldados se dan cuenta de que la guerra continúa, de que tendrán que quedarse mucho tiempo y de que grandes sectores de la población iraquí los consideran enemigos.

Ante el calor del verano y el crecimiento de la insurgencia, empiezan a preguntarse por qué están en Irak y cuándo se irán.

El periódico Christian Science Monitor publicó pasajes de cartas escritas por soldados a sus congresistas. Una decía: "La mayoría de los soldados pagarían todo lo que tienen a cambio de un pasaje de regreso". Otra decía: "Nos duelen mucho el tratamiento que recibimos y las mentiras que les dicen a nuestros familiares". Un oficial escribió: "Que no le quepa la menor duda, la moral de la mayor parte de los soldados está por los suelos". Otro oficial describió las tensiones entre los soldados de su unidad: "Se quejan a quienquiera los escuche. Escriben cartas, lloran y gritan. Son manifiestos el cansancio y la depresión... Somos como peones en un juego que no controlamos".

Incluso hay informes de suicidios de soldados, disfrazados de "incidentes no hostiles" por el Pentágono.

El New York Times informó el 4 de julio: "Las familias militares, que a menudo tienen buena fe, ahora se oponen... Hace poco en el fuerte Stewart (Georgia), un coronel se reunió con 800 esposas y esposos frustrados. La policía militar tuvo que escoltarlo de la reunión. `Lloraban, gritaban insultos y reclamaban que regresaran sus cónyuges', dijo Lucia Braxton, directora de servicios comunitarios del fuerte".


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