Revientan las mentiras

Familias militares expresan dudas e indignación

Obrero Revolucionario #1211, 24 de agosto, 2003, posted at rwor.org

" En cierto punto empezaron a tratarnos como una fuerza de ocupación. Ahora no nos sentimos héroes. Somos menos, estamos agotados y no damos abasto".

Isaac Kindblade, de la 671 Compañía de Ingenieros

"Parece que a los de arriba no les importa lo que sufren estos soldados ni lo que experimentan a diario. Les aseguro que nunca han patrullado en las horas de más calor, día tras día, listos para pelear en todo momento, y preguntándose si hoy es el día que los matarán".

Oficial del ejército a la agencia noticiosa Knight-Ridder

"Nos decían que regresaríamos después de la guerra... La moral de los soldados está por los suelos. Soy oficial así que no debo decirles lo que pienso, pero a veces parecen zombis".

Sargento Al Menéndez

"Mi temor es que cuando mi esposo regrese, sea distinto. Incluso los más entusiastas, si tienen que matar nunca lo olvidan".

Valerie Decal, esposa de sargento de artillería, fuerte Hood

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La guerra no se ha desenvuelto como les dijeron a los soldados.

Les decían que "el viaje de vuelta es por Bagdad", pero meses después de conquistar Bagdad todavía patrullan retenes en el intenso calor del verano... y no ven un rayo de esperanza.

Les decían que los recibirían como "libertadores", pero son una fuerza de ocupación bajo el fuego de una población hostil.

Les decían que la guerra daría más seguridad a sus familias y al país, pero no han encontrado "lazos terroristas" ni armas de destrucción masiva.

El presidente George Bush anunció la victoria el 1° de mayo. A los pocos días, un soldado escribió a sus padres después de arrastrar a unos soldados muertos de un helicóptero: "Estaba bañado de sangre. Solo podía pensar en la esposa y los hijos de un soldado, cuya foto tenía en la billetera. ¿La guerra ha terminado? Díganselo a las familias de estos hombres".

Las mentiras de esta guerra se están destapando, las tropas no regresaron cuando les prometieron, y ellas y sus familiares se sienten traicionadas.

Mandan callarse a las tropas

La Tercera División de Infantería estuvo en las primeras filas de la invasión. La segunda brigada entró a los suburbios sureños de Bagdad a comienzos de abril y dejó miles de civiles y soldados muertos. En mayo la enviaron a ocupar Fallujah, donde la muerte de un civil suscitó resistencia.

Después de pasar varios meses en la zona de guerra, los soldados de la primera y segunda brigadas esperaban regresar, y tres veces les cambiaron la fecha.

El 14 de julio aplazaron el regreso. El Pentágono los necesitaba para llevar a cabo redadas de castigo en centenares de aldeas y barrios. Se sintieron traicionados.

El sargento Terry Gilmore habló de cuando le dio la noticia a su esposa: "Me sentí como si me partieran el corazón. ¿Cómo podían dejarnos aquí cuando nos habían dicho que íbamos a regresar?"

En una entrevista de ABC News, un soldado, Clinton Deitz, dijo: "Si Donald Rumsfeld viniera, le pediría la renuncia".

"Tengo mi propia lista de los `más buscados'", un sargento le dijo a ABC. "A la cabeza están Paul Bremer, Donald Rumsfeld, George Bush y Paul Wolfowitz".

El Pentágono respondió a estas entrevistas con amenazas. Un oficial dijo: "Subió hasta el presidente Bush y luego nos cayó encima. Por lo menos seis vamos a perder la cabeza".

La Tercera División anunció que no permitiría más entrevistas ni que los corresponsales sigan viajando con las tropas.

El general John Abizaid, comandante del Comando Central, dijo: "Ninguno de los que llevamos este uniforme es libre de decir algo despectivo sobre el secretario de Defensa o el presidente de Estados Unidos". Agregó que los comandantes decidirían cómo castigar a los responsables.

Los periódicos militares recordaron a los soldados que el castigo por hacer "declaraciones desleales" es tres años de cárcel. El Pentágono no ha entablado esas acusaciones desde la guerra de Vietnam.

Esa amenaza asustó a muchos soldados, que se consideran "ciudadanos con libertad de expresión".

Brandon Gullen, del 864 Batallón de Ingenieros, dijo en un correo electrónico desde Irak: "Es ridículo que esta misma gente que nos envió a arriesgar la vida ahora puede castigarnos por tener nuestro propio punto de vista. Nos van a castigar por pensar".

A otro soldado, Steven Eagle Funk, lo juzgarán por "irse sin permiso" como protesta.

El Pentágono acaba de anunciar que los soldados tendrán que quedarse un año en Irak; lo llama "previsibilidad rotacional".

Los familiares hablan claro

"Francamente, estoy harta de que los oficiales y generales, los políticos y el Departamento de Defensa digan que la moral de las tropas es alta, cuando todo mundo sabe que no es verdad".

Erica Herrera, esposa de un piloto de helicóptero, en un correo electrónico de una base militar
estadounidense en Alemania al periódico militar Stars and Stripes

"Los oficiales no nos controlan a nosotros y ellos (la mayoría, mujeres valientes) podrán decir lo que quieran, cuando quieran y vamos a proteger su identidad si es necesario... Vamos a apelar directamente a quienes los emperadores en potencia necesitan para plasmar en realidad sus visiones mortíferas y ambiciosas: los soldados".

Stan Goff, ex Boína Verde, padre de un soldado y miembro de "Familias militares hablan claro"

"¡La guerra de Irak no ha terminado!

El presidente dice: `¡Que lo hagan!'

Pero son nuestros seres queridos los que se arriesgan, y les decimos:

`¡Que vuelvan YA!'".

Del website de "Familias militares hablan claro"

Muchos familiares de los soldados viven cerca de las bases militares, donde los indignados correos electrónicos desde Irak han suscitado dudas dolorosas acerca de la guerra.

Muchos son patrióticos y pro militares, y apoyaban la guerra al comienzo. Pero de repente gran parte de lo que creían no tiene sentido y piensan que el gobierno los ha tratado con desprecio.

Además, la Casa Blanca ha recortado los fondos para las familias de los soldados que están en el extranjero, planea reducir el salario extra que reciben cuando están en una zona peligrosa y se opone a aumentar el pago a las familias de los que mueren (de $3,000 a $6,000).

A muchos los horrorizó cuando Bush azuzó a la resistencia iraquí diciendo que si quieren atacar a los soldados estadounidenses, "que lo hagan".

Marticia, madre de un soldado, escribió en una carta abierta: "Señor presidente, quizás usted cree en la invencibilidad de nuestras fuerzas armadas. Pero la próxima vez que invite a que ataquen a mi hijo, tenga la amabilidad de ponerse en frente en vez de esconderse detrás".

"Las esposas empiezan a preguntarse por qué fuimos a Irak", dijo Claudia Barnett, esposa de un soldado, en el fuerte Stewart, Georgia.

Cuando el comandante del fuerte organizó una reunión de 800 esposas y esposos en julio para explicar por qué la Tercera División todavía está en Irak, la frustración se desbordó. Un trabajador social dijo: "Lloraban, gritaban y demandaban que trajeran a sus esposos". "Escoltaron" a un coronel de la reunión para protegerlo de las esposas.

Después, Anita Blount, esposa del comandante de la Tercera División, acusó a los familiares de animar a la resistencia. Escribió: "Sé que muchos creen que se debe iniciar una campaña para que vuelva la Tercera División. Pero tenemos que entender la consecuencia de nuestras acciones: cuando los iraquíes ven informes de que el público en Estados Unidos pide que vuelvan los soldados, creen que su estrategia ha tenido éxito".

Los comandantes militares amenazan con "terminar la carrera" de los soldados cuyos familiares hablan contra la guerra. Pero a pesar de tal presión, muchos familiares siguen haciéndose oír. En el fuerte Stewart, las esposas celebraron un mitin en el lote de estacionamiento de una tienda Kmart.

Esto es algo extraordinario y sin precedente en las últimas décadas. La rapidez con que cientos de familiares se han vuelto contra la guerra es una señal de lo rápido que se están deshilachando las mentiras oficiales y de que a los ojos de los soldados la situación en Irak no es nada prometedora.

En una rueda de prensa el 13 de agosto, el grupo "Familiares militares hablan claro" anunció que ha pedido que retiren las tropas de Irak inmediatamente y que no han debido enviarlas en primer lugar.

Susan Schuman, cuyo hijo es soldado de la Guardia Nacional de Massachusetts y se encuentra en Irak, dijo: "Nuestros soldados están desmoralizados. Libran una guerra ilegal e injusta".

Nancy Lessin, cofundadora del grupo, dijo: "Pensamos que no los enviaron por las armas de destrucción masiva ni los lazos de Saddam Hussein con Al Qadea, sino por el petróleo y el imperio. Ese no es su oficio".


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