En estos tiempos histórico-mundiales necesitamos respuestas histórico-mundiales - El Borrador del Programa del PCR y la agricultura: Un intercambio de opiniones

Comentarios de Gary Grant, presidente de la Asociación de Granjeros y Agricultores Negros, sobre el Borrador del Programa

Obrero Revolucionario #1214, 5 de octubre, 2003, posted at rwor.org

El hambre es una cuestión central para los pueblos del mundo, ¡y no cabe duda de que la agricultura es la base de la vida económica de esta sociedad! Pero no entiendo por qué ustedes presentan la nacionalización de la tierra como el eje del plan de revolucionar la agricultura en el socialismo. ¿Debemos buscar la solución en lo que produce el agricultor o, como yo sostengo, en la distribución de ese producto?

La historia demuestra ampliamente que dondequiera que haya existido propiedad privada, ha llevado a la explotación. Cuando los europeos llegaron a América, trajeron ese medio de explotación. Así que coincido con ustedes en ese sentido. Pero, ¿cuál ha sido la experiencia de los granjeros negros? Los negros han trabajado de esclavos en las plantaciones, de aparceros y ahora de pequeños agricultores sin recibir nada a cambio. Nuestra sangre y sudor han engordado los medios de producción y, dado el robo de nuestras tierras que sigue hasta la fecha, no se nos antoja cambiar un "amo" por otro, ya sea capitalista, socialista o comunista. No tengo ningún inconveniente con que el estado expropie la agroindustria y reparta la tierra o el control de ella a quienes se les ha negado la posibilidad de tener una granja, como los trabajadores del campo, o la reparta a los mismos agricultores negros, amerindios o latinos, cuyas tierras ha expropiado la agroindustria. Naturalmente, los granjeros negros aplaudiremos la cancelación de las deudas que nos agobian. Pero, ¿por cuánto tiempo se permitirá a los granjeros negros y otros despojados por el capitalismo ser dueños de la tierra que, según ustedes, recibirán en el socialismo?

Me preocupa que el estado socialista me perjudique y que su plan internacional sea un obstáculo para mí. Permítanme darles un ejemplo: digamos que todo granjero recibe 40 acres (100 hectáreas), pues veo que eso emparejaría a todos. Pero todos no rinden igual y quizá yo acabe trabajando 200 acres más, aunque no sea el dueño, y otros se contentan con la mediocridad y producen menos. Los amerindios trabajaban la tierra colectivamente, pero algunos tenían más caballos que otros. Los agricultores no somos iguales en la capacidad de lidiar con las vicisitudes de Dios o la Madre Naturaleza. Claro que todos somos seres sociales, pero a mi juicio el ser humano también necesita la soledad. Si se nacionaliza la tierra (de inmediato o más adelante), ¿cómo encontramos el espacio que necesitamos para el crecimiento material y espiritual? ¡Ni modo que tengamos que pedirle a nadie ni al estado que nos dé o nos permita tener ese espacio!

Podría suceder que los granjeros negros rindamos más y nos sigan exprimiendo los que procesan los alimentos, quienes aumentan constantemente sus ganancias. ¿Por qué no nacionalizamos el mercado? ¿Por qué no podemos conservar la propiedad privada de nuestra tierra y socializar la distribución del producto por el bien de la sociedad? Quizá no me guste sembrar algodón, y sobran las razones, o quizá no sea bueno para eso y prefiera sembrar soya o legumbres. Pero si en realidad el pueblo necesita más el algodón, como dueño de la tierra no le daría la espalda. Si el precio del mercado es bajo, que me den un subsidio a cambio del sacrificio que hago. Eso sí funcionaría. Por eso, digo que hay que nacionalizar el mercado y no la tierra.


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