Obrero Revolucionario #1216, 19 de octubre, 2003, posted at rwor.org
De cómo los creacionistas de Diseño Inteligente se asociaron con un senador famoso por atacar a los gays y casi lograron remplazar la ciencia con la religión en las clases de ciencias de las escuelas públicas
Esta interesante anécdota revela mucho sobre la clase de gente que está al frente de la campaña contra la evolución y sobre sus conexiones con los más altos niveles del gobierno.
Primero hay que conocer al senador republicano de Pensilvania Rick Santorum, que se ganó una lluvia de críticas de todas partes (menos de la Casa Blanca) porque comparó la homosexualidad con el incesto, la bigamia y el adulterio. En la primavera de este año Santorum habló con reporteros de Associated Press sobre un caso que estaba a punto de ver la Suprema Corte sobre las leyes contra la sodomía que todavía existen en (¿dónde más?) Texas. Santorum dijo que "tenía un problema con los actos homosexuales" y que se opone a los "actos que caen fuera de las relaciones heterosexuales tradicionales" pues destruyen la sociedad y los valores tradicionales de la familia. Añadió que cada estado debe tener el derecho de regular la conducta sexual privada (lo que uno hace en su casa) y lo remató así.
"Si la Suprema Corte dice que uno tiene derecho a tener relaciones sexuales (gay) consensuales en su casa, pues también tiene derecho a la bigamia, a la poligamia, al incesto, al adulterio y a todo".
A pesar de las protestas que se oyeron de todos lados y de que se pidió la renuncia de Santorum, él no se retractó. La Casa Blanca no lo criticó. Este incidente muestra hasta qué punto los fundamentalistas cristianos ocupan posiciones de poder y hasta qué punto están dispuestos a usar el poder del aparato estatal para imponer medidas esencialmente fascistas con el pretexto de "defender los valores tradicionales de la familia".
Pero la fama del senador Santorum no empezó con este incidente. En el verano de 2001 el mismo tipo trató de colar una enmienda opuesta a la evolución,la "enmienda Santorum", en la ley de educación "No Child Left Behind/Cumpliendo la promesa a los niños", la mayor reforma educativa desde 1965. Hasta ese momento, las principales tácticas de los creacionistas eran meterse en las juntas educativas locales o tratar de cambiar las leyes estatales. Aunque lograron sembrar bastante confusión en algunos sectores del público general, sufrieron fuertes derrotas en los tribunales y no lograron que la ley obligara a los maestros de ciencias a diluir la enseñanza de la evolución y a darle el "mismo peso" al creacionismo. Cada vez, cientos de científicos de muchos campos han acudido a los tribunales a afirmar que todas las formas de creacionismo (incluida la teoría de Diseño Inteligente) son religión, no ciencias, y que no deben enseñarse en las clases de ciencias.
Tras perder en los tribunales estatales (en especial después de que se anuló la decisión de la junta educativa de 1999 de Kansas que eliminaba la evolución de los exámenes estatales), parece que los creacionistas han salido con otra táctica: quieren que el gobierno federal promulgue una ley contra la evolución para imponer la enseñanza del creacionismo en todo el país. Sin lugar a dudas, los estimula el hecho de que el actual presidente fundamentalista dice públicamente que ¡"todavía no se ha pronunciado sentencia sobre la evolución"! El método que siguen es típicamente solapado: no proponen abiertamente que se enseñe el creacionismo bíblico, sino que dicen que la teoría de la evolución "no se ha comprobado" o que es "polémica" y que la teoría rival de Diseño Inteligente es una "teoría científica alternativa" que merece ser presentada a los estudiantes. Como sabemos, la teoría de la evolución biológica está requetecomprobada y la comunidad científica no "polemiza" sus principios básicos, ¡pero los creacionistas nunca han dejado que la verdad les ponga obstáculos!
Por increíble que parezca, los creacionistas del grupo Diseño Inteligente del Discovery Institute's Center for the Renewal of Science and Culture (Centro para la Renovación de la Ciencia y la Cultura) lograron organizar una sesión informativa oficial en el Congreso en el verano de 2000 para "educar" a los congresistas sobre el "fracaso" del darwinismo y el perjuicio que le causa a la sociedad la enseñanza de la teoría de la evolución en las escuelas. Destacados representantes del Diseño Inteligente (como el profesor de derecho y alto ideólogo creacionista Philip Johnson) ayudaron a redactar la enmienda que propuso el senador Santorum. En ese entonces, Santorum dijo que la enmienda eran "dos oraciones inocentes" que no tendrían mayor impacto en la ley de educación.
La enmienda que escribieron los creacionistas del grupo Diseño Inteligente y que presentó Santorum decía: "La opinión general del Senado es que: 1) una buena educación de ciencias debe preparar a los estudiantes para distinguir entre los datos y teorías comprobables de la ciencia y las afirmaciones religiosas o filosóficas que se hacen en nombre de la ciencia; 2) donde se enseñe la evolución biológica, el currículo debe ayudar a los estudiantes a entender por qué enciende tanta polémica, y debe prepararlos para ser participantes informados en la discusión pública sobre este tema".
Este es un buen ejemplo de las tácticas solapadas actuales de los creacionistas: empiezan con el primer punto, que es bastante inocente, y luego meten de contrabando el segundo punto que puede "parecerle justo" a mucha gente. El problema es que:
Tristemente, aunque en Estados Unidos se reconoce la importancia de la ciencia y sus logros concretos, el nivel general de conocimiento científico de la ciudadanía es sumamente bajo. Eso le facilita a los creacionistas su labor: salpican unas cuantas palabras que suenan "científicas", mezcladas con sus ridiculeces místicas, y engañan a mucha gente. En la actualidad los creacionistas de Diseño Inteligente son bastante hábiles en confundir y engañar a gente "educada", como miembros de la prensa y otros sectores influyentes de la sociedad. Este bajo nivel general de conocimiento científico (de la mano con móviles sociales y políticos reaccionarios) seguramente contribuyó a que inicialmente los senadores aprobaran la enmienda Santorum por 91 votos a favor y ocho en contra, ¡y ni uno solo la criticó!
Solo después, cuando la enmienda pasó a discusiones en la Cámara y el Senado, se decidió omitirla de la ley de educación. A fin de cuentas la enmienda Santorum no llegó a ser ley federal, ¡pero estuvo a un pelo!
Un ejemplo típico de los métodos inescrupulosos de los creacionistas es que andan diciendo que la enmienda se aprobó (no es cierto) y que ahora la ley federal dicta que los maestros enseñen la teoría de Diseño Inteligente a la par con la evolución en las clases de ciencias. ¡Pero eso no es cierto! (bueno, todavía no es cierto). La ley de educación "No Child Left Behind/Cumpliendo la promesa a los niños" (Ley Pública 107-110) firmada por el presidente Bush el año 2002 no tiene la enmienda Santorum. La enmienda figura en las notas de discusión, pero no se incorporó en dicha ley federal. Pero eso no ha frenado a los creacionistas y siguen diciendo que la ley federal ahora manda enseñar la teoría de Diseño Inteligente. Eso dijeron por ejemplo en Ohio hace poco, cuando querían imponer en el currículo de ciencias "teorías alternativas a la evolución", pero así y todo sufrieron una fuerte derrota.
Los creacionistas creen que si repiten sus mentiras muchas veces y mucho tiempo, se impondrán como si fueran verdad. En una tierra de atención corta, de bajo conocimiento científico general y con el respaldo de los meros meros del gobierno federal, los creacionistas podrían salirse con la suya. Por eso es tan importante que las personas honestas se esfuercen por entender los hechos reales.