La ciencia de la evolución - El ataque de los creacionistas contra la evolución es un ataque contra toda la ciencia, en nombre de dios

Parte 7c: Reconocer, exigir y luchar por la verdad científica

Ardea Skybreak

Obrero Revolucionario #1218, 2 de noviembre, 2003, posted at rwor.org

En las entregas anteriores de esta serie hemos demostrado, desde distintos ángulos, que la evolución es una verdad científica bien establecida que la grandísima mayoría de los científicos del mundo apoya y aplica. Pero la verdad no prevalece siempre, especialmente cuando los grupos que propagan ideas incorrectas tienen a su disposición la maquinaria del estado para regarlas e imponerlas. Esto no lo reconocemos en toda su magnitud. Por ejemplo, en Estados Unidos gente que entiende que la evolución es un hecho comprobado cree que es una pérdida de tiempo preocuparse por los creacionistas porque, a fin de cuentas, no van a cambiar el hecho de que la evolución es verdad. Piensan que en un país como este la sociedad "nunca regresará a la época en que la mayoría no sabía que la vida evolucionó por procesos naturales", ¿así que para qué perder el tiempo refutando los disparates creacionistas? Pero en mi opinión es un serio error dormirnos sobre nuestros laureles en estos aspectos de las "guerras culturales" de Estados Unidos. He oído el mismo razonamiento sobre el movimiento contra el aborto: "No te preocupes, esos tipos son unos chiflados; las mujeres de este país jamás regresarán a los días en que el aborto era ilegal y en que no tenían el derecho de decidir si tener un hijo o cuándo". ¿No? Pues miren bien; paso a paso los fundamentalistas han logrado erosionar el derecho de la mujer a controlar su propia reproducción y en algunas partes del país (especialmente en las zonas rurales) es prácticamente imposible hacerse un aborto. Con respecto a la evolución, la misma cáfila de reaccionarios fundamentalistas ha logrado confundir a mucha gente, meterse en juntas escolares y hacer que los libros de ciencias de secundaria adviertan que la evolución es una "teoría sin comprobar (¡ no es cierto!) muy polémica". Así que no es difícil imaginar que sigan avanzando, especialmente cuando su programa político de ultraderecha predomina en los más altos niveles del gobierno.

Además, hay una fuerte base material para que mucha gente esté confundida y desorientada en esto. En Estados Unidos y en el mundo entero, muchísima gente no ha estudiado los puntos más básicos de la evolución (¡ni ha oído hablar de ella!): la mayoría cree en algún mito o superstición sobre el surgimiento de las plantas y los animales. Además, el movimiento fundamentalista cristiano (que a la fecha está centrado principalmente en Estados Unidos y Australia, pero que seguramente se ampliará) es un movimiento bien financiado y organizado que recibe fuerte apoyo financiero e ideológico de organizaciones políticas conservadoras y reaccionarias. Los movimientos evangélicos y fundamentalistas de Estados Unidos están firmemente aliados con la derecha política y las tendencias fascistas (recordemos el caso de la enmienda Santorum). Gracias a ese apoyo, los creacionistas tienen la puerta abierta en la prensa grande, que presenta sin cuestionar sus puntos de vista y sus opiniones, como si fueran noticias objetivas. Además, ellos mismos tienen o controlan montones de medios de difusión: sus programas de radio y TV, libros, panfletos, exhibiciones de museo, websites de apariencia muy profesional (busquen la palabra "Creationism" o vayan al website del Institute for Creation Research o el Discovery Institute) llegan (y confunden) a millones de personas. Tienen dinero y recursos para mandar conferencistas a dar pláticas a juntas escolares, grupos de padres de familia, universidades, tribunales, el Congreso y otros organismos del gobierno. Y, como señalamos, tienen fuertes lazos con los más altos niveles de la clase dominante.

¿Puede una campaña propagandística bien organizada y financiada "anular" la verdad de la evolución? Por supuesto que no, pero puede hacer mucho daño al enseñarle a millones (especialmente a los jóvenes y sin experiencia) a creer fanáticamente ideas completamente falsas y a rechazar la evolución y la ciencia en general como método para conocer y transformar el mundo.

Esto contribuye a las ofensivas políticas reaccionarias de los más altos niveles del gobierno. Obviamente, el gobierno, los militares y las corporaciones tienen que aplicar la ciencia para cumplir sus objetivos (para librar guerras o descubrir nuevos productos farmacéuticos), así que no van a tirar la ciencia por la ventana. Seguirán dejando que un sector aprenda principios y métodos científicos pues de otra forma no podrán seguir funcionando ni dominando el mundo. ¡Pero eso no quiere decir que todos tienen que saber ciencias!

Asimismo, a los reaccionarios les resulta útil presentar como "ciencia" cosas completamente falsas, como las teorías "científicas" de inferioridad racial o de la mujer (que no tienen absolutamente ninguna evidencia científica) para justificar la horrorosa esclavitud de los africanos, el exterminio nazi de los judíos, la coerción de la mujer y demás. Así que el hecho de que una idea sea falsa (y que muchos lo sepan ) no quiere decir que no sirva para fines reaccionarios.*

En resumen, no subestimemos el daño que puede hacer la presentación de ideas falsas, especialmente cuando se dice que son "científicas". Cuando los creacionistas presentan sus creencias religiosas como "ciencia" buscan varias cosas: hacerlas más aceptables a un público educado; meterlas en las escuelas públicas a pesar de que la Constitución dicta que no se enseñe religión en las escuelas; y también minar toda la ciencia, el método científico y la orientación de estudiar el mundo (y cambiarlo) por medio de un proceso de observación sistemática y de interacción con la realidad material.

Si el ataque frontal de los creacionistas triunfara, haría retroceder siglos la ciencia y nos limitaría a entender y transformar el mundo (o aceptarlo pasivamente) por medio de la superstición y la fe en seres sobrenaturales.

¿Qué puede uno hacer, especialmente si no es un científico profesional, para entender mejor los errores y falsedades de la propaganda creacionista? El recuadro "Puntos para reconocer las mentiras y tergiversaciones de los creacionistas" da sugerencias y fuentes de información.

GUÍA DEL ZOOLÓGICO CREACIONISTA

El mundo actual de los creacionistas es un zoológico de facciones rivales. Cuando atacan a los evolucionistas presentan una fachada unida, pero entre sí se pelean mucho, como se puede ver en sus acaloradas discusiones en la Internet. A continuación sigue una lista de las principales tendencias creacionistas actuales en Estados Unidos:

1) los Young Earth Creacionists (YEC: Tierra joven)

Este grupo gira en torno a Duane Gish y el Institute for Creation Research (ICR) de San Diego, que en sus propias palabras "promueve las verdades del creacionismo científico y la inequívoca autoridad bíblica en todos los campos de estudio y en todas las áreas de la vida". Es uno de los grupos más tradicionales: dice que toda palabra de la Biblia es la Palabra de Dios y que por lo tanto es verdad. Para ellos hay que aceptar la Biblia de pe a pa como hechos textuales . Como la interpretación estricta de la Biblia lleva a la conclusión de que la Tierra solo puede tener unos 6,000 años o a lo máximo 10,000 años (calculando el número de generaciones que han vivido desde Adán y Eva), rechazan automáticamente toda la evidencia científica moderna de que el planeta tiene unos 4.5 mil millones de años y de que la vida lleva unos 3.5 mil millones de años (evolucionando) en la Tierra. Toman textualmente todo lo que dice la Biblia, como que Dios creó todo en seis días (seis días de 24 horas). Creen textualmente la historia de Adán y Eva (y que Eva salió de una costilla de Adán), la historia de que Jonás vivió muchos días en el estómago de una ballena (un mamífero que la Biblia llama, incorrectamente, pez grande), la historia del arca de Noé, de que el diluvio universal duró 40 días y de que Matusalén vivió 9,000 años. Este grupo, Duane Gish y los socios del Institute for Creation Research no son un grupo extremista aislado del movimiento creacionista: son los que han lanzado campañas para tomarse las juntas escolares y presionar a los tribunales a enseñar la "ciencia de la creación" en las escuelas públicas de estados como Luisiana, Arkansas y Ohio, entre otros. Gish ha recorrido el país por años "debatiendo" con los evolucionistas en universidades. Tienen buen financiamiento, organizaron un "museo de la creación", publican libros y panfletos, montan un website muy vistoso, etc. Están chiflados, pero es una chifladura peligrosa .

Si no fueran tan peligrosos, daría risa ver las increíbles contorsiones que hacen para "probar" que los accidentes geológicos más destacados del planeta (cordilleras, valles y cañones como el Gran Cañón, la forma y posición relativa de los continentes, etc.) son como han sido desde el momento de la Creación, con los pequeños cambios causados por los 40 días del diluvio universal y unos 6,000 años de erosión por el viento y el agua. No les mosquea que todos los geólogos modernos coinciden en que en la historia del planeta no ha habido nunca un diluvio universal que lo inundara por completo. No les importa que el trabajo científico de los geólogos parte de los hechos concretos de la historia geológica de la Tierra.

A diferencia de los autores humanos de la Biblia hace miles de años, los geólogos modernos entienden muchos aspectos de la deriva continental, la actividad volcánica, los levantamientos geológicos, la erosión por el viento y el agua, el deslizamiento y la colisión de las placas tectónicas de la estructura de la Tierra, etc. Entienden concreta y específicamente cuánto ha cambiado la Tierra con el paso del tiempo y cómo esos procesos completamente naturales (que podemos observar en actualidad) han moldeado (y continúan moldeando) la tierra y las aguas del planeta. La velocidad de la mayoría de los procesos geológicos es imperceptible para el ojo humano, pero los instrumentos científicos modernos los pueden detectar. Los geólogos han reunido una increíble cantidad de información científica concreta sobre, por ejemplo, cómo se formaron las distintas rocas en distintos momentos de la historia y cómo ha cambiado muchas veces la faz de la Tierra. Saben que en una época todos los continentes estaban pegados en una sola masa, Pangea, y que después el movimiento de las placas de la superficie los separó (varias veces). Viendo un mapamundi se ve claramente que la costa oriental de América del Sur encaja en la costa occidental de África como dos piezas de un rompecabezas.

Los geólogos también saben que el centro de América del Norte en una época estuvo cubierto por un mar interior, y por eso encontramos fósiles marinos en los estados centrales a miles de millas de los océanos actuales. Pueden calcular cuánto tiempo tomó el alzamiento de cordilleras como los Andes o los Himalaya (y cuánto siguen creciendo), o cuánto tomó la formación del Gran Cañón o las grandes fosas del suelo oceánico. Precisamente porque entienden los procesos operantes y porque pueden medir la velocidad a que operan, la comunidad mundial de geólogos dice a una sola voz que ¡es absolutamente imposible que todo eso haya ocurrido en unos cuantos miles de años! Las fuerzas y cambios naturales que han moldeado este planeta han tomado millones y miles de millones de años.

Pero nada de lo que dicen y comprueban los geólogos inmuta a los creacionistas del grupo Young Earth: son dogmáticos puros y la refutación científica de sus nociones no les importa. Si la Biblia dice que la Tierra solo tiene unos miles de años, ¡pues así es! Se oponen a la evolución porque contradice la Biblia y por eso quieren enseñar creacionismo en las escuelas, pero como saben que la Constitución prohíbe imponer creencias religiosas a los estudiantes salieron con una pantalla pseudocientífica, la "ciencia de la creación", y dicen que es una "teoría científica alternativa"... aunque no usan métodos científicos ni pueden presentar evidencia científica. Se engañan a sí mismos, pero también están tratando de realizar una enorme estafa. Un buen vistazo muestra que no tienen nada que ver con la ciencia. El método de los creacionistas es apriorismo religioso:apriorismo es partir de una noción sin comprobar y después buscar "evidencia" que encaje en esa noción preconcebida. Los creacionistas del grupo Young Earth parten de la noción sin comprobar de que una fuerza sobrenatural creó la humanidad y todo el mundo en seis días hace unos cuantos miles de años. Después se ponen a buscar "evidencia" de eso (o a probar que la evolución no es verdadera). Así no se llega a la verdad y, desde luego, así no opera la ciencia.

2) Los Old Earth Creationists (OEC: Tierra vieja)

Este otro grupo (el grupo predominante en la época de Darwin) tiene muchas variantes. Tampoco creen en la evolución biológica, pero a diferencia de los anteriores, aceptan que la Tierra es muy vieja, mucho más vieja de lo que dice la Biblia. Eso les presenta un problema porque creen en la Biblia.

Así que dicen que la Biblia es correcta, pero que los "seis días" de la Biblia no son días de 24 horas. Los "días" bíblicos se deben interpretar como "eras", de modo que un "día" pudo durar millones de años. (¡No se les puede acusar de falta de imaginación!) O, quizá, los seis días no son consecutivos, uno tras otro,quizá Dios los espació de modo que abarcan millones o miles de millones de años. ¡O sea que aceptan la evidencia geológica moderna y también la Biblia!

Los creacionistas del grupo Young Earth están en rotundo desacuerdo con esto y les parece una blasfemia "reinterpretar" la Biblia a la luz de los conocimientos científicos actuales. A su modo de ver, no hay que tocar ni un pelo de la Biblia porque entonces todo mundo empezará a cuestionarlo todo y acabará rechazando toda la Biblia y de paso a Dios.

Los creacionistas del grupo Old Earth no se amilanan y salen con más "soluciones creativas", como esta: parece que en la Biblia hay una "brecha de tiempo" entre Génesis 1:1 y 1:2... así que lo que probablemente sucedió es que Dios creó la Tierra y los dinosaurios en un primer acto de creación, hace millones de años, y después lo destruyó todo y comenzó otra vez un segundo acto de creación, y ese es el que hizo en seis días hace unos pocos miles de años... ese es el que describe la Biblia.

¿Qué? ¿No les parece convincente? Bueno, entonces oigan esto, les dicen a los del grupo Young Earth: la Tierra es joven, como dice la Biblia, ¡pero Dios hizo que pareciera más vieja! Este cruce de los dos grupos (llamado "Mature-Earth Creacionists") nunca ha podido explicar qué motivos tuvo Dios para hacer esos trucos.**

3) Los Progressive Creationists (PC) y Evolutionary Creationists (EO)

Estas son variantes del grupo anterior (Old Earth). Aceptan más evidencia científica de que la Tierra es mucho más antigua de lo que dice la Biblia y los conocimientos científicos modernos de los procesos naturales que moldearon el universo, la Tierra y la vida. ¿Entonces dónde encaja Dios? Creen que Dios intervino e influenció los procesos naturales en distintos puntos cruciales, en una especie de "progresión" de aportes divinos a lo largo de millones de años. El grupo de Evolutionary Creationists acepta que la evolución ocurrió, pero no acepta que la vida haya podido empezar por su cuenta; cree que Dios la creó y que después dirigió la evolución.

4) Evolucionistas teístas***

Los evolucionistas teístas tratan de entrelazar y reconciliar la creencia en Dios y la aceptación de la evidencia científica de la evolución. Creen en un Dios creador, pero aceptan completamente la teoría de la evolución y reconocen que la vida pudo evolucionar sin intervención divina. Como aceptan la teoría de la evolución, para los otros grupos de creacionistas están en el campo del enemigo, aunque crean en Dios. El científico cristiano Howard van Till, por ejemplo, es un evolucionista teísta (acepta la evolución hasta cierto punto, pero afirma que un creador sobrenatural participó de alguna forma, por ejemplo, infundiéndole propósito a la vida). Van Till reconoce que toda la materia sigue ciertas reglas de desarrollo, por ejemplo los procesos evolutivos, y que los seres humanos pueden conocer tales procesos materiales por medio de la investigación científica. Pero cree que un Dios creador creó el cosmos y después dejó que se desenvolvieran las leyes naturales; dejó que las especies evolucionaran por su cuenta, por medio de procesos naturales, como lo explica la teoría de la evolución de Darwin. Para Van Till, el papel de Dios fue poner el universo en marcha al principio (después de lo cual podía evolucionar por su cuenta), dirigir el proceso e infundirle un propósito a la vida. (Los evolucionistas seculares argumentan que no hay razón para pensar que una fuerza sobrenatural haya participado en el desenvolvimiento de los procesos naturales de la Tierra ni del cosmos, y que los seres humanos son los que le infunden "propósito" a la vida).

Esta es la posición que predomina en la mayoría de las iglesias y organizaciones religiosas del país, a pesar de que la influencia de los creacionistas antievolucionistas ha aumentado en las últimas décadas. Este deseo de reconciliar la creencia en seres sobrenaturales y el conocimiento científico tropieza con muchas dificultades de ambos lados. Por un lado, los creacionistas tradicionales creen que es una blasfemia total, y que cualquier concesión a la ciencia de la evolución va contra la Biblia y le abre paso al ateísmo. Por otro lado, la aplicación sistemática de los métodos científicos demuestra que no hay absolutamente ninguna base en el mundo material (fuera de la imaginación humana) para creer que una fuerza sobrenatural tuviera algo que ver con el comienzo o la dirección de los procesos naturales que se desenvuelven en la Tierra o en el resto del universo natural. Por ejemplo, como vimos, las investigaciones actuales de los procesos de "autoorganización" de las moléculas bioquímicas muestran lo probable que es que los primeros componentes básicos de la vida de este planeta se constituyeran espontáneamente a partir de los elementos químicos que eran comunes en el "caldo químico" de la Tierra primitiva hace 3.5 mil millones de años; asimismo muestran que no hay razón para suponer que intervinieran otros factores fuera de los procesos naturales . Tampoco hay razones científicas para creer que hayan intervenido otra cosa fuera de factores naturales en la formación y transformación de la realidad material que llamamos "universo": de hecho, está cobrando fuerza la tesis de que lo que llamamos el universo es el resultado de un proceso completamente natural por medio del cual "evolucionan" distintos universos. (Recomiendo a los lectores interesados en la aplicación de la teoría de la evolución al universo el libro The Life of the Cosmos del cosmólogo Lee Smolin).

5) Los creacionistas de Diseño Inteligente

La nueva estirpe de creacionistas de "Diseño Inteligente" de la cual oímos tanto hoy son mucho más educados, redondeados y sutiles que los "creacionistas científicos" que creen en la Biblia al pie de la letra, y los están sobrepasando en influencia. Muchos tienen doctorados (unos cuantos en campos de la ciencia). Están tratando de ponerse por encima de las disputas entre facciones creacionistas y de elaborar una nueva síntesis que permita creer en la religión y la ciencia. Les gusta dar la apariencia de que son racionales y razonables, pero con fe. Guardan las distancias de los creacionistas bíblicos y sus disparates, y aceptan mucho de que lo que ha logrado la ciencia moderna... aunque, como veremos, unos están tratando de cambiar radicalmente los procedimientos de la ciencia y quieren que se incorporen creencias religiosas en los métodos que la ciencia usa para investigar el mundo natural. Por ejemplo, el principal vocero de los creacionistas de Diseño Inteligente, Philip Johnson, ha procurado que el Congreso estatuya leyes federales contra la evolución y recomienda que se promueva una "ciencia teísta" (esencialmente, ciencia abierta a la creencia en dios y gobernada por ella), en contraposición al modelo del "naturalismo científico" de la ciencia moderna.

Los métodos de la ciencia moderna se proponen descubrir las propiedades naturales de la materia, y los mecanismos y procesos naturales que rigen su desarrollo. Parten de la base de que la realidad material existe y que es el único objeto debido de investigación científica (en contraposición a un reino sobrenatural imperceptible). La mayoría de los científicos modernos (incluso los que creen en Dios) están firmemente convencidos de que los dioses y otras fuerzas sobrenaturales son temas de religión que cada quien debe tener libertad de considerar, pero que no tienen cabida en el proceso científico. Por contraste, Philip Johnson y otros del grupo de Diseño Inteligente opinan que hay que descartar la fundación metodológica "naturalista" de la ciencia moderna porque no considera nada fuera de las leyes naturales que gobiernan la materia. O sea, quieren echar por la borda los métodos científicos seculares modernos y remplazarlos con un método teísta, lo que metería premisas y suposiciones religiosas en la investigación científica y la interpretación de datos.

Lo que el grupo Diseño Inteligente y los creacionistas de vieja guardia tienen en común (y lo que los separa de los científicos profesionales de todos los campos en todo el mundo) es la firme convicción de que los procesos y mecanismos naturales (como la evolución biológica) no son suficientes para explicar cómo surgió la vida en este planeta ni cómo llegaron a ser como son todas las especies actuales de plantas y animales. Los del grupo Diseño Inteligente saben presentar una apariencia científica pero, como veremos, no son fundamentalmente diferentes de los otros creacionistas. Igual que los demás, no tienen la menor pizca de evidencia científica para respaldar su teoría de un diseñador o artífice divino de la vida, y no tienen ninguna evidencia científica que haga cuestionar los hechos establecidos de la evolución.

Pero antes de pasar a analizar a los creacionistas "sutiles" del grupo Diseño Inteligente, será útil examinar un poco más los planteamientos de los creacionistas burdos de vieja guardia. Ese será el tema de la próxima parte de esta serie. Después volveremos a los creacionistas de Diseño Inteligente.

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NOTAS:

* Un claro ejemplo de esto es lo que ha pasado en los últimos años con las ideas y teorías científicas sobre la organización de la sociedad. Hace unas pocas décadas en muchos círculos progresistas era una "verdad" establecida que las alternativas al capitalismo eran deseables, posibles y realizables, que los ideales socialistas y comunistas concordaban objetivamente con los intereses generales de la humanidad aunque no todos lo vieran todavía, y que se habían dado los primeros pasos para llevar a la práctica esos ideales (por ejemplo, en las primeras etapas de la revolución de Rusia y de China, antes de que los capitalistas tumbaran la dirección revolucionaria). Esas verdades sociales se derivaban de una montaña de evidencia científica concreta (sobre toda la historia social humana, lo que sucede en distintas formas de organización social humana, la base material del cambio fundamental, etc.). La posibilidad y el beneficio de la revolución para forjar un futuro socialista y con el tiempo un futuro comunista radicalmente diferente se respiraba en el ambiente, y se fundamentaba en la realidad material. Pero en unas pocas docenas de años, debido primero que todo a la pérdida del poder estatal de los revolucionarios en China (a quienes reemplazaron contrarrevolucionarios) tras el mismo proceso en la Unión Soviética, y también debido a una campaña de propaganda reaccionaria para desprestigiar el concepto de la revolución socialista, ahora mucha gente progresista (especialmente en Estados Unidos) cree que el "socialismo era una buena idea pero no funcionó". Dicen que es un "experimento fracasado" y punto, aunque hay abundante evidencia concreta de los enormes avances sociales que se realizaron, y del hecho de que esas revoluciones "fracasaron" en gran parte debido a las reservas del imperialismo y a las clases antagónicas que persisten en la sociedad socialista, y no debido a problemas intrínsecos del proyecto socialista. Hoy muchos dicen que "han oído" que "Mao Tsetung fue un dictador brutal que mató gratuitamente a millones y millones, y que transformó la sociedad en una pesadilla totalitaria"; ¿pero cuántos han investigado tales afirmaciones para ver si son verdad o no ? De hecho, una investigación científica seria y sin prejuicios de lo que pasó en China demuestra que esas afirmaciones son invenciones y que ponen la realidad patas arriba. Pero eso no impide que se repitan y que las asuman ciegamente incluso personas educadas y críticas que no deberían tragarse tal propaganda.

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** Sería maravilloso ver una sátira cómica sobre los inventos de los creacionistas como las que hacía el cómico Richard Pryor.

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*** "Teísmo" es la creencia en dios o seres sobrenaturales. Lo opuesto es el "ateísmo", que sostiene que los dioses o seres sobrenaturales no existen fuera de las ideas de los seres humanos.

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