Matthew Hall: Poeta, rebelde, luchador, amigo

Osage Bell

Obrero Revolucionario #1219, 16 de noviembre, 2003, posted at rwor.org

Matthew Hall
Optimus Rhyme
1984-2003

Poeta y rebelde.
Luchador y amigo.

"si preguntan por qué cae un río de
lágrimas sobre el
ataúd
dígan que un sol que alumbra tanto
es poco común"
Z-313

(de la nueva canción "Optimus Rhyme", de Kontrast y Miles Solay, con samples de Optimus Rhyme)

Ahora hace frío y el viento penetra hasta los huesos. Ya estamos en octubre y las noches son largas; el sol se pone más temprano. Pero hace días, todavía era como verano y gozábamos de las noches calurosas pasándola bien, cotorreando.

De repente, todo cambió.

Mataron a Matt. Un joven que no conocía le disparó por la espalda.

Apenas tenía 18 años.

Nos enteramos de diferentes maneras. Para unos, fue la llamada que no podíamos creer. Otros estábamos en Harlem esa noche cuando su vida finalizó por razones no esclarecidas.

Aunque no llegó a los 19 años (su cumpleaños iba a ser el 22 de noviembre), Matthew Hall logró hacer muchísimo con su vida. Lo conocí cuando tenía unos 14 años, en una velada de Act Your Rage (Furia en Escena) organizada por los chavos de ¡Rehusar y Resistir! Era una noche de libre expresión para jóvenes artistas politizados, y llegaron jóvenes de todas nacionalidades y de todas partes de la ciudad para estrenar rimas, cantos y poesía. Podían alzar la voz y ser escuchados, combinar arte y política radical. Ahí mucha gente conoció a Matt y ahí Matt decidió dedicarse a organizar el 22 de octubre, Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, y la lucha por la libertad del preso político Mumia Abu-Jamal.

Matt se hizo legendario en su prepa por radical. Juntaba a gente diversa mediante el hip-hop y lo asumió como modo de vivir. Eso lo condujo a la Nación Zulú Universal, un "movimiento universal de conciencia hip-hop" que lucha contra el racismo y fomenta la espiritualidad. Matt montó conciertos para compartir el arte y talento de todos. Zulú estaba en el centro de su vida por su onda positiva y su énfasis en el hip-hop.

Como Optimus Rhyme, Matt soltaba sus rimas con la misma pasión, estilo original y confianza que demostraba en el break dance y el graffiti.

Araby Carlier de ¡Rehusar y Resistir! dijo: "Matt se metió 100% en la [cultura de] resistencia: música, poesía, acciones, ideas. No importaba dónde, ahí estaba... leyendo, hablando, aprendiendo y haciendo que los demás agarraran la onda".

Sin exageración, miles de su generación --y de círculos activistas y fuera del hip-hop-- conocían a Matt y sus ideales. Cuando murió, toda la ciudad empezó a hablar de él. Figuró en la primera plana de varios periódicos y por más de una semana salieron artículos sobre su impacto positivo.

Unos artículos decían que la policía apreciaba a Matt, pero en realidad la noche que murió lo trató peor que a un perro... el mismo trato que da a los negros y latinos que balea en la calle. La policía no llegó hasta que las ambulancias se fueron. Rebuscó en la mochila de Matt, llamó a todas las personas de su libreta, mandó a unas ir a la delegación para "hablar" y las interrogó por horas. Quería culpar del homicidio a uno de sus amigos más cercanos. Un agente le dijo: "Tú lo ves como un ser humano vivo, pero para mí no es más que un cadáver en la morgue".

La vida de Matt tocó a muchísima gente y llegaron hasta desconocidos a las conmemoraciones movidos por el entusiasmo y radicalismo con que vivió, que se manifestaba en la confianza que tenía en la juventud y el arte. El año pasado, en medio de los preparativos a toda máquina para el 6 de octubre (el Día de Resistencia de No en Nuestro Nombre contra la guerra), Matt decidió que había que organizar otra velada de Furia en Escena. Había pasado un tiempo desde la otra y aunque todos estaban requeteocupados, en palabras de Araby: "Matt se entusiasmó por otra velada y quería que hubiera un gran letrero de ¡R&R! el 6 de octubre. Así que vino a la oficina y dibujó un puño. Sabía que Furia en Escena era tan importante para los jóvenes iracundos por la guerra venidera... que movió todo para organizarla".

Así era Matthew: iba a tantos lugares y nos llevaba consigo, nos invitaba a respirar a fondo y soñar, alzar el puño, ondear una manta o conocer a un chingo de gente. Nos invitaba a ver su mundo y nos ayudaba a ver que otro mundo es posible.

Su vida sigue resonando, estimulándonos, y retándonos, recordándonos cómo trataba a la gente que apreciaba y hasta a extraños.

Eliseo, un buen amigo desde hace años, dijo: "Pues sí, era buen rapero, buen artista y llevaba el compás como nadie, pero era el mejor amigo". Dijo que Matt podía estar contando chistes un momento y, ¡zas!, se metía en una discusión seria sobre la guerra, Mumia Abu-Jamal (a quien quería mucho) o la historia del Partido Pantera Negra. Realmente escuchaba. Tomaba el tiempo necesario para entender a sus amigos, incluso cuando no estaban de acuerdo. Y como tenía amigos de todas nacionalidades, religiones y perspectivas políticas, siempre había desacuerdos. Para Matt, todo mundo era bienvenido y apreciado.

Sus amigos dicen que ese respeto y amor venía de la buena relación que tenía con sus padres, lo que se vio cuando hablaron de su único hijo después del homicidio.

George Hall, maestro negro jubilado y organista de iglesia, que cayó preso una vez por integrar una piscina pública en Champaign, Illinois, comentó sobre su hijo Matt: "Era mi mejor amigo. Yo lo respetaba. Era mejor persona que yo". Agregó: "En 18 años, hizo más que yo. La tragedia no es su muerte, sino que murió antes de poder hacer más".

Su madre Chantal, una psicóloga de Suiza, dijo: "Matthew era un hombre de paz, amor y esperanza; ese es mi mensaje. Todos tenemos que trabajar para lograr eso. Todos tenemos que hacer algo por un mundo mejor".

Miles Solay, que trabajó con Matt en un anuncio televisado de No en Nuestro Nombre contra la guerra y el servicio militar, dijo que una cosa que aprendió de Matt es "hacer valer el tiempo que tenemos, hacer que cuente con la gente". Era amigo de Matt desde la prepa y lo recordó así: "Hay gente que vive tres veces más que Matt, pero no cambia a nadie. Sigue en el mismo camino gastado. Matthew era un rebelde. Jamás aceptaba las cosas como son. Quería mucho al pueblo y odiaba la injusticia. Eso lo tenía muy claro".

* * * * *

La Brigada de Juventud Comunista Revolucionaria (BJCR) de la ciudad de Nueva York lo honró con una declaración que decía: "Matt no quiso aceptar que este mundo de grandes injusticias y desigualdades --donde no ofrecen más futuro a los jóvenes que matarse o matar y morir por el imperio-- fuera lo máximo que podía alcanzar la humanidad".

Matt veía que cada año mueren miles de jóvenes --soñadores y luchadores, líderes en potencia-- debido a las relaciones del sistema, de "joder o ser jodido", donde los jóvenes no ven un mañana que valga la pena. Matt odiaba el sistema, buscaba un cambio y se consideraba revolucionario. Al conmemorar su vida, todos hablaron de seguir adelante y luchar por ese mundo mejor al que dedicó su vida.

Como decía la declaración de la BJCR: "Matt era un poeta y un rebelde. Un luchador y un amigo.Tenía el sueño de que otro mundo es posible. En memoria suya, reafirmamos nuestro compromiso de hacerlo realidad".