Del Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar

Otra falsa promesa de Bush: Irak para los iraquíes

Obrero Revolucionario #1222, 14 de diciembre, 2003, posted at rwor.org

17 de noviembre de 2003. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. La promesa que hizo Bush de transferir el gobierno de Irak a los iraquíes es tan verosímil como la patraña de "las armas de destrucción masiva".

Lo dijo tras un informe deslizado de la CIA que, según el Philadelphia Enquirer,describió como "sombrío" el futuro de la ocupación. A diferencia de la declaración del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, de que la resistencia la conforman "fracasados, terroristas extranjeros y bandas delictivas", un "funcionario del gobierno estadounidense" anónimo le dijo al The New York Times que la división de Inteligencia del Departamento de Estado realizó una encuesta de opinión pública y concluyó que "hoy, la mayoría de los iraquíes considera que las tropas de Estados Unidos son un ejército de ocupación, no de liberación".

La promesa de Bush

Pero Estados Unidos no reaccionaba a las encuestas de opinión pública. Bush hizo su gran promesa en un momento en que se informa de 30 a 35 ataques al día contra las fuerzas de ocupación. Fuego de mortero cae sobre el cuartel general en Bagdad noche tras noche. Después de que en un ataque murieron 19 soldados italianos en la ciudad supuestamente segura de Nasiriya, el gobierno japonés cambió el plan de enviar tropas al rescate de Bush. Corea del Sur dijo que iba a enviar a 3.000 soldados en lugar de los 10.000 que Estados Unidos había pedido, y anunció que no había fijado fecha para su partida.

Todo eso ocurrió unas pocas semanas después de que el subsecretario de Defensa e ideólogo Paul Wolfowitz salió tambaleante de un hotel de Bagdad, donde estuvo a un pelo de ser una baja de la guerra, y unos días antes de que las fuerzas armadas estadounidenses perdieran su cuarto y quinto helicópteros ante la furia iraquí. Ochenta soldados de la coalición murieron en poco más de dos semanas, para un total de 493 en esta guerra.

Una manera de ver la última jugada de Bush es que los rifles, morteros y dispositivos explosivos caseros de los iraquíes han sido mucho más persuasivos que la diplomacia francesa. La promesa de regresar "la soberanía" a los iraquíes para junio de 2004 es la esencia del plan propuesto hace poco por Francia y Alemania ante la ONU, cuando el secretario de Estado, Colin Powell, argumentó que era una actitud horriblemente antidemocrática de los franceses exigir que primero Estados Unidos nombrara un gobierno y que redactara una constitución y celebrara elecciones, y no al revés. Ahora eso es exactamente lo que Bush está proponiendo.

El cambio súbito de Bush no satisfizo a Francia ni a otras potencias europeas, porque no cedió acerca de lo que más querían: una oportunidad de participar en el reparto de los contratos y el resto del botín (en el papel muy correcto de supervisores con el aval de la ONU). Más al grano, "tal vez no funcione el plan", como Le Monde describió "la respuesta prudente en París".

¿A quién exactamente trata de engañar Bush esta vez? La propuesta es reemplazar al Consejo Provisional de Gobierno escogido por Estados Unidos (del cual el New York Times dijo: "Crece un consenso general entre los analistas de inteligencia de que los líderes iraquíes nombrados no son capaces de llevar a cabo la tarea de gobernar o hacer el trabajo preparatorio para unas elecciones") con otro grupo de hombres escogidos dispuesto a hacer lo que Estados Unidos les pida. Ahmad Chalabi, un estafador convicto quien ha sido el consentido iraquí de Estados Unidos hasta ahora, claramente espera jugar un papel tan prominente en el próximo consejo como el que ha jugado hasta ahora. Con orgullo, explica: "Tendremos a las fuerzas estadounidenses aquí, pero no serán una fuerza de ocupación sino que estarán aquí a invitación del gobierno iraquí".

Rumsfeld, tan hosco como Chalabi es platicón, lo dijo más directamente: "Eso no significa que nosotros nos iríamos físicamente del país más temprano". Varios funcionarios explicaron que, según el plan, las tropas estadounidenses y de otros países y neocolonias invasores permanecerán en Irak "por el futuro previsible".

La "soberanía", según El pequeño Larousse ilustrado, significa "autoridad máxima" o "calidad del poder político de un Estado o de un organismo que no está sometido al control de otro Estado o de otro organismo". ¿Qué autoridad o poder, concretamente, entregará Estados Unidos a los iraquíes?

Para las masas iraquíes y la población iraquí en conjunto, nada. Mientras el gobernador estadounidense de Bagdad, Paul Bremer, se reunía de urgencia con Bush y su séquito en Washington para fraguar el plan, el servicio de noticias Reuters publicó el siguiente despacho:

"Las tropas estadounidenses esposaron y le taparon firmemente con cinta la boca a un iraquí después de que lo arrestaron por denunciar a las tropas de ocupación.

"Cuando el martes Reuters preguntó por qué lo habían detenido y subido a la parte de atrás de un vehículo Humvee en la plaza Tahrir, el oficial al mando en el lugar de los hechos dijo: `Detuvimos a este hombre por hacer declaraciones en contra de la coalición'. No aclaró qué había dicho el señor.

"Un vocero militar estadounidense dijo que no tenía información inmediata sobre el incidente.

"Los políticos y comandantes del ejército estadounidense dicen a menudo que derribaron al líder iraquí Saddam Hussein para que los iraquíes pudieran disfrutar de la libertad de expresión y de la democracia después de años de gobierno de puño de hierro.

"Otro soldado estadounidense maldijo a los iraquíes mientras les ordenaba que se hicieran para atrás. Observaron la escena algunos maestros y sus alumnos...".

Eso pasó en la plaza mayor de la capital. Entretanto, en un barrio obrero del sur de Bagdad, un helicóptero artillado AC-130 con cañones pesados y ligeros y una ametralladora Gatling que dispara 1,800 balas por minuto, hacía pedazos una fábrica textil. Los comandantes estadounidenses explicaron que tenían sospechas de que la resistencia usaba el lugar para hacer reuniones. No encontraron arma alguna, aparte de los rifles de los dos guardias que contrató el ahora muy molesto dueño de la fábrica. "Estamos dando un mensaje", le dijo un oficial de la coalición a los medios de comunicación. "El mensaje es: `Mordemos".

"Morder" significa que pueden matar desde el aire, aun cuando no puedan aplastar la resistencia en tierra. En la operación "Martillo de Hierro", aviones estadounidenses tomaron represalias por el derribo de sus helicópteros bombardeando y ametrallando casas en Falluja y Tikrit. Incluso lanzaron un proyectil guiado por satélite cerca de Kirkuk. Medact, la filial británica del grupo ganador del premio Nóbel de la Paz Médicos Internacionales para Prevenir la Guerra Nuclear, estimó esta semana que Estados Unidos ha matado de 2,049 a 2.209 civiles desde el 11 de mayo, cuando Bush declaró el fin de la guerra, o un total de 5,708 a 7,356 desde que la guerra empezó.

¿En verdad, qué "soberanía" o qué mínimo respeto y derecho a vivir planea dar Estados Unidos a los iraquíes? Las tropas estadounidenses matan a los iraquíes que trabajan para ellos casi tan rápidamente como matan a cualquier hombre "de tez oscura vestido de civil" (así describió un oficial "al enemigo"). En septiembre, abrieron fuego sobre sus propios empleados, los policías iraquíes que vigilaban un hospital de Falluja, y mataron por lo menos a ocho de ellos y a un trabajador jordano del hospital.

En la misma semana que Bush aprendía a pronunciar la palabra "soberanía", el ejército invasor mató al alcalde de Ciudad Sadr, un ghetto bagdadí donde en cierta ocasión los militares y medios informativos estadounidenses dijeron que le dieron la bienvenida. El pobre títere iba a entrar a su oficina para atender una reunión cuando los soldados lo detuvieron. Discutió con ellos, quizá forcejeando. Los soldados le dispararon en la pierna y lo dejaron morir desangrado.

Vale la pena preguntarse cómo ven esta situación los soldados negros, latinos y blancos pobres estadounidenses que están tan acostumbrados a recibir el mismo trato a manos de los policías en Estados Unidos. Quizá tal situación también pese en la mente de la clase dominante estadounidense.

Estados Unidos no invadió a Irak para darle soberanía, sino para quitársela. No se retirará de Irak hasta que tenga que hacerlo y aún no ha llegado ese momento. La ocupación no ha terminado.

Bush y Blair no son muy duchos para engañar al mundo, pero lo están intentando. Probablemente no sea coincidencia que Bush hiciera su promesa cuando estaba a punto de ir a Gran Bretaña, donde se esperaba una contrabienvenida de proporciones históricas. Nadie, salvo un ciego y sordo a propósito, niega que es el deseo de los pueblos del mundo, y de la mayoría o todos los países que tienen tropas ahí, que se retiren las fuerzas de ocupación estadounidenses de Irak.