La ciencia de la evolución: El ataque de los creacionistas contra la evolución es un ataque contra toda la ciencia, en nombre de Dios

Recapitulación: Una cuestión de métodos, una cuestión de lucha

Ardea Skybreak

Obrero Revolucionario #1222, 14 de diciembre, 2003, posted at rwor.org

En las últimas entregas de esta serie hemos visto que los métodos que usan los creacionistas de Diseño Inteligente para investigar el mundo y buscar la verdad son incorrectos y carecen de rigor científico. Por ejemplo, cuando encuentran un proceso complejo que la ciencia todavía no puede explicar, se precipitan a sacar la conclusión de que una inteligencia consciente lo "diseñó". Se aferran a ese razonamiento falto de rigor científico a pesar de que debido a una gran cantidad de evidencia científica sobre los procesos naturales (y los procesos evolutivos) es razonable esperar que el conocimiento incompleto sobre los procesos y mecanismos naturales aumentará y llegará a ser un conocimiento más completo. Pero es importante recalcar que el conocimiento científico (y los avances que conlleva) solo aumentará si seguimos aplicando métodos de análisis materialistas científicos a la exploración del mundo natural, en vez de pensar que mundos sobrenaturales imaginarios pueden explicar cómo es y cómo opera este mundo natural.

Los creacionistas de Diseño Inteligente no son muy diferentes de los "creacionistas científicos" tradicionales que dicen que las "lagunas" del registro fósil (o del conocimiento humano) son "evidencia" de Dios y de la creación divina... y cuando la ciencia explica esas "lagunas" pierden interés en ellas y se interesan en otras . Este juego no tiene fin y con estos métodos el conocimiento científico no avanzará.

Una diferencia entre la nueva escuela de Diseño Inteligente y los "creacionistas científicos" tradicionales de las últimas décadas es que los segundos no proponen cambiar los métodos de la "ciencia naturalista" secular pues creen que los pueden usar para probar la creación divina. Naturalmente no han podido probarla y muchas veces se ha demostrado que sus datos son incorrectos y que no entienden los puntos básicos de la metodología científica (por ejemplo, dicen que la evolución viola el segundo principio de la termodinámica, lo cual es falso, o que las lagunas del registro fósil "prueban" que una especie no puede evolucionar de otra). Pero en general no proponen reemplazar la "ciencia naturalista" moderna con una "ciencia teísta".1

¡En ese sentido la nueva escuela de Diseño Inteligente es más extrema que los creacionistas de vieja guardia que creen en la Biblia al pie de la letra! Los seguidores de Philip Johnson (principal ideólogo de Diseño Inteligente) y el Discovery Institute de Seattle son más educados y hablan en tono académico, pero tienen un plan muy "radical" (y reaccionario): ¡minar la ciencia e imponer una doctrina y concepción religiosa en toda la sociedad!

Los creacionistas de Diseño Inteligente coinciden con todos los otros creacionistas en que la ciencia (la investigación científica de procesos y mecanismos naturales sin recurrir a poderes sobrenaturales) es "insuficiente" para explicar todas las características de la vida y su desarrollo. Pero, además de eso, los creacionistas de Diseño Inteligente quieren cambiar la práctica de la ciencia. Quieren que la ciencia incorpore la existencia (o la posibilidad) de Dios en su caja de herramientas. Por eso proponen una "ciencia teísta" (basada en Dios). Creen que la ciencia sería mejor si aceptara a Dios, en tanto que la enorme mayoría de los científicos están convencidos de que si la ciencia adoptara creencias y principios teístas se iría al traste. Aquí vemos en líneas muy generales los dos campos contrapuestos en lo que ya es una batalla central de las "guerras culturales": dos concepciones del mundo y dos métodos muy opuestos sobre cómo explicar y transformar la realidad material. Solo uno de esos dos métodos (la ciencia "naturalista" o ciencia "materialista") expresa confianza en la capacidad humana de entender cada vez más la realidad y de transformarla conscientemente sin recurrir a un mundo sobrenatural imaginado. El otro método (la "ciencia teísta") desde un principio pone límites a la investigación científica, renuncia a que la iniciativa humana pueda entender y transformar la realidad material, y espera la revelación divina.

¿Cómo se llega a la verdad?

A nivel filosófico, el enfrentamiento con los creacionistas de Diseño Inteligente se centra en dos puntos: primero, qué es la "verdad" y, segundo, cuáles son los mejores medios ( métodos ) para conocer la verdad. Decimos que una cosa es "verdad" si concuerda rigurosamente con la realidad material (el "mundo real" de la naturaleza y la sociedad) independientemente de las opiniones o interpretaciones humanas. Uno puede estar firmemente convencido de que en la mitad de la calle hay un elefante rosado, pero eso no hace que sea verdad; y la verdad o falsedad de esa idea está sujeta a verificación objetiva. ¿Cómo podemos saber de verdad si algo es verdad? Aplicando los métodos de la ciencia, que son un proceso sistemático para poner al descubierto las características y el modo de acción de los objetos y procesos materiales. Así es cómo hacemos descubrimientos científicos concretos sobre montones de cosas que no conocíamos (por ejemplo, un tratamiento o una cura para una enfermedad) y así es cómo se desarrolla a diario el conocimiento humano. La aplicación de los métodos de la ciencia requiere varias cosas:

El punto de partida obligatorio es reconocer que existe un mundo material concreto y tangible. Algo que no es parte de la realidad material no se puede poner a prueba, verificar ni manipular (aunque uno piense que existe "fuera" de la realidad material detectable, en un mundo sobrenatural desconocido e incognoscible). Si la realidad material objetiva no existiera fuera de nosotros, jamás podríamos tocarla ni cambiarla, ¡y estaríamos en grandes aprietos! Pero la realidad material objetiva existe; lo sabemos con certeza porque podemos interaccionar con ella y observar las reacciones y transformaciones que ocurren como resultado de nuestra conducta.

Si un tomate podrido solo existiera en nuestra imaginación, no salpicaría por todas partes cuando cae al suelo. Así pues la "realidad material" no es un sueño o ilusión subjetivo que solo existe en nuestra imaginación, donde tiene infinidad de definiciones e interpretaciones. Esto es obvio para la mayoría, pero hay gente que dice que "no podemos estar seguros de que la realidad material existe": piensan que la "realidad" es "apenas una idea" que existe en la mente humana (o en la mente de alguien o algo) y que por lo tanto debemos aceptar que la realidad "es" lo que piense cada ser humano que es en un momento dado. En filosofía, esa concepción del mundo se llama idealismo subjetivo.2

Por otra parte, la vida, la posición social y las relaciones de los individuos y de los grupos sociales moldean sus percepciones de lo que "es" la realidad, y todo individuo, todo grupo social, puede hacer interpretaciones subjetivas de la "verdad" que no concuerdan con la realidad material: mejor dicho, ¡se pueden equivocar! Asimismo, como sostienen los "deconstruccionistas posmodernistas", la gente que tiene posiciones de poder e influencia en la sociedad en general tiene una oportunidad desproporcionada de imponer al público sus percepciones e interpretaciones subjetivas de la realidad y (consciente o inconscientemente) le da un énfasis desproporcionado a las percepciones e interpretaciones de la realidad que coinciden con las suyas y con sus objetivos.

Pero el hecho de que seamos capaces de ser "subjetivos" y de tergiversar la verdad no quiere decir que la verdad (lo que concuerda con la realidad material) no exista. Los que siguen la corriente filosófica del idealismo y el relativismo creen que nunca podemos estar seguros de una verdad y afirman que lo máximo que podemos lograr es percibir en la mente un reflejo distorsionado de la realidad, si es que existe. Pero a nuestro alrededor hay pruebas concretas de que la realidad material existe "objetivamente", es decir, que existe independientemente de los seres humanos y de sus concepciones imaginativas subjetivas (y distorsiones) de ella. Cuando interaccionamos con la realidad externa, algo sucede y algo cambia, y a nosotros el proceso nos afecta y nos cambia. Esto no podría darse si la "realidad" fuera producto de la imaginación. 3

3 A fines del siglo 19, cuando se dio una "crisis en la física" parecida a las confusiones filosóficas y científicas de hoy, Lenin polemizó contra el paralizante relativismo e idealismo subjetivo que estaba de moda en los círculos intelectuales con la obra Materialismo y empirio-criticismo (basado en el Anti-Dhuring de Engels). Las dos obras todavía son de interés sobre el tema. Un punto central de Lenin es que la realidad material objetiva se puede confirmar (y analizar) por medio del proceso de interaccionar con ella y transformarla.

El hecho mismo de que la realidad se puede transformar, y las formas específicas de transformarla, revelarán que es lo que es.Lenin da el ejemplo del tinte rojo alizarina , que se acababa de extraer por primera vez del alquitrán de hulla; comenta que los componentes de la alizarina existían en el alquitrán de hulla aunque nadie lo sabía, y que el proceso de interaccionar con la realidad y transformarla (destilando el alquitrán) permitió sacar a la luz esa realidad hasta ese momento desconocida.

La realidad objetiva es testaruda y no desaparece porque uno no crea en ella. Además, podemos "sacarla a la luz" y ver "qué es" interaccionando con ella, manipulándola para que se destaquen sus propiedades. Eso es lo que hacen los científicos (por ejemplo los biólogos evolutivos) cuando observan, reúnen datos y realizan experimentos científicos. Cuando tienen una teoría sobre las propiedades de un objeto o proceso del mundo real, hacen predicciones de lo que esperan encontrar en el mundo real (y de lo que no esperan) si la teoría es correcta. Después interaccionan sistemáticamente con la realidad (realizan investigaciones o experimentos) y evalúan si se cumplieron las predicciones. Así es como se amplía y se desarrolla el conocimiento científico (en las ciencias naturales y sociales), en el crisol de la práctica científica, que pone a prueba y verifica si las predicciones que hacemos sobre la realidad material concuerdan rigurosamente con ella. ¡O sea que sí se puede llegar a la verdad!

Lo difícil no es determinar que la realidad material existe, sino idear y aplicar métodos de investigación científica que reduzcan al mínimo nuestras distorsiones subjetivas y que saquen a la luz sistemáticamente lo que es real.

Por contraste, los métodos y la concepción del mundo de los creacionistas de Diseño Inteligente socavan la metodología científica más básica. Al proclamar que existe un poder sobrenatural (un "diseñador o artífice inteligente" que supuestamente existe fuera de la realidad material detectable y que no es parte de la materia), nos condenan a un estado perpetuo de ignorancia; es decir, afirman que hay otra esfera de realidad no material que influencia toda nuestra vida pero que nunca podremos conocer con los métodos de la ciencia, pues por definición los seres sobrenaturales están fuera del alcance de la ciencia natural (que solo explora e investiga objetos y procesos tangibles materiales). Asimismo, nos condenan a una incertidumbre permanente pues nunca podríamos estar seguros de nada ya que a las míseras exploraciones de la realidad material que realizamos con los métodos de la ciencia natural les "falta" esa otra dimensión crucial intangible. Si eso fuera cierto, básicamente tendríamos que poner en tela de juicio o rechazar todo lo que hemos aprendido por medio de la ciencia porque, a fin de cuentas, ¿qué validez puede tener nada si ha faltado un aspecto tan importante y si, por definición, los métodos de la ciencia no se pueden usar para explorar e investigar nada que no sea parte de la realidad material? Si lo que dice la escuela de Diseño Inteligente fuera verdad, ¿no sería inútil la ciencia moderna?

Esa es la conclusión lógica de las ideas que presenta Philip Johnson, el principal teórico de la escuela de Diseño Inteligente. ¡De fondo afirma que los métodos actuales de la ciencia (la "ciencia naturalista") no sirven y que hay que abandonarlos! ¿Qué los debe reemplazar? Una nueva ciencia teísta que incorpore a los métodos de investigación de la ciencia la idea de que existe un "diseñador" sobrenatural, o por lo menos el supuesto de que puede existir e influenciar los procesos naturales y toda la vida.

Pero eso no es ciencia, es religión, y es una religión que tiene el fin de minar la ciencia.

Para conocer la realidad no basta con pensar en ella (¡aunque el pensamiento es una parte importante del proceso!). Para estudiar un objeto (y para verificar si una idea sobre la realidad es correcta), los científicos interaccionan con aspectos de la realidad: los manipulan, los hurgan, los husmean, por así decirlo. Eso no se puede hacer con algo que los creacionistas suponen que existe pero que no tiene presencia material tangible. A fin de cuentas, lo que Johnson propone es echar por tierra toda la ciencia que conocemos y reemplazarla con fe ciega.

No todos los creacionistas de Diseño Inteligente van tan lejos. Unos, como el bioquímico Michael Behe, dicen que "Dios es algo personal", no se proponen la meta de demoler los métodos de la ciencia y se limitan a proclamar que han encontrado "evidencia" concreta de la existencia e influencia de un diseñador inteligente en las características de los organismos. Como hemos visto en otras partes de esta serie, Behe sostiene que la complejidad de ciertas reacciones bioquímicas de las células es "evidencia" convincente de que un diseñador inteligente participó en algún momento en el desarrollo de la vida. Como Behe trabaja con un aspecto de la realidad material que se puede detectar con los métodos científicos usuales (reacciones bioquímicas), se podría pensar que él y otros de la escuela de Diseño Inteligente están siguiendo los métodos y los principios de la ciencia. Pero no es así.

Veamos lo que propone Michael Behe: empieza con unas reacciones bioquímicas reales que todos vemos que son "complejas". Hasta ahí va bien. Pero después dice que ve "evidencia" de "diseño divino". ¿Dónde? Bueno, básicamente dice que la complejidad en sí constituye la evidencia (no se imagina cómo la evolución pudo producir reacciones químicas tan complejas, así que seguro lo hizo un dios). ¿Pero habla de evidencia científica de un "diseñador", de la clase de evidencia que proviene de los métodos usuales de la ciencia de poner a prueba una idea y verificar si es correcta? No, claro que no; no habla en absoluto de esa clase de "evidencia". Lo que llama "evidencia" es esencialmente una idea : una idea de su propia cabeza sobre lo que representa algo que ha observado (la complejidad natural). Pero la ciencia no puede poner a prueba concretamente ni verificar la idea de Behe de que un diseñador inteligente "diseñó" tal complejidad (y Behe seguramente admitiría que es imposible). Entonces no es correcto decir que encontró "evidencia científica" de diseño; está proponiendo una idea sin comprobar (y que no se puede comprobar) por razones de religión, no de ciencia.

Behe y los demás de la escuela de Diseño Inteligente también violan uno de los principios básicos de la ciencia al declarar que ciertas partes de la realidad están vedadas a la exploración y el conocimiento científico. Cometen el error fundamental de creer que "algo que todavía no entendemos del todo" es "algo que no se puede entender". Para ellos los vacíos actuales del conocimiento humano son "prueba de Dios".

Michael Behe, por ejemplo, no entiende cómo los procesos naturales de la evolución pudieron producir por sí solos ciertas reacciones bioquímicas complejas (en gran parte porque no entiende cómo opera la evolución). Como no entiende eso personalmente, y como todavía no tenemos un conocimiento completo de todos los pasos de la evolución de unos de esos procesos bioquímicos, da por hecho que todo eso debe ser obra de Dios y que nunca lograremos entender del todo cómo surgió. Repito: esto es religión, no ciencia; y esa fe religiosa se está usando contra la ciencia porque quiere evitar que se usen los métodos científicos para hacer más descubrimientos (por ejemplo, de los mecanismos evolutivos que produjeron la complejidad bioquímica) y profundizar nuestro conocimiento de la realidad objetiva.

Mao Testung decía que para "conocer el sabor de una pera hay que morderla". Mejor dicho, no basta con tener "creencias", "convicciones" ni "expectativas" sobre cómo es la realidad (o cómo ha sido o cómo será). Si queremos saber cómo es algo (o cómo fue o será) no lo vamos a aprender mirándonos el ombligo: tenemos que investigarlo sistemáticamente; tenemos que observar, manipular y experimentar la realidad de distintas formas. Nos podemos formar una idea teórica de cómo es la realidad (y este es un paso importante del proceso), pero después tenemos que ponerla a prueba una y otra vez. El primer paso para investigar la realidad es centrar la atención en el conocimiento acumulado y verificado (por ejemplo, el conocimiento científico que llamamos la teoría de la evolución)que pueda iluminar y aclarar un nuevo problema o pregunta; después se hacen predicciones verificables sobre lo que debemos encontrar (y lo que no debemos encontrar) en el mundo si esa idea o teoría sobre un aspecto de la realidad es correcta y concuerda con la realidad.

Mejor dicho, no hay que empezar desde cero cada vez que abordamos un problema, ¡como si no se hubiera demostrado que nada de la naturaleza o la sociedad fuera verdad!Pero como toda la materia está en continuo movimiento (cambiando constantemente), no podemos conocerla haciendo predicciones desde la barrera: hay que interaccionar conscientemente con ella ("morder la pera"), ver qué pasa y aprender de eso.

La investigación humana directa y bien pensada (en la naturaleza o en la sociedad humana) es un proceso que cambia algunos rasgos de la realidad (querámoslo o no); pero una de las mejores formas de aprender y confirmar la verdad es examinar repetidamente si esos cambios concuerdan con las predicciones que hicimos.

¿Captan lo perjudicial que sería para el avance de la ciencia y del conocimiento humano que los creacionistas de Diseño Inteligente que proponen reemplazar la "ciencia naturalista" con una "ciencia teísta" lograran sus objetivos y pudieran imponer cómo se va a practicar y enseñar la ciencia?

Más problemas metodológicos de la escuela creacionista de Diseño Inteligente y de la "complejidad irreducible" como evidencia de diseño divino

¿Es la "complejidad irreducible" una categoría legítima de observación? ¿Existe?

El concepto de "complejidad irreducible" se basa en una importante suposición: que si algo es muy complicado y todavía no entendemos todos los pasos que le dieron origen, la única posibilidad es que "Dios lo hizo". Esa es una suposición ridícula: hoy sabemos que muchas de las cosas que en la antigüedad pensaban que se debían a la intervención de espíritus sobrenaturales son procesos naturales nada misteriosos, como las convulsiones epilépticas. Michael Behe considera que ciertos rasgos naturales son demasiado complejos para que los formara la evolución natural, pero la mayoría de los biólogos evolutivos no lo ve así.

Cuando los creacionistas de Diseño Inteligente dicen que "no les cabe en la cabeza" que los sistemas biológicos complejos (como las series de reacciones químicas en cadena que se dan dentro de las células) evolucionaran sin la intervención de un diseñador inteligente, lo que quieren decir es que no aceptan que hay muchas formas "intermedias" en la historia de la evolución biológica (al igual que los creacionistas que creen en la Biblia al pie de la letra). No sé cuántas veces la ciencia tendrá que demostrarles que están equivocados para que dejen de decir eso (quizá no lo harán nunca). Cuando a los creacionistas "no les cabía en la cabeza" que las ballenas que hoy nadan en los mares son descendientes de unos mamíferos terrestres, los evolucionistas les presentaron una serie cronológica muy extensa de fósiles que claramente conectan a un mamífero cuadrúpedo parecido al cerdo que vivió hace millones de años con las ballenas acuáticas de hoy por medio de una larga serie de especies intermedias claramente emparentadas. La larga lista de fósiles de especies antepasadas y descendientes, a lo largo de millones de años, muestra una reducción progresiva de los huesos de las patas y la modificación a aletas, así como otras adaptaciones a un ambiente marino.

Cuando a los creacionistas "no les cabía en la cabeza" que los seres humanos modernos descendemos de un linaje de antepasados simios que vivían en los árboles y que también son los antepasados de los chimpancés actuales, los evolucionistas nuevamente les presentaron fósiles en orden cronológico de docenas de especies homínidas que son "intermedias" entre los antepasados simios y la especie humana moderna. Como es de esperarse, los fósiles más antiguos de la secuencia de especies bípedas tienen más en común con los simios y los fósiles más recientes tienen más en común con los humanos modernos.

Esas secuencias de fósiles no son "completas", pero no cabe la menor duda de que el registro fósil tiene toneladas de ejemplos de "especies intermedias" de plantas y animales. Sin embargo, a los creacionistas los ciega la fe y no ven esto.

La ceguera de los creacionistas no se limita a las formas intermedias de plantas y animales del registro fósil. Tampoco entienden las modificaciones evolutivas de funciones . Se parecen a los viejos críticos de la evolución de los tiempos de Darwin que no podían entender que el ala de un ave, "tan perfectamente adaptada al vuelo", pudiera haber evolucionado de los huesos de los brazos de especies que no volaban. Los creacionistas de los tiempos de Darwin tenían la excusa de que todavía no existían las ciencias de la genética molecular o la biología del desarrollo. Los creacionistas de Diseño Inteligente no tienen esa excusa; hoy tenemos muchas bases para entender cómo ocurren esas modificaciones genéticas. Sabemos, por ejemplo, que se requiere muy poca modificación genética y de desarrollo para pasar del hueso del brazo de un vertebrado a un ala o a una aleta.

La combinación de genética molecular y biología del desarrollo nos ha demostrado que a veces una mutación genética muy pequeña tiene grandes efectos en la forma y función. A veces solo se necesita que una mutación genética acelere o desacelere el ritmo de desarrollo de ciertas estructuras o de todo un organismo. También hemos visto que a veces una nueva estructura importante surge de una estructura que tenía una función completamente distinta en los antepasados. Un ejemplo conocido es el "pulgar" del panda, que le sirve para agarrar cosas como el bambú que come. Parece un pulgar y funciona como un pulgar, pero no es un dedo sino una modificación de un hueso de la muñeca . La evolución contiene muchos ejemplos de estructuras que se transforman (con una modificación genética relativamente menor) en nuevas estructuras con funciones completamente nuevas en los descendientes.

Algunas modificaciones evolutivas (no todas) producen nuevas adaptaciones pues las poblaciones evolucionan en una interacción constante con el ambiente físico (el clima, el terreno, etc.) y biótico (las plantas y los animales del mismo lugar). Así, con el paso del tiempo, unas especies vegetales han evolucionado en sincronización con las especies animales que las polinizan (insectos, pájaros, murciélagos). Unas especies de plantas producen flores perfectamente "acopladas" a la lengua de los insectos o al pico de los pájaros que las polinizan, o sincronizan el florecimiento y todas las plantas de una población florecen al mismo tiempo, lo que sirve de llamada a los polinizadores y aumenta la polinización. También sabemos que muchas especies de plantas o animales han evolucionado simultáneamente con las especies que las comen. Hay evidencia concreta pasada y presente de que las especies de presas tienden a adquirir mejores defensas en relación con los depredadores, y que estos tienden a adquirir estrategias y mecanismos más eficaces en relación con las presas. Esas relaciones entre especies son una fuerza motriz del cambio evolutivo y llevan a muchas adaptaciones específicas.

También es claro que los cambios evolutivos que surgen en linajes vegetales o animales no siempre son adaptaciones. Por ejemplo, a veces un rasgo nuevo se propaga extensamente a una población no porque lo favorezca directamente la selección natural sino porque está "ligado" genéticamente a otro rasgo que da a los organismos una ventaja reproductora y por lo tanto la selección natural lo propaga. Pero inclusive tales cambios aparentemente "neutrales" contribuyen a la variación genética de una población y pueden servir como materia prima para modificaciones genéticas más adelante. Un rasgo no funcional puede volverse funcional en las especies descendientes y viceversa.

Es importante recordar un punto que hemos recalcado muchas veces en esta serie: la evolución biológica solo trabaja con la materia prima (la variación genética) presente en la generación inmediatamente anterior, y con nada más. A partir de esa variación genética preexistente, la evolución puede generar nuevos caracteres (y a veces los nuevos caracteres son tan significativos que dan origen a una nueva especie,como hemos visto en esta serie). Pero el hecho de que la evolución solamente trabaja con la variación genética que estaba presente en la generación anterior también impone límites a las derivaciones evolutivas en un momento dado (mejor dicho, en cada momento las opciones de modificación evolutiva no son infinitas). Los creacionistas de Diseño Inteligente no entienden cómo operan muchos principios básicos de la evolución; por ejemplo, no entienden a partir de qué base preexistente pueden surgir novedades evolutivas (rasgos nuevos), limitadas, claro está, por el desarrollo histórico pasado.

Permítanme repetir que es un hecho científico bien establecido que la evolución ha generado toda clase de novedades complejas y dramáticamente diferentes de los linajes de antepasados por medio de una combinación de modificaciones genéticas al azar y de procesos que no tienen nada de azar (en especial la selección natural), que seleccionan esas modificaciones en el curso de generaciones con relación a determinado ambiente.

No tiene el menor sentido hablar de una "complejidad irreducible" (a nivel bioquímico o a cualquier nivel) divorciada de lo que existía antes: la variación natural que estaba presente en los linajes de antepasados. Una razón por la que los creacionistas de Diseño Inteligente no entienden esto es que por lo visto parten de la suposición de que todo aspecto del mundo natural (toda forma o toda función) tiene que tener un propósito específico y perfecto. Sin embargo, la modificación evolutiva ocurre por medio de recombinaciones de material genético que no tienen ningún propósito ni dirección. La selección natural tampoco ha sido un mecanismo "perfeccionador". Por complejos y maravillosos que son, los ojos de los mamíferos o las alas de las aves no están perfectamente adaptados a sus funciones. Además no evolucionaron (ni fueron diseñados) "para" una función específica.

Por casualidad resultó que en las poblaciones de individuos con variedad genética que vivían en ambientes con luz, los individuos que adquirieron la capacidad de percibir mejor la luz y de discernir formas dejaron más descendientes que los individuos que tenían menos visión; así que los nuevos rasgos genéticos (provenientes de mutaciones y recombinaciones al azar) que por casualidad mejoraron la vista tendieron a propagarse a más generaciones. Las alas tampoco se diseñaron "para" volar: las modificaciones al azar de las extremidades anteriores de los vertebrados llevaron a otras funciones, como nadar (las aletas de los peces), cavar (las garras de los topos) o planear (los brazos palmeados de las ardillas "voladoras"). Por otra parte, las modificaciones genéticas que produjeron rasgos que permitían volar y pasar buena parte del tiempo en zonas que no ocupaban otras especies (el cielo) seguramente trajeron una enorme ventaja reproductora, por lo que la innovación del vuelo se propagó y diversificó muy rápidamente. Sin embargo, eso no implica que la capacidad de volar tenía que evolucionar; lo que pasó fue que cuando esa capacidad evolucionó, la selección natural la propagó y consolidó.

El bioquímico Michael Behe dice que puede imaginar cómo evolucionó la estructura del ojo de los mamíferos en etapas a partir de estructuras preexistentes más primitivas (grupos de células que detectan luz); pero lo que no logra entender es cómo pudo aparecer algo tan complejo como la visión. Behe se refiere a la compleja integración de procesos bioquímicos que tienen que operar conjuntamente para que un ojo en realidad vea. Ahí traza una raya en la arena y dice que esos procesos moleculares tienen tantos componentes que es imposible que hayan evolucionado por su cuenta. Dice que al nivel molecular tales cosas parecen "irreduciblemente" complejas y que por lo tanto eso en sí es evidencia de diseño. Pero como hemos visto, montones de sistemas biológicos son complejos (tienen muchas partes entrelazadas) y a todo nivel existe complejidad: moléculas, células, órganos, individuos, poblaciones y ecosistemas. El hecho de que algo sea complejo no quiere decir que no se haya derivado de estructuras menos complejas o de estructuras que tenían otra función.

También es importante recordar que: en los sistemas biológicos existe mucha redundancia (copias múltiples); que lo que evoluciona son poblaciones enteras (compuestas de individuos con variación genética) y lo hacen con el paso de múltiples generaciones; que la selección natural favorece constantemente a unos de los muchos individuos que interaccionan con el ambiente exterior (pues unos pueden contribuir más descendientes que otros a las siguientes generaciones); pero que lo que se selecciona es el genotipo entero de los individuos (la totalidad de su composición genética, no un gen suelto o un grupo de genes).

Una implicación de esto es que pueden producirse y transmitirse muchas mutaciones y recombinaciones genéticas de generación en generación aunque no tengan ningún efecto notable en la capacidad reproductora de los individuos en ese momento. Los creacionistas de Diseño Inteligente asumen que la mayoría de las modificaciones genéticas significativas (causadas por mutaciones y procesos similares) perjudican la estructura y las funciones de los organismos en que aparecen, y que esas modificaciones se eliminan del pool genético pues los organismos enferman o mueren. Pero eso no es correcto: en parte porque en los sistemas naturales hay tanta redundancia , es razonable pensar que los componentes de muchos sistemas biológicos altamente integrados (como las reacciones bioquímicas) pudieron evolucionar en una serie de pasos (y no necesariamente al mismo tiempo) sin que todo se desplomara.

La evolución no es "apenas un proceso al azar":

Otra cosa que no entienden los creacionistas de Diseño Inteligente es que la evolución no es simplemente un proceso que ocurre "al azar". Siempre dicen: "esa estructura (o función) es muy compleja y es imposible que surgiera al azar, así que tuvo que ser diseñada".

Esto demuestra que no entienden los mecanismos de la evolución. ¡La evolución no es un proceso enteramente al azar! Eso lo sabe cualquier estudiante de biología. Primero, la aparición de nuevos rasgos, en cualquier nivel de organización (del molecular al ecológico), está fuertemente limitada por las propiedades del organismo del cual evolucionan. Repito por milésima vez (¡y hay que repetirlo!) que la evolución solo trabaja con el material genético que tienen las generaciones inmediatamente anteriores; no puede inventarse cualquier cosa en cualquier momento. Segundo (y esto es sumamente importante en esta discusión), la selección natural (un mecanismo central y crucial del cambio evolutivo) es lo contrario de un proceso al azar.

La parte del proceso evolutivo que ocurre al azar son los frecuentes "errores de copiado" genético (mutaciones) y la realineación relativamente "aleatoria" que ocurre cuando se reproducen los individuos (especialmente los de reproducción sexual). 3

El azar efectivamente es un factor importante del cambio evolutivo; pero por otro lado, en toda población vegetal y animal, la selección natural favorece diferentes genotipos de una generación a la siguiente y tiende a propagar los que por casualidad producen rasgos que dan una ventaja reproductora. A esa selección natural del proceso evolutivo no la guía una fuerza consciente: ocurre por su cuenta. Pero obviamente no es un proceso aleatorio por la simple razón de que unos genotipos tendrán más éxito que otros (producen rasgos que permiten a unos individuos contribuir más descendientes a las generaciones futuras), pero solo en el ambiente en que se encuentran en ese momento. Un nuevo rasgo que por casualidad da una ventaja reproductora en un contexto ambiental puede tener un efecto nulo (o negativo) en el potencial reproductor en otro ambiente. Los rasgos nuevos no "tienen" que aparecer; una población evoluciona por canales definidos y restringidos por las modificaciones pasadas, pero no "tiene" que evolucionar en una dirección específica ni con un propósito predeterminado. Los nuevos rasgos aparecen inicialmente por procesos naturales aleatorios (como las mutaciones), pero el futuro de un nuevo rasgo, y específicamente si se propagará a más y más individuos en las generaciones siguientes, depende del contexto ambiental. Por lo tanto esa parte del proceso evolutivo no es "aleatoria".

Por eso, cuando los creacionistas de Diseño Inteligente repiten que "todo eso" (la evolución en general o la evolución de sistemas complejos) no pudo darse "al azar", demuestran que no entienden los mecanismos básicos de la evolución, ¡aunque sean doctores en bioquímica! (Ver el recuadro "¿Los que se sacan la lotería ganan por diseño?" en la parte de la semana que viene).

A nivel metodológico, la escuela de Diseño Inteligente es muy rígida y no capta la enorme complejidad y diversidad de la vida, por ejemplo la gran redundancia de los sistemas naturales que permite alejarse un poco de las normas establecidas sin que todo el sistema se vaya a pique. Fuera del hecho bastante obvio de que quieren incorporar la premisa de que Dios existe, me parece que un problema metodológico de los creacionistas de Diseño Inteligente es que miran los procesos complejos de una forma estrecha y reduccionista que divorcia artificialmente lo que sucede simultáneamente en varios niveles. Por ejemplo, Michael Behe, como especialista en bioquímica, se enfoca en la compleja maquinaria de síntesis de proteínas del interior de las células y dice que la más mínima modificación de esa maquinaria puede trastornar la síntesis de una proteína necesaria. Después deduce de eso que ese proceso de síntesis de proteínas no pudo evolucionar de otros procesos moleculares preexistentes (y concluye que lo tuvo que diseñar una inteligencia consciente). Para él es inconcebible que se hubiera podido dar ese paso evolutivo sin trastornarse totalmente la síntesis de proteínas (lo que mataría al organismo). Pero irónicamente, como bioquímico, debería ver que en una célula hay muchos procesos redundantes o duplicados de cosas como síntesis de proteínas. Por lo tanto es perfectamente concebible que ocurra una modificación genética en uno de esos procesos (lo que a veces lleva a una nueva capacidad funcional) sin que se trastorne ni pierda la función anterior.
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NOTAS:

1 "Teísmo" es la creencia en dioses y seres sobrenaturales. Es lo contrario de "ateísmo", que sostiene que los dioses y seres sobrenaturales solo existen en las ideas de los seres humanos.

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2 El idealismo se contrapone al materialismo , que reconoce la existencia de la materia independientemente de las ideas. La oposición más fundamental al idealismo es la concepción del mundo y el método del materialismo dialéctico e histórico,que permite explorar y transformar los objetos y los procesos del mundo material en la sociedad humana y en la naturaleza. Este método científico parte de investigaciones sistemáticas de los caminos y procesos históricos que han gestado un aspecto de la realidad, y de la interacción dinámica de los elementos contradictorios (o "dialécticos") que existen en todo objeto o proceso y que en un momento dado lo caracterizan y, simultáneamente, estimulan y canalizan su cambio y desarrollo. Desde Marx, pasando por Mao, al día de hoy, muchos "socialistas científicos" (comunistas) han procurado aplicar consciente y sistemáticamente este método científico para conocer más a fondo las diferentes formas de organización social de la historia, los cambios de la sociedad con el tiempo y el papel de la iniciativa humana consciente en tales cambios. Pero los métodos materialistas históricos y dialécticos no son solo el terreno de los revolucionarios sociales y no se aplican solo a la sociedad humana y el desarrollo histórico; tales métodos pueden (y deben) iluminar todas las esferas de investigación y experiencia humana. El método del materialismo dialéctico e histórico es tan aplicable a las ciencias naturales como a las ciencias sociales. La mayoría de los científicos hoy no admiten esto, ya sea porque no están familiarizados con la terminología (en especial con la dialéctica) o por predisposición contra las connotaciones marxistas comunistas del materialismo dialéctico e histórico; pero la realidad es que la práctica de los científicos más avanzados (la forma de plantear preguntas, estructurar proyectos de investigación y analizar información, especialmente en las ciencias históricas,como la biología evolutiva, la paleontología, la antropología, la astronomía, etc.) aplica importantes aspectos del materialismo dialéctico e histórico. Aunque de modo inconsciente y errático, la mayoría de los científicos aplican el materialismo dialéctico e histórico, pero piensan que lo que están haciendo es aplicar "el método científico moderno".

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3 Y esas ocurrencias son relativamente "aleatorias" porque las propiedades del material genético en cuestión imponen ciertos límites y restricciones a los cambios genéticos "aleatorios" que pueden ocurrir en un momento dado; pero desde la perspectiva de individuos y de poblaciones de individuos, es legítimo decir que tales mutaciones y recombinaciones genéticas son aleatorias y sin dirección.

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