De: "Democracia: Más que nunca podemos y debemos lograr algo mejor"

La Comuna de París en perspectiva: La revolución bolchevique y la revolución china como su continuación y profundización

El papel dirigente del partido y la dictadura del proletariado

by Bob Avakian

Obrero Revolucionario #1242, 30 de mayo, 2004, posted at http://rwor.org

El OR presenta una importante serie de pasajes de un ensayo de 1991 de Bob Avakian titulado "Democracia: Más que nunca podemos y debemos lograr algo mejor".

En esa polémica, el presidente Avakian responde a los principales puntos y preguntas que se han planteado en oposición a la experiencia histórica de los países socialistas. Defiende la esencia de esa experiencia y saca nuevas conclusiones sobre los logros del proletariado cuando detentó el poder, y sobre sus fracasos, con miras a impulsar la revolución comunista hoy.

Examina la experiencia de la dictadura del proletariado en la Unión Soviética bajo la dirección de Lenin y Stalin, y en China bajo la dirección de Mao. Explica por qué el proletariado tiene que forjar un partido de vanguardia y un tipo específico de estado (la dictadura del proletariado) para gobernar y para realizar la transformación de la sociedad y el mundo. Examina cómo gobiernan las masas, y las complejidades y contradicciones de eso, que parten de los factores económicos y sociales subyacentes de la sociedad socialista y el mundo, y que solo se pueden arrancar de raíz y transformar por medio de la revolución proletaria. También explica las diferencias de la concepción de libertad del proletariado y la democracia electoral burguesa.

El ensayo salió por primera vez en 1992 en la revista internacionalista Un Mundo Que Ganar , como una crítica al documento "Sobre la democracia proletaria" del Comité de Reorganización Central (CRC), una formación marxista-leninista de India. En 1990-91, el líder del CRC inició un ataque contra el leninismo, el maoísmo y la dictadura del proletariado; luego abandonó de plano el camino revolucionario. Lo que está en juego en este debate es el derecho del proletariado a levantarse, hacer la revolución y gobernar la sociedad, y a llevar a cabo la larga transformación revolucionaria de la sociedad hasta lograr la abolición de las clases, el comunismo. Sin esto, y sin la dirección necesaria para plasmarlo en realidad, las masas quedarán, como escribió Bob Avakian, "bajo la dominación de un sistema económico de explotación capitalista con su correspondiente sistema político burgués donde, tal como Marx lo predijo, a las masas se les autoriza para decidir una vez cada varios años qué miembros de la clase explotadora han de representarlas y aplastarlas".

"Democracia: Más que nunca podemos y debemos lograr algo mejor" está en la internet en rwor.org, junto con el artículo del CRC que critica.

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La serie empieza con varios pasajes sobre la Comuna de París de 1871.* Marx elogió la Comuna por ser la primera experiencia histórica de la dictadura del proletariado. A continuación Avakian responde al CRC, que sostiene que la Comuna es el único ejemplo legítimo del ejercicio de la dictadura del proletariado y contrapone esa experiencia muy importante, pero breve e inicial, a toda la experiencia histórica de la dictadura del proletariado en la sociedad socialista a partir de la revolución soviética de 1917.**

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Pasemos a unos puntos de esto en particular.

El documento dice: "Este programa general para la toma del poder fue implantado por el Segundo Congreso de toda Rusia de Soviets de Diputados Obreros y Soldados, celebrado el 25 y 26 de octubre de 1917". (párrafo 5.2)***

Pero es importante notar que los bolcheviques no esperaron ese Congreso para tomar el Poder; iniciaron la insurrección antes.Como relata La Historia del Partido Comunista (Bolchevique) de la U.R.S.S.,este Congreso de toda Rusia de Soviets se inauguró "cuando se hallaba en todo su apogeo la insurrección triunfante en Petrogrado y el Poder de la capital [Petrogrado] había pasado ya, de hecho, a manos del Soviet de la ciudad". ( HPCURSS,cap. 7, parte 6) Trotsky, entre otros, se opuso a esto, basándose en la formalidad de que la insurrección armada debía ser declarada por el Congreso de toda Rusia de Soviets. Todo esto está vinculado con el punto anterior (que mencioné en el resumen de las conclusiones generales) de que la insistencia en la democracia formal que resalta en el documento del CCR lleva lógicamente a declarar la insurrección armada dirigida por los bolcheviques como una violación de la democracia; lleva a decir que no se apoyó en las masas para que ellas, por medio de sus instituciones representativas, tomaran el Poder. Esto concuerda con los argumentos de Trotsky en ese momento; y si se hubiera prestado atención a tales argumentos, eso probablemente habría matado la insurrección armada y la Revolución de Octubre no se habría dado.

El documento del CCR admite que la decisión bolchevique de salirse de la Asamblea Constituyente "era justificable en el sentido de que el poder de los Soviets que había surgido mediante la revolución, realmente estaba representando la voluntad política de la gran mayoría del pueblo". Y parece que el documento dice que fue justificable que el Comité Central de Soviets de toda Rusia disolviera la Asamblea Constituyente por iniciativa de los bolcheviques. (véase el párrafo 5.4)

Fijémonos bien: "realmente estaba representando la voluntad política de la gran mayoría del pueblo". Esto es correcto --y como lo enfatizamos anteriormente, también se aplica a la insurrección armada, aunque no se llevara a cabo estrictamente por la decisión del Congreso de toda Rusia de Soviets ni con la aprobación formal de la mayoría de las masas, por medio de sus órganos elegidos. De hecho esta norma --de ajustarse no solo a los intereses básicos sino también a la "voluntad política" de las masas populares-- es la esencia del asunto y es mucho más decisiva que los mecanismos de la democracia formal. Pero es precisamente esta norma lo que el documento "olvida" --abandona y reemplaza con criterios de democracia formal-- en su "reexaminación" de la experiencia histórica de la dictadura del proletariado; no, es más, de "la historia del movimiento comunista y los conceptos fundamentales que hemos enarbolado hasta ahora".

Sigue el documento: "Pero, lo que se desarrolló como el nuevo sistema político estaba pasando gradualmente bajo el control del Partido Comunista". (párrafo 5.7) Aquí empieza a aparecer de lleno el argumento de la "dictadura del partido". El documento sigue:

"Lenin declaró categóricamente el papel del partido comunista así: `Después de dos años y medio de poder soviético dijimos ante todo el mundo, en la Internacional Comunista, que la dictadura del proletariado no resultaría, a no ser a través del Partido Comunista' ( OCL,tomo 35, p. 44). Ahora se ha cerrado el círculo. El programa práctico para establecer la dictadura del proletariado que comenzó con la atractiva consigna `Todo el Poder a los Soviets' acabó en la realidad de que la dictadura del proletariado se ejercía a través del Partido Comunista, donde los Soviets se vuelven meros engranajes de la máquina. Aun cuando la crítica de Kautsky venía desde el ángulo del parlamentarismo burgués, el hecho sigue siendo que en la situación del mundo de hoy, cuando no ha surgido como realidad histórica un sistema político cualitativamente nuevo como se imaginó en una auténtica dictadura del proletariado, no es la clase, sino su partido, el que realmente gobierna". (párrafo 5.8)

Como esto hace varias afirmaciones, y tergiversaciones, sobre cuestiones fundamentales, es necesario analizarlas a fondo. En primer lugar, no podemos dejar pasar la frase, aparentemente inocente, que dice: "Aun cuando la crítica de Kautsky venía desde el ángulo del parlamentarismo burgués". De hecho, el "aun cuando" aquí es precisamente el punto principal: la oposición de Kautsky a la dictadura del proletariado como la practicaron los bolcheviques del tiempo de Lenin en adelante arrancaba del "parlamentarismo burgués". Precisamente ese punto de vista "parlamentario" hizo que Kautsky tergiversara lo que era esa dictadura del proletariado y se opusiera a ella. Ese también es fundamentalmente el punto de vista que guía (o desvía) la tergiversación y el rechazo de toda la experiencia histórica de la dictadura del proletariado en este documento. En realidad, este documento está impregnado de la lógica kautskista, "aun cuando" no abraza abiertamente, de lleno, a Kautsky.

Esto se puede apreciar en el uso tergiversado y retorcido de citas de Lenin y Stalin en esta sección del documento del CCR.

Primero veamos cómo trata el documento lo que dice Lenin del punto esencial de que la dictadura del proletariado no resultaría sin la dirección del partido comunista, como lo dijo directamente.

En la misma obra (y en la misma página) citada en este documento, Lenin aclara que esto no significa que el partido ejerza la dictadura en lugar del proletariado, ni que el partido esté separado del proletariado en el ejercicio de esa dictadura. Dice claramente que es el proletariado el que la ejerce, pero que no puede hacerlo sin la dirección del partido. De nuevo, en la misma página citada, y en toda esta obra (discursos de Lenin en el Décimo Congreso del Partido en marzo de 1921), Lenin enfatiza que no ver la unidad entre la dirección del partido y el ejercicio de la dictadura por las masas y el proletariado es una tendencia anarquista y sindicalista, y que las acusaciones de dictadura del partido surgían en el contexto de (y en gran parte por) la influencia de la atmósfera de desintegración pequeñoburguesa que existía en la República Soviética como producto de la prolongada guerra civil y los grandes trastornos y la ruina económica que produjo (la posición de clase y la perspectiva de clase de muchos trabajadores se estaban minando en esas condiciones; las masas campesinas se estaban arruinando; y todavía no se habían creado los vínculos económicos de nuevo tipo entre los obreros y los campesinos, y la ciudad y el campo). Esta respuesta de Lenin a sus críticos de ese tiempo es una excelente respuesta a los autores del documento del CCR, 70 años más tarde.

Sobre lo dicho de que "los Soviets se vuelven meros engranajes de la máquina", aparentemente los autores del documento piensan que han hecho un análisis profundo añadiendo la palabra "meros". Pero como lo explica Lenin, no hay nada de "mero" en esto. Dice muy claro que si bien, por un lado "el Partido, se puede decir, incorpora a la vanguardia del proletariado, y esta vanguardia ejerce la dictadura del proletariado", al mismo tiempo, las funciones de gobierno "deben realizarse a través de instituciones especiales que son, así mismo de nuevo tipo, a saber, los Soviets". ("Los sindicatos, la situación actual y los errores de Trotsky", OCL,tomo 34, p. 288) Los autores del documento del CCR citan estas palabras de Lenin pero no entienden su significado; aparentemente les disgusta tanto la palabra "engranajes" que les importa poco lo que dice Lenin de que los Soviets cumplen las funciones de gobierno y que son "instituciones especiales" de "un nuevo tipo" (nota: no son las mismas viejas instituciones de la sociedad burguesa; representan una forma radicalmente nueva del poder estatal y cumplen las funciones de gobierno). ¿Cómo, y con qué perspectiva, es posible perder de vista el significado histórico de esto?

Es cierto que Lenin dice francamente que "en todos los países capitalistas (y no sólo en nuestro país, uno de los más atrasados) el proletariado está aun tan dividido, tan degradado y tan corrompido en algunas partes (por el imperialismo, en algunos países) que una organización que englobe el conjunto del proletariado [aquí Lenin se refiere en particular a los sindicatos] no puede ejercer directamente la dictadura del proletariado. Sólo puede ejercerla la vanguardia, que concentra la energía revolucionaria de la clase". ( ibid , p. 289) Y luego Lenin hace la declaración tan famosa (y atacada): "El conjunto es algo así como un sistema de engranajes" y "No puede funcionar sin una serie de `correas de transmisión' que van de la vanguardia a la masa de la clase avanzada, y de ésta a las masas trabajadoras".

Uno solo puede preguntarse: ¿Qué hay de malo en esto? ¿Dónde, en todo esto, dice que el partido ejerza la dictadura del proletariado y las funciones de gobierno en lugar de las masas? La única oposición que puede haber --y de hecho la que se expresa en este documento del CCR-- es que Lenin recalca la dirección del partido. Cualquiera se puede oponer a esto si quiere --y claro, la burguesía, los mencheviques, socialdemócratas y demás, desde los tiempos de Lenin hasta hoy, se han opuesto encarnizadamente a este papel del proletariado-- pero todo el que se llame comunista y diga que acepta en principio la dictadura del proletariado debe demostrar cómo podrán las masas ejercer la dictadura del proletariado y prevenir la restauración del capitalismo sin el papel dirigente del partido, o sea, sin el papel dirigente institucionalizado del partido. Lo uno es lo otro: reconocer dicho papel dirigente en palabras pero decir que no debe ser institucionalizado,en realidad es lo mismo que negar ese papel dirigente. Más adelante, vamos a ver cómo el documento del CCR intenta mostrar que a las masas les iría mejor sin ese papel (institucionalizado) del partido en el socialismo, y cómo --por fuerza mejor-- falla miserablemente.

Para poner la relación entre el papel de los Soviets (y otras organizaciones de masas) y el Partido Comunista en una perspectiva más amplia e histórica, es necesario "desmistificar" todo esto un poco. En primer lugar, aunque en un sentido concreto y profundo los Soviets representaron una creación de las masas, no fueron una creación "pura" o puramente espontánea de ellas. Los Soviets fueron el producto de la lucha de clases, en la cual varias fuerzas políticas --los bolcheviques, los mencheviques y más-- ejercían influencia sobre las masas. Y desde su inicio hubo una lucha continua y frecuentemente aguda en los Soviets entre los representantes de varias tendencias, que de fondo representaban los intereses de diferentes clases.

Un punto focal de esta lucha fue la cuestión de cuál era el papel político de los Soviets y en qué procesos debían tomar parte. Para decirlo simplemente, los bolcheviques veían en los Soviets un medio por el cual las masas podían organizarse para derrocar al viejo orden, aplastar la maquinaria del viejo Estado y ejercer la dictadura del proletariado; los mencheviques y demás rechazaban y se oponían a esta interpretación --su manera de ver los Soviets reflejaba su perspectiva pequeñoburguesa-- y cuando dirigieron o influenciaron a los Soviets trataron de convertirlos en organizaciones de masas orientadas hacia programas socialdemócratas y/o anarquistas, en oposición a la toma y ejercicio del Poder estatal por el proletariado. La lucha sobre estas diferencias fundamentales dentro de los Soviets continuó hasta el momento de la insurrección de octubre; y siguió, de diferentes formas, después de la toma del Poder.

Es cierto que poco después de la toma del Poder Lenin reconoció la necesidad de ajustar el papel de los Soviets y su relación con el Partido, lo cual se refleja en las declaraciones de Lenin que cita el documento del CCR. Pero esto se debe ver en el contexto de los acontecimientos concretos del momento, así como con una perspectiva histórica más amplia. Como se ha mencionado anteriormente, se trataba de una situación de guerra civil desesperada, y luego, aun con la victoria de esa guerra, de grandes trastornos, desarreglo y desintegración económica y política. En estas circunstancias, muchos de los elementos más avanzados de los Soviets se habían ofrecido de voluntarios para ser líderes y comisarios del Ejército Rojo, que tuvo que ser creado de la noche a la mañana y lanzarse a la batalla. Otros se movilizaron en frentes de batalla diferentes pero también decisivos: a resolver problemas donde estallaban crisis; a ayudar a la supresión de los contrarrevolucionarios; a administrar la distribución de alimentos, la producción de fábricas, etc.; y a entrar al Partido y fortalecerlo.

El hecho es que para fines de la guerra civil, docenas de miles de trabajadores, soldados y marineros tenían posiciones administrativas de responsabilidad (y esta política de incorporación de las masas avanzadas al aparato estatal seguiría después con la colectivización e industrialización bajo la dirección de Stalin). Pero como resultado de todo esto, muchos de los mejores líderes del proletariado, de visión más amplia, no se incorporaron a los Soviets sino a otras instituciones. Y, junto con esto, hubo un ajuste en la importancia relativa de los Soviets, en comparación con las demás instituciones, especialmente el partido, en la administración de la sociedad y el ejercicio general de la dictadura del proletariado.

A esto es a lo que Lenin se refiere en su tan atacada analogía de los engranajes y correas de transmisión, y en su declaración más general sobre el papel dirigente del partido en el ejercicio de la dictadura del proletariado: Lenin está resumiendo, a partir de la experiencia de aquel período crucial, que no es posible ejercer esa dictadura simplemente a través de los Soviets ni sin la dirección sistemática (institucionalizada) del partido (y demás instituciones y organizaciones de masas). Pero no dice que los Soviets ya no jugarán un papel decisivo; aclara que seguirán cumpliendo las funciones de gobierno. No dice que el partido puede remplazar a los Soviets (ni a las demás instituciones y organizaciones de masas) en el ejercicio de la dictadura del proletariado. No dice que los dirigentes, no las masas, son decisivos en el ejercicio de esta dictadura.****

Continuará


NOTAS:

* La Comuna de París de 1871 fue la primera vez que la clase obrera conquistó el poder. Durante 76 días, del 26 de marzo al 30 de mayo, los trabajadores revolucionarios detentaron el poder en la ciudad de París.

La burguesía francesa acababa de sufrir una derrota a manos de Prusia, un país vecino, y los dos gobiernos conspiraron para desarmar y aplastar a la población rebelde de París. Pero los parisienses se agruparon en torno a la milicia armada (la Guardia Nacional) y pelearon por el poder. El 26 de marzo, un consejo de trabajadores y soldados de toda la ciudad declaró la fundación de la Comuna.

Pelearon con valentía para defender las barricadas; pero además, con las miras en el futuro, llevaron a cabo novedosas transformaciones sociales hacia una sociedad comunista sin clases. Abolieron el servicio militar obligatorio, el ejército permanente y la policía. Separaron la iglesia y el estado, nacionalizaron la propiedad de la iglesia, abolieron el trabajo de noche, anularon los intereses y cancelaron el alquiler. Quemaron la odiada guillotina y abolieron la ejecución por el estado. Los obreros volvieron a abrir las fábricas cerradas por los capitalistas y las manejaron como cooperativas. Abrieron las escuelas a todo el mundo sin matrícula. Tumbaron la Columna Vendome, símbolo de las guerras de agresión de Francia. Anunciaron que los dirigentes de la Comuna no ganarían más que los trabajadores. Dieron la ciudadanía a los inmigrantes y les permitieron participar en el gobierno revolucionario; declararon que "la bandera de la Comuna es la bandera de la república mundial".

En ese entonces la clase obrera no había forjado un partido de vanguardia marxista para dirigir la revolución. Los internacionalistas marxistas todavía eran una pequeña minoría en un mar de tendencias socialistas utópicas y demócratas radicales.

El gobierno francés invadió desde el pueblo cercano de Versalles. Los heroicos combatientes de la Comuna, con muchas mujeres y jóvenes, defendieron la revolución y pelearon calle por calle. Pero el gobierno los derrotó y masacró a docenas de miles de personas.

El fundador del comunismo moderno, Carlos Marx, apoyó la Comuna y la estudió detalladamente. Escribió que siempre se celebrará como un "precursor glorioso" de la nueva sociedad.


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** "A lo largo de esta crítica del documento del CCR, cuando digo que repudia `la experiencia histórica general de la dictadura del proletariado', me refiero específicamente a la experiencia que comenzó con la Revolución Soviética de octubre de 1917. El documento del CCR dice que reconoce ciertos logros de esta experiencia histórica, pero al examinar sus afirmaciones --incluso por su propio peso, sin considerar las implicaciones lógicas de su posición-- se ve que considera que toda esa experiencia tiene un defecto fundamental, y pretende que se adopte una orientación totalmente diferente. También debe decirse que, al oponer la experiencia limitada de la Comuna de París a la experiencia de la dictadura del proletariado desde entonces, en vez de reconocer y subrayar la unidad esencial entre ellas, el documento del CCR en realidad rechaza el espíritu y las lecciones fundamentales de la Comuna de París". -Bob Avakian

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*** Los números de párrafos que aparecen entre paréntesis se refieren al documento del CRC, que se puede encontrar en rwor.org.

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**** El papel de los Soviets --así como de las instituciones revolucionarias y las organizaciones populares en general-- en relación con el proceso de la transformación socialista general de la sociedad a largo plazo es una cuestión muy compleja e importante. Regresaré a ella más tarde, al responder a la afirmación del CCR de que los Soviets "fueron relegados a un segundo plano".-Bob Avakian

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