La convención pro guerra de los demócratas y cómo decirle NO en serio al programa de Bush

Obrero Revolucionario #1248, 8 de agosto, 2004, posted at http://rwor.org

"El señor Kerry está resuelto a pintarse como un líder duro, capaz de lograr más eficazmente las mismas metas que el señor Bush en Irak y en la guerra contra el terror".

Wall Street Journal

La Convención Nacional del Partido Demócrata, que se celebró en Boston la semana pasada, proclamó a los cuatro vientos que hay que continuar la guerra en Irak y la "guerra contra el terrorismo" por todo el mundo hasta conseguir la victoria, y que John Kerry es el mejor candidato para hacerlo.

Y lo hizo sin pelos en la lengua.

Kerry empezó el discurso del 29 de julio, cuando aceptó la nominación, haciendo un saludo militar y diciendo: "Me presento para cumplir mi deber". Anunció que el partido y la campaña presidencial "tienen una sola meta: forjar un país más fuerte y más respetado por todo el mundo".

Afirmó que está listo para iniciar más guerras: "Entiéndanse bien que no vacilaré cuando la situación requiera recurrir a la fuerza". Exhortó aumentar las fuerzas armadas y las redes de espionaje, y controlar más estricta y agresivamente la frontera y la vida nacional.

Día tras día, el circo político manoseó hasta la saciedad todos los símbolos nauseabundos de "fe, familia y patria". Proclamó que la criminal guerra contra Vietnam es un símbolo de "heroísmo", y que las asquerosas medallas que los ex combatientes tiraron al Capitolio con desdén son el mayor mérito de Kerry para tener el poder estatal.

Parecía que se dio un golpe de estado militar en la convención: el miércoles, 12 generales y almirantes endosaron públicamente a Kerry, y el general John M. Shalikashvili (ex jefe del estado mayor) dio un discurso. Al día siguiente, el general Wesley Clark, comandante de las fuerzas yanquis que atacaron a Yugoslavia, lo alabó como futuro "comandante en jefe".

Por su parte, Kerry hizo una promesa sin precedente: en su administración, la opinión de los altos mandos militares tendrá más peso que en la actual administración de Bush.

Hablaron de Bush con tono respetuoso. En el discurso de Kerry, la principal queja contra la camarilla de Bush es que no ha llevado la guerra a la victoria, y especialmente que no tiene un plan para pacificar a Irak tras conquistarlo.

Kerry ha criticado la manera en que la camarilla de Bush se lanzó a la guerra y la justificación para atacar a Irak. Pero en lo fundamental , Kerry y los demócratas prometieron aplastar la resistencia e imponer un gobierno pro yanqui con fuerza militar. ¿Su plan para Irak? Mejorar las relaciones con Francia, Alemania y Rusia y pedirles ayuda para controlar el país. "Sé lo que tenemos que hacer en Irak", dijo. "Necesitamos un presidente con suficiente credibilidad para atraer a nuestros aliados a compartir la carga".

El primer día, el ex presidente Jimmy Carter presentó a Kerry a la clase dominante como el mejor hombre para realizar sus metas internacionales: "Hay discordia entre nuestros aliados, resentimiento por nuestras acciones por todo el mundo y una conflagración en el Medio Oriente", dijo. "La situación exige que John Kerry reavive la guerra global contra el terrorismo".

Justo cuando se han desenmascarado las mentiras con que justificaron la guerra contra Irak, la convención y la campaña de Kerry han reforzado uno de los temas más venenosos de nuestro tiempo: que la ciudadanía de Estados Unidos tiene que darle al gobierno un cheque en blanco para librar una guerra global constante y sin límites, supuestamente en defensa de su "seguridad". Como la guerra contra Irak se ha vuelto un lodazal poco popular, Kerry busca desviar la atención hacia la "amenaza terrorista" y forjar así nuevo apoyo para las guerras futuras.

Después de la convención, está más claro que nunca que Kerry abraza y promueve la cruzada global que el imperialismo yanqui lanzó hace tres años. No es un "candidato pro paz" sino el otro candidato pro imperialista.

Lecciones de democracia estadounidense: Cómo imponer límites políticos

Una y otra vez los voceros del Partido Demócrata dijeron: "Los demócratas hemos forjado una unidad sin precedente". Es una mentira.

El Boston Globe informó el 26 de julio que el 80% de los delegados se han opuesto a la guerra contra Irak desde el comienzo y el 95% se oponen ahora. Una mayoría de ellos (y de los que votan a favor de los demócratas por todo el país) están a favor de retirar las tropas, incluso si no se ha establecido un gobierno títere estable.

Un suceso muy diciente durante la convención: Medea Benjamin, de Global Exchange y CodePink, levantó un letrero que decía: "Alto a la ocupación de Irak". La arrastraron del asiento y la echaron del auditorio. Oyó una conversación entre los organizadores y la policía sobre si debían arrestarla. O sea, ¡expresar oposición a la guerra se consideraba delito!

Como se dice: "¡Así es la democracia!".

¡Piénsenlo!

El Partido Demócrata ha escogido candidatos pro guerra a pesar de que la mayor parte de la población y de su propio partido se opone. Y a pesar de que la gran mayoría de los delegados están a favor de retirar las tropas, NO SE PERMITIÓ decir nada contra la guerra en la convención y casi no se permitió en las calles de Boston.

Además, alabaron a Kerry por ser un padre y esposo tradicional, pero no dijeron nada sobre los gays ni su derecho de casarse. Kerry proclamó que Estados Unidos debe estar "del lado de dios" y que la vida comienza al momento de la concepción, y no permitieron que nadie dijera nada en contra de la "guerra cultural" de los fundamentalistas, que buscan imponer la moral fascista como religión oficial.

Kerry habló un poco de la necesidad de respetar la Constitución, pero no condenaron el campamento de Guantánamo, la tortura del penal Abu Ghraib, las redadas de inmigrantes ni el encarcelamiento de "terroristas" sin juicio ni acusación.

La convención no se desvió del tema principal de guerra e imperio, y no se opuso al avance de la extrema derecha. No ofreció nada muy diferente del programa de la camarilla de Bush.

El veneno de "cualquier candidato menos Bush"

"No digamos mentiras porque se está haciendo tarde".

Bob Dylan, "All Along the Watchtower"

Millones de personas esperaban que votar por los demócratas sería una manera de protestar contra el extremismo de hoy. Muchos apoyaron a Howard Dean cuando condenó la guerra contra Irak y la Casa Blanca de Bush. Otros respondieron a las campañas de Dennis Kucinich y Al Sharpton, porque prometieron representar una posición antibélica y progresista "hasta la convención".

¿Y con qué resultado? Una convención pro guerra donde la oposición no dijo ni pío.

Kucinich pidió que sus delegados aceptaran el programa pro guerra. ¡Ante la convención habló repetidas veces de la unidad del partido, pero no dijo nada sobre retirar las tropas de Irak! Dean ni siquiera mencionó a Irak. Sharpton les aconsejó a los negros que la única opción es apoyar a los demócratas: "Nunca nos dieron la tierra y la mula que nos prometieron [después de la guerra de Secesión --OR], así que decidimos subirnos al burro [símbolo del Partido Demócrata -- OR]", dijo. Pero esa vergonzosa y lastimosa posición lleva al fango.

Los delegados de Kucinich, Dean y Sharpton no se opusieron al programa ni se salieron de la convención como protesta.

La estrategia de mantenerse leal al proceso electoral y trabajar dentro del partido para "jalar a Kerry y los demócratas hacia la izquierda" ha fracasado totalmente. Los que apoyaban ese callejón sin salida, muchas veces con el sincero deseo de oponerse a la guerra y todo el programa de Bush, quedaron neutralizados. Kerry y sus voceros hablaron en su nombre y afirmaron que todo el partido está "unido como nunca antes" en torno al programa pro guerra y pro imperialista.

No los neutralizó tanto el montón de guardias armados como la falsa ilusión de "cualquier candidato menos Bush".

¿Y si logran de esa manera neutralizar (y atrapar en la campaña pro guerra de Kerry) el descontento de toda la sociedad? ¿Y si logran limitar la "oposición" a Bush a unas quejas sobre cómo librar mejor la guerra global y alcanzar la victoria en Irak?

Al día siguiente de las elecciones, no importa cuál candidato gane, nos dirán que la ciudadanía estadounidense les ha dado un voto para forjar un país "más fuerte", una "patria" más represiva y unas fuerzas armadas más grandes, y para seguir luchando hasta la victoria en Irak.

¡Eso no se puede permitir! Tiene que pasar algo radicalmente diferente. La Convención Nacional del Partido Republicano se acerca. Hay que aprovecharla para desencadenar la potente oposición política que lograron aplastar tan vergonzosamente en Boston.

Es hora de rechazar y condenar los planes de reconfigurar el planeta bajo dominación yanqui, pisoteando a los pueblos, conquistando regiones enteras, estableciendo bases militares, despachando escuadrones de la muerte, imponiendo nuevos gobiernos y exigiendo obediencia.

Es hora de condenar los nuevos poderes policiales, los ataques contra los árabes y musulmanes, y el cambio de las normas jurídicas para permitir que el gobierno arreste y meta a la cárcel a todos los que quiera.

Es hora de condenar la adopción oficial de la moral fascista cristiana y los esfuerzos de colarla en las leyes e imponerla como religión oficial.

Tenemos que aprovechar este momento para iniciar una lucha por el futuro del planeta contra todas las fuerzas que están resueltas a seguir adelante con la campaña de guerra y represión.