La voluntad del pueblo no se ejercerá en estas elecciones

Revolutionary Worker #1257, October 31, 2004, posted at http://rwor.org

Hay un gran problema.

Millones quieren que las próximas elecciones presidenciales sean un punto de viraje crucial en los sucesos mundiales. Pero los mecanismos usuales del sistema han hecho lo imposible por reprimir su voz y sus alternativas.

Como señala Bob Avakian, líder del Partido Comunista Revolucionario, en la charla "Las elecciones: Democracia y dictadura, resistencia y revolución": "Mucha gente quiere que estas elecciones sean un referendo sobre el programa de Bush y en particular sobre el programa de guerra, todo este monstruo de guerra y represión que han desatado. Bueno, estas elecciones, como nos dicen [la prensa y los políticos], efectivamente serán un referendo sobre la guerra, pero no como lo desearíamos nosotros ni mucha gente que quiere votar por Kerry. Serán, como dicen explícitamente, un referendo sobre quién puede ser el mejor comandante en jefe, sobre quién tiene el mejor programa para la supuesta guerra contra el terror". (en audio en inglés en: www.BobAvakian.net)

Vivimos momentos en que se están decidiendo asuntos de suma importancia histórica, en que entrechocan fuerzas potentes y en que son posibles muchos resultados.

Momentos en que grandes sectores perciben que los han dejado al margen: que los mecanismos de estas elecciones y quienes los controlan los han traicionado. En estos últimos meses, han impuesto una sofocante falta de elección en medio del proceso electoral,precisamente cuando millones se han apasionado por la política, muchos por primera vez, y han decidido que necesitan influenciar los sucesos mundiales y el futuro aquí y ahora. Millones están viviendo estas elecciones con los ojos abiertos, horror y descontento.

Estos momentos exigen claridad y, con urgencia, una resistencia creativa y masiva, con un conocimiento estratégico de lo que está en juego para la estructura de poder y para el pueblo.

Es un momento en que el pueblo tiene que decirles NO, de modo claro e inconfundible, para que, gane quien gane, no quepa duda de que NO han recibido apoyo popular para su programa de guerra y represión y que el pueblo está resuelto a derrotarlo.

Y es un momento en que hay grandes oportunidades y gran potencial para plantear una visión seria e innovadora de cambiar el mundo profundamente.

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Al cierre de esta edición, la campaña electoral se acerca a una coyuntura decisiva, que puede llevar a sucesos y peligros inesperados.

El sistema está a punto de escoger a su próximo comandante en jefe.

No se sabe a cuál de los candidatos seleccionarán. Ni siquiera se sabe cómo lo seleccionarán. El resultado lo podrían decidir intrigas y fraudes que todavía no se conocen.

Lo que el gobierno de Bush está dispuesto a hacer para conservar las riendas del poder está claro. Millones todavía están furiosos por la maniobra golpista de la Suprema Corte que le dio la victoria en el 2000. Ahora, cuatro años después, el fraude ya ha comenzado: asustando y frenando a los negros para que no voten en muchos estados, como el estado "clave" de Florida. Las nuevas máquinas de votar electrónicas están listas para "ganar" en lugares donde el margen de diferencia entre los dos candidatos sea mínimo.

Este verano se dieron a conocer "planes de contingencia" para cancelar o posponer las elecciones en caso de un ataque. A mediados de septiembre, el FBI anunció que en el país había "terroristas" planeando un ataque antes de las elecciones, lo que atizó una nueva campaña de miedo y desató nuevos ataques contra ciertas poblaciones inmigrantes. Después el Washington Post (23 de septiembre) informó que las advertencias del FBI no tenían fundamento; pero es posible que la nefasta maquinaria del estado esté preparando otra "sorpresa de octubre" para volver a bendecir al presidente actual.

En las elecciones del año 2000, los republicanos despacharon gente a amedrentar a los que contaban de nuevo los votos en Florida. La derecha se ha fortalecido en los círculos de poder, ha cultivado un núcleo de oficiales en las fuerzas armadas y ha puesto aliados en la Suprema Corte. Igualmente, ha creado un movimiento fundamentalista cristiano (esencialmente un movimiento fascista cristiano) que conforma un segmento cegado y cerrado de la población, que alaba esas mismas cualidades del presidente.

Ya el arzobispo de Colorado proclamó que es "pecado" votar por John Kerry porque apoya el derecho al aborto y la investigación con células madre. La iglesia evangélica le está haciendo campaña a Bush porque es "la voluntad de Dios", y el propio Bush dice que se basa en el instinto y la palabra de Dios, no en la realidad y la razón. Queda por verse cómo esas fuerzas fascistas cristianas —dentro y fuera de las fuerzas armadas— responderían si gana Kerry.

Todavía no se sabe si en las horas finales de estas elecciones saldrá la mano dura, pero ya sabemos que todo el proceso ha sido fraguado y manipulado de punta a punta.

El año pasado, por un tiempito, se habló mucho de Howard Dean, quien criticaba con palabras fuertes a Bush y la guerra de Irak.

Pero el mismo Partido Demócrata y la prensa lo derribaron antes de las elecciones primarias. Anunciaron que no era "presidencial" y que todos debían votar por el senador John Kerry: un tipo que apoyó cuidadosamente la Ley Patriota y votó por darle a Bush poderes de guerra contra Irak.

Bush defiende su invasión brutal e injustificada de Irak, y su guerra general contra el mundo. Por su parte, Kerry afirma que él llevará a la victoria la conquista de Irak y que dejará en libertad a las fuerzas armadas para otros ataques a fin de someter a Afganistán o Irán o Corea del Norte. Los republicanos lo acusan de ser "suave con el terrorismo" y prácticamente traidor, mientras Kerry dice que inclusive si la invasión de Irak fue un error, "ahora hay que terminarla".

Mucha gente no quiere vivir en un nuevo imperio romano, que amenaza y oprime al mundo, y que establece un estado fascista cristiano aquí. Una clara mayoría de las bases del Partido Demócrata quieren una retirada rápida de Irak, pero nada de eso se pudo oír en las discusiones de las elecciones.

¿Y cuál es la alternativa que el sistema ofrece? "Taparse la nariz y votar por Kerry", con la esperanza de que "sirva para algo".

Al examinar todo esto con los ojos bien abiertos, ¡es patentemente claro que la voluntad popular no se ejercerá en estas elecciones!

Alzar la cabeza en un momento histórico

Bob Avakian ha trabajado con tesón para que se pueda extraer algo diferente de este momento... y para que todos alcemos las miras y veamos los medios y las posibilidades de lograrlo.

En "Las elecciones: Democracia y dictadura, resistencia y revolución", examina a fondo la situación actual y las elecciones. Explica por qué Bush y Kerry hacen lo que están haciendo, que los dos se están ofreciendo para el papel de comandante en jefe y representante de los intereses generales de la clase imperialista monopolista de Estados Unidos. También explica por qué dejarnos confinar por la lógica de estas elecciones es muy peligroso para el pueblo.

Esboza los intereses globales estratégicos de la estructura de poder estadounidense, y por qué el programa de Bush tiene la iniciativa hoy; por qué es peligroso esperar que los demócratas se opongan a ese programa; y por qué el pueblo tiene que unirse muy ampliamente para forjar la clase de resistencia que pueda derrotar esta campaña de guerra y represión.

Exhorta a "ponerse el cinturón de seguridad" y emprender un viaje a un futuro diferente.

Sostiene convincentemente que, a pesar de las apariencias, este sistema es caduco y vulnerable; que es posible tumbar su intolerable opresión; y que juntos podemos forjar una nueva sociedad llena del fermento del cambio y la liberación.

Cuando los veredictos oficiales y extraoficiales han proclamado que la revolución más radical es "imposible e indeseable", Bob Avakian ha esbozado una visión creativa e innovadora del proyecto comunista.

En el video de una charla histórica que dio el año pasado, "Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es", el presidente Avakian nos transporta del horror de esta sociedad a un futuro en que valga la pena vivir: de la impotencia impuesta de la democracia capitalista, la inagotable agresión y el odioso racismo de la sociedad estadounidense... a una nueva sociedad socialista gobernada por los oprimidos, una sociedad en que quiera vivir la mayoría de la gente y los millones de artistas e intelectuales, una sociedad en transición a un mundo comunista completamente distinto.

Es vital parar y reflexionar sobre esto... porque ningún otro líder de este país osa hablar de esto; y porque esta audaz visión es sumamente práctica y parte de un análisis dinámico del mundo concreto.

¿Qué pasaría si esta visión y análisis revolucionarios se conectaran hoy con los millones de personas que buscan la manera de oponerse a Bush y a todo lo que representa?

¿Qué pasaría si el DVD de la charla histórica "Revolución: Por qué es necesaria, por qué es posible, qué es" y la charla "Las elecciones: Democracia y dictadura, resistencia y revolución" se oyeran y se debatieran dondequiera que se reúna gente para discutir lo que está pasando en este país?

¿Qué pasaría si artistas y científicos, jóvenes revolucionarios y proletarios revolucionarios bregaran con las preguntas sobre la vida intelectual de la sociedad y el camino al comunismo que plantea la charla "Dictadura y democracia, y la transición socialista al comunismo"?

¿Qué pasaría si la dirección y el análisis del presidente Avakian lograran plantear una alternativa a millones de personas, entre ellas muchas que tienen dudas y no están de acuerdo con esas nuevas ideas radicales? ¿Qué pasaría si una nueva dinámica y una nueva conversación tomaran la iniciativa en la sociedad y el pueblo lograra alzar la cabeza y respirar aire fresco, en vez de tener que "taparse la nariz" y "escoger de dos males el menor"? ¿Qué pasaría si se formaran nuevos círculos para analizar y cambiar el mundo con el método científico y penetrante que Bob Avakian enseña y aplica?

Desde hace décadas nos han dicho que "no se puede hacer nada más es posible". ¿Pero qué pasaría si muchos hacen añicos ese mito y exploran la innovadora visión de la sociedad socialista que ha planteado el presidente Avakian, una visión que defiende los logros históricos del pasado, y abre nuevos caminos para abolir todas las formas de opresión y explotación, y forjar un mundo en que todos queramos vivir: una nueva síntesis radical de cómo el proletariado debe ejercer el poder que él llama "núcleo sólido con mucha elasticidad?". (Vea "Un mundo en que queramos vivir" en la página 6).

¿Qué pasaría si logramos conectar nuestras luchas de hoy con el futuro, como un puente que se extiende de las injusticias intolerables del capitalismo al mundo comunista sin clases y sin opresión?

Si todo esto se entreteje en las luchas y debates políticos e intelectuales actuales, tendría profundas consecuencias y cambiaría la concepción de qué es posible, tanto hoy como desde ahora en adelante.

El presidente Avakian está "trazando el camino no trazado" y planteando un camino que lleva a la revolución, incluso en una superpotencia desbordada como es Estados Unidos hoy. Los que han oído sus charlas saben que la situación se ve muy distinta una vez que uno contempla la posibilidad de tumbar al monstruoso sistema que domina el planeta y crear un mundo radicalmente diferente.

Con su visión detestable y repulsiva, Bush, Cheney, Rumsfeld y los demás de su calaña buscan rehacer el mundo, y la política y economía internacional, de acuerdo a sus intereses, como por ejemplo reconfigurar el Medio Oriente a punta de fusil. Y el pueblo —millones de personas— también tiene que pensar en cómo rehacer el mundo. Incluso si uno no está totalmente de acuerdo con la visión, el método y la orientación del presidente Avakian, es importante que se oiga su exhortación a luchar por extraer un nuevo mundo del trastorno, opresión, cambio y crisis que se avecinan.

Desde esa perspectiva de que se podría forjar un mundo muy diferente, Bob Avakian ha señalado lo importante que es la resistencia HOY: "Una vez más, lo esencial no es si uno vota o no en estas elecciones, sino si todos los que captan el peligro de la situación —el mismo peligro que los hace votar por Kerry y exhortar a votar por él, incluso a sabiendas de lo que es y no es— y captan lo urgente que es, sienten la urgencia de actuar y movilizar a otros a actuar, fuera y más allá del marco de las elecciones, y el proceso electoral, para forjar ahora y continuamente una oposición y resistencia popular potente que no se deje restringir por la política oficial o la noción de que representa la `última palabra’ sobre `la voluntad del pueblo’". ("Para reflexionar mientras uno piensa en Bush y todo lo que representa", OR No. 1254)

¿Qué pasará si NO hacemos esto?

¿Qué pasará si logran confinar nuestro descontento en los cauces de la política oficial y desinflar la idea de que "algo más es posible"?

¿Cuánto se perderá si dejamos que aplasten la indignación y energía del momento si gana Bush?

Si conserva el poder, Bush dirá que la ciudadanía apoya las medidas que tiene planeadas. ¿Lo podemos permitir?

Por otro lado, ¿cuánto se perderá si dejamos que la resistencia popular a Bush y a todo lo que representa se desvanezca con el "suspiro de alivio" colectivo si Kerry gana? ¿Qué pasará si las falsas ilusiones de "ganar un poco de tiempo eligiendo a Kerry" se derrumban y la traición e impotencia paralizan?

¿Se aceptará el mito de "mantener la seguridad de la patria" y se dejará que un nuevo "incidente" sospechoso le permita a los que detentan el poder tomar medidas ilegítimas e imponer nuevas medidas represivas con el pretexto de "peligros" y "emergencia"?

Esto sería un desastre para el futuro y para los pueblos del mundo.

Se está librando una batalla en torno al futuro, abierta y calladamente.

La clase dominante estadounidense, que sueña con gobernar una versión global del imperio romano, está resuelta a reprimir y sofocar todo desafío dentro y fuera del país. A sus ojos, la resistencia es ilegítima, traicionera y "pro terrorista". No le interesa "escuchar" al público y no le importa un comino lo que quiere o necesita la población aquí ni en ninguna parte del mundo.

¡Entendamos bien lo que tienen en mente!

Bush y su camarilla son la vanguardia y símbolo de una cruzada para imponer una dominación mundial yanqui más estricta. Esto requiere guerras, amenazas y operaciones clandestinas para reconfigurar el orden mundial por la fuerza. En el país, hacen trizas los derechos de los ciudadanos, como el derecho a un juicio, a la privacidad y a que no nos espíen ni nos discriminen. y los reemplazan con medidas de corte fascista. Planean establecer un control derechista permanente del gobierno apropiándose de la Suprema Corte, el Congreso, la presidencia y el alto mando de las fuerzas armadas por una generación. Se sabe que si Bush gana las elecciones, no tiene en mente "más de lo mismo" sino nuevas y peligrosas escaladas. Su camarilla cree que no se puede permitir que nada ni nadie obstaculice la dominación global yanqui.

Durante todas las vueltas del circo electoral, Kerry ha dejado en claro que su presidencia esencialmente continuará con el mismo proyecto, aunque tiene fuertes desacuerdos sobre algunos detalles, métodos y el ritmo del programa, y los extremos a que debe llegar en este momento.

Incluso si Kerry gana, grandes sectores de la estructura de poder están en manos de fuerzas abiertamente derechistas que lo presionarán agresivamente a seguir el mismo programa.

Pase lo que pase en estas elecciones, los ejércitos políticos de los fascistas cristianos y los demás derechistas no se dispersarán, y los centros de poder que los financian y dirigen seguirán adelante para obtener todo el poder.

Es una rapiña mundial histórica que entraña grandes riesgos, requiere grandes recursos y moviliza a muchos miles de personas a matar y morir.

¿Pero se podrá sacar algo distinto, algo potente y positivo de este momento histórico? ¿Podrá el pueblo expresar su voluntad fuera de los confines sofocantes de las elecciones y continuar la resistencia, incluso ante mayor represión?

¿Podrá el pueblo actuar abiertamente y en gran escala o se dejará paralizar si los fascistas se roban estas elecciones?

El desenfrenado extremismo de todo esto desencadena grandes fuerzas en contra del gobierno. Se han desenmascarado las mentiras. Se sabe lo que pasó en Abu Ghraib. En Irak la insurgencia ha cobrado más fuerza más rápidamente de lo que se esperaba (y de lo que creía el Pentágono).

En Estados Unidos, e incluso en el ejército, mucha gente empieza a captar que la guerra de Irak no tiene nada que ver con "proteger a nuestros seres queridos y la patria" sino con imperio, ganancias y poder. Muchos temen e incluso odian a los fanáticos religiosos como John Ashcroft y George Bush, que dicen que dios aprueba sus prisiones y bombardeos. y su moral intolerante.

Es palpable que si se deja el futuro en las manos de esa gente, viviremos una pesadilla.

Están chocando dos futuros muy distintos, y el potencial de dos extremos muy distintos se está concentrando en estas elecciones y en lo que pase después. Pase lo que pase en las urnas, tendrá consecuencias enormes. Hay muchísimo en juego para ambos lados, para la clase dominante de Estados Unidos y para el pueblo de aquí y de todo el mundo.

Cuando haya pasado la tormenta de estas elecciones —¡si es que pasa!—, ¿estaremos listos para el futuro?