Propuestas de despedir a todos los profesores "antiamericanos"

Newt Gingrich ataca la cátedra con titularidad

Obrero Revolucionario #1271, 20 de marzo, 2005, posted at rwor.org

El 25 de febrero, el importante pensador republicano Newt Gingrich dio un discurso en el centro conservador American Enterprise Institute. Gingrich, que fue presidente de la mayoría republicana de la Cámara de Representantes, va a postularse a la presidencia en el 2008.

Sus críticas del profesor Ward Churchill y sus comentarios sobre el futuro de la libertad académica se publicaron después en la revista conservadora National Review:

"Ward Churchill es un vil demagogo antiamericano. Tiene derecho a la libertad de expresión y apoyo eso... Sí, debemos darle su libertad de expresión, pero no pagarle. En este país no se necesita la cátedra con titularidad y es absurdo que quitársela sería oprimirlo. Seguro hay 75 fundaciones absurdas que le darían un puesto vitalicio y decenas de estrellas de Hollywood que le harían funciones benéficas. Seguro que Michael Moore haría una película sobre su vida. La pregunta es: ¿qué obligación tiene la sociedad de subvencionar sus enfermedades?... La cátedra con titularidad es un fenómeno del siglo XX pero antes había libertad de expresión. ¿Por qué no proponer una ley que diga que ser antiamericano es justificación para despedirlo?"

Vayamos al grano: Gingrich está proponiendo que el gobierno tenga el poder de correr a los profesores por razones políticas.

Y por supuesto, con el doble lenguaje de los republicanos, dice que eso no amenazará la "libertad de expresión".

Para fundamentar su argumento, Gingrich distingue entre "libertad de expresión" y "titularidad".

La libertad de expresión se refiere al derecho legal de una persona de expresar su opinión sin el riesgo de que el gobierno la arreste o la calle. Se basa en la primera enmienda de la Constitución.

La titularidad, o cátedra vitalicia, protege la libre expresión de los intelectuales. Cuando un profesor llega a esa posición, tiene protección de que lo despidan por lo que diga o escriba.

Establece que las universidades son zonas de investigación y debate doblemente amparadas.

La institución moderna de la cátedra con titularidad viene de la Edad Media en Europa, y específicamente de las importantes luchas de las comunidades universitarias para salvar a sus miembros de la tortura o la muerte en la hoguera a manos del gobierno y las autoridades eclesiásticas. En aquella era de dominio pontificio y monarcas absolutistas, muchas esferas de investigación, como la anatomía humana, la astronomía, la química y la medicina, se consideraban herejía, brujería, subversivas e ilegales. (A Servetus, quien descubrió la circulación de la sangre en el cuerpo humano, lo quemaron en la hoguera en Ginebra en 1553, supuestamente por tener ideas heréticas sobre la Santísima Trinidad).

Ahora, en el siglo XXI, Gingrich propone eliminar la cátedra con titularidad, lo que es un ataque frontal contra la idea de que las universidades sean zonas dedicadas a la investigación y el debate abierto y sin restricciones.

Está apuntando directamente contra el concepto de "libertad académica". Claro, todos los que conocen la vida universitaria saben que hay grilla y presiones (¡pues vivimos en una sociedad de clases!); y la historia del país da muchos ejemplos de intervención del gobierno y la clase dominante para atacar a pensadores y profesores radicales y para suprimir ideas radicales, controvertidas y opuestas al sistema.

Sin embargo, la propuesta de Gingrich implica un cambio drástico de la vida intelectual. Es en esencia un llamamiento a regresar a la Edad Media, cuando el pensamiento legalmente era esclavo de los poderosos.

"Quiero que lo corran"

Unos días después del discurso del American Enterprise Institute, Gingrich salió en el programa de televisión "The O’Reilly Factor". Era unos días antes de que la Universidad de Colorado considerara acusaciones formales contra Ward Churchill, y Gingrich habló de nuevo para aumentar la presión política.

Otra vez, Gingrich pidió el despido de Churchill como profesor por el contenido político de sus escritos sobre el 11 de septiembre. Argumentó que las universidades que reciben fondos del gobierno ("el dinero de los contribuyentes") deben usar criterios políticos al contratar a profesores y para determinar lo que pueden decir (o incluso escribir) públicamente.

GINGRICH (distorsionando lo que escribió Churchill sobre el 11 de septiembre): Comparar con Adolfo Eichmann a las 3100 personas que murieron en el ataque del 11 de septiembre, eso me parece tan infame, tan odioso, tan antiamericano que, en mi opinión, los contribuyentes de Colorado deben dejar de pagarle el salario. Es así de sencillo...

O’REILLY: ¿No sería eso decir al resto del mundo que somos una sociedad opresora, porque si toleramos a una persona como él... fortalece nuestras libertades aquí.

GINGRICH: Puedo tolerar lo que Churchill dice, Bill, pero como contribuyente no quiero pagarle por decirlo. Los contribuyentes no tenemos que pagar el salario de profesores lunáticos que no están educando bien a nuestros hijos. Si dice en una clase a los jóvenes de Colorado que los americanos que murieron en un ataque terrorista son como Adolfo Eichmann, quiero que lo corran. ¿Por qué quieres que una persona así reciba dinero de los contribuyentes?

O’REILLY: No estoy seguro que...

GINGRICH: Bueno, si una universidad privada quiere darle empleo, está bien, que lo haga pues.

O’REILLY: No estoy seguro de que dijo eso en clase. Si así fue, entonces estoy contigo. Pero démosles a todos la presunción de inocencia. Eso es de un ensayo que escribió. No tenemos informes de que lleva tal perspectiva extrema a la clase. Si recibimos noticia de que sí, cambiaré de opinión. Pero por ahora...

GINGRICH: Está bien.

O’REILLY: Por ahora, no quiero castigarlo ante los ojos del mundo. Quiero decirle al mundo: lo despreciamos, lo marginamos, para nosotros es un paria, pero no vamos a tomar represalias.

GINGRICH: Bueno, Bill, me asombra tu opinión. No lo estamos aplastando. Simplemente estamos diciendo que...

O’REILLY: No me digas...

GINGRICH:...no debe ganarse la vida... no debe...

O’REILLY: Ya no es decano, ¿y quieres que pierda el trabajo también? Eso sí que es aplastar al señor. No le tengo compasión. Simplemente estoy diciendo la verdad. Si lo echan de la universidad... tú sabes, sería aplastarlo. Pero mira, ¿por qué piensas que universidades como Hamilton o Colorado lo aceptaron en primer lugar?

GINGRICH: Porque la izquierda de Estados Unidos tiene una letanía de odio al país, dice cosas muy viles sobre nuestro país, cosas muy destructivas. Mira la gira de Michael Moore por Europa, condenando a Estados Unidos una y otra vez sin parar, y la izquierda de este país... Es completamente inaceptable hablar así de este país y, por eso, creo que llegó el momento de decir hasta aquí llegamos y que no tenemos que pagar por eso. No estoy pidiendo callarlos. Simplemente estoy diciendo que los contribuyentes no tenemos que pagar a los que digan esas cosas odiosas y viles sobre el país.

O’REILLY: Bueno, tiene cátedra con titularidad. Eso lo sabes. No pueden despedirlo.

GINGRICH: Pero la titularidad es algo artificial inventado a principios del siglo pasado. No tiene significado a largo plazo. No es un derecho constitucional. Si una persona dice lo que dijo Churchill, bueno, si no está dispuesto a retractarlo y pedir disculpas, pues no veo por qué los contribuyentes deban pagar su salario.

O’REILLY: Bueno, el jueves se reúne el consejo rector de la Universidad de Colorado y, por supuesto, seguiremos informándoles.

(La entrevista entera está en la página web de Gingrich, newt.org).

* * * * *

Esta es una muestra de métodos extremos y demagogia extrema. Hay que aprender a reconocerlos y a responder.

La obra e ideas de Ward Churchill, académico y activista con años de estudio sobre el genocidio de los amerindios, quedan reducidas a 30 segundos de amarillismo sobre "Eichmanns" y Churchill se convierte en símbolo del mundo académico (que está bajo ataque).

La importancia de la cátedra con titularidad —y de la investigación imparcial— se rechaza con un gesto de la mano. La libertad de debate se reduce despreocupadamente a un problema de dinero.

Quieren hacer pensar a millones de personas: "¿¡Por qué usan el dinero de mis impuestos para enseñar ideas con las que no estoy de acuerdo?!"

(¡¡Piensen cómo sería el mundo intelectual y científico si ese fuera el criterio!! ¿Qué tipo de teoría de la evolución se enseñaría? ¿Qué tipo de física cuántica? ¿O historia y política? ¿Cómo sería la filosofía? ¿La poesía, el arte o el cine?)

Según Gingrich, el despido de profesores radicales por lo que escriben fuera de la universidad no impedirá la "libertad de expresión" en la sociedad... una noción que, al pensarla por cinco segundos, se ve que es ridícula. De hecho, es lo contrario de la verdad, debido a que ¡impedir la libertad de expresión y de investigación (en particular, las ideas radicales que cuestionan lo establecido) es exactamente su propósito político !

Y Gingrich tiene un objetivo político específico:

Gingrich, líder republicano influyente y estratega legislativo, propone una ley de pruebas de lealtad para los intelectuales de las universidades.

Con el mero hecho de recomendar algo tan extremo, quiere intimidar: a los investigadores y profesores cuyo trabajo desafía la estructura del poder, y a los rectores y administradores que toman la decisión de emplear o financiar a esos pensadores.