Revolución #141, 24 de agosto de 2008
Tortura con pistola Taser por la policía en Estados Unidos
Guantánamo… Abu Ghraib… Bagram, Afganistán… las cárceles clandestinas de la CIA. Estados Unidos opera estos lugares para aplicar terribles dolores mediante el submarino, la brutal humillación de violaciones y abusos sexuales, el aislamiento que destruye la mente y otros horrores contra miles de personas… a nombre de la “guerra contra el terror” que es más bien lo que es la “guerra por un mayor imperio norteamericano”.
En Estados Unidos, la policía ha estado aplicando con mayor frecuencia y de rutina las pistolas Taser —las que ha definido la ONU, Amnistía Internacional y otros organismos como una forma de tortura—, sobre todo contra negros y latinos, y contra personas que participen en protestas y actos de disentimiento.
En junio de 2008, el Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) adoptó las recomendaciones del informe de la corporación RAND, de aumentar la aplicación de la pistola Taser como una alternativa “menos letal” a las armas de fuego. El NYPD encomendó el informe tras las masivas protestas contra el vil asesinato policial de Sean Bell en víspera de su boda en noviembre de 2006. El NYPD ha iniciado un programa piloto en que 520 sargentos tendrán esta pistola en el cinto en actos de patrullaje y no la dejarán en su vehículo, tal como habían estado haciendo.
Una pistola Taser es un arma de electrochoque que dispara aproximadamente 50 mil voltios por medio de dos cordones metálicos, con anzuelos al final, que se incrustan en la piel de la víctima. La pistola puede también aplicarse directamente al cuerpo de la víctima, lo que la policía denomina “aturdir con impulso”. Cuando la pistola se conecte con la víctima, los músculos de esta tiemblan incontrolablemente. Un choque de solamente medio segundo causa intenso dolor. Dos o tres segundos producen desequilibrio y la víctima se desploma. Con ataques de más de tres segundos, la persona se desorienta completamente y puede sufrir parálisis por varios segundos.
El Comité Contra la Tortura de las Naciones Unidas concluyó en noviembre de 2007 que las pistolas Taser constituyen una forma de tortura que puede causar la muerte. Amnistía Internacional registró 291 muertes en Estados Unidos y Canadá, casi todas en los E.U., de personas asaltadas por la policía con pistolas Taser entre junio de 2001 y septiembre de 2007. A.I. tiene documentación sobre “situaciones inquietantes que demuestran que el uso de las pistolas Taser constituye una acción cruel, inhumana y degradante que está absolutamente prohibida por las leyes internacionales”. A.I. reporta igualmente el hecho de que “la gran mayoría de las personas muertas por disparos de pistolas Taser no estaban armadas ni constituían una amenaza de muerte o lesiones severas cuando fueron electrocutadas. En muchos casos no constituían una amenaza significativa de ninguna clase”. De las 291 muertes, A.I. identificó a solamente 25 personas que supuestamente estaban armadas, pero ninguna con un arma de fuego.
Miles de personas en los Estados Unidos han estado sometidas a intenso dolor y lesiones por el uso de pistolas Taser por la policía. Existen miles de videos que documentan estos incidentes a que se pueden acceder en YouTube
Un arma letal
Muchos que murieron lo hicieron después de haber recibido repetidos choques de pistolas Taser. He aquí algunos ejemplos:
• Eric Hammond de Texas murió en abril de 2006 como consecuencia de la aplicación de más de 20 choques de una pistola Taser por policías de Fort Worth.
• Maurice Cunningham de Carolina del Sur murió de arritmia cardiaca después de haber recibido choques consecutivos por 2 minutos y 49 segundos.
• Emily Marie Delafield, una mujer de 56 anos, en silla de ruedas y mentalmente enferma, murió en abril de 2006 después de recibir por lo menos diez choques. La muerte fue atribuida oficialmente a homicidio “justificado” debido a que la víctima había estado actuando supuestamente en una manera confrontacional.
• Glenn Shipman, Jr., un enfermo mental de 50 años de edad de Portland, Oregon, recibió dos choques de una pistola Taser de la policía. La madre de Glenn había llamado a la policía para informarles que su hijo estaba actuando de una manera extraña. Después de incapacitarlo con los choques, lo llevaron a la fuerza al hospital, donde murió 3 días más tarde.
• Robert Dziekanski era un inmigrante polaco que llegó al aeropuerto internacional de Vancouver el 13 de octubre de 2007. Murió en el aeropuerto después de recibir cuatro choques de una pistola Taser de la Real Policía Montada de Canadá. Había estado en el aeropuerto por 10 horas, y durante ese tiempo lo habían sometido a un proceso de aduana muy severo y minucioso. Tenía 40 años y no hablaba inglés, y de acuerdo a un superintendente de policía retirado, que vio el video del incidente, tomado por un testigo, reveló que Dziekanski no parecía estar haciendo ninguna gesticulación amenazadora a ninguno de los cuatro policías.
• Baron Pikes, de 21 años, murió en Winnifield, Luisiana, en enero de este año después que la policía le disparó con una pistola Taser nueve veces. Baron es primo hermano de Mychal Bell, uno de los seis jóvenes negros bajo la amenaza de décadas de prisión por resistir el racismo en Jena, a 64 km de Winnfield (ver “Ejecución por pistola Taser: el asesinato de Baron ‘Scooter’ Pikes por la policía” en este número).
• En abril de este año, Kevin Piskura de Oxford, Ohio, murió después de recibir choques eléctricos de un modelo “más efectivo” de la pistola Taser por solo 10 segundos, cuando estaba protegiendo a un amigo de ser detenido.
Pistolas Tasers en las escuelas y en las manifestaciones de protesta
En las escuelas, la policía ha usado pistolas Taser contra niños por el “crimen” de desobediencia o conducta rebelde. En 2004, los padres de un niño de seis años en Miami demandaron al departamento de policía por haber atacado con una pistola Taser al niño, que había amenazado con cortarse la pierna con un pedazo de vidrio. Dos semanas más tarde, una niña de 12 años de edad fue objeto de un ataque con pistola Taser por no haber concurrido a clases, en el condado de Miami-Dade.
Asimismo, los policías universitarios están armados con pistolas Taser. El 14 de noviembre de 2006, Mostafa Tabatabainejad, un estudiante iraní-norteamericano de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA), recibió repetidos electrochoques de la policía en la biblioteca de la universidad, mientras estaba esposado. Sus gritos angustiosos de dolor salen en un video de seis minutos filmado en una cámara de un teléfono celular y pueden verse en YouTube. Es imposible olvidar (www.youtube.com/watch?v=5g7zlJx9u2E). La policía dijo que fue necesario atacarlo porque se había negado a mostrar su tarjeta de identidad y no quiso salir de la biblioteca cuando se lo ordenaron. Tabatabainejad dijo que se negó a mostrar su identificación porque la chota le aplicaba un perfil racial estereotipado debido a su apariencia mesooriental. En el video, grita: “¡Así es su Ley PATRIOTA! ¡Así es su pinche abuso de poder!”
El 17 de setiembre de 2007, el senador John Kerry habló en el Foro del Día de la Constitución en la Universidad de Florida en Gainesville. Hacia el final de su intervención, en el período de preguntas, Andrew Meyer, un estudiante de 21 años dirigió algunas preguntas a Kerry, incluyendo una en la cual le preguntaba por qué concedió la victoria de la elección presidencial de 2004 a George Bush, cuando parecía haber ganado el voto popular. Apagaron el micrófono de Meyer, y dos policías de la universidad lo inmovilizaron a la fuerza y comenzaron a sacarlo del auditorio. Mientras lo sacaban a rastras, Meyer gritaba: “No me dispares con una pistola Taser, hermano, no me dispares”. Pero de todas maneras los policías le dispararon. Su imploración para que no lo torturaran ha devenido parte de la cultura popular, incluyendo polos con inscripciones y una canción por Mick Jones de Carbon/Silicon y ex guitarrista del grupo El Clash.
En 2003 en varias ciudades, se organizaron manifestaciones de protesta contra el régimen de Bush que estaba preparando la invasión a Irak, en que la policía atacó con pistolas Taser así como con otras armas de represión, como chisguetes de pimiento y balas de caucho y madera. En ese mismo año, otros manifestantes en Miami que protestaban contra el tratado de libre comercio de las Américas fueron objeto de ataques con pistolas Taser. En diciembre de 2007, los manifestantes de Nueva Orleáns contra la demolición de la vivienda pública (multifamiliares) fueron blanco de ataques con pistolas Taser y chisguetes de pimienta
Se usan las pistolas Taser extensamente en los Estados Unidos contra negros y latinos. En Houston, las estadísticas policiales indican que de los casi mil casos de incidentes en un período de 2 años y medio, el 63% de las víctimas eran negros a pesar de que la población de Houston es solamente 25% negra. Entre las víctimas, la documentación oficial establece que el 95% no portaban arma alguna.
Marquez Claxton, portavoz de la organización neoyorquina Cien Negros en Dependencias Policiales de la Ejecución de la Ley, dijo que estaba convencido de que más ataques ocurrirán en el futuro debido a que los sargentos llevan ahora pistolas Taser al cinto. De manera que si alguien es ligeramente beligerante, será blanco de ataques con pistolas Taser. Igualmente si la policía considera que la persona no es suficientemente cooperativa, será blanco de disparos de una pistola Taser”.
Reflexiona sobre esto: todos los meses, la policía neoyorquina “detiene y esculca” a 50 mil jóvenes negros y latinos, por la razón que sea si bien en la mayoría de los casos, sin ninguna razón. (Ver “‘Parar y registrar’: Criminalizar a los de los ghettos y barrios pobres”, Revolución #79, en revcom.us). Menos del 10% de esas detenciones resultan en arrestos. Cada mañana los jóvenes que salen de la casa no saben si la policía los detendrá en el curso del día y correrán la suerte de Sean Bell o Amadou Diallo. En estos días, alientan el uso de un reconocido instrumento de tortura entre los miembros de las fuerzas policiales. ¿Qué clase de sistema institucionaliza el uso rutinario de la tortura por electrocución? Tiene que ser un sistema enfermizo y sanguinario.
El 17 de noviembre de 2006, tres días después de que la policía de la UCLA le disparó a Mostafa Tabatabainejad, aproximadamente 400 personas —estudiantes, profesores, empleados, familiares y miembros de la comunidad— se congregaron en el campus para protestar por el brutal ataque y para proclamar su oposición al clima de terror, intimidación, tortura y represión que siguió al 11 de setiembre. Se enrumbaron a la delegación de la policía de la universidad y se toparon con policías en equipo antimotín. En Winnfield, Luisiana, las gentes marcharon en protesta por la muerte de Baron Pikes, muerto por disparos de una pistola Taser de la policía. Este es el tipo de resistencia decidida que es necesario para combatir la inhumana y perversa brutalidad e injusticias de los gobernantes y sus agentes armados.
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