Revolución en línea, 1 de diciembre de 2008


¿Combatir por Obama?

Recibimos la siguiente carta de un lector

Estimado Revolución,

Al leer la sección titulada “Dejen de pensar como estadounidenses” de la declaración sobre las elecciones [“El día después de las elecciones: La promesa del cambio… Y EL CAMBIO QUE NECESITAMOS”, Revolución en línea, 6 de noviembre de 2008], y al pensar en la manera en que enseñan al pueblo a pensar, me acuerdo en seguida de algo que me pasó en el trabajo como un mes antes de la elección. Yo y otro compañero de trabajo, Pablo, estábamos en la bodega cargando cajas para sacarlas y acomodarlas en los estantes, y empezamos a platicar, bueno más bien nos estábamos quejando realmente, de lo aburrido de esos trabajos sin futuro y lo mucho que los odiamos y cuánto quisiéramos estar en cualquier otro lugar que no fuera esa bodega. Los dos somos puertorriqueños veintiañeros y no terminamos la secundaria.

Pablo decía: “Si nada más pudiera lograr conseguir el equivalente del título de secundaria (GED), pues podría tratar de hacer algo con mi vida”.

Le dije: “Acabo de recibir el mío esta semana en el correo”.

Pablo decía: “Si consigo el GED, me enrolaré en el ejército”.

Boquiabierto, dejé de trabajar. “¿Qué tienes, güey?”, le pregunté. Sabía que él odiaba a Bush y no pensaba que él estuviera a favor de lo que Estados Unidos hace en el mundo: “¿Por qué querrías combatir por este país?”

Pablo no tardó en “corregirme”: “¡No, nunca combatiría por este país!”, soltó. “Pero combatiría por Obama”.

La conversación me sacudió bien duro y me hizo reflexionar profundamente acerca de lo que motiva esta onda obamiana. Antes de eso, lo veía más o menos como: “Bueno, es uno de esos políticos burgueses no más” y “Tus esperanzas se van a ir a pique si te imaginas que él vaya a hacer más que servir a este sistema”. Bueno, es un político burgues y va a servir a este sistema. Pero lo que da más miedo es que, al lograr que las masas lo vean como algo diferente, logrará que ellas sirvan al sistema. Por eso cuando oigo a la gente decir: “Esperemos, a ver qué”, “hay que darle una oportunidad a Obama”, o lo que es más extraño: “Puede que sea el peor judas, pero ¡ha logrado que tanta gente crea de nuevo en el cambio, y eso sí que ha de ser bueno!” No simplemente pienso que son, como dijo Lenin, “víctimas necias del engaño propio y ajeno” por no divisar los intereses de una clase dominante detrás de los latiguillos de Obama. Sí lo son. Pero también pienso en cómo eso afecta a los millones de Pablo en este país. No quieren a este sistema que no les ofrece ningún futuro, y no les beneficia en nada apoyarlo. Pero con este aboroto en torno a Obama, les están dando el mensaje: Vivir y morir por este imperio ahora es una verdadera opción para hacer algo en la vida. No necesitamos nada de eso; como dice la declaración: “¡Dejen de pensar como estadounidenses! ¡Empiecen a pensar acerca de la humanidad!” La revolución ofrece el único verdadero cambio que sería bueno y liberador para la humanidad. Ese mensaje es lo que tenemos que dar y un futuro por el cual de veras vale la pena vivir y morir.

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