Revolución #155, 8 de febrero de 2009


Una conversación sobre el matrimonio de gays

"Se trata de cambiar suposiciones muy profundas…"

El siguiente es de una entrevista que un lector nos mandó.

El día de las elecciones, el 4 de noviembre de 2008, en California se aprobó la Proposición 8 la cual declara ilegal el matrimonio para la gente gay. También se aprobaron proposiciones similares en Florida y Arizona, y se aprobó una medida en Arkansas que prohíbe que parejas gay adopten niños.

Recientemente tuve una conversación con dos amigas íntimas en Massachusets acerca de lo que quiere decir prohibir protecciones legales para las relaciones gay y cómo ven la aprobación de la Proposición 8 y esas otras medidas. Quiero compartir unos pasajes de sus comentarios con los lectores de Revolución.

Gillian: Hace mucho tiempo que estoy trabajando en derechos civiles. Las cuestiones están muy complejas en cuanto a la sexualidad. Mucha gente no entiende la importancia de los derechos civiles basados en la orientación sexual. ¿Cómo se puede llegarle con esto? Esta cuestión está envuelta en la privacidad. La gente piensa, ¿por qué quieren exponer sus asuntos en público? Hay un problema porque las cuestiones de los derechos civiles acerca de la orientación sexual y la autonomía reproductiva [el derecho al aborto] han sido definidas legalmente como derechos de la privacidad. Así se estableció el derecho de la mujer al aborto. Esto lo hace difícil obtener beneficios de los recursos públicos.

Alguna gente piensa que la homosexualidad es “conducta” o “comportamiento”, pero uno sabe que es gay aunque haya tenido una experiencia sexual gay o no. Es lo mismo a las personas que saben que son heterosexuales aunque jamás hayan tenido un novio o una novia. Los hombres no creen que tienen un género, y la gente blanca cree que no tiene un color. Creen que son la “norma”.

En este país la población entiende de manera pésima la sexualidad humana. A la gente le cuestan mucho trabajo varios puntos. ¿Entienden algo sobre una persona gay aparte del acto sexual? ¿Estamos hablando solamente de sexo? Alguna gente tiene creencias religiosas que nunca se les ha cuestionado. Algunos están de acuerdo con la Corte Suprema cuando definió los derechos en Bowers vs. Hardwick, el famoso caso de sodomía en Georgia. La Corte Suprema definió la cuestión así: ¿hay un derecho constitucional a “la sodomía gay”? No se trata de eso. Se trata de: ¿tienen todos los adultos que actúen por libre voluntad un derecho de tener relaciones sexuales en privado? Las leyes sobre la sodomía de Georgia prohibían la sodomía a toda la gente, pero arrestaban y enjuiciaban solamente a los gays. Así que no se trataba de la sodomía gay, pero ¿tiene el estado el derecho de regular la conducta en la habitación? A la mayoría de la gente le sorprendería saber que no hace mucho estaba prohibido el control de la natalidad para toda la población (y ahora se están tomando medidas de imponer esas prohibiciones de nuevo).

Una manera de entender es contar historias.

La mayoría de la gente gay nació en familias heterosexuales, criada en esta cultura como los demás, con las mismas necesidades que los demás. Somos tan diferente a cualquiera como lo es una persona heterosexual. La gente buga [heterosexual] tiene una gama de creencias y opciones variadas, y la gente gay también. Nuestra vida es tan compleja y difícil y nos presenta retos como la vida de cualquiera.

La mayoría de la gente heterosexual nunca tenía que examinar el contenido del matrimonio. Pueden dar por sentado que cuando se enamoren y encuentren a la persona con quien quieren compartir la vida, el estado, la iglesia y su familia los apoyarán. No entienden que estas son opciones, y leyes y medidas que se crearon durante un tiempo. La institución del matrimonio y del “matrimonio sagrado” y la conversación sobre todo esto tienen que seguir cambiando mientras la gente cambie.

Shannon: La gente cree que el matrimonio existió antes de la civilización y que siempre se ha tratado de un hombre y una mujer, que así fueron Adán y Eva y nada ha cambiado desde entonces. No saben lo que el matrimonio realmente es, que surgió al matrimonio solamente para que los hombres tuvieran derechos sobre las mujeres y sobre la procreación. El matrimonio surgió de esto, y la gente lo ha fantaseado y glorificado como una especie de familia nuclear al estilo Papá sabe todo [serie de televisión estadounidense de los años 50 que promovió la familia patriarcal].

Gillian: La poligamia podía haber tenido algún sentido cuando tantas mujeres y niños morían en el parto, y también tenía que ver con consolidar la riqueza. Pero a medida que hayan cambiado las necesidades de la sociedad, así ha cambiado la institución del matrimonio. Solamente mediados del siglo 20, hemos empezado a considerar el matrimonio como una relación de iguales. Antes, aun en Estados Unidos cuando una mujer se casara, perdió su identidad legal independiente, propiedades, hijos. Las mujeres quedaron absortas en la entidad legal de su esposo quien tenía el derecho legal de controlar la propiedad de su esposa y de pegarle y violarla. En la historia había muchas versiones del matrimonio, y en general apoyaron la sociedad patriarcal.

Entonces el movimiento de las mujeres y el movimiento de los gays y las lesbianas lucharon por más autonomía legal, y el matrimonio ha cambiado hasta tal punto que la gente de hace 100 años no lo reconocería.

Tener los mismos derechos a casarse no tiene importancia porque el movimiento de los gays y lesbianas cree que la institución del matrimonio es una cosa maravillosa que nos hará un gran pueblo. Pero es la única manera de conseguir las protecciones legales que apoyan a la persona que te sea más íntima. En Estados Unidos, se ha privatizado todo lo relacionado a la familia: los derechos de los padres, la ayuda para los padres grandes, la propiedad, el permiso de ausencia del trabajo por motivos familiares, el seguro médico, ausencia del trabajo por estar de luto: todas estas cosas están relacionadas con el matrimonio. Esto no tenía que ser así y en muchos países hay más apoyo a la unidad familiar de varias formas: un padre o una madre soltera, el papá que se queda en casa, cosas que no dependen del matrimonio. En este país la asistencia sanitaria y el cuidado de los niños no son fáciles de conseguir ni pagar a menos que estés casado. Estas han sido decisiones de política pública sobre cómo cuidamos a la gente más importante para nosotros, por medio del matrimonio.

Mientras exista esta situación, por pura justicia no se puede negar el acceso a esta institución a la gente gay y lesbiana. Sus relaciones les son tan importantes a ellos y a la sociedad como las relaciones de cualquiera. Mucha gente no entiende esto respecto a los beneficios del matrimonio y cuán fácil es cuidar a las personas que necesitas cuidar una vez que estés casado.

Shannon: Tal vez alguien diga: “¿Y qué? Ustedes no son una pareja heterosexual. ¿Por qué deberían tener esos beneficios también?” Crecí en una familia muy conservadora. Creí que la gente gay no se merecía esos derechos y que yo no me merecía esos derechos siendo gay. Vivía ocultando mi orientación sexual y fuera del radar, creyendo que mi familia me iba a repudiar. ¡Debía haberme dado cuenta que eso hubiera sido una cosa buena! Pero tenía miedo y jugaba un papel neutral. Fue fácil en la universidad porque podía ser responsable, tener un trabajo, cumplir mis obligaciones para con mis padres y mis hermanos, y mi vida no le importaba a mi familia.

Luego, cuando se enfermó mucho mi pareja, me di cuenta de lo que me perdía aunque no dije nada ni lo pedí. En mi trabajo, si otro trabajador tuviera un problema familiar, todos estarían preocupados y le preguntarían, “¿Estás bien?” Nunca mencioné qué pasaba en mi vida y recuerdo que pensaba: “Vaya, qué chévere que la gente esté preocupada”. Fue duro soportar eso, pues yo no contaba con eso.

Empecé a observar a las personas que se casaban, tenían niños y tenían apoyo. No solamente cómo se matan trabajando para tener una boda grande, sino cómo la relación es abierta y hay apoyo de ambos lados. Para mí, con mis novias, si hice algo estúpido y la engañé, nadie se daba cuenta excepto yo y mi novia, y las consecuencias quedaban ocultas. Si hubiera tenido el apoyo de mi familia, quizás alguien me hubiera dicho, “¡Deja de hacerse la boba!” O hubiera habido alguien con quien pudiera hablar y pedir consejos. No hubiera tenido que probar tantas cosas y llevarme tanto tiempo para entender las cosas.

De todos modos, no me importaba mucho porque nunca tenía ni esperaba apoyo. Cuando mi pareja estaba muriendo, yo estaba con ella durante todo, las consultas con el médico, todo. El hospital y los médicos nos eran muy abiertos. Siempre nos veían y trataban como una pareja, y esto me era asombrosamente gentil. Juntas, hicimos planes funerarios y compramos el ataúd, así que el director de la funeraria nos conocía. Un mes después, mi pareja murió en casa, como habíamos esperado y planeado. Las dos teníamos familias sin mucho apoyo, y no las llamamos. En lugar de eso, estaban nuestros amigos más íntimos. Ocurrió en la madrugada, y telefoneé a la funeraria y el director aún no estaba. Me preguntó: “¿Dónde está el familiar más cercano?” Le dije: “Soy yo”. Respondió: “No, tenemos que llamar a un pariente”. Así que tuvimos que hacer muchas llamadas telefónicas y finalmente la enfermera del hospicio intervino y los convenció de venir. Estuvimos tres horas esperando que llegara y se la llevara.

Habíamos hecho todo, todas las cosas responsables para arreglar las cosas y planear. Mi pareja trabajaba para un bufete de abogados y teníamos todo planeado. Debería haber habido toda medida preventiva, y no obstante pasó esto. Esto es real. Puedes soportarlo cuando una persona te insulte, pero algo como esto es importante y no obstante tener que soportar esa clase de discriminación.

Gillian: Ninguna pareja heterosexual enviudada hubiera tenido que soportar eso en ninguna funeraria en este país, que la funeraria se hubiera negado a hablarle.

Shannon: Después, todo eso pasó a un segundo plano. Aún no quería los derechos de matrimonio. Luego, cuando conocí a Gillian y contemplamos casarse, pensaba, no necesitamos esto. Pero luego me cayó el veinte, el porqué es algo importante por lo cual debemos luchar. Tenemos una vida al igual que los demás.

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