Revolución #159, 22 de marzo de 2009


Soplan vientos nuevos en NYU

Estudiantes se toman edificio…sin arrepentimiento frente a la represión…

El febrero 19, decenas de estudiantes ocuparon el tercer piso del centro de estudiantes de Kimmel en el corazón del campus de la Universidad de Nueva York (NYU). Se atrincheraron en las puertas e hicieron 13 peticiones a la universidad, como hacer público el presupuesto y de los fondos donados, representación de los estudiantes en el Consejo Administrativo y, en la estela de la devastadora invasión israelí a Gaza, que NYU done equipo sobrante a la Universidad Islámica en Gaza que fue blanco de los ataques israelíes y que la universidad conceda 13 becas a estudiantes de Gaza (la lista íntegra de exigencias está en www.takebacknyu.com).

NYU es la más grande institución privada sin ánimo de lucro de educación superior en los Estados Unidos. La acción de los estudiantes creó una continua atmósfera politizada en el campus; envió un mensaje a través del país; y fue inspiración para que llegaran mensajes de apoyo de estudiantes y otros de alrededor del mundo.

Retomar a New School
A finales de diciembre del año pasado, los estudiantes de New School, una universidad con varias sedes en la ciudad de Nueva York, ocuparon por 32 horas el edificio de la facultad de Posgrado. Fueron violentamente atacados por los celadores del edificio.
Entre sus exigencias estaba la renuncia del rector Bob Kerrey, cuyo nombramiento inicial como rector en 2002 generó amplias protestas estudiantiles debido al destacado rol en el “Comité por la Liberación de Irak”, una operación de la clase dominante para preparar la opinión pública para la guerra de Irak. La invitación de Kerrey para que John McCain diera el discurso para la ceremonia de graduación de 2006 terminó en protestas, una tumultuosa ceremonia de graduación y un “simulacro de muerte”. Durante la toma reciente, algunos estudiantes y sus simpatizantes coreaban: “Kerrey criminal de guerra, fuera ya”, en referencia a un incidente durante la guerra de Vietnam en 1969, cuando un equipo terrestre, aéreo y marítimo de la Armada dirigido por Kerrey mató a 21 civiles —mujeres, niños y jóvenes y un anciano— durante una misión en Thanh Phong.
La actual demanda por la renuncia de Kerrey se debe a su misión para transformar la escuela en una empresa que genera ganancias. Un líder estudiantil dijo fuera de la ocupación que “la manera de Kerrey de manejar la escuela, con una estructura corporativa desde arriba, deja muy poco espacio a los estudiantes y los docentes para guiar la comunidad de enseñanza de aquí”.

La ocupación —a la que se le unieron algunos otros estudiantes de otras escuelas del área— duró casi 40 horas. En la mañana del 19, mil personas, principalmente estudiantes de las universidades del área en solidaridad con la protesta llenaron las calles afuera del centro Kimmel en el barrio Greenwich Village de Manhattan.

La ocupación del centro Kimmel fue desmontada por la policía de la universidad y la administración cortó la luz y las conexiones de Internet, derribó las barricadas y forzó físicamente a los estudiantes a salir del edificio. Fueron suspendidos inicialmente 18 estudiantes de NYU — un castigo que luego se cambió a un período de prueba académica después de una generalizada indignación incluyendo una carta de protesta firmada por 170 docentes.

La educación corporativa en Estados Unidos

En un foro auspiciado por Libros Revolución en la universidad el 10 de marzo, una estudiante regular de NYU pintó esta imagen del ambiente en la universidad que originó la toma: “La educación se ha vuelto cada vez más corporativa en Estados Unidos y específicamente en NYU y ese es un poder que realmente no se cuestiona y de hecho se acepta en muchas formas”. Dice que se le da a los estudiantes el mensaje que: “Usted es aquí un cliente, usted está aquí para comprar su educación”. Y ella explicó que “Lo que hemos estado tratando de hacer durante esta acción es desafiar esa lógica y desafiar la lógica de que la educación es algo que puede ser comprado por aquellos que pueden, que es una mercancía por la que se puede cobrar precios aceptables y que como clientes no tenemos derechos para exigir que podamos participar en nuestra educación y que podamos opinar en cómo esta funciona. Así desde el comienzo, el propósito ha sido desafiar esa idea y retomar nuestra universidad. Por eso el nombre ‘Retomar a NYU’”.

Otro estudiante de NYU en el mismo foro planteó que “Las metas como la transparencia y responsabilidad no suenan radicales o asombrosas. Así usted podría imaginar que podría obtener responsabilidad y transparencia a través de cosas como peticiones. Pero lo que asombra es que la universidad no quiere ninguna parte de esto”. Relató que cuando un miembro de Retomar a NYU fue elegido para el Consejo estudiantil los administradores literalmente se rieron cuando el grupo planteó los asuntos de la divulgación pública de los fondos donados y del presupuesto.

Contra un muro del arrogante desprecio de la administración, y del rector de la universidad John Sexton (los activistas lo llaman “Ejecutivo General en Jefe”, no rector), los estudiantes empezaron a lanzar protestas de acción directa. En diciembre pasado organizaron un baile de protesta en el vestíbulo de la biblioteca, donde la administración ocupa los pisos superiores. Uno de los estudiantes en el evento de Libros Revolución describió el edificio como “una representación física de la manera en que dirigen nuestra universidad: Tenemos un edificio muy vertical y la administración se sienta en la cima y los estudiantes hacen la mayoría del trabajo literalmente debajo del piso, en el fondo, donde hay solamente luces de neón bien frustrantes e iridiscentes y usted está allá abajo en el fondo y nunca ve a los que están en la cima y nunca sabe que están haciendo y no sabe cómo hablarles y no sabe cómo llegar a ellos. No se permite tomar los elevadores que van a esos pisos”.

El impacto de Gaza

Cuando Israel invadió a Gaza, muchos de los estudiantes activistas a NYU sintieron una tremenda necesidad de actuar. Dos semanas antes de la toma del centro Kimmel, seis estudiantes de NYU junto con otras cuatro personas, se ataron juntos e hicieron una barricada en la entrada a una cena de recepción de $1500 el plato auspiciada por el Comité Estadounidense-Israelí de Acción de Asuntos Públicos (AIPAC) en apoyo a Israel. Después de dos horas fueron arrestadas diez personas y enfrentan cargos criminales. Apoyo para ellos y exigir que los cargos sean derogados es un reto importante.

La inclusión de las demandas en torno a Gaza fue polémico: algunos relatos de los noticieros de los medios destacan a unos estudiantes diciendo que hubieran apoyado esa ocupación excepto por esas demandas. El debate sobre Israel y la relación entre ese país y los Estados Unidos y NYU, la cual tiene una relación especial con la Universidad de Tel Aviv, ha sido parte de la atmósfera politizada de NYU junto con las cuestiones más grandes del rol de la universidad en el mundo.

Un foro reciente en la universidad, “NYU-Universidad de Tel Aviv: Socios en la ocupación”, planteó: “La Universidad de Tel Aviv desde hace mucho ha jugado una parte vital en la ocupación y colonización de las tierras palestinas y pregona orgullosamente a los cuatro vientos su apoyo al ejercito israelí y su rol en diseñar nuevos sistemas de armas con las que Israel libra guerras contra los palestinos. La expansión de NYU a Tel Aviv no es un hecho aislado sino es parte de una visión más grande de convertirse en una ‘universidad global’. Esta visión corporativizada encierra la expansión de la universidad a expensas de poblaciones privadas de los derechos humanos, laborales, económicos y sociales básicos, sean ellos palestinos bajo la ocupación, trabajadores del plantel satelital de NYU en Abu Dabi o trabajadores de la universidad en el corazón de la ciudad de Nueva York. Esta es una visión que por su asociación con la ocupación, la opresión y la autocracia repudia la misión de la educación superior para servir a la humanidad”.

Un reto: “¿Te levantarías con nosotros?”

El espíritu y la actitud representados por la ocupación de NYU y las continuas protestas en el campus son mucho más valiosos dada la capa de hielo de la represión e intimidación que ha descendido sobre las universidades de Estados Unidos particularmente en la estela del 9-11 y como parte de la llamada “guerra contra el terror”, que de hecho es una guerra por imperio. La expulsión del profesor con titularidad Ward Churchill de la Universidad de Colorado por sus controvertidos comentarios en la estela del 9-11 fue un punto toral clave en el embate al pensamiento crítico en las universidades (ver “Ward Churchill Lawsuit Against University of Colorado Begins March 9th” en línea en revcom.us). Joel Kovel, un crítico categórico del sionismo, cuyo libro Overcoming Zionism (Vencer el sionismo) ha sido suprimido, recientemente fue expulsado de la universidad de Bard por sus puntos de vista acerca de Israel, habló en solidaridad con los activistas de NYU el 10 de marzo en un evento de Libros Revolución en NYU.

Los estudiantes de NYU están continuamente encontrando formas creativas para continuar la lucha y lanzar retos a otros. El 12 de marzo una lluvia de volantes de los cuales nadie tomó crédito cubrió el vestíbulo de la Biblioteca Bobst de la universidad. Un volante se leía: “Somos PERSONAS no GANANCIAS”.

Otro tenía este mensaje: “Ha llegado la hora para decir no. No podemos permitirnos estar de brazos cruzados mientras que NYU lucra con nuestra inteligencia, forra los bolsillos de otros mientras nuestro futuro se nos escapa. Las crisis que enfrentamos son tan grandes que no podemos seguir la costumbre de buscar intereses personales. Este es el comienzo del final de ellos y nuestro comienzo. Nos levantaremos encima de su caída. ¿Te levantarás con nosotros?”

Ese es un reto para todo estudiante y para el pueblo en este país en general.

Ver una carta de un lector, “Difundir la revolución y el comunismo en NYC y en New School”.

Busque más cobertura de las protestas estudiantiles en revcom.us.

 

 

From Ike to Mao and Beyond

My Journey from Mainstream America
to Revolutionary Communist
A Memoir by Bob Avakian

(en inglés)

Bob Avakian ha escrito una autobiografía que conjuga tres experiencias: la primera es la de un joven de clase media que crece en la década de los 50 y va a estudiar en una prepa integrada que le sacude el mundo; la segunda es la de un universitario que supera una enfermedad que casi lo mata y se zambulle en el torbellino político de Berkeley en la década de los 60; y la tercera es la de un militante radical que madura como dirigente comunista revolucionario templado. Todo el que piense en el pasado y se preocupe por el futuro... que quiera oír una voz innovadora que combina realismo y humanidad... que esté dispuesto a que le sacudan sus ideas y estereotipos... no se debe perder este libro.
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Pedidos a insight-press.com
Se hallan unos pasajes en español de la autobiografía en línea en:
http://revcom.us/chair_s.htm#memoir

 

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