Revolución #160, 29 de marzo de 2009


El asesinato a sangre fría de Oscar Grant: Qué pasó la noche del primero de enero de 2009

En la madrugada del día de Año Nuevo teléfonos en Hayward y Oakland sonaron: “Despiértate, despiértate: Algo le pasó a los chicos”. Las llamadas iban de ida y vuelta entre las familias de Oscar Grant de 22 años y sus amigos — familias tan cercanas que todas las mujeres se llamaban “tías”. Los jóvenes habían ido a San Francisco a celebrar. “¿Qué demonios pasó?”

La noticia infernal y fatal vino de prisa. Oscar, su amigo de toda la vida, con que habían jugado a béisbol, ido a camping y nadando, estaba muerto. Baleado en la espalda por el agente de la policía de BART Johannes Mehserle.

El asesinato policial, grabado en videos de móviles, conmocionó a la gente. En su estela, el sistema —la policía, sus abogados, el fiscal del distrito, el gobierno de la ciudad de Oakland, BART y los medios de comunicación— han tejido toda clase de explicaciones: el poli asesino fue un novato poco adiestrado; intentó disparar su pistola eléctrica; estuvo asustado; es un racista solitario; fue un error terrible e inexplicable.

Pero los acontecimientos muestran que estas “explicaciones” son mentiras para cubrir la verdad: el asesinato de Oscar Grant no fue un error o un accidente, fue un asesinato a sangre fría. No fue un acto aislado por un poli canalla; fue la culminación de una orgía de brutalidad por una pandilla entera de polis contra un grupo de jóvenes negros que incluyen el perfil étnico y comentarios racistas, amenazas con armas y pistolas eléctricas, asaltos y la detención ilegal.

El sistema no trató las acciones de los polis como excepciones intolerables a lo que deben hacer; en vez, las instituciones del sistema encubrieron y legitimaron esta violencia y dejaron libres a todos los polis menos uno. Todo esto —y la epidemia nacional de brutalidad y asesinato policial— señala la pura verdad que brutalizar, aterrorizar y asesinar a gente oprimida —especialmente a gente negra— es lo que se supone que la policía haga — no “proteger y servir” pero mantener a la gente abajo.

La noche vieja — preparándose para la supresión

Cerca de las dos de la madrugada, la conductora del tren de BART supuestamente dijo por radio que había una pelea en el tren. No vio a ninguno de los individuos involucrados y muchos cuestionarían qué tan mala fue la pelea: ninguna “víctima” se presentó y ningún testigo identificó a un peleador. Algunos dijeron que esto no pasó de empujones y que rápidamente se dispersó. Todos están de acuerdo: el ambiente dentro del tren lleno de bulliciosos se calmó cuando llegó a la estación de Fruitvale, ubicada en una zona proletaria principalmente negra y latina de Oakland.

El poli de BART Tony Pirone, un ex-infante de marina, estaba en el andén e inmediatamente empezó a dirigir su atención a los jóvenes negros y latinos — aunque no tenía ninguna descripción de alguien en la supuesta “pelea”. Cuando cuatro amigos de Oscar bajan, Pirone dejó ir a tres de ellos pero agarró a uno. Luego, gritando y diciendo groserías, Pirone golpeó la ventanilla del tren y les apuntó su pistola eléctrica a dos jóvenes negros —Oscar y su amigo Michael— y les ordenó bajar del tren.

Tan pronto como Michael y Oscar bajaron del tren, fueron golpeados. Pirone embistió a Michael, le agarró del pelo y tiró su cabeza, bocabajo, sobre el concreto, dejó un gran tajo en su nariz. Los amigos de Michael empezaron a gritar: “¿Por qué estás haciendo eso?” “¿Qué hicimos?” Luego Pirone agarró a Oscar y lo empujó contra un muro. Poco después otros polis vinieron y amenazaron a más jóvenes con sus pistolas eléctricas, gritando palabras racistas a los jóvenes, llamándoles hijueputas.

Cuando otros tres amigos de Oscar bajaron del tren también fueron empujados contra el lado del tren por la agente Marysol Domenici que apuntó una pistola eléctrica a cada uno en medio de los ojos.

Otro clip de video, mostrado por televisión semanas después del asesinato, muestra a Pirone pasando de largo rápidamente a Michael, quien estaba esposado y tendido sobre el suelo, al otro lado del andén hacia Oscar, donde le golpeó fuerte en la cara, lo que hizo que a la fuerza se le echara para atrás la cabeza.

Oscar cayó en una posición sentada y se levantó las manos en un gesto de sumisión. Un video muestra que Pirone luego apuntó su pistola eléctrica a todos los tres jóvenes en frente de él. Aunque ningún medio de comunicación lo ha reportado, el video luego muestra a Mehserle golpeando como tres veces al joven sentado al lado de Oscar y después esposándole las manos. Oscar se puso de rodillas, protestando.

Pirone luego empujó la cara de Oscar sobre el pavimento, y aún amenaza con dispararle la pistola eléctrica. Mehserle se sentó a horcajadas sobre la espalda de Oscar, tirando sus brazos atrás. Pirone le clavó la rodilla en el cuello de Oscar. La gente en el tren empezó a gritar: “Eso no se vale. ¡Déjalo ir!” Los testigos oyeron a Oscar gritar de dolor y decirle a Pirone: “Tengo una hija de cuatro años, no me dispares con la pistola eléctrica”.

Oscar y sus amigos estaban bajo el “control de la policía”, no resistían. El video muestra a Oscar yaciendo bocabajo en el suelo con ambas manos detrás de sí, apenas si se podía mover.

Pero Pirone y Mehserle no pararon, se intensificaron. Pirone dice que oyó a Mehserle decirle: “Tony, lárgate. Hágase para atrás”, una declaración escalofriante que representaba una decisión fría y calculada. Mientras que Pirone ya estaba encima de Oscar, Mehserle sacó su pistola y le disparó a Oscar Grant a corta distancia — en la espalda.

Asesinato a sangre fría, encubrimiento a sangre fría

Los abogados de Mehserle sugirieron que este iba a sacar su pistola eléctrica y que cometió una terrible equivocación, mientras que unos expertos de los medios hacen conjeturas sobre el nerviosismo del agente. Eso es absurdo. La pistola eléctrica “X26” dada a los agentes de BART es de plástico y solo pesa 7 onzas. El Sig Sauer que mató a Grant es de metal y pesa 30 onzas sin municiones — cuatro veces más que la pistola eléctrica y al tacto se siente completamente diferente.

Además, los videos en la estación muestran que ni Mehserle ni los otros policías estaban “bajo estrés”, horrorizados o arrepentidos por haber asesinado a Oscar. Mientras los amigos de Oscar, todavía esposados, gritaban a los policías a que ayudara a Oscar, estos les dijeron que “se cierren la pinche boca” y que si no se callaran, no llamarían una ambulancia. Ninguno de los policías movió ni un dedo para darle los primeros auxilios. En lugar de eso, un video los presenta volteándolo, sacudiéndolo, esposándolo y dejándolo desangrarse en el andén del metro.

Los policías no estaban conmovidos ni confundidos: inmediatamente comenzaron a encubrirlo. Ninguno de los policías llamó por radio para dar parte de lo que había pasado. Pirone le ordenó al conductor del tren que saliera de la estación de BART, con lo se llevó a todos los testigos (en lugar de pedirles nombres y datos). Al salir el tren, Domenici corrió tras la gente, amenazándole e intentando coger sus teléfonos y cámaras.

Después del incidente, cinco de los amigos de Oscar estuvieron detenidos en la comisaría de BART por más de seis horas. Fuentes cercanas a las familias dicen que los jóvenes oyeron a la policía de BART riendo y diciendo “esta noche agarramos a uno bueno”.

Todo esto señala la realidad de que tal brutalidad es de RUTINA para estos cerdos, que incluye el posterior encubrimiento y que matar a una persona puede ser motivo de risa y celebración.

¿Y qué de los “superiores”, los mandos de BART, el gobierno de la ciudad de Oakland, las cortes? Los mandos de BART expresan pena por el asesinato, pero sus propias “investigaciones” no hicieron recomendaciones, no han reprendido a ninguno de los policías y sostienen que no hay ningún video de vigilancia de lo que pasó, a pesar del hecho que todas las estaciones y trenes de BART tienen cámaras. El jefe de la policía de BART Gee escribió un memo a sus tropas, explicándoles cómo pueden mandar dinero a Mehserle mientras está en cárcel.

El fiscal del distrito de Oakland no detuvo a Mehserle por casi dos semanas (y lo hizo solo porque la gente se rebeló); Pirone —quien inició la brutalidad que resultó en homicidio y podría ser acusado del delito grave de homicidio— todavía no ha sido detenido. Ni los otros agentes de policía. Y en su primer sumario de “procesamiento”, el fiscal del distrito reitera la versión de sucesos según los policías y repite la declaración de Pirone de que Mehserle pensaba que Oscar trataba de alcanzar su cinturón (o posiblemente su pistola). Oscar Grant no tenía arma.

Las autoridades y los medios han tratado como si fuera normal, nada importante, toda la violencia de la policía antes del asesinato de Oscar. Y en este sistema, la violencia de la policía SÍ ES de rutina y del sistema. Por ejemplo, Oscar y sus amigos: “Estos jóvenes están acostumbrados a ser abordados por la policía”, dice una de las tías, “ha estado pasando desde que tenían trece años”. (Otra madre le enseñó a Revolución unas fotos de las heridas que recibió su hijo después de una golpiza por la policía de Hayward unos años antes, que le rompió los dientes: tuvo que ser tratado en el hospital y también por unas quemaduras de una pistola eléctrica en la espalda.)

Este sistema está mostrando que hará todo lo que pueda para proteger la capacidad de su policía a brutalizar, aterrorizar y matar al pueblo. ¡Ya basta!

Es muy necesario continuar e intensificar las protestas y la investigación periodística independiente del asesinato y el encubrimiento. No podemos permitir este tipo de asesinato descarado sea algo de rutina, justificado ni tolerado.

El 22 de marzo, Libros Revolución y el Club Revolución del Área de la Bahía de San Francisco presentaron un tribunal del pueblo sobre el asesinato de Oscar Grant y la epidemia nacional de la brutalidad policial que juzgó al asesino de Oscar Grant y “todo el maldito sistema”.

El día 23 de marzo es la audiencia preliminar de Mehserle.

Estos dos días son importantes momentos en esta batalla y al cierre de esta edición, se espera una presencia multitudinaria para los dos días.

[Enlaces a videos de los acontecimientos antes del asesinato de Oscar Grant y del propio asesinato están en http://www.ktvu.com/news/18426590/detail.html]

 

 

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