Revolución #165, 24 de mayo de 2009


“Respuesta” de BART al asesinato de Oscar Grant:

Las mentiras descaradas y el encubrimiento para legitimar la brutalidad y el asesinato policiales

Temprano en la mañana del 1º de enero, al menos tres videos de celulares captaron una escalofriante escena criminal: el policía del BART, Johannes Mehserle parado sobre Oscar Grant III, un hombre negro de 22 años de edad. Oscar tirado boca abajo sobre el andén sin ofrecer resistencia en la estación Fruitvale del BART en Oakland, California. Entonces Mehserle sacó metódicamente su pistola y disparó a quemarropa en la espalda de Oscar. Después Mehserle y otro policía empujaban a Oscar con la punta del pie bruscamente levantándolo para darle vuelta sin ningún remordimiento ni chequeando sus signos vitales ni intentaron administrarle primeros auxilios mientras la boca de Oscar se llenaba de sangre y manchaba el pavimento. (Seis horas después Oscar fue declarado muerto en el hospital.)

Estos videos (entre otras evidencias) probaron que Oscar fue asesinado a sangre fría… sin ninguna justificación.

¿Esto significaría que el BART (una agencia y brazo del estado) y el resto de la estructura del poder admitirían la verdad: de que el oficial asesinó a alguien a sangre fría y debería ir a juicio y estar condenado de homicidio en primer grado y así se haría justicia?

¡No! El 3 de abril, después de meses de decirle al público cuánto sentían la muerte de Oscar, después de ofrecer sus “condolencias” a la familia y de prometer que investigarían el asesinato para conocer la verdad, el BART entabló su primera respuesta legal por la demanda de derechos civiles de 50 millones de dólares entablada por la familia Grant. La respuesta del BART es una aún más indignante: culpa a Oscar de su propio asesinato. Por ejemplo la “respuesta” del BART dice: “El difunto Oscar Grant era culpable de mala conducta deliberada y conducta temeraria y sin sentido…”

Sacaron a relucir el asunto de la “pelea”: “El difunto Oscar Grant deliberada y equivocadamente provocó el altercado en que fue implicado y que eso fue la causa de los daños y perjuicios alegadamente sostenidos”.

El BART alega que Oscar atacó al policía Tony Pirone, diciendo que Grant “ilegal, deliberada y equivocadamente sin causa justa ni provocación atacó y golpeó a la persona de Anthony Pirone”.

Increíblemente, el BART alega que los policías necesitaban defenderse y amenazar a Oscar porque si no lo hacían, serían golpeados, lesionados y maltratados”.

De acuerdo al BART los policías actuaron en “defensa propia” y que no hicieron nada malo antes de que Mehserle usara el arma.

Respecto a que Mehserle le disparara en la espalda a Oscar Grant y lo asesinara, el abogado del BART le dijo a los medios que esto no fue intencional: nada más fue una “trágica equivocación” y un “error terrible”.

Cada uno de estas alegaciones son mentiras descaradas, que contradicen los videos de celulares (que muestran la secuencia básica de los sucesos), relatos de testigos oculares y otras evidencias.

• La “pelea” —que la policía del BART ha fraguado una y otra vez con cuentos que empezaron horas después del asesinato de Oscar como justificación para su brutalidad y violencia letal que siguió— fue más una pelea a empujones, descrita por uno de los testigos que habló a Revolución como un “incidente menor” el cual ya había terminado antes de que el tren entrara a la estación. Ningún oficial tenía una descripción de alguien implicado en una pelea, sino que armaron un perfil racial de Oscar Grant y sus amigos negros y latinos. La gente en el tren de BART sacó sus cámaras y empezaron a filmar, no porque hubiera una “pelea” entre los pasajeros sino después de que la policía empezó a empujar y a atacar a los jóvenes.

• Oscar y sus amigos no atacaron a la policía; ¡la policía los atacó… repetidamente! Un video de un celular muestra claramente a Pirone golpeando a Oscar tan fuerte que lo pone de rodillas y le pone sus manos arriba, un ataque que un prominente experto legal que no está implicado en el caso llamó “completamente sin provocación” y “un delito grave”. (Pirone no ha sido arrestado ni culpado de ningún cargo.) Usted puede ver que Mehserle golpea al joven al lado de Oscar. Usted puede ver la policía con sus pistolas Taser apuntándoles a los jóvenes. Usted puede ver a Pirone y a Mehserle encima de Oscar que está boca abajo sobre el andén debajo de al menos unas 400 libras de peso de los policías. Pero en ningún momento se ve a Oscar y a los jóvenes haciendo algo que justifique alguno de esos ataques, para que Mehserle saque su arma y dispare. A través de esta agresión la gente en el tren puede ser escuchada en el video gritándole a la policía que se detuviera, que dejara ir a los jóvenes, diciendo “que ¡eso no es correcto!” (Ver en youtube.com/user/oscargrantjustice el análisis hecho de los videos del asesinato de Oscar Grant en el Tribunal del Pueblo, 22 de marzo del 2009.)

• Los policías dicen que actuaban en “defensa propia”, pero los tres videos muestran el grupo de policías con un control total de los detenidos que estaban sentados, tirados o parados, algunos refrenados por un zuncho de plástico amarrando sus extremidades. Los videos muestran a los policías con sus pistolas Taser desenfundadas, golpeando a Oscar y finalmente muestran a Mehserle disparándole a Oscar mientras está tendido en el suelo con las manos atrás.

• Los videos y la secuencia completa de los sucesos que llevan al disparo y lo que la policía hizo posteriormente muestran que el asesinato de Oscar Grant no fue un error sin intención ni una “trágica equivocación”, sino fue la culminación de una orgía de brutalidad por parte de toda una manada de policías contra un equipo de jóvenes negros que incluía perfiles raciales y comentarios racistas, amenazas con revólveres y pistolas taser, agresiones y detención ilegal y terminó con un asesinato a sangre fría. (Ver “El asesinato a sangre fría de Oscar Grant: Qué pasó la noche del primero de enero de 2009”, Revolución # 160, 29 de marzo de 2009.)

Montando el escenario para blanquear y encubrir… y más asesinato policial

La respuesta del BART voltea la verdad para otro lado. Este es un descarado ataque no solamente en contra de la demanda de derechos civiles de la familia Grant, es también un intento de crear opinión pública antes del juicio criminal del policía asesino Mehserle (ahora pospuesto para el 18 de mayo) promoviendo la mentira de que los policías estaban haciendo su trabajo esa noche y Oscar y sus amigos iniciaron la bronca. Como dijo un orador en una reciente conferencia del BART, esto es como el gastado número de Groucho Marx: “¿A quién le cree usted, al BART, o a sus ojos mentirosos? Todo eso es un intento para allanar el camino para dejar libre a Mehserle o para dejarlo con cargos menores.

Desde el comienzo el BART ha estado tratando de encubrir el asesinato de Oscar Grant. En cosa de horas, antes de que se publicaran los videos de celulares, el BART sostuvo una conferencia de prensa. Después de articular las palabras de “condolencia”, “tragedia” y “lamentable”, el representante del BART dijo la mentira que era obedientemente repetida por los noticieros en la prensa y radio: alguien informó que dos grupos de jóvenes estaban peleando en el tren. Que llamaron a la policía del BART a ir a la estación de Fruitvale y que “empezaron tratando de aislar a los jóvenes que peleaban” y que había “una gran disputa verbal entre dos grupos de jóvenes” y que en medio de esta riña un arma de un oficial se “disparó”. Esta era una “situación volátil”.

El BART encubrió a su policía una y otra vez (además de las violaciones al propio protocolo del BART). Nadie de la policía en la plataforma reportó que hubo un disparo. El BART no exigió una entrevista inmediata con Johannes Mehserle aunque esto fuera requerido (la amonestación de Lybarger) ni lo despidió. La policía del BART se aseguró de que todos los testigos civiles en el tren dejaran la estación antes de que dieran testimonios. El BART trató de suprimir evidencia confiscando los videos, y podrían existir videos que están escondidos. El fiscal del distrito expidió una orden judicial de arresto para Mehserle solo después de que la gente se tomó las calles de Oakland en rebelión y solo después de que Mehserle huyera del estado.

Mientras tanto, el sistema, las cortes y los policías enérgicamente castigan a los manifestantes desplegando cientos de policías en todas las protestas y señalando algunos con graves cargos… antes de que Mehserle fuera arrestado o inculpado. (Ver en inglés: “¡Fuera las manos de David! ¡Anulen los cargos! ¡Detengan el ataque a un joven revolucionario!”, en http://revcom.us/a/162/david_sun-en.html.)

¿Por qué han ido a tales extremos para mentir, encubrir y denegar la justicia? ¿Por qué todas las acciones del BART y de toda la estructura del poder, incluso del presidente Obama que envió condolencias a los cuatro policías de Oakland recién muertos pero no dijo nada acerca del asesinato de Oscar Grant, se confluyeron para legitimar la brutalidad y el asesinato policiales?

Porque todo su sistema descansa sobre la represión violenta del pueblo, en particular los negros y la gente oprimida. La pura verdad es que el sistema arma perfiles raciales contra los jóvenes negros y latinos, los golpea, los brutaliza e incluso los asesina a diario; y que en el caso poco probable de que la policía sea juzgada en la corte por esos asesinatos, casi siempre salen libres. Todo esto y la epidemia nacional de brutalidad y asesinato policiales señalan la pura verdad de que brutalizar, aterrorizar y sí asesinar a los oprimidos, sobre todo la gente negra, es lo que se supone que la policía haga, y no que “proteja y sirva” sino que mantenga al pueblo sometido.

El hecho de que acusaron a Johannes Mehserle de homicidio es el resultado muy raro de una combinación de decenas de testigos, videos de celulares Y porque se dieron protestas decididas de las masas.

Veremos lo que pasa en la audiencia del 18 de mayo. Solamente la resistencia masiva de un creciente número de personas prevendrá que otra injusticia tome lugar.

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