Revolución #202, 30 de mayo de 2010


Ley de Arizona apunta contra los estudios étnicos

Arizona ha aprobado otro reaccionario proyecto de ley, firmado como ley por la gobernadora Jan Brewer el 11 de mayo, que tiene por objeto eliminar los estudios mexicano-americanos y todos los programas de estudios étnicos en las escuelas públicas de Arizona. La HB2281 declara que un distrito escolar o escuela especial en el estado no pueda incluir en su programa de enseñanza ningún curso o clases que incluyan cualquiera de los siguientes:

  1. Promover el derrocamiento del gobierno de Estados Unidos;
  2. Promover el resentimiento hacia una raza o clase de personas;
  3. Está diseñado principalmente para los alumnos de un determinado grupo étnico;
  4. Defiende la solidaridad étnica en lugar del tratamiento de los alumnos como individuos.

Y la nueva ley tiene dientes, cualquier violación de sus disposiciones será sancionada mediante la retención del 10% de los fondos del estado al distrito o escuela correspondiente.

Esta nueva ley viene pisándole los talones a la reaccionaria ley anti-inmigrante de Arizona, SB1070, que legaliza el perfil o etiquetamiento racial, al exigirle a la policía el detener y cuestionar a cualquiera que sospeche que es indocumentado. Esto siguió a un anuncio hecho por el Departamento de Educación del estado de Arizona de que los profesores con fuerte acento deban ser retirados de las clases para los estudiantes que aún están aprendiendo inglés. Muchos han interpretado esto como un ataque hacia los profesores inmigrantes que fueron contratados primero en virtud de un programa para enseñar educación bilingüe, un programa que más tarde fue abolido como parte del clima anti-inmigrante general. Este ataque a los estudios étnicos representa otro ladrillo "en el muro" de una supremacía blanca y chovinismo estadounidense oficialmente aprobados en Arizona, mientras que promueve su difusión en todo el país. Arizona se ha convertido en un campo de batalla feo, y lugar de ensayo, para una nueva era de "Jim Crow" (racismo oficial), reavivando un estatus oficial de segunda clase para el 30% de las personas de Arizona que son latinos.

El autor de esta nueva ley es Tom Horne, superintendente de Instrucción Pública para el Departamento de Educación del estado de Arizona, y candidato republicano para procurador general del estado. Horne no ha mantenido en ningún secreto que la ley está dirigida específicamente a la eliminación de los estudios mexicano-americanos y los programas de estudios étnicos en general del Distrito Escolar Unificado de Tucson (TUSD por sus siglas en inglés). Aproximadamente el 56% de los 55.000 estudiantes del TUSD son latinos, y alrededor del 3% de los estudiantes toman estas clases, que ofrecen un riguroso curso de estudio que les da a los estudiantes calificación de crédito universitario. Pero Horne dijo que la nueva ley le pondrá fin a esto; "prohibiría los estudios La Raza (mexicano-norteamericanos) porque es un curso que está dirigido principalmente a los miembros de una raza, y tenemos testimonios de que éste ha promovido el resentimiento hacia una raza". Y también dijo que la ley pondría fin a otros cursos de estudios étnicos (Arizona Republic, 1º de mayo de 2010).

A los estudiantes "no se les debe enseñar que son oprimidos"

Horne ha sido el abanderado en una campaña de muchos años de duración para acabar con las clases y cursos de estudios étnicos en las escuelas secundarias. En junio del 2007, en el papel membreteado oficial del Departamento de Educación, Horne escribió "Una carta abierta a los ciudadanos de Tucson", que argumenta que el Programa de Estudios Étnicos del TUSD debe darse por concluido. Denunció que "los estudios étnicos en el TUSD enseñan una especie de chovinismo étnico destructivo...". Agregó: "... a los estudiantes se les debe enseñar que ésta es la tierra de las oportunidades y que si trabajan duro, pueden alcanzar sus metas. No se les debe enseñar que son oprimidos".

En otras palabras, a juicio del superintendente de Instrucción Pública de Arizona el propósito de la educación pública es decirles a los estudiantes lo que tienen qué pensar y no permitir que desarrollen la capacidad de ser pensadores críticos. "La Verdad", para Horne y otros como él cuyo punto de partida es la protección y conservación de este sistema, es cualquier conjunto de ideas que corresponda a la consecución de sus objetivos. Lo que se está demostrando ahora en Arizona es que el poder franco dicta qué "discurso" sobre la historia de este país y la realidad de hoy se enseñará — "no hay razón como la del bastón".

La carta de Horne fue más allá, escogió en particular los libros utilizados en el plan de estudios, incluyendo América ocupada: los chicanos y su lucha de liberación por el historiador Rodolfo Acuña, un libro que recibió el premio Gustavo Myers por ser un libro excepcional sobre las relaciones raciales en América del Norte, y se ha utilizado como un texto estándar en el ámbito universitario para el plan de estudios chicanos (mexicano-americano) durante muchos años. Y Horne apuntó también contra el grupo estudiantil MEChA para también atacarlo.

El senador estatal Russell Pearce, autor de la SB1070, destacó este aspecto aún más abiertamente en sus enmiendas a un proyecto de ley en el Senado estatal, la SB1108 —un proyecto de ley que no tenía nada que ver con la educación— aprobada por el Comité de Asignaciones de la Cámara del Senado de Arizona a mediados de abril. Le negaría financiación a las escuelas, incluso las de nivel universitario, cuyos cursos "denigren los valores norteamericanos y las enseñanzas de la civilización occidental", y prohibiría las prácticas de enseñanza que "abiertamente fomenten el disentimiento" contra esos valores, entre ellos "la democracia, el capitalismo, el pluralismo y la tolerancia religiosa". Pearce también puso en la mira a los estudios mexicano-americanos en el TUSD, e incluyo cláusulas que prohibirían grupos estudiantiles como MEChA en cualquier plantel público. El proyecto del Senado habría confiscado libros y materiales didácticos que se consideren "anti-estadounidenses". Pearce también puso en la mira particularmente al libro América ocupada de Acuña, diciendo que equivalía a "sedición". Al parecer, estas disposiciones no llegaron a ser parte de esta ley final, pero que revela el clima general en torno a esta ofensiva peligrosa.

El origen y la importancia de los estudios étnicos

A medida que las luchas de liberación nacional y antiimperialistas de la década de 1960 se desarrollaban y una corriente revolucionaria surgía, una poderosa expresión de eso fueron las duras huelgas de estudiantes que exigían cursos, departamentos y escuelas de estudios étnicos. Mientras los estudiantes de las nacionalidades oprimidas tenían que luchar sólo para entrar en las universidades, lo que enfrentaron al llegar allí fue un sistema educativo que distorsionaba o suprimía los aspectos de la historia y la realidad actual que desafiaban y desmentían los disparates sobre el "brillante ejemplo" de los Estados Unidos, y su "lugar especial" en el mundo. Comenzaron en San Francisco State University en 1968, que vio la huelga más larga de estudiantes en la historia de EE.UU., encabezada por el Frente de Liberación del Tercer Mundo (un esfuerzo conjunto de organizaciones de afroamericanos, asiático-americanos, chicanos y estudiantes de otras nacionalidades). Esa huelga estableció la primera Escuela de Estudios Étnicos.

Los programas de estudios étnicos, que más tarde se ampliaron para incluir estudios sobre la mujer, estudios de género, etc., establecieron un punto de apoyo donde los estudiantes de nacionalidades oprimidas podrían aprender, especialmente por primera vez, y ser parte de descubrir su propia historia, la lucha y la resistencia, y las contribuciones al arte, la cultura, la ciencia, etc. del pueblo negro, los chicanos, amerindios, asiáticos y otros pueblos oprimidos en este país. Esto contribuyó de manera importante a sacar a la luz la verdad de que de fondo la dominación global de Estados Unidos se basaba en el secuestro de millones y millones de personas africanas y su esclavitud en el "nuevo mundo", la destrucción genocida de los pueblos originarios y el robo a través de la guerra del 40% del territorio de México como el inicio de un proceso de conquista que finalmente se extendió por el mundo.

Un elemento esencial en la reafirmación de la supremacía blanca y el patriotismo estadounidense que está en aumento hoy es la necesidad de restaurar esa "versión oficial" sobre Estados Unidos y su "papel especial" como los "buenos" en el mundo. Para estas fuerzas reaccionarias, los programas de estudios étnicos de mexicano-norteamericanos y otros en la escuela secundaria y las universidades son un obstáculo que debe ser eliminado.

El que aquellos que están en el poder en Arizona tengan éxito o no en la prohibición absoluta de los estudios étnicos, el embate reaccionario contra la educación que ahora tiene el sello oficial de aprobación por la nueva ley de Arizona ya está teniendo un efecto paralizante sobre los que son objeto de este ataque, y está teniendo un efecto muy pesado. En las narices de los intentos de ponerlos a la defensiva, los profesores y administradores han negado las acusaciones en contra de sus programas con afirmaciones de que los alegatos son falsos. Ahora cada maestro al entrar en un salón de clases tendrá que enseñar mirando a su espalda, con la elección de la autocensura o correr el riesgo de la intervención del estado por decir la verdad. Es responsabilidad de todas las personas que se opongan enérgicamente a la ofensiva reaccionaria general que está cobrando fuerza en Arizona.

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