Revolución #233, 22 de mayo de 2011


El diálogo de Cornel West y Carl Dix en UCLA:

En la era de Obama...
Terror policial, encarcelamiento,
falta de empleos, educación errónea:
¿QUÉ FUTURO HAY PARA NUESTRA JUVENTUD?

El viernes 29 de abril en el plantel de la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA), se celebró un evento extraordinario: un diálogo entre el profesor de Princeton y el intelectual público que hace reflexionar, Cornel West, y el revolucionario de larga trayectoria y el miembro fundador del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos (PCR), Carl Dix.

El evento atrajo a más de mil estudiantes y otros de la universidad y de la comunidad, y cientos de personas no lograron entrar. Bullía la emoción y las expectativas en el público plurinacional y diverso, una sensación de que algo importante y especial estaba a punto de suceder.

El tema del diálogo —En la era de Obama… Terror policial, encarcelamiento, falta de empleos, educación errónea: ¿QUÉ FUTURO HAY PARA NUESTRA JUVENTUD?— resonó profundamente en muchos de los asistentes. Expresó un sentido de urgencia que las personas tienen sobre el futuro para la juventud de hoy en su conjunto y sobre todo para los millones de jóvenes pobres y oprimidos, y la búsqueda de respuestas a qué hacer al respecto. Y las personas acudieron para escuchar dos puntos de vista presentados por dos pensadores críticos que hacen reflexionar. La presidenta de la Afrikan Student Union [Unión de Estudiantes Afrikanos], quien dio las palabras de apertura, lo expresó bien:

Incluso el título del evento de hoy me puso la carne de gallina al pensar en qué tan importante es la creación de un diálogo en torno a estos temas para nuestra comunidad hoy… Me honra y definitivamente agradezco la posibilidad de tener un diálogo con la participación de dos importantes miembros de nuestra comunidad, Cornel West y Carl Dix.

Un intercambio esperanzador, apasionado y único

De entrada Carl Dix dijo que este diálogo es una conversación que hace mucha falta y está casi completamente ausente en esta sociedad. Y que las conversaciones que se den empiezan por decir que la juventud está hecha un desmadre y terminan por decir “es su propia culpa”. Pero esta noche, “Cornel y yo no vamos a echar la culpa a la juventud por la situación en que los ha metido este sistema. [fuertes aplausos] Tampoco vamos a encogernos los hombros y decir que así son las cosas, no hay de qué hacer. Desde nuestros puntos de vista distintos, vamos a hablar de lo que causa esta situación y lo que hay que hacer y se puede hacer para transformarla.

Ambos ponentes empezaron por tratar la importancia de tener el diálogo en UCLA: Dix explicó que los intelectuales jóvenes presentes siempre han tenido una “gran influencia y una gran responsabilidad” de determinar el futuro rumbo de la sociedad. Señaló el papel crucial que jugaron en los años 60 el Comité Coordinador de Estudiantes No Violentos en el movimiento de derechos civiles y los Estudiantes por una Sociedad Democrática en el movimiento contra la guerra, y que los fundadores del Partido Pantera Negra, Huey Newton y Bobby Seale, eran estudiantes universitarios.

Dix dijo que los estudiantes tratan ideas complejas y “ustedes pueden mirar y ver la brecha entre cómo es el mundo y cómo debe ser”. Como jóvenes, ustedes no están encerrados en la idea que no se puede hacer nada para cerrar esa brecha. Les dijo: “Estoy presente esta noche para decirles que es posible y se debe cerrar esta brecha. También estoy presente para desafiarles a entrarle al movimiento para la revolución que el Partido Comunista Revolucionario está construyendo porque nosotros tenemos por objetivo cerrar esa brecha haciendo la revolución y eliminando este sistema. Así que, ¡manos a la obra!

Dix empezó con una denuncia contundente de algunos de los asesinatos policiales más gratuitos en todo el país, principalmente de jóvenes latinos y negros. Agregó que el programa de “Parar y Registrar” del Departamento de Policía de Nueva York permitió que la policía parara y registrara a más de 600 mil personas en 2010, en el proceso de establecer su “derecho” de tratar a todos los jóvenes negros y latinos como “delincuentes potenciales, culpables hasta que se pruebe lo contrario. Demostró que la encarcelación en asas de los negros, que representó un salto de la población carcelaria general de Estados Unidos de menos de 500 mil en 1980 a más de 2.4 millones en 2008, es un producto de la persecución selectiva sistemática de los negros por el sistema de injusticia penal en su aplicación de las leyes contra la droga. Las cifras ilustran que, si bien los jóvenes negros componen el 15% de los usuarios de drogas, componen el 36% de las personas arrestadas por posesión de drogas y el 63% de aquellos que van a dar a la cárcel.

Sobre este punto y otros temas cruciales, Dix abrió y leyó citas de Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian. Leyó Lo BAsico 2:16, sobre Tyisha Miller, una mujer afroamericana de 19 años de edad que mató a balazos la policía de Riverside, California, en 1998. Así, ofreció una vislumbre del método y el enfoque de Avakian aplicado a cuestiones críticas y qué representa, para la revolución y la emancipación de la humanidad, tener a este líder revolucionario. Y le dio al público un sentido de la importancia de adquirir Lo BAsico como forma crucial de conocer a Avakian y la nueva concepción de la revolución comunista que ha desarrollado.

En cierto momento, Dix se detuvo y dijo que en lo principal, no estaba presente para decirle al público qué tan mal está la situación ni tampoco por qué está tan mal. “Estoy presente esta noche para decirles, principalmente, que las cosas no tienen que ser así”, lo que suscitó muchos aplausos. Explicó la manera en que, mediante la revolución, podríamos crear una manera completamente diferente y mucha mejor en que puede vivir la gente.

Dix procedió a desmenuzarlo, tratando muchas preguntas importantes y buenas que las personas plantean que analizan cómo podría ser posible hacer una revolución: ¿este país es demasiado poderoso y la gente está hecha un desmadre? ¿Cómo sabes que sería mejor la nueva sociedad que se cree? Remitió al público a “Sobre la estrategia para la revolución” del PCR que aparece en Lo BAsico e identificó un par de elementos importantes de esta estrategia. Primero, lo central que es la orientación de “Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución”. Segundo, llevar al pueblo la dirección que tenemos en este movimiento para esta revolución en Bob Avakian y el Partido Comunista Revolucionario que él dirige.

Dix contrastó el enfoque del PCR acerca de la revolución con otras personas que en lo fundamental dejan este sistema intacto, cosas que se expresa, entre otras formas, en la manera en que la gente ve a Obama. Dijo que estas personas están sosteniendo que la gente debe defender a Obama, que Obama es el comandante en jefe de las fuerzas armadas estadounidenses que libra guerras por imperio en el Medio Oriente y que preside e impulsa las políticas de tortura del régimen de Bush. ¿Por qué debemos defenderlo?

Dix también criticó a Obama por el discurso del Día de los Padres en que dijo que “todos estos padres negros están desaparecidos en acción”… sin decir dónde están. "Les diré dónde están. El sistema de injusticia penal ha acorralado a muchos de ellos y los ha almacenado en las cárceles. Por eso, en parte, están ausentes”.

Cerca del fin de su presentación, Dix dijo: “Ahora, tenemos que hablar de la religión”, y se podía oír al Dr. West hablando fuerte: “¡Claro que sí, claro que sí, compañero, claro que sí!” Dix replicó en broma: “Bueno, ¿qué esperabas? Hemos aquí a un comunista y a un cristiano dialogando, ¡tenemos que hablar de la religión!” Dix agregó: “Es posible que te agrade algo de lo que voy a decir”. Primero, criticó a los fascistas cristianos que están movilizando gente en contra del matrimonio de gays. También criticó a los pastores negros que hacen lo mismo y que se oponen al derecho de la mujer al aborto. Mencionó a algunos los pastores negros en Nueva York y Atlanta que trabajan con los fascistas cristianos para poner vallas publicitarias que dice: “El lugar más peligroso para un joven negro está en la matriz de una madre negra”.

Dix agregó: “Sabemos que Cornel no fomenta esa clase de religión, su religión no es asá. De hecho, sus principios cristianos lo inducen a tomar partido con los oprimidos… y por eso, en parte, amó tanto a este compañero”. También dijo: “Y tendemos una mano de unidad a todas las personas religiosas que abordan las cosas así”. Pero Dix dijo que todavía hace falta “¡discutir algunas cosas con la gente!” Dijo que algunas personas creen que el mundo es así debido a la voluntad de dios y eso no es cierto, porque no existe dios. Terminó por decir que existen dos importantes citas de Marx acerca de la religión: que la religión es el opio del pueblo y que la religión es el sentimiento de un mundo sin corazón. Dix dijo que la meta de los comunistas es hacer la revolución y eliminar la explotación y la opresión, de ponerle fin al mundo sin corazón.

Antes de concluir, Dix instó al público a conectarse con este movimiento para la revolución; adquirir Lo BAsico y empezar a conocer de qué se trata esta revolución y suscribirse a Revolución, el periódico del partido. Dijo que otra cosa muy importante es unirse a la resistencia a los ataques que este sistema está lanzando. Habló de la Coalición para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación del 22 de octubre. Dijo que hace falta un movimiento de resistencia al encarcelamiento en masa por motivos raciales. Luego, llamó al público a “traernos las batallas que hay que librar en el plantel en torno a la educación, en torno a la educación a través del estado y por todo el país. Tráigannos esas batallas y hagamos estrategias para impulsar esas batallas. Éntrenle a este movimiento para la revolución; luchen juntos con nosotros; y aprendan más acerca de la revolución en el curso de la lucha”.

Carl Dix concluyó su presentación con una respuesta a la pregunta del título del diálogo: “¡Este sistema no tiene futuro para la juventud, pero la revolución sí!”

Cornel West

Dr. West empezó su ponencia con una declaración rica, texturizada y seria sobre la importancia que él le daba a este diálogo:

Me es una bendición estar aquí. Cuando tenga yo una oportunidad, no sólo de estar en un diálogo, sino de tener mi espíritu refrescado por mi compañero comunista revolucionario, denle otro aplauso, denle otro aplauso. Nosotros hemos hecho varios eventos así, juntos, dos en Harlem, ¿qué no? Y nada más lo estamos llevando por todo el país. ¿Por qué? Porque aunque tenemos desacuerdos, lo crucial que nos decidimos hace tiempo [era] que íbamos a ver el mundo por el lente de las preciosas personas pobres y de la clase obrera del color, cultura o civilización que sea, y aportar una conciencia crítica con un análisis social de las estructuras y las instituciones y a la vez un compromiso fundamental para con la humanidad y la dignidad de la gente común y, de más importancia, el hecho de que hemos estado dispuestos a vivir y estamos dispuestos a morir por lo que creemos. Y eso es crucial. Por eso amo a este compañero. Por eso, juntos, nosotros iremos hasta el final. Tal vez no estemos de acuerdo acerca de todo. Yo seguiré siendo un hombre negro libre amante de Jesús (fuertes vítores), así soy yo… pero tenemos una profunda coincidencia, eso es lo crucial.

En su discurso, West retomó y exploró desde diversos ángulos algunos temas presentados por Dix, a la vez que se centró en otras cosas vitales suyas que le conciernen. También habló de la importancia de tener el diálogo en UCLA, recalcando la necesidad de la contienda y la reflexión crítica para que no “se termine bien adaptado a la injusticia”. Dijo: “Lo que menos necesitamos es que las personas anden por ahí queriendo ser los más inteligentes en el salón pero con cobardía a la hora de decirle la verdad sobre las personas pobres y trabajadoras… personas altamente sofisticadas obsesionadas por sus propios logros y desempeño pero que están bien adaptadas a la indiferencia por lo que respecta a las personas pobres y trabajadoras”.

West puso criterios muy elevados para esta nueva generación, confiado de que ellos podrían alcanzarlos. Les habló del valor que puede ser necesario simplemente para tratar de decir la verdad. Habló de los tantos voceros y líderes que han estado dispuestos a ser comprados por el mayor postor, dándoles a los jóvenes unos ejemplos de las personas “que ya no son suficientemente libres como para decir lo que tienen en la corazón, mente y alma, porque están tan preocupados por su carrera, profesión y esfuerzos de ser aceptados, en lugar de ser mal adaptados”. Dijo: “No me molesta ser mal adaptado. Diré precisamente lo mismo dando clases en City College, en Princeton, si estoy en la Casa Blanca, una casa de adictos a la cocaína crack o en el hogar de mi mamá. Tengo que decir la verdad”.

Habló del “complejo industrial carcelario” y el “Plan Marshall carcelario”, “en que han gastado 312 mil millones de dólares para los penales y cárceles del sistema de justicia penal en los últimos 25 años, pero nos dicen que no hay suficiente plata para la educación; que no tenemos suficiente plata para la vivienda; que no tenemos suficiente plata para los servicios de salud;… para empleos con un salario digno. Pueden ver qué tan torcidas que estén sus prioridades”.

Describió como una vergüenza moral, el hecho de que el 21% de los niños en este país viven en la pobreza. Y como una abominación moral, el hecho de que la cifra es de 39% en el caso de los latinos y 38% en el caso de los negros. En ese contexto, retaba a los estudiantes a preguntarse a sí mismos qué van a hacer con sus vidas.

Habló del impacto de lo que considera la “militarización de la inteligencia”, diciendo: “Bajo George Bush, 45 ataques de aviones no tripulados en ocho años; bajo Obama, 53 en el primer año, 100 en el segundo”. Además, preguntó, qué pasa cuando ataquen los aviones no tripulados… dan en el blanco pero también en la familia… “Pero ¡nosotros no creemos en el castigo colectivo!”

Habló del “Compañero Obama, en la Casa Blanca, bombardeado por intereses corporativos, bombardeado por Wall Street, quien no farfulló ni una palabra sobre la pobreza en su informe ante la nación en enero, la primera vez que un presidente no lo hiciera desde 1948. ¿Ustedes dan crédito? Los negros le dieron  un compañero  el 95% del voto, y casi el 45% de nuestros hijos están batallando con la pobreza y usted no puede farfullar ni una palabra…”

El Dr. West terminó por decirles a los jóvenes del público: “Existe una sola salid: tener el valor de pensar críticamente”. Dijo que ellos tenían que “aprender a ser mal adaptados a una corriente mayoritaria que permanece al nivel superficial”. Agregó: “…las verdades están debajo del discurso superficial; no las encontrarán en un partido republicano de corazón frío y espíritu mezquino, dominado por intereses oligárquicos y plutocráticos, no las encontrarán en un partido demócrata tímido e ineficaz, profundamente cubierto de intereses oligárquicos y plutocráticos”. Los instó a mirar “más abajo”, más allá de lo superficial. Dijo que para eso, se requiere valor y que “existe un déficit de valor en el país, sobre todo en la generación joven, pero la generación joven tiene hambre y sed de tener más que eso”. Dijo que tienen que armarse de valor de pensar críticamente, obtener una posición estratégica que vea al mundo desde la perspectiva de aquellos que está sufriendo. “Y en ese momento, jugársele el todo por el todo”.

Le siguió al diálogo una nutrida sesión de preguntas y respuestas de la cual Revolución informará próximamente.

* * * * *

Los ponentes plantearon puntos a lo largo de la velada que resonaron muy ampliamente en el público en su conjunto. A veces, diferentes sectores del público se inclinaban en diferentes direcciones. De más importancia, uno tenía una sensación de que si estaba presente, ocurría algo muy especial; un ambiente liberador esa noche que el público podría palpar.

Constituía una gran parte del ambiente el aprecio y la compasión que cada orador expresaba hacia el otro. Había un enfoque muy diferente e inspirador hacia el proceso que representó el diálogo entre un hombre negro amante de Jesús y un comunista revolucionario, un proceso que no terminó, y no debería terminar, al final de la velada. Fue un nuevo caldo radical y refrescante de ideas y maneras de ver que se cree un mundo mejor. Así, se abrió la posibilidad de que las personas en el público con diferentes puntos de vista abrazaran a ambos ponentes y tomaran en cuenta sus respectivos puntos de vista y a la vez conservaran los suyos. El público tuvo un sentido de bienvenida, de poder entrar y ser parte de este importante diálogo y hasta contribuir al mismo.

Para muchas personas, el intercambio representó otro marco y enfoque de la manera en que se podría y debería llevar a cabo y continuar esta clase de diálogo. Le dio al público un sentido de una nueva forma en que esta clase de diálogo podría darse, de manera continua. Varias personas expresaron su deseo de hacer algo, de participar. En general, las personas salieron con más ganas, inspiración y deseos de conocer más.

De salida, un hombre dijo:

A mi parecer, el diálogo fue tan inspirador, y ellos crearon un lugar, un ejemplo vivo de la clase de espacios políticos que son tan poco comunes, en que podemos hacer que se cuaje la onda entre los revolucionarios y los radicales y todos aquellos que, según lo que ellos decían, quieren ver un mundo diferente… He asistido a muchos eventos políticos en UCLA. Nunca he visto algo de este calibre y de esta calidad. Me dio mucho orgullo ver cuántas personas [asistieron]… Eso demuestra el potencial. Y demuestra que las cosas no tienen que seguir como son. Si nosotros salimos en la sociedad y hacemos esto, las cosas pueden cambiar radicalmente.

Un estudiante negro de tercer año de UCLA dijo después:

Formidable. Mi segunda impresión es Formidable. Y mi tercera impresión es Formidable. Simplemente me inspiró muy profundamente la tenacidad de los oradores, de Carl Dix y Sr. West. Estimo que Carl hizo un buen trabajo de llevar nuevas perspectivas a la idea del comunismo. A menudo presentan al comunismo como esa cosa radical y nos enseñan a tener miedo de esa clase de revolución, pero creo que él hizo un buen trabajo de presentarlo no sólo a una luz positiva sino también de una manera objetiva, como algo positivo. Así que, sí, me encantó el evento. Me dio mucha inspiración. Eso definitivamente fue la primera vez que lo he escuchado y me dejó muy profundamente impresionado e inspirado. En Estados Unidos nos enseñan a creer la idea del "sueño americano" pero yo creo que dicho sueño es también el sueño capitalista. Y me parece que no tenemos tantas connotaciones negativas acerca del capitalismo como las que tenemos respecto al comunismo".

Un estudiante de posgrado de un programa de bienestar social:

Era increíble. Era bueno tener sus diferentes puntos de vista sobre el tema. Lo disfruté muchísimo… maravillosos, los dos.

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