Revolución #249, 6 de noviembre de 2011


De la intimidación al desafío… Ya ha comenzado un movimiento ALTO al "Parar y Registrar"

El Nuevo Jim Crow acaba de toparse con los nuevos Luchadores por la Libertad

Viernes 21 de octubre de 2011. La gente se ha puesto de pie y ha dicho "¡Basta ya!" al Parar y Registrar, el programa del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD) que a diario hostiga y humilla a nuestros jóvenes.

El NYPD está en camino a parar y registrar a más de 700.000 personas en 2011. Eso quiere decir más de 1.900 personas al día todo el año. Más del 85% de éstas son negras o latinas y más del 90% de éstas no estaban haciendo nada malo cuando la policía las paró. Este año en la Ciudad de Nueva York, la policía parará y registrará a más de 700.000 jóvenes — el primer paso de un viaje que ha encerrado a 2.3 millones de personas en prisión.

Cientos de manifestantes marcharon desde la sede del gobierno del estado de Nueva York en Harlem hasta la comisaría 28, donde la policía arrestó a más de 30 personas en un acto de desobediencia civil no violenta. Este primer acto de la campaña ALTO al "Parar y Registrar" en esta ciudad es parte de una iniciativa para impulsar una resistencia decidida al encarcelamiento en masa. (stopmassincarceration.tumblr.com)

Entre los detenidos figuran: Cornel West, profesor, autor e intelectual público; Carl Dix, Partido Comunista Revolucionario; Rdo. Stephen Phelps, ministro superior interino de la Iglesia Riverside; Rdo. Earl Kooperkamp, rector de la Iglesia Episcopal St. Mary's; Debra Sweet, directora de El Mundo no Puede Esperar; Rdo. Omar Wilks, Iglesia Pentecostal Unison; prof. Jim Vrettos, John Jay College of Criminal Justice; y Elaine Brower, madre de un soldado y de El Mundo no Puede Esperar. Entre los detenidos y los manifestantes había un gran contingente de Ocupar Wall Street. (Ver más información en “Un audaz comienzo del movimiento ALTO al Parar y Registrar”, Revolución #248, 23 de octubre de 2011, que se puede conseguir en revcom.us.)

A continuación presentamos un pasaje de un discurso que dio Carl Dix el 23 de octubre en Harlem, en una reunión para promover la lucha Alto al Parar y Registrar y organizar más actos de desobediencia civil. (Revisado por Dix.)

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Estábamos coreando, no vamos a parar hasta que pongamos un Alto al Parar y Registrar. Hablábamos en serio, pero debemos tener claridad sobre lo que estamos diciendo cuando decimos eso. Porque ellos están muy serios al respecto, no se trata de una política que alguien formuló por error. Esto es muy importante para los tipos que gobiernan a este país. Ven las condiciones en los ghettos y barrios a través de este país. Saben que esas condiciones resultan de la manera en que funciona su sistema. Recuerdan los años 1960 y lo que pasó cuando el pueblo negro se hartó y se puso de pie para luchar contra esas condiciones. Recuerdan cómo eso se prendió como reguero de pólvora y gestó un amplio movimiento revolucionario. Sacudió el sistema. Quieren tener la capacidad de impedir eso esta vez. Una parte de su plan son políticas como parar y registrar, atrapando a nuestros jóvenes en el sistema de injusticia penal con el fin de dejarlos vulnerables y con el sentimiento de que no pueden hacer nada. Los gobernantes de este sistema tienen eso como objetivo concreto. Están practicando una contrainsurgencia antes de que surja la insurgencia.

En Estados Unidos, los negros han sufrido este infierno desde el momento en que el primer africano fue encadenado y transportado como esclavo a estas tierras. Los sometieron a ciertas formas de opresión, pero ésta ha continuado sin freno. La esclavitud es una parte central de la base económica de Estados Unidos y ha engendrado leyes, costumbres y modos de pensar que reflejaban y reforzaban la dominación de los blancos sobre los negros. Todo eso ha seguido empotrado en el propio tejido de la sociedad estadounidense, desde la esclavitud hasta la segregación del Jim Crow y a la actual discriminación oficial, criminalización y encarcelación en masa. Así que nosotros estamos desafiando a algo que es muy serio para los gobernantes de este país, y para nosotros también.

Personas diferentes lo expresa de maneras diferentes. Cornel West dijo: “Yo quiero que los jóvenes sepan que hacemos esto porque los queremos”. Que nosotros no los vemos a nuestros jóvenes como el problema. No los vemos como depredadores para meter en prisión, para dejarse atrapar en el sistema judicial. Ese sentimiento es muy importante. Yo tengo el siguiente enfoque: esos jóvenes tienen que ponerse en pie y unirse a los emancipadores de la humanidad y ser la fuerza que va a eliminar este sistema imperialista y la explotación y opresión que desata sobre la humanidad. No podemos dejar que queden atrapados en el sistema de justicia penal ni que crean que no pueden hacer nada. Tenemos que darles espacio para ponerse de pie, alzar la cabeza y oponerse a lo que les están haciendo, pero además para entender la fuente de todo eso y unirse a la lucha para eliminarlo. Así que lo que estamos iniciando es muy importante.

La situación no tiene que ser así. Mediante la revolución, la revolución comunista, podríamos crear un mundo completamente diferente y mucho mejor, en que los jóvenes no serán objeto de temor y trato de delincuentes, culpables hasta que se prueba lo contrario. En una sociedad revolucionaria en que el poder está en las manos del pueblo, podríamos darles a los jóvenes el entrenamiento y educación y capacitarlos para participar en la construcción de una nueva sociedad. Podríamos incorporarlos al proceso de determinar cómo podría ser la sociedad y el forcejeo sobre cómo administrarla. Desde hace mucho ya es hora de eliminar este pútrido sistema capitalista mediante la revolución porque nosotros podríamos manejar las cosas mejor que estos chupasangres.

Una parte de los preparativos y de estar en posición para esta clase de revolución supone luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución. Lucha por un ALTO al “Parar y Registrar” es parte de ello. No vamos a retroceder fácilmente. Quiero recordar los principios de los años 60 porque tengo la edad para recordar la segregación Jim Crow, el terror de las chusmas de linchamiento que la defendió, así eran las cosas. Baños solamente para blancos, fuentes solamente para blancos, cafeterías; no se podía sentarse en la parte de adelante del autobús, y todo eso. Y simplemente parecía que así eran las cosas. Se creía que no se podía hacer nada al respecto. Pero todos estos jóvenes se subían a los autobuses y decían que no vamos a sentarnos en la parte de atrás. Al carajo eso, ya no lo vamos a soportar. Arriesgaron mucho. Pero eso fue lo necesario para crear la situación en que las cosas podían transformarse.

Tenemos que preguntar: ¿quiénes serán los Viajeros por la Libertad de hoy? ¿quiénes dirán que esto es intolerable, injusto, ya no vamos a soportarlo? Planteo este reto hoy porque si vamos a avanzar, algunas personas tendrán que ponerse de pie y jugar ese papel. Tendrán que decir, yo seré la versión de hoy de los Viajeros por la Libertad, voy a hacer frente a las consecuencias para hacer que algo suceda, para hacer que hagan algo acerca de esto. Tenemos que verlo en la forma en que lo veían los jóvenes de esa generación. Porque si se acuerda algo de los Viajeros por la Libertad, no eran puros negros. Unos jóvenes blancos participaron y no lo hicieron porque tenían que sentarse en la parte de atrás de autobuses, sino porque cuando supieron que debido al color de la piel, las personas estaban sometidas a esos abusos, pues pensaron, no puedo vivir en ese tipo de sociedad. No puedo simplemente sentarme con los brazos cruzados sabiendo que eso está pasando y hacerme el ciego. Tengo que unirme a la lucha para hacer algo acerca de esto. Tengo que estar con estos jóvenes negros que están diciendo que están hartos de esta jodienda.

Así que eso es lo que necesitamos hoy. Necesitamos que algunas personas se pongan de pie y digan, voy a ser la versión de hoy de los Viajeros por la Libertad, y que sepan lo que eso quiere decir. Que vamos a proceder con esta desobediencia civil. Vamos a Brooklyn en una semana y media. Algunos tienen que ser los que hacen esto. Voy a hacerlo con ustedes. No voy a retroceder ni un paso. Pero necesitamos que algunos de ustedes se pongan de pie y digan, voy a hacer esto, me voy a enfrentar a las consecuencias. Eso es muy importante porque nuestro objetivo es ganar esta batalla, poner un ALTO al “Parar y Registrar”, obligar a las autoridades a abandonar esta política — no sirve para nada, es injusta, ilegal e inconstitucional y los seres humanos no deben tener que soportarla. Pero la forma de realizarlo no será simplemente hablar de qué tan mala es, ni presionar a unos políticos o algo así. La acción directa, la acción dramática, lo que hicimos el viernes, tiene que continuar.

Vamos a continuar algo que ya se ha iniciado, que tiene el potencial de crear una situación en que la gente por todo el país está mirando y diciendo, “¿sabes lo que están haciendo en Nueva York? Podemos hacer eso aquí”. Existe la injusticia a través del país. Sin duda negros y latinos son objeto de ataques por todo el país. Tal como el movimiento Ocupar Wall Street se ha extendido como reguero de pólvora, queremos crear las condiciones para que esto se difunda.

Además, tenemos que crear condiciones para que aquí en la Ciudad de Nueva York las iglesias tengan un día de Dar Testimonio, cuando invitan a sus feligreses, o a otros, a que hablen de cómo han sido objeto de los abusos de la policía con su parar y registrar y para decirles que no vamos a ponerles un estigma, a ustedes los queremos, que celebramos su humanidad y estamos con ustedes. Y luego, tras esos días de Dar Testimonio, que las iglesias mismas elijan un día para ir a la comisaría o a la oficina del alcalde, y vamos a llevar a cabo desobediencia civil como parte de ALTO al “Parar y Registrar”. Queremos crear una escena en que los estudiantes universitarios estén formando comités de ALTO al “Parar y Registrar”, realizando acciones en la universidad, coordinando las acciones colectivamente y quizás hasta organizar un día nacional estudiantil para hacerlo. Queremos crear las condiciones en que los abogados, trabajadores sociales y otros grupos de personas están hablando de cómo podrían actuar juntos para hacerlo suyo.

Eso es lo que nos proponemos hacer, porque debido a lo que hemos hecho, se ha abierto una puerta y es muy importante que no dejemos que se cierre esa puerta, porque si esa puerta se cierra, la cosa será peor que antes. Porque en toda la vida se ha dicho que no es posible hacer nada acerca de lo que hace el gobierno. Ahora hemos hecho unas cosas que le han dado esperanzas a la gente y han hecho que les brillen los ojos de que tal vez pudiéramos hacer algo. Pero si lo dejamos amainarse y no continuamos ni cumplimos, pues van a creer que, bueno, sí, al parecer que ellos tenían razón, no se puede hacer nada. Toda mi vida adulta he estado luchando contra la injusticia que vive la gente en Estados Unidos y alrededor del mundo y no quiero ser parte de transmitir ese mensaje. Pero no tenemos que transmitir ese mensaje. Podemos transmitir otro mensaje, el que dice, sí, las cosas no tienen que ser así, sí, podemos ponernos a la injusticia. Sí, podemos hacer algo en contra de los malditos ataques que ellos desatan. Podemos dar ese mensaje saliendo de esta reunión hoy, organizados para llevar adelante esta campaña.

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