Revolución #249, 6 de noviembre de 2011


Ocupar Wall Street, Ocupar Todas Partes

Ataques de la policía… Resistencia valiente… Mucho en juego para el pueblo

De Nueva York a Denver, Oakland y otras ciudades, la policía y las autoridades están lanzando ataques brutales e inmisericordes en contra del movimiento Ocupar, y la gente de los campamentos Ocupar está respondiendo con decisión y resistencia valiente.

En Denver el 29, los policías antimotines dispararon balas de goma y gas pimienta a corta distancia. En Oakland, la policía incursionó durante la noche para destrozar el campamento y arrestó a los que rechazaron irse. El mismo día, tres mil personas volvieron a tomarse las calles, y la policía atacó con granadas aturdidoras y gas lacrimógeno. La policía le pegó un proyectil en la nuca a Scott Olsen, ex combatiente de la guerra estadounidense en Irak, dejándolo lesionado gravemente. Ocupar Oakland ha convocado a un paro el 2 de noviembre. En Ocupar Wall Street (OWS), los departamentos neoyorquinos de policías y bomberos confiscaron todos los generadores potenciados con biodiésel, un día previo a un tormentón de fuertes vientos y nieve. En respuesta a un llamamiento de OWS, el pueblo acudió con cobijas y otros elementos. Las autoridades policiales y municipales también han desatado ataques violentos en Chicago, San Diego, Atlanta, Nashville, Tucson y Providence.

Miles de personas se han puesto en pie, resueltas a desarrollar la protesta y ha rechazado dar marcha atrás. No han temido el arresto en la lucha para expresar furia por su propia situación y además cambiar la situación bajo el actual sistema que causa tanto sufrimiento para el pueblo en Estados Unidos y en todo el mundo. La historia de Miran Istina, 18, en Ocupar San Francisco es un caso emblemático: a la edad de 14 le diagnosticaron leucemia; ella ha estado viviendo de “prestado” desde que la aseguradora de su póliza de salud rechazó autorizarle cirugía para salvarle la vida. Ella cuenta: “Yo ya dejo de ser víctima. El tiempo que me quede lo dedicaré de alma y corazón a este movimiento, no importa lo que requiera”. El movimiento OWS ha afectado a millones en todos los rincones de la sociedad, despertando, animando y entusiasmando, e inspirando y dándole valor al pueblo del mundo para que entre en acción.

OWS, con su osadía y etos cooperativo, está desafiando la dispersión asfixiante de la sociedad, que deja las personas aisladas y solas. Una nueva generación de jóvenes está entrando al quite, responsabilizándose y poniendo un ejemplo. Están sobre el tapete las grandes interrogantes sobre la economía, una estructura de poder opresiva y la naturaleza del capitalismo. Todo eso está suscitando preocupación y consternación en la clase dominante, la que está contraatacando con francos ataques policíacos y esfuerzos de acorralar, encausar y desviar el movimiento.

El valor y decisión del movimiento Ocupar han tocado una profunda fibra sensible en amplios sectores de la sociedad: la NAACP (Asociación Nacional por el Progreso de la Gente de Color), los sindicatos de maestros y enfermeras y otros han manifestado apoyo y condenado la represión policial.

Este gran acontecimiento en la sociedad estadounidense es importante y es crucial que este movimiento continúe, se intensifique y se ponga a la altura de nuevos retos. Mientras el movimiento Ocupar arroja luz sobre las disparidades e injusticias del sistema debajo del cual vivimos, aquellos que están al calor de la lucha están forcejeando, debatiendo y resumiendo algunas lecciones importantes. A continuación nos adentramos en algunas de esas lecciones.

1. Cuando la gente está en plena acción de una lucha campal y enfrenta interrogantes urgentes e inmediatos sobre los próximos pasos a dar, cómo lidiar con necesidades apremiantes y cambios en la situación, es de vital importancia ver todo el panorama y ver la situación en perspectiva amplia a fin de captar la importancia y el contexto de dicha lucha. Es importante reconocer el papel profundamente positivo de OWS y otras acciones del movimiento Ocupar en el mundo actual.

Esta es una sociedad y un mundo repleto de horrores para la abrumadora mayoría de la gente. Por ejemplo: los 3.5 millones de personas en Estados Unidos que recibieron cartas de ejecución hipotecaria en el año el curso, y los 2.3 millones tras rejas en este país, una mayoría desproporcionada de ellos negros y latinos. Miren a los víctimas por todo el mundo de ataques estadounidenses de aviones sin piloto y misiles, y a los que gastan el sudor y pierden la vida, los miembros y la salud en fábricas y maquiladoras de las cuales se ceba la máquina global del capitalismo e imperialismo.

Antes esas realidades, muchas personas han tomado posición con valentía para decir “¡Basta!”. Para muchas, representa un fin de aceptar las cosas así como son. Los jóvenes y otros de todas las edades están luchando no sólo por interés propio sino por un futuro diferente y mejor para todos los que viven bajo la bota de este sistema. Durante el último mes y medio, han ocupado parques y plazas municipales en las “entrañas de la bestia” para manifestar: aquí estamos, aquí nos quedamos y aquí daremos la cara. Han dado grandes ánimos a muchos más — incluyendo los de abajo en Estados Unidos y el mundo, los que no tienen nada que perder más que las cadenas.

Todo aquello es extremadamente importante.

2. Muchos más se solidarizaron con los que se aventaron al principio — electrizando la sociedad. Eso demuestra lo crítico que es que todos los que anhelen un cambio radical tomen posición con la lucha Ocupar. Al mismo tiempo, una lección es que es de vital importancia que los luchadores de los movimientos Ocupar se conecten con otras expresiones importantes de protesta, rebeliones y resistencia.

Fue un avance importante que el movimiento OWS se solidarizara con la lucha contra la opresión semejante al apartheid que subyuga a la gente negra y latina, especialmente los jóvenes. Este movimiento para acabar con la encarcelación en masa (vea en inglés: “Taking the Movement of Resistance to Mass Incarceration to a Higher Level Thru Unleashing Determined Mass Resistance”, de Carl Dix, en revcom.us) se lanzó con osadía el 21 de octubre, siendo arrestados los manifestantes frente una delegación policial en Harlem para exigir un ALTO a la política racista, ilegal y abusiva del Departamento de Policía de Nueva York (DPNY) de parar y registrar a cientos de miles de personas cada año, de las cuales más de 80 por ciento son negros o latinos.

Cuando la gente del OWS se sumó a la protesta de desobediencia civil contra parar y registrar y cuando los luchadores contra Parar y Registrar fueron a apoyar Ocupar Wall Street, se fortalecieron el impacto y la decisión de las dos luchas. Nacen semillitas de que “luchadores en una frente se convierten en luchadores por todos” — y urge que nazcan aún más.

3. La violencia y represión ilegítima policial, cada vez peor, contra el movimiento Ocupar hace más patente que el papel de la policía no tiene nada que ver con “servir al pueblo”. La policía NO es parte de los 99 por ciento sino una parte clave del aparato estatal, y su papel es de reforzar el orden actual — en pro de los intereses del “un por ciento”. Dicho “un por ciento” no es un grupo amorfo de banqueros y financieros multimillonarios, parásitos y corruptos, sino más bien una clase dominante que domina y maneja la política y la economía de esta sociedad.

Al mismo tiempo que la policía, con la autorización de los gobiernos municipales, se ha valido de la violencia organizada contra los campamentos Ocupar, también hemos visto que las autoridades (y los que promueven sus intereses) pretenden contener o comprar el movimiento. Ahí anda gente la que constantemente “aconseja” y obra para que este movimiento presione a los políticos y las corporaciones a hacer una que otra reforma. Promueven el punto de vista de que el verdadero, y realista, éxito de este movimiento sea presionar a un sector u otro de la élite a conceder una que otra concesión. Limitar el movimiento Ocupar a la “política de presionar” equivale a aceptar los límites que el sistema impone — sin tocar este mundo intolerable.

Los que quieren acabar con este movimiento se valen de dos métodos: primero, ocupan la represión abierta del estado y sus capataces armados; y también pretenden acorralar y amansar la lucha aconsejando que se conforme con que le den atole con el dedo. Las dos tácticas van de la mano.

¿Por qué se aferran tanto los de la estructura de poder en acabar con el movimiento Ocupar, de una manera u otra? Les son intolerables las protestas en Wall Street y otras ciudades precisamente porque este movimiento de protesta de masas ha rechazado aceptar los límites de lo que el sistema considera “aceptable”. No soportan que el pueblo se levante en una resistencia decidida para desenmascarar y oponerse a los crímenes y ultrajes que perpetran los de arriba contra el pueblo aquí y en todo el mundo.

También es un hecho que esta situación plantea verdaderos problemas para los meros meros y les preocupa que cuestionen así en grande la legitimidad de su sistema. Cuando las autoridades han atacado los campamentos, y el pueblo se ha mantenido firme, eso ha atraído a más personas y les ha enfurecido contra la violencia oficial. Hay diferencias entre los gobernantes sobre cómo lidiar con los campamentos — al mismo tiempo que ninguno de ellos puede tolerar un movimiento que de muchas formas se sale de los confines de la “protesta de costumbre” y cuestiona el sistema como sistema.

Lo que hemos visto al profundizarse el movimiento y al enfocarse contra el sistema, al ampliar su alcance y conectarse con más gente, al responder a los ataques policiales con más determinación—ha salido más fuerte, ganado más espacio y abierto nuevas posibilidades. Esta es una lección clave para forjar el camino hacia adelante.

4. Una parte clave de la fuerza con que cuenta OWS —y lo que inspira a la gente— es el forcejeo de ideas, el debate y el cuestionamiento respecto las preguntas grandes ante la humanidad. ¿Cuál es la verdadera causa de las desigualdades obscenas y las injusticias desgarradoras en esta sociedad? ¿Cómo entender la verdadera naturaleza del gobierno y la policía? ¿Son fundamentalmente injustas y explotadoras la sociedad estadounidense y sus estructuras políticas y económicas, o se les puede reformar para que sirvan los intereses de la gran mayoría del pueblo? ¿Qué es la verdadera solución de estos problemas profundos ante la humanidad? Estas cuestiones y muchas más se discuten y se miden en la práctica.

Es importante que perdure esta escena tan efervescente de investigación intelectual y contienda de ideas. Ilumina una visión de cómo la gente podría relacionarse en una futura sociedad liberada, y es parte de lo que ha convertido al OWS en una fuerza magnética para muchos en Estados Unidos y a través del mundo. Por medio de semejante efervescencia y debate la gente puede “profundizar y agudizar” el enfoque del movimiento contra este sistema. Llegar al entendimiento más exacto y científico posible de la realidad en cualquier momento dado es de vital importancia para poder cambiar esa realidad según los intereses de la humanidad. Cuando el pueblo se levante en lucha, puede avanzar más entre más aprende de la causa de los problemas, y la solución.

Los comunistas revolucionarios han estado en medio de todo eso, aprendiendo de todos, participando en el proceso de descubrimiento y desenvolviendo un entendimiento de que todos los problemas que tanto enfurecen a las personas tienen sus raíces en el sistema de capitalismo-imperialismo... la naturaleza precisa de ese sistema y cómo se puede y se debe abolir por medio de la revolución comunista... la posibilidad de construir una sociedad socialista totalmente nueva que sirva a los intereses de las masas populares... la existencia de una dirección visionaria para esa revolución, que es Bob Avakian y el Partido Comunista Revolucionario. En todas partes están leyendo el libro Lo BAsico, de los discursos y escritos de Bob Avakian, están viendo la charla Revolución (se puede conseguir en línea en http://revolutiontalk.net) y leyendo el periódico Revolución. Hacer que más personas conozcan, debatan y se adentren en esta visión radical y viable de una revolución y una sociedad liberada es una parte importante de “profundizar y agudizar” el enfoque el movimiento.

Como parte de ello, el Partido Comunista Revolucionario recalca sistemáticamente la necesidad del movimiento para la revolución y su base, y obra sistemáticamente para movilizar concretamente a las personas a contribuir a forjarlo en diferentes maneras. El periódico Revolución tiene un papel importante en todo eso. Ayuda a hacer correr la voz sobre lo que está ocurriendo; ayuda a las personas a conectarse unas con otras y actuar juntas de manera poderosa.

5. El movimiento Ocupar ha atraído a gente y la ha unido de formas nuevas: estudiantes, desamparados, jóvenes negros de las comunidades, gente mayor de los años sesenta, sindicalizados y otros obreros (y muchos más). Gente con diferentes experiencias y puntos de vista sobre el mundo y diferentes enfoques sobre las cuestiones. La suerte de fusión que se da es muy emocionante, especialmente para los que reconocen la división que la sociedad siempre fomenta entre diferentes sectores de la gente. Junto con eso, también hay desacuerdos y diferencias agudos, o contradicciones, en el seno del pueblo.

Estas diferencias en el seno del pueblo no equivalen a las “contradicciones entre el pueblo y el enemigo” — o sea, entre el pueblo de un lado, y los gobernantes, su policía y toda su estructura de estado de otro lado. Puede resultar complicado, porque estos dos tipos de lucha o contradicciones pueden enredarse — en particular cuando el enemigo, de varias formas y disfraces, procura instigar, exagerar y traficar con la lucha entre el pueblo en aras de sus fines antipopulares.

En esta situación, es preciso distinguir entre estos dos tipos de contradicciones y tratar correctamente las diferencias y desacuerdos en el seno del pueblo — desde el punto de vista de los intereses mayores de la humanidad. Como una parte de eso, es necesario establecer y luchar por normas de conducta dentro del movimiento, por ejemplo el no hablar con la policía y no darle información. Estas normas deben reflejar y fomentar la creación de una nueva moralidad y nuevas relaciones en el seno del pueblo — en que las diferencias se solucionen en formas que beneficien al pueblo, sin antagonismos... en que las personas se aprenden unas de otras, al mismo tiempo que debaten sus diferencias con principios... en que hay una lucha consciente contra el racismo y el patriarcado los que reflejan y fortalecen la sociedad opresiva actual.

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El periódico Revolución hace un llamamiento a la gente del movimiento Ocupar y a sus simpatizantes a enviar cartas a este periódico y a contribuir a esta discusión con sus ideas, observaciones y preguntas, con el fin de “profundizar y agudizar” más el enfoque de este movimiento, en pro de los intereses de la humanidad.

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