Revolución #262, 11 de marzo de 2012


Hablando de la pornografía y el patriarcado en una secundaria:

“Nunca lo he pensado así antes”

Revolución recibió la siguiente carta de un estudiante de secundaria:

Durante mi descanso de almuerzo en la escuela, anuncié a mis compañeros de secundaria, muchos de los que me habían comprado una camiseta del DIM [Día Internacional de la Mujer] el año pasado, que pronto llegará el Día Internacional de la Mujer y les describí qué es lo que se está haciendo en respuesta a esto. Les mencioné brevemente el tema crítico de defender el aborto y todos los derechos reproductivos. Al parecer, todos mis amigos estaban de acuerdo completamente con la importancia de tener tal acceso. Sin embargo, lo que suscitó más interés y lo que inspiró mucha discusión fue la idea de tener una manifestación contra los clubes de striptease en la ciudad donde vivimos. Algunos de mis amigos estaban sorprendidos o curiosos sobre lo que yo quería decir. Puse en claro que no estábamos en contra de las mujeres en estas instituciones sino a las mismas instituciones. Una de mis amigos no pudo confrontar tal idea. ¡Tal cosa nunca fue introducida a nosotros anteriormente! Fue en ese momento en que me di cuenta qué tan normal, qué tan aceptable, qué tan común es este tema pero raramente se cuestiona. Ella discutió sobre el derecho del individuo de elegir y si las mujeres estaban dispuestas a hacerlo, pues eso está bien. En repuesta, le conté una pequeña anécdota de una mujer que conozco que tenia que elegir entre estar en las calles o quitarse la ropa por dinero. En el periódico Revolución # 261, la cita de Bob Avakian lo expone bien: la gente no elige cuáles son las opciones. Después de que dije eso, me di cuenta que la mayoría de mis amigos estaban escuchando. Algunos no supieron qué pensar de esto. Otros estaban de acuerdo y querían escuchar más. Otros estaban indecisos.

Comencé a describir la pornificación extrema del mundo en que vivimos y MUCHOS tenían algo que decir de eso. La conversación se derivó al tema de la sexualización de la mujer a fin de vender mercancías. Mi amiga indecisa de antes se puso muy de acuerdo con esto. Ella condenó a American Apparel y lo describió como "porno completo". Mi otro amigo se metió y habló de la filosofía de “el sexo vende” que ese tipo de propaganda sigue. Hablamos tanto que no nos habíamos dado cuenta de que sonó la campana para la clase. Mi amiga me dio las gracias por tal discusión y me dijo: "Nunca lo he pensado así antes. ¡Definitivamente, tenemos que hablar más sobre el porno!" Total, esta experiencia fue una gran lección. Mostró qué tan normal es la subordinación sexual de la mujer y qué tan urgente es traer este movimiento a los frentes de la sociedad. ¡¡Fin a la pornografía y el patriarcado!!

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