Revolución #272, 17 de junio de 2012


Basta ya de tonterías (nocivas)

¡Los "Illuminati" son un mito! ¡Despiértense y reconozcan el VERDADERO problema!

¿Por qué vivimos en un mundo tan jodido? ¿Por qué la toma de decisiones claramente no está en manos de las masas? ¿Por qué esas decisiones siempre van tan marcadamente en contra de los intereses de esas masas? ¿Por qué unas cuantas personas controlan enormes riquezas... mientras muchas más nadan desesperadamente para mantenerse a flote... y la abrumadora mayoría está pulverizada y encadenada a una vida de miseria, haga lo que haga? ¿Por qué nos mienten sobre todo eso?

La gente busca las respuestas a esas preguntas. Urgentemente. Una respuesta muy generalizada le echa la culpa a un grupo misterioso llamado los "Illuminati". Nos dicen que ese grupo pequeño, pero casi omnipotente, está empeñado en dominar al mundo. Supuestamente ha manipulado y amañado cada guerra, cada revolución y cada crisis económica o política, siguiendo un plan general para la dominación mundial. Se pueden encontrar 57 versiones de esa explicación en el Internet, y difieren en algún detalle u otro, pero este es el marco básico que todas comparten. [Véase en el cuadro la verdadera historia de los Illuminati.]

  Unos hechos básicos

Los Illuminati eran una sociedad secreta en Baviera, Alemania, que surgió a finales de 1776. En ese tiempo, Baviera era gobernada por un monarca y el catolicismo romano se había establecido como la religión oficial del estado. Los Illuminati, en contraste, promovían valores asociados con la burguesía durante ese período. Ésta se alzaba contra el orden feudal: promovía el republicanismo, en lugar del monarquismo; el pensamiento racional y el laicismo, en lugar de la religión y una iglesia oficial; y al menos los comienzos de una igualdad de género. El gobierno de Baviera suprimió a los Illuminati en 1785 y, a pesar de varios intentos de reestablecerse, el grupo nunca logró afianzarse de nuevo.

Todo eso ocurrió a comienzos del auge de un período de transición y turbulencia en Europa occidental. Era objeto de desafíos el viejo orden del feudalismo, un orden social en el que la acumulación de riqueza y poder se basaba en la tenencia de la tierra y la explotación de los campesinos (que generalmente estaban atados a la tierra, sin poder mudarse a otro lugar, sea por ley o por costumbre). Los gobernantes de ese orden eran típicamente reyes y otras personas de la nobleza que heredaban su posición, de la misma manera en que un terrateniente heredaba su tierra e incluso a "sus campesinos", y que defendían los intereses de los terratenientes.

Pero debajo de la superficie, todo eso había estado cambiando por varios siglos. Habían llegado a predominar nuevas formas de acumular riqueza, basadas en el mayor desarrollo de la manufactura en las ciudades y en la explotación de una nueva clase (el proletariado) surgida de los campesinos expulsados de sus tierras. Esas nuevas formas se nutrían del comercio internacional y estaba desarrollándose un mercado mundial. Todo eso, a su vez, se había beneficiado del enorme estímulo que era la colonización de las Américas y el establecimiento de la esclavitud en las colonias. Claro está, ¡ese "estímulo" implicaba el genocidio de los pueblos que vivían en América del Norte y del Sur, y el secuestro y la esclavización de millones de personas de África!

Por un tiempo, esas nuevas costumbres capitalistas podían ganar terreno dentro del viejo orden social. Pero las necesidades de la naciente clase capitalista chocaban cada vez más con los intereses de los señores feudales y con las leyes e instituciones que servían y protegían esos intereses. La vieja estructura de reyes, con el aval de una iglesia patrocinada por el estado, había llegado a ser un obstáculo para el pleno crecimiento y la consolidación del poder de la nueva clase capitalista. Dicha nueva clase, con sus nuevas formas de explotar la mano de obra y acumular riqueza, tenía nuevas ideas acerca de cómo organizarlo todo para fomentar las nuevas costumbres, y se juntaron en grupos para discutir eso y planear cómo librarse del viejo orden feudal. Hicieron revoluciones contra los reyes que defendían el poder feudal, primero en Inglaterra de 1642 a 1651 y luego, más de un siglo después, en Francia.

La revolución francesa extendió su influencia a muchos países de Europa y las autoridades de esos países empezaron a tildar de "Illuminati" a cualquiera que tuviera ideas revolucionarias, a fin de sembrar temores por la revolución al sugerir que se trataba de un grupo secreto "de inspiración foránea". Con el tiempo, todo eso se combinaba cada vez más con las ideas anti-judías. En 1918, en una época en que la revolución comunista había empezado a conseguir triunfos, una mujer británica llamada Nesta Webster unió el nativismo (el prejuicio contra personas que no nacieron en el país de uno), el antisemitismo y el anticomunismo en un solo paquete asqueroso. Hoy, en algunos casos, han lijado ciertos bordes más crudos del antisemitismo, pero se transmite el mensaje hablando "en código".

Los "teóricos sobre los Illuminati" centran mucha atención en la manipulación del sistema bancario. Aparte de eso, en lo esencial no mencionan los problemas surgidos del sistema capitalista. Casi todos sostienen una posición antisemita de manera abierta o poco debajo de la superficie; es decir, hacen centrar el odio popular en lo que describen como una cabala de familias judías en el mundo financiero. No hablan sobre la clase capitalista como una unidad. Entretejen muchos hechos, pseudo-hechos y mentiras en lo que dicen están fundamentados en una investigación profunda, pero en realidad la agrupación de esos datos está al servicio de una teoría que carece de toda base científica y es de hecho anticientífica. Muchas personas asocian esas teorías con el libro bíblico de las Revelaciones (el Apocalipsis), con sus visiones morbosas del Apocalipsis y supercherías sobre anticristos, para decir que se trata de los designios de Satanás; y otras versiones de esa teoría proponen otras teorías igualmente místicas y anti-racionales.

Existe solo una palabra para describir esas teorías: incorrectas. Bueno, existe otra palabra también: nocivas. Completamente nocivas. Esos teóricos de los Illuminati indican el problema equivocado y la solución equivocada. A su parecer, el problema no es el capitalismo, sino un grupúsculo de personas que supuestamente controla y distorsiona el capitalismo. A su parecer, la solución no es la revolución, sino el regreso a la "pureza" del capitalismo (una "pureza" que nunca ha existido, nunca puede existir y ¡que no serviría para nada bueno incluso si fuera posible!). La realidad de los hechos es que esas teorías han servido de fundamento por más de un siglo para movimientos reaccionarios, fascistas y racistas.

Esas teorías no tienen "algo de razón". Sí, trafican con la correcta impresión popular de que las respuestas a las preguntas con las que comenzamos este artículo están ocultas. Pero ahí está el detalle: "trafican" con eso. Sacan provecho de la impresión que tienen las personas de que les están mintiendo y explotan eso para inculcarles ideas reaccionarias y atrasadas y despistarlas para que actúen en contra de sus propios intereses. Están igual de neutrales e inofensivos que el matasanos que le dé arsénico para combatir una enfermedad mortal y altamente contagiosa.

¿Por qué ocurren las cosas que ocurren?

Según los teóricos de los Illuminati, en realidad la historia no tiene una lógica aparte de la lucha de esas fuerzas cuasi-satánicas por la dominación. Todo suceso que se puede mencionar —la guerra de Secesión de Estados Unidos, la revolución rusa— ocurrió porque los Illuminati manipularon la situación.

¿Hay fuerzas poderosas que tratan de controlar los acontecimientos? Sí, las hay. Pero esas fuerzas, en esta época, son representantes políticos de una clase, de la clase capitalista imperialista. Y su control no es total. Primero, el poder de estos capitalistas imperialistas no proviene de Satanás, ¡quien en primer lugar no existe! Tampoco proviene de "conocimientos secretos", numerología, extraterrestres, etc. No, los capitalistas imperialistas derivan su poder de algo mucho más cotidiano. Son los dueños de las enormes fuerzas materiales que crean la riqueza en esta sociedad: las fábricas y las minas, la agricultura, los medios de transporte y telecomunicaciones, los bancos y otros instrumentos de finanzas, etc. Mediante dicha propiedad, los capitalistas amasan riquezas explotando la mano de obra de los que no tienen los medios para crear tal riqueza: el proletariado, que hoy se compone de miles de millones de personas en todo el mundo. Explotación quiere decir que los capitalistas llevan para sí mismos lo que esos miles de millones de personas crean cada día con su mano de obra y a cambio les pagan lo suficiente para subsistir (y a veces apenas eso). Esa explotación es la fuente de sus ganancias.

Esa clase capitalista es la encarnación del SISTEMA capitalista. Como explica Bob Avakian en la charla Revolución1, un sistema se parece a un juego, pues tiene ciertas reglas. Por eso, consideremos que el capitalismo es un juego con tres reglas:

  1. las ganancias provienen de la explotación del trabajo de las personas; por eso, hay que explotarlo al máximo;
  2. si uno se es capitalista y no hace que su negocio crezca, pues otro capitalista hará que el suyo crezca y así le arruinará al primero; por eso, hay que expandirse o morir; y
  3. las ganancias ante todo; por eso hay que saquear al mundo y a todos sus habitantes y subordinar todo a la consecución de ganancias.

Sobre la base de la riqueza amasada de esa explotación, la clase capitalista moldea y controla el uso oficial de la fuerza en la sociedad (los ejércitos, la policía, las prisiones, los tribunales) y la toma de decisiones (principalmente por medio del poder ejecutivo, como la presidencia). Blanden esa maquinaria, el estado, para defender y hacer cumplir sus intereses. Pero dado que diferentes capitalistas tienen intereses en contienda (véase la regla 2, arriba), luchan entre sí por el control y las ventajas, al mismo tiempo que colaboran para mantener sometidas a las masas.

En el mundo hoy, donde el capitalismo se ha desarrollado en un sistema mundial de imperialismo, todo eso ocurre en una escala internacional. Los capitalistas se parecen a gángsteres en una guerra para plazas, aunque la magnitud de su vileza y destrucción sobrepasa por mucho cualquier sueño de un gángster. Todo eso —este sistema— lleva a un sufrimiento horrible, generalizado y totalmente innecesario para miles de millones de personas. Pero todo eso se rigen por las reglas que están al centro del sistema, que exigen que los capitalistas, para poder sobrevivir, exploten a la enorme mayoría de personas de formas siempre más extremas, como parte de una competencia a muerte con otros capitalistas.

De ahí, ¿qué es la raíz del problema? No es un grupito de seres motivados por una maldad supernatural. Ni es un grupo pequeño de financieros judíos. Al contrario, es un sistema en que una clase de capitalistas 1) controla los medios de producción y explota la mano de obra de muchos, 2) sobre esa base, ejerce un enorme poderío militar para dominar a los pueblos, y 3) también usa ese poder para controlar y moldear los medios de comunicación, los sistemas educativos, etc. y así influenciar y dominar las formas de pensar de la gente. En tanto siga existiendo este sistema, enfrentaremos los problemas —la explotación de los miles de millones, el saqueo del medio ambiente, las instituciones opresoras y las formas en que mantienen viva esa explotación— que enfrentamos hoy.

¿Cerebros sobrenaturales… o un enemigo poderoso, pero plagado de contradicciones?

Según la versión del mundo de los Illuminati, existen cerebros con un control casi total de los acontecimientos. En el mundo real, el mundo en que vivimos hoy, ningún grupo de capitalistas tiene un control completo; luchan entre sí y también luchan contra las masas, para mantenerlas reprimidas y, cuando esas masas rebelen, tratan de encadenarlas de nuevo. Sucedan guerras horribles y destructivas como una concentración de todo eso. A veces, a pesar de tenerlo todo en contra, las masas se abren paso en medio de esta locura y hacen una revolución.

Ningún capitalista individual ni ningún grupo de capitalistas es capaz de predecir el curso de los acontecimientos; ni siquiera es capaz de pronosticar el éxito de uno que otro negocio. Tratan de hacerlo, pero están frente a un mundo de fuerzas antagónicas y consecuencias no buscadas. Los capitalistas imperialistas luchan por una razón: para defender, extender y expandir su capacidad de acumular capital en un mundo lleno de incertidumbre y caos. TIENEN que luchar; las "reglas del juego" los obligan a hacerlo.

Eso causa grandes crisis en la sociedad, en que todo parece desmoronarse. Esas crisis pueden traer horrores grandes y aún más profundos... pero también pueden entrañar las oportunidades, si existen una dirección y un pueblo revolucionario, para hacer enormes cambios positivos… para hacer la revolución.

¿Qué, en realidad, está al fondo de las mentiras y los motivos ocultos?

¿Tratan esas fuerzas poderosas, esos capitalistas, de ocultar sus verdaderos motivos y sus verdaderos intereses? Sí... porque sus intereses van en contra de los de las masas. Tomemos el ejemplo de las guerras. Los imperialistas nunca dirán que sus guerras sirven a defender y extender un imperio que ellos controlan. ¿Recuerdan la guerra estadounidense contra Irak? Cientos de miles de personas murieron a consecuencia de esa guerra, que desarraigó violentamente a otros millones. Esa guerra se llamó "Operación Libertad Iraquí" y no "Operación extender y profundizar la dominación imperial estadounidense del Medio Oriente con el fin de aventajarse a los rivales y mantener sometidas a las masas". Los capitalistas imperialistas siempre inventarán pretextos o excusas para ir a la guerra, a veces sin ninguna base en la realidad, como ocurrió en Irak, Vietnam y casi cualquier guerra que se puede mencionar, porque si revelaran los verdaderos motivos, eso suscitaría mucho más oposición entre las masas.

  La vil tradición del antisemitismo

El anti-semitismo tiene una larga y horrible historia, como se documentó muy bien en el artículo "Revolución responde a una pregunta sobre la naturaleza del Holocausto".

En breve, los judíos en Europa estuvieron muy oprimidos durante siglos. Las leyes les prohibían poseer tierras o vivir en ciertos países, las crueles "Inquisiciones" los sometieron a la tortura, al encarcelamiento y a la muerte y, en general, la gobernante Iglesia Católica los trataba como uno de los principales chivos expiatorios de todos los males de la sociedad. Como explica "Revolución responde", todo eso empezó a cuestionarse durante el conflicto entre el orden establecido feudal (dominado por terratenientes y reyes) y la naciente clase capitalista. Con el ascenso del capitalismo surgió la Ilustración: un movimiento intelectual y social que usó la razón y la ciencia para examinar y desafiar muchas tradiciones y prejuicios de la sociedad feudal que obstaculizaban el ascenso de la clase capitalista. El ascenso del capitalismo también significó que, en algunos casos, las profesiones y oficios a que los judíos quedaron confinados en el viejo orden ahora llegaron a tener más importancia, y eso abrió paso para que la condición social de algunos judíos progresara.

El artículo señala:

Los cambios trascendentales operados por el surgimiento del capitalismo en Europa aflojaron y desafiaron pero ni se acercaron a arrancar de raíz el temor y odio tradicional por los judíos basados en la teocracia. Incluso con los enormes cambios que se operaban en el terreno social y político de la Europa del siglo 19 y comienzos del 20, poderosas fuerzas de la sociedad europea, entre ellas elementos del orden cristiano junto con fuerzas feudales y reaccionarias, respondieron contra estos cambios y, como parte de eso, singularizaron a los judíos.

Periódicamente reclutaron a sectores del pueblo en arranques de violencia antisemita. En el caso de los campesinos excluidos de todo conocimiento científico acerca de las fuerzas que les ponían de cabeza la vida, alejaron su desesperación de las clases dominantes y la canalizaron hacia los judíos. Hasta en los países más cosmopolitas, como Alemania, la demagogia antisemita tuvo acogida en sectores de los dueños de pequeños negocios y los tenderos que por su posición social y económica, tendían a no reconocer los engranajes y resortes concretos de la sociedad capitalista.

Eso también ocurrió en Estados Unidos, donde Henry Ford publicó el panfleto falsificado "Protocolos de los sabios de Sión", que afirmó informar sobre una reunión de rabinos judíos que planeaban conspirar para dominar el mundo. Aunque se dieron arranques de violencia antisemita en Europa y reinaba la discriminación contra los judíos en todas las sociedades capitalistas (incluido Estados Unidos), todo eso alcanzó niveles sin precedentes con el ascenso de Hitler y los nazis, y al final desembocó en el exterminio genocida de seis millones de judíos.

Al mismo tiempo, existía y existe un movimiento sionista que surgió entre algunas personas judías en respuesta a esa opresión. Ese movimiento se adhirió a los intereses del imperialismo y, a finales del la Segunda Guerra Mundial, varias potencias imperialistas vieron que les convenía a sus intereses crear el estado de Israel en el país árabe de Palestina. Cientos de miles de palestinos fueron expulsados a la fuerza de sus tierras, y el estado sionista de Israel se convirtió en un instrumento del imperialismo, en particular del imperialismo estadounidense, en el Medio Oriente. Israel lucha por lo que considera sus intereses en el marco imperialista más grande, pero afirmar que Israel controla el imperialismo es decir que la cola mueve al perro.

Cualquier persona que tenga un sentido de justicia debería oponerse al estado de Israel, tanto por lo que les hace a los palestinos y a la gente en general en el Medio Oriente, como por el papel que desempeña en general en el sistema imperialista9. Cuando los oprimidos hoy se dejan caer en la trampa del antisemitismo, de odiar a los judíos o de aceptar o ceder terreno de cualquier forma al argumento de que "el problema son los judíos", y no se centran en el verdadero problema, no se trata simplemente de una estupidez sino de algo profundamente nocivo para la causa de la emancipación humana, e profundamente inmoral.

La gente tiene una idea de eso, pero vienen los teóricos de los Illuminati y gente de esa calaña para decir que los verdaderos motivos de esas guerras eran para enriquecer más a los "intereses financieros judíos" o consolidar el control de llamado "grupo Bilderberg" o introducir un solo gobierno mundial bajo las Naciones Unidas2. ¡No! Las verdaderas razones por iniciar las guerras antes mencionadas han sido 1) imponer la dominación estadounidense sobre sus rivales imperialistas (pues si no, Estados Unidos corría el peligro de que esos imperialistas se le aventajaran o incluso lo subordinaran)... O 2) aplastar las luchas de liberación de los pueblos en los países que Estados Unidos ha venido oprimiendo, como hizo en Vietnam, o 3) alguna combinación de los dos. Pero si los imperialistas dijeran eso directamente, sería mucho menos probable que las masas aceptaran esas guerras. Asimismo, si los teóricos de los Illuminati reconocieran eso, eso daría a entender que algo está mal con el propio sistema del capitalismo, y no sólo con el comportamiento de algún capitalista individual o grupo de capitalistas. Así que piénsenlo bien: ¿Por qué los teóricos sobre los Illuminati inventan toda clase de explicaciones que conducen a apartar de la vista a las fuerzas dentro del funcionamiento del sistema? Recuérdense, el funcionamiento "normal" del sistema capitalista no puede sino llevar al sufrimiento indecible de miles de millones de personas, y eso ha sido el caso desde sus comienzos.

¿Nos enseñan las verdaderas fuerzas motrices de la historia? No. Al contrario, nos enseñan que "Abraham Lincoln libró una guerra civil para liberar a los esclavos y hacer realidad la verdadera promesa de Estados Unidos". Y nosotros quedamos con la idea de que tiene que haber más en el fondo. Así que los teóricos de los Illuminati se presentan otra vez para decir que la guerra de Secesión ocurrió porque los Rothschild, (una vez más, dicen, una familia de banqueros judíos de Europa) azuzaron a cada bando a pelear para que la familia pudiera tomar control del sistema financiero estadounidense. Caramba, qué idea gruesa... pues parece un análisis profundo.

Pero hay un problema: ese análisis está completamente equivocado... y es peligrosamente engañoso. De hecho, la guerra de Secesión surgió de profundas contradicciones que estaban al centro y al fondo del desarrollo del sistema capitalista en Estados Unidos, concretamente la esclavización de millones de africanos. Los capitalistas del Norte y los esclavistas del Sur libraron una guerra extremadamente enconada y sangrienta. ¿Por qué? Porque los capitalistas del Norte, al ir cobrando fuerza durante las primeras décadas de existencia del país, se topaban cada vez más con los límites que el sistema de la esclavitud en el Sur imponía sobre su expansión. Les era necesario controlar la economía entera y el país entero para consolidar plenamente el capitalismo. Los esclavistas en el Sur necesitaban afianzarse y no solo consolidar la esclavitud sino expandir su alcance y su poder. Todo eso se explica a fondo en la serie de artículos que estamos publicando sobre la Constitución de los Estados Unidos3, y también en el ensayo El comunismo y la democracia jeffersoniana4 de Bob Avakian y "La opresión del pueblo negro, los crímenes de este sistema y la revolución que necesitamos"5. Al final, solo era posible zanjar esas dos necesidades antagónicas mediante la guerra.

Bueno, ¿es cierto que muchos capitalistas, incluidos muchos capitalistas-banqueros, amasaron grandes fortunas, y extendieron su poder e influencia como individuos a raíz de la guerra de Secesión? ¡Claro que sí! Pero afirmar que eso fue la causa de la guerra de Secesión es como decir que los vendedores de paraguas causan la lluvia porque hacen más dinero durante los aguaceros.

Pero, de hecho, hay más que esta teoría sobre los Illuminati oculta. Los capitalistas del Norte, que triunfaron al final, pronto decidieron NO darles a los esclavos recién liberados los derechos para los cuales habían luchado. Al contrario, decidieron que les convenía más a sus intereses de clase volver a aceptar a los ex esclavistas como "socios menores" y encadenar al pueblo afroamericano de una nueva forma como aparceros atados a las plantaciones (y como peones presidiarios, la esclavitud con un nuevo nombre, para construir las carreteras e industrias en el Sur). Eso encajaba con sus intereses: estabilizar políticamente su "centro de operaciones nacionales" y sacar superganancias de los cultivos de los aparceros, mientras conquistaban a los pueblos indígenas que quedaban en el Oeste y se preparaban para entrar en la contienda como una potencia mundial.

Esta opresión de los afroamericanos, aunque ha experimentado muchos cambios, ha sido el hilo rojo que recorre toda la historia de Estados Unidos y de las colonias antes de la fundación del país. Sigue siendo central en la sociedad estadounidense hoy. El mayor desarrollo de esta contradicción medular todavía podría llevar a una enorme crisis en la sociedad estadounidense, o por cierto podría ser un gran elemento de ella, del calibre de la guerra de Secesión, o de los años 1960... o incluso algo que va más allá de esos días de cambios trascendentales.

Ese hecho tiene enormes implicaciones. Demuestra qué tan profunda es la opresión del pueblo afroamericano en esta sociedad. Demuestra la importancia crítica de luchar contra esa opresión en una revolución cuyo objetivo sea el de liberarse concretamente de esta locura capitalista imperialista. Demuestra que la clase capitalista imperialista de Estados Unidos se ha visto impelido a reestablecer y reconstruir las instituciones de supremacía blanca, aunque esas mismas instituciones experimentan cambios. Conocer las verdaderas causas de la guerra de Secesión les permite a las personas captar que hay momentos en que esas contradicciones pueden estallar de una manera que hunda en una crisis política a la sociedad entera... y abra paso a las oportunidades de grandes cambios e incluso cambios verdaderamente revolucionarios.

Sin embargo, la teoría sobre los Illuminati oculta ese conocimiento. Se opone a ese análisis. Lleva a que las personas se aparten de ese análisis. De acuerdo a esa teoría, el problema no estriba en la muy arraigada supremacía blanca con que este sistema fue construido y que es una parte integral de él, una supremacía blanca que periódicamente lleva a crisis y conflictos y al cambio radical y hasta al cambio revolucionario; para esa teoría, el problema es algún demonio de historieta que "por casualidad" tiene un nombre judío. ¿Por qué, en su opinión, los teóricos sobre los Illuminati quieren que se piense que todo se habría resuelto si no fuera por los judíos (o en las "versiones educadas", algunos capitalistas financieros sin nombre), en vez de demostrarles a las personas las verdaderas razones que llegan al meollo del asunto, con todas las implicaciones para el presente y el futuro que acabamos de plantear?

El imperialismo y la teoría sobre los Illuminati... y por qué esa teoría ODIA la revolución

Algunos se dejan engañar porque esos teóricos hablan de "grandes grupos financieros" y "programas ocultos". Pero, ¿de dónde provienen esos grandes grupos financieros y qué motiva sus programas? El único propósito de esos programas es expandir y extender su bloque de capital o, en el plano internacional, la nación que es su centro. ¿Por qué surgieron tales bloques de capital financiero? Eso lo explicó Lenin, en su análisis del imperialismo.

Así que eso lleva a otra pregunta: ¿quién es Lenin? V. I. Lenin continuó y desarrolló los grandes descubrimientos de Marx acerca del funcionamiento del capitalismo y la necesidad de la revolución. Basándose en esos avances en la teoría, Lenin dirigió la primera gran revolución contra el capitalismo en 1917. Y eso lo hizo a pesar de una enorme oposición y tenerlo todo en contra.

¿Quieren hablar de las conspiraciones? Bueno, consideren esto: 14 potencias capitalistas se juntaron para enviar sus ejércitos a aplastar esa revolución. Pero las masas populares derrotaron la contrarrevolución, en una guerra terrible que cobró la vida a millones de personas, y siguieron adelante para construir el socialismo durante cuatro décadas más. Esa fue una victoria tremenda, sin paralelo en la historia humana hasta ese punto. No se trataba de nada predeterminado ni ordenado.

Pero no lo es para esos fulanos que hablan sobre los Illuminati. Según ellos, Lenin —que dirigió esa increíble y heroica hazaña de las masas— no era más que un instrumento de... adivínenlo... otra vez, los financieros judíos... que supuestamente lo utilizaban para imponer la total dominación de los Illuminati.

Pues lo siento, señores teóricos sobre los Illuminati, pero de nuevo se han equivocado: Lenin fue un gran revolucionario, un gran paladín de la humanidad, que nos permitió conocer cómo funciona el mundo de hoy y qué es lo que se requiere para cambiarlo de una manera fundamental y concreta. Toda persona que de verdad quiere conocer el mundo y transformarlo en algo mejor debe valorar a Lenin y aprender de él. (Y toda persona que se deje engañar por esta tontería mentirosa, incluidos aquellos que estén en la onda hiphopera que no quieren acomodarse al sistema: quizás deberían preguntarse a qué intereses de clase sirve cuando hacen que las personas que buscan un cambio lleguen a odiar a Lenin o por lo menos a adoptar descripciones muy falsas sobre él... y deberían despertarse y darse cuenta de que les están embaucando a ustedes con algo muy vil y están usando la influencia que ustedes tienen para embaucar también a otros.6)

Para regresar al punto con el que empezamos: ¿qué es el imperialismo? Antes de que Lenin dirigiera la revolución, desarrolló una teoría que explicaba varios grandes cambios en el funcionamiento del capitalismo. Primero, se había eliminado en gran parte a los pequeños capitalistas individuales de la época anterior, por medio del proceso de competencia sin tregua que es una parte integral del capitalismo y "hace que el capitalismo funcione", para decirlo así. En su lugar, surgieron grandes monopolios: uno o unos pocos grandes capitalistas, o bloques de capital, que controlaban enormes industrias. Segundo, el capital bancario y el capital industrial se habían fusionado para formar el "capital financiero". Los capitales de quienes una vez eran distintos capitalistas más pequeños ahora se juntaron en enormes bloques, que iban trasladando capitales de una industria a otra, y de una región a otra, etc. Tercero, el propio capital empezó a exportarse a las regiones oprimidas de Asia, África y Latinoamérica. Los estados capitalistas de Europa, América del Norte y Japón empezaron a ocupar esos países con fuerzas militares y a luchar entre sí por "esferas de influencia", en defensa de los intereses de los capitalistas imperialistas de sus países respectivos. Eso llevó a su vez a unas guerras en un nivel jamás visto: guerras entre los imperialistas, y también guerras de liberación y para la revolución libradas por las masas oprimidas. Todo eso implicaba que el capitalismo había entrado en una nueva fase: el imperialismo.

Además de los efectos que he esbozado en breve aquí, el imperialismo implica también que enormes bloques de capital financiero ejercen poder sobre los capitalistas menores. El capital imperialista controla el crédito, toma grandes decisiones en torno a las prioridades y prácticas económicas que afectan a esos pequeños capitalistas, etc. Esos pequeños capitalistas se alimentan del sistema imperialista para su mera existencia, pero también son muy vulnerables a la ruina, y eso provoca resentimiento. Al mismo tiempo, sus intereses y posición de clase pueden colocarlos en oposición a los de abajo: al proletariado, a quienes en muchos casos explotan. A veces se consideran a sí mismos como "atrapados en medio"7.

La teoría sobre los Illuminati refleja la posición de esa clase de pequeños capitalistas. Esa teoría también puede echar raíces entre otros que se encuentran "en medio": incluidos los pequeños negocios que emplean a pocas personas, los profesionales y los gerentes, los que trabajan por su cuenta, etc. Eso NO quiere decir que toda persona de esa clase piense de esa manera, pues muchas no piensan así, y es posible convencer a muchas a ser aliados y partidarios de la revolución, y eso ha pasado en realidad. Pero esa teoría condensa y representa las fantasías y aspiraciones que surgen espontáneamente de las condiciones sociales de esa clase. Como clase, no puede concebir ni dirigir el camino hacia un mundo sin explotación; solo puede soñar con "reglas de juego equitativas" para llevar a cabo esa explotación.

Los "buenos días de antaño" no existen — o creamos un mundo totalmente nuevo o la humanidad seguirá atascada en un mundo de horrores

Los teóricos sobre los Illuminati quieren regresar a los "buenos días de antaño" de los primeros días del capitalismo. Se acuerdan de esos "buenos días de antaño", ¿no? Los días de la esclavitud... del exterminio de los indígenas... cuando las mujeres no tenían derecho alguno... los días de... bueno, ya tienen la idea. ¡Los "buenos días de antaño en Estados Unidos" no tenían nada de bueno en primer lugar, carajo! ¡Pero estas personas quieren regresar a eso! Por eso muchos teóricos sobre los Illuminati están obsesionados con la fundación del Banco de la Reserva Federal en 1913, creado para facilitar las capacidades del capital financiero. Esos teóricos no se oponen al capitalismo. Se oponen a las maneras en que otros capitalistas —en este caso, ciertos intereses financieros— les presentan obstáculos u obstruyen su progreso, o por lo menos parecen hacerlo.

Pero aunque esas teorías reflejan en últimas instancias la posición y las aspiraciones de la clase de pequeños capitalistas, su influencia en la sociedad va más allá de esa clase solamente. En los últimos años ese tipo de análisis ha captado el interés de los oprimidos. ¿Por qué? Pues por mucho tiempo ya, muchas personas se han desanimado en cuanto a las posibilidades de la revolución en Estados Unidos. La derrota de las primeras revoluciones socialistas, con una contrarrevolución en la Unión Soviética a mediados de los años 1950, y luego otra en China en 1976, le ha permitido a la clase dominante tergiversar exageradamente y suprimir la historia, vilipendiar la revolución y autoproclamarse todopoderosa. La derrota de las luchas heroicas de los años 1960 en Estados Unidos también ha tenido un enorme impacto. En particular, tenemos el hecho de que les han mentido a los afroamericanos, y también se han echado mentiras sobre ellos. Junto con los latinos, los afroamericanos han sido el blanco de una "guerra contra las drogas" que ha servido de pretexto para instituir una nueva forma de Jim Crow, mediante la encarcelación en masa, mientras el argumento oficial es que "el racismo ya se acabó, si no puedes superarte ahora, pues la culpa está en tus propias decisiones malas". La gente muchas veces se siente desesperanzada, e impotente, frente a todo eso.

  Una parábola:

Dos personas van a un casino, juegan al black-jack y pierden todo.

Una persona pasa todo el tiempo tratando de descubrir si el que daba reparte hacía trampa; después decide ver si hay una manera de mejorar su juego a un nivel que tal vez le permita ganar. Es posible que tenga mucha suerte... es posible que salga ganando en el corto plazo... o (lo que es más probable) es posible, si sigue jugando, que lo pierda todo. No importa. El casino sigue con los juegos.

La otra persona observa que muchas personas, sin importar si juegan bien o mal, lo pierden todo... unas cuantas ganan un poquito... y la casa de juegos lleva la mejor parte. Ella estudia las reglas del black-jack y entiende que ese resultado es una parte integral de las mismas reglas. No importa que el casino haga trampas o no, pues saldrá ganando siempre que sea el juego black-jack. Ella decide que se necesita un juego totalmente distinto y un mundo sin casinos.

¿Qué eliges tú?

La teoría sobre los Illuminati refleja una parte de esa realidad: la parte que reconoce que la gente ha recibido una dieta de mentiras, que dicen que fuerzas ocultas con programas ocultos determinan los contornos de la vida de las personas. Al mismo tiempo, la teoría sobre los Illuminati también representa conformarse con esa ofensiva ideológica contra el pueblo y reforzarla. De NINGUNA manera representa una salida para la gente. Esta teoría calumnia y miente sobre la revolución. Propaga un desprecio por las masas y por su capacidad de cambiar la historia, en particular al hacer la revolución. Canaliza la indignación popular contra otros grupos étnicos que supuestamente "han triunfado", al mismo tiempo que acepta que "triunfar" en el capitalismo debe ser la máxima meta de las personas. Riega mentiras y antagonismos contra el comunismo y la ciencia, mientras promueve el misticismo y la religión. ¿Cómo podría ser bueno ESO? NO lo es; es nocivo.

Quizás parezca que la teoría sobre los Illuminati refleje un poco de la realidad, pero lo hace como en la casa de los espejos, pues le da una visión distorsionada de la realidad. Lo hace al servicio de un análisis muy irreal, muy falso y sumamente reaccionario. La clase dominante es poderosa, pero no es todopoderosa; como Bob Avakian (BA) señaló hace poco: "son poderosos, pero su sistema está plagado de contradicciones"8. La historia no es la propiedad de un grupito de hombres que con sus conocimientos secretos andan jugando con ella; ante todo, se trata de una lucha entre diferentes clases en contienda, cada una en representación de distintas formas de organizar la producción de las cosas que la humanidad necesita para vivir, y en representación de las diferentes vidas sociales, políticas y culturales que corresponden a esas distintas formas de organizar la producción. Nunca existió ninguna época dorada para querer regresar a ella. La humanidad permanecerá atascada en los horrores interminables del capitalismo-imperialismo, o avanzará hacia algo mucho mejor... el comunismo, una sociedad en que la gente lleva la vida sin explotación ni opresión ni conflictos sociales antagónicos, una sociedad en que la gente puede llegar a sus verdaderas alturas.

Así que, en lugar de tratar de regresar a los "buenos días de antaño" que nunca existieron y a los cuales por cierto no deberíamos regresar... ¿qué tal les parece ir adelante hacia el futuro? ¿Qué les parece que ya no nos dejemos embaucar ni que dejemos que otros se dejen embaucar, por esas personas que rinden culto al capitalismo y cuyo máximo programa es el fascismo y la supremacía blanca? ¿Qué tal si condenáramos esas tontas teorías fantasiosas, y para colmo, las que hacen que la gente se centre en algo que no sea la VERDADERA fuente del problema: el capitalismo? ¿Qué les parece eliminar la VERDADERA fuente del problema, el capitalismo, y hacer llegar la VERDADERA solución: el socialismo, como una transición al comunismo? ¿Y qué tal promover y construir un movimiento para la revolución con el fin de hacer que nazca esa nueva sociedad, cuando hayan surgido las condiciones para ella?

Y, como un gran paso adelante para alcanzar todo eso, ¿qué les parece entrarle y estudiar a fondo a una persona que de veras ha investigado el problema a fondo, con la ciencia REAL... una persona que ha planteado una solución viable y visionaria... que ha desarrollado una estrategia para alcanzarla... y que dirige a un partido que está comprometido y resuelto a dirigir a millones de personas por ese camino?

¿Qué les parece entrarle a BA?

1. Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es, una charla filmada de Bob Avakian, revolutiontalk.net. [regresa]

2. Además, muchas personas dicen que se libró esa guerra a instancias de Israel. Si bien es cierto que Israel apoyó la guerra y en ciertos sentidos se benefició de ella, no representó la fuerza motriz en ella. Vea más sobre la relación entre Israel y el sistema imperialista mundial en el cuadro en línea sobre el antisemitismo. [regresa]

3. "La Constitución de los Estados Unidos y la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto): Dos constituciones, dos sistemas diferentes, dos futuros diferentes para el pueblo afroamericano". Primera parte: "Una unión de esclavistas", Revolución 265, 8 de abril de 2012 y "El preludio de una guerra civil", Revolución #266, 22 de abril de 2012; Segunda parte: "La reconstrucción y la primera gran traición, 1867-1896", Revolución #271, 10 de junio de 2012; y "El campo de batalla sobre la educación segregada en los años 50 y 60", Revolución #273, 17 de junio de 2012. [regresa]

4. Communism and Jeffersonian Democracy (El comunismo y la democracia jeffersoniana), Bob Avakian, RCP Publications, 2008, en inglés. Además, se puede descargar en revcom.us. [regresa]

5. "La opresión del pueblo negro, los crímenes de este sistema y la revolución que necesitamos", Revolución #144, 5 de octubre de 2008. [regresa]

6. Conocer la verdadera historia de las revoluciones socialistas del siglo 20 en thisiscommunism.org (en inglés). [regresa]

7. Anteriormente, esos teóricos expresaban esa idea, al decir: "Existe una conspiración internacional del capital financiero y de los comunistas, que trabajan juntos para dominar el mundo entero". A pesar del hecho de que el imperialismo y el movimiento comunista en realidad son antagonistas mortales, en la reducida visión del representante del pequeño capitalista (que tiene contradicciones con ambas clases, pero por razones diametralmente opuestas) dichas clases parecen formar una alianza… en su contra. [regresa]

8. "What Humanity Needs: Revolution, and the New Synthesis of Communism", una entrevista (hasta ahora en inglés) a Bob Avakian, revcom.us/avakian/what-humanity-needs/interview.html. [regresa]

9. Número especial sobre Israel: "¿Bastión de ilustración… o matón para el imperialismo: El caso de ISRAEL", Revolución #213, 10 de octubre de 2010. [regresa]

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