Revolución #275, 22 de julio de 2012


¡Kony es un criminal, pero el imperialismo estadounidense es el mayor criminal!

Joseph Kony, el líder del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, por sus siglas en inglés) que opera en África central y oriental, ha llegado a la atención de la sociedad estadounidense en los últimos meses como resultado de la campaña "Kony 2012". Esa campaña tiene el objetivo de conseguir un apoyo público para capturar a Kony y en general derrotar al LRA. El video que despertó el interés del público por Kony fue ampliamente promocionado por muchos jóvenes en los sitios de redes sociales, con el resultado de que en un espacio de cuatro días1 se vio más de 50 millones de veces, y hasta la fecha se ha visto más de 90 millones de veces solo en YouTube. El grupo Niños Invisibles ha trabajado para diseminar el vídeo ampliamente.

Al principio la campaña recibió un fuerte apoyo de varios sectores de la sociedad, incluidos los jóvenes y muchas figuras famosas importantes, pero también recibió fuertes críticas. Es importante señalar en particular que el vídeo presenta de forma positiva la acción del presidente Obama de mandar asesores militares a varios países africanos que están en conflicto con el LRA. Obama prometió enviar a 100 asesores militares armados a varios países de África central, mientras que George W. Bush, durante su presidencia2, mandó concretamente a 17 asesores a Uganda, además de equipo militar valorado en varios millones de dólares. Seguramente, muchas personas apoyarían tal acción bajo el pretexto de una "intervención humanitaria". Sin embargo, Obama la justificó diciendo que les convenía a "la seguridad nacional y los intereses de política exterior de Estados Unidos"3.

Kony no es solamente el líder del Ejército de Resistencia del Señor, sino también un profeta autoproclamado, y han surgido acusaciones que sus fuerzas usen la violación tumultuaria, el asesinato y el secuestro como tácticas para establecer una nueva sociedad teócrata cristiana. Muchas veces se acusa al LRA de utilizar a los niños como soldados y las niñas como esclavas sexuales4.

No se ha corroborado la mayoría de las acusaciones contra el LRA, pero una cosa está muy claro: la larga historia absolutamente criminal del imperialismo estadounidense en la región ha servido para producir gran parte del caos existente en África central y oriental. De hecho, los crímenes del imperialismo estadounidense en la región sobrepasan desmesuradamente a los crímenes de Kony y el LRA. El imperialismo estadounidense ha creado horrores en la región y más imperialismo solo creará más horrores. El imperialismo no tiene la capacidad de cambiar el mundo en una dirección positiva.

La República Democrática del Congo, una historia del imperialismo

Existen muchísimos ejemplos del vil papel que Estados Unidos ha desempeñado en África, desde su apoyo al apartheid en Sudáfrica hasta el saqueo de recursos en Nigeria, pero un ejemplo agudo del papel del imperialismo estadounidense en la región es el caso de Mobutu Sese Seko. Éste dirigió un régimen respaldado por el imperialismo estadounidense en lo que es hoy la República Democrática del Congo (RDC), y esas dos fuerzas contribuyeron a crear la crisis actual en la región.

De los 1870 al año 1960, el Congo fue una colonia directa de Bélgica (a principios fue literalmente la propiedad privada del rey Leopoldo II y la familia real). Los colonos belgas se enfrentaban a una resistencia cada vez más grande de parte del pueblo congoleño, movimientos que se dirigían contra el saqueo de recursos por el imperialismo belga5. Además del robo de recursos, Bélgica reorientó la producción en el Congo hacia un fuerte énfasis en el caucho, lo que era muy rentable y, claro, las ganancias y el control de esas ganancias les correspondían a los "dueños" coloniales belgas6.

Leopoldo sermoneaba mucho de que iba a poner fin al comercio de esclavos. A pesar de la aparente benevolencia de esas palabras, en realidad Leopoldo promovió enérgicamente el comercio de esclavos para que no faltaran peones en las plantaciones de caucho. Con frecuencia, si estos no cumplían con las cuotas de caucho o si se negaban de plano a cooperar con los belgas, las autoridades belgas tomaban de rehenes a sus esposas y niños, arrasaban sus aldeas, asesinaban a sus hijos, o mutilaban a los propios peones y les cercenaban la mano7. El Congo colonial era la tierra del asesinato en masa y la esclavitud. El gobierno de Bélgica simplemente se dedicó al saqueo de recursos, por medio de una brutalidad total y descarada contra el pueblo congoleño.

Un nuevo imperialismo

A raíz de la amplia resistencia al gobierno colonial, Bélgica le dio independencia al Congo en 1960, luego de que muchas presiones internacionales se sumaron a la turbulencia interna. A pesar de obtener la independencia, el nuevo país nació en un mundo en que las prácticas imperialistas continuaban, aunque diferían marcadamente del gobierno directo de Bélgica. Estados Unidos y la Unión Soviética8 estaban buscando ávidamente aliados en todo el mundo para aventajarle al otro, y ese período empezó en serio a partir de 1953.

La guerra fría ya estaba en plena marcha cuando el tristemente célebre Mobutu fue nombrado jefe del estado mayor del ejército congoleño, una posición que resultó ser crítica cuando se desató una lucha por el poder en 1960 entre el primer ministro y el presidente del estado recién formado. Tanto la Unión Soviética como Estados Unidos maniobraban para ganar apoyo entre los líderes en contienda en el Congo. Mobutu llegó a influenciarse por el imperialismo estadounidense y dirigió dos golpes de estado consecutivos, con el resultado de que se proclamó líder del país, con la participación de la CIA9.

Estados Unidos y Bélgica urdieron un complot para asesinar al primer ministro elegido, Patrice Lumumba, porque temían que éste, como líder nacionalista, les negaría el acceso a los vastos recursos del Congo; Lumumba quiso usar los recursos nacionales para desarrollar la nación y mejorar la calidad de vida del pueblo congoleño10. El temor de un Congo que no bajara la cerviz ante los intereses imperialistas, en particular respecto al saqueo de recursos, llevó a Estados Unidos a auspiciar el asesinato de Lumumba, después del cual se instaló a Mobutu como gobernante y se cambió el nombre del país a Zaire.

Mobutu se estableció a sí mismo firmemente en una posición de liderato del estado. Él y su camarilla gobernante robaron gran parte de la producción económica del país y la depositaron en bancos en el extranjero, para guardar esa riqueza para su uso personal. Tan enorme fue el robo que ni siquiera se podía pagar de forma regular a los soldados, y muchas veces Mobutu los autorizó a simplemente pillar las aldeas y robarle a la población11. La destrucción, las violaciones y los asesinatos eran verdaderamente horribles. Esa táctica de robarle al pueblo él mismo, dejar que el ejército también le robara al pueblo y consentirle al imperialismo estadounidense formó una red compleja que permitió que Mobutu mantuviera su control del poder y de la riqueza del país.

Durante la época de Mobutu el gobierno desatendió drásticamente los derechos humanos12, pero Zaire y Mobutu gozaban de buenas relaciones con el imperialismo estadounidense. Mobutu tenía fama por mantener un control político total del país, prohibir la formación de todo partido de oposición política y ejecutar sistemáticamente a sus opositores políticos. Durante la segunda mitad de los años 1960, Mobutu convirtió al país en una vía de paso para las operaciones estadounidenses contra el país vecino de Angola, en ese tiempo aliado con la Unión Soviética13. Esa medida en particular suscitó buenas relaciones entre Mobutu y el imperialismo estadounidense. Mobutu recibió un apoyo especial de los presidentes Reagan y George H. W. Bush14 por sus constantes condenas y animosidad hacia la Unión Soviética durante la guerra fría. Visitaba la Casa Blanca con frecuencia durante esas dos administraciones.

Además, Mobutu sofocaba con regularidad cualquier rebelión popular que buscara un cambio político o social, y recibía enormes cantidades de "ayuda" estadounidense como premio. De 1962 a 1991 Estados Unidos financiaba directamente a Mobutu, pagándole unos $150 millones en sobornos provenientes de la CIA, y le dio a su gobierno más de $1.03 mil millones en ayuda para el desarrollo y $227.4 millones en ayuda militar15. Mobutu podía hacer acopio de ese dinero para su uso personal, mientras que abandonaba casi toda construcción de infraestructura en el país, asegurando que la población no tuviera acceso a servicios modernos. No hizo nada para paliar la total miseria de la gente. Las muchas décadas de robo de recursos se sumaron al robo de la riqueza bancaria, dos factores que han servido para convertir a la República Democrática del Congo en uno de los países más pobres del mundo, con un pésimo nivel de vida para la población.

Sin embargo, con el colapso de la Unión Soviética y el fin de la guerra fría, el apoyo estadounidense para Mobutu disminuyó, pues Estados Unidos ya no lo necesitaba como cliente en su contienda con la Unión Soviética, y tanto Mobutu como su acceso a la riqueza se veían en peligro16.

El imperialismo estadounidense empezó a presionarlo para que dejara el poder, pero Mobutu se oponía al plan. Muchos factores entraron en juego, pero el decisivo en el colapso del régimen de Mobutu fue la retirada del apoyo del imperialismo estadounidense. Sin los fondos provenientes de Estados Unidos, Mobutu no pudo aguantar ante la resistencia popular ni las milicias17.

Después de Mobutu, se han dado otros intentos de golpe de estado en el país y la República Democrática del Congo de hoy se ha convertido en un campo de batalla, particularmente en el oriente18. Hoy es una de las regiones más espantosas del mundo, donde la autoridad cambia constantemente entre varias milicias que emplean la violación tumultuaria y el asesinato para ganar un fugaz control de territorio. En 2010, la expectativa de vida en la RDC no superó los 48 años de edad19, y en 2011 el país se colocó en el nivel más bajo tanto del Índice de Desarrollo Humano como del Índice Global del Hambre; aproximadamente el 70 por ciento de la población carece de alimentación adecuada y uno de cada cuatro niños sufre de desnutrición20.

No obstante, el imperialismo ha aprovechado este ambiente desastroso.

El quid del imperialismo en el Congo: La minería

Las compañías mineras han llevado a cabo una explotación de muy mala fama en el Congo. El coltan, un mineral muy escaso empleado principalmente en la industria de la electrónica, tiene un alto valor y una abundancia significativa en el país. En 2002, más de 80 compañías fueron denunciadas por apoyar y patrocinar la violación, la tortura y el asesinato cometidos por grupos congoleños, mientras que las grandes potencias imperialistas (Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña eran las más importantes) se hicieron de la vista gorda y no investigaron las compañías responsables. Se calculó que un grupo sacó ganancias de más de $20 millones por mes de la venta de coltan, que tiene gran demanda debido al crecimiento de la industria de tecnología en los países capitalistas desarrollados21. Ese comercio se ha traducido en enormes ganancias para las compañías mineras, y para las milicias y los señores de la guerra congoleños, mientras los países imperialistas siguen siendo cómplices en los horrores.

No cabe duda de que el imperialismo estadounidense ha sido el arquitecto de los problemas actuales de África central y oriental, como se evidenció en su relación con el régimen de Mobutu. Al impulsar sistemáticamente los intereses del sistema capitalista imperialista en su conjunto, Estados Unidos ha creado un ambiente de caos y muerte en África. ¡De 1998 a 2008, 5.4 millones de personas murieron solo en el Congo!22 Esa cifra no incluye a las muchas más que han muerto desde esa fecha por la continuación del conflicto.

La realidad del imperialismo

En esa sola nación, los crímenes del imperialismo son patentes. Joseph Kony ha sido acusado de muchos crímenes, pero en comparación con los crímenes del imperialismo, esos presuntos crímenes parecen un juego de niños. El imperialismo estadounidense ha masacrado a más gente, no simplemente en esa región sino en el mundo entero, de lo que Joseph Kony podría hacer jamás. Es más, el ambiente que Kony ha logrado utilizar para juntar fuerzas bajo su liderato fue creado por el imperialismo, principalmente Estados Unidos, en la región.

La farsa de la "intervención humanitaria" se ha usado desde la época del rey Leopoldo II y el gobierno colonial de Bélgica, siendo este un gobierno que solo saqueaba recursos y promovía la esclavitud. Estados Unidos continuó empleando tácticas imperialistas en nuevas formas durante su conflicto con la Unión Soviética, y apoyó al gobierno aborrecible de Mobutu. No debe haber ilusiones respecto a cómo opera Estados Unidos; cuando ya no necesitaba de Mobutu, permitió que una forma de inhumanidad se convirtiera en otra.

Mientras la República Democrática del Congo y la región general de África central y oriental se suman más en un conflicto cada vez mayor, llega a ser más difícil acceder a los muchos recursos materiales de la región. De la misma manera que el rey Leopoldo iba en busca de recursos en la región, así lo hacen hoy también los países capitalistas imperialistas, principalmente Estados Unidos. Estados Unidos se ha centrado en mantener abierto el acceso a los recursos congoleños, y aprovechará el pretexto de llevar a "justicia" a Kony a fin de encubrir los motivos reales subyacentes del imperialismo. La historia del imperialismo en el Congo revela que cualquier tipo de "intervención humanitaria" es simplemente una ocupación imperialista, con el objetivo de defender el poder imperialista en todo el mundo.

 

Notas

1. "How the Kony Video Went Viral", J. David Goodman y Jennifer Preston, The Lede, 9 de marzo de 2012. [regresa]

2. "Lord's Resistance Army", New York Times, actualizado el 12 de marzo de 2012. [regresa]

3. "Armed U.S. Advisers to Help Fight African Renegade Group", Thom Shanker y Rick Gladstone, New York Times, 14 de octubre de 2012. [regresa]

4. Ibíd. [regresa]

5. "Order Restored in Congo Capital After Riots Fatal to 34 Africans", New York Times, 7 de enero de 1959. [regresa]

6. "Belgian Congo", Programa de Estudios del Genocidio de la Universidad de Yale. [regresa]

7. Ibíd. [regresa]

8. Tras la muerte de Stalin en 1953 y el posterior ascenso de Jruschov, la Unión Soviética abandonó el marxismo-leninismo y al contrario se transformó en un país "social-imperialista" (socialista en nombre, pero imperialista en sus acciones). En lugar de actuar como país liberador, después de 1953 la Unión Soviética entró en contienda con Estados Unidos y al mismo tiempo intensificó la opresión de los pueblos del mundo. [regresa]

9. "Anatomy of an Autocracy: Mobutu's 32-Year Reign", Howard W. French, New York Times, 17 de mayo de 1997. [regresa] [regresa]

10. "Patrice Lumumba: the most important assassination of the 20th century", Georges Nzongola-Ntalaja, 17 de enero de 2011, guardian.co.uk. [regresa]

11. "DR Congo's troubled history", Justin Pearce, 16 de enero de 2001, BBC News Online. [regresa]

12. "The Congo Region", Africa Update Archives, Vol. IV, Issue 4 (otoño 1997), Central Connecticut State University African Studies Program; "Human Rights Watch World Report 1993 – Zaire". [regresa]

13. "Mobutu, 32-Year Dictator of Zaire, Dies in Morocco", Los Angeles Times, 8 de septiembre de 1997; "Democratic Republic of Congo profile", BBC News Africa, 29 de mayo de 2012. [regresa]

14. "Leaving Fire in His Wake", Adam Zagorin Gbadolite, Time Magazine, 24 de junio de 2001; "Remarks of President Reagan and President Mobutu Sese Seko of Zaire Following Their Meeting", 4 de agosto de 1983, American Presidency Project, University of California Santa Barbara. [regresa]

15. "Zaire/Democratic Republic of the Congo", Carole J. L. Collins, Foreign Policy in Focus (A project of the Institute for Policy Studies), 1º de julio de 1997. [regresa]

16. "Leaving Fire in His Wake", Adam Zagorin Gbadolite, Time Magazine, 24 de junio de 2001. [regresa]

17. "Democratic Republic of Congo profile", BBC News Africa, 29 de mayo de 2012. [regresa]

18. Ibíd. [regresa]

19. "Congo, Dem. Rep. at a glance", 29 de marzo de 2012 de The World Bank: Democratic Republic of Congo. [regresa]

20. "Overview: Congo, Democratic Republic Of", World Food Programme. [regresa]

21. "The Democratic Republic of Congo", Anup Shah, globalissues.org, última actualización el 21 de agosto de 2010. [regresa]

22. "Congo's Death Rate Unchanged Since War Ended", Lydia Polgreen, New York Times, 23 de enero de 2008. [regresa]

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