Revolución #277, 12 de agosto de 2012


El diálogo de Cornel West y Carl Dix, "¿Qué futuro hay para nuestra juventud?", le mueve el tapete a la Universidad de Chicago

El diálogo entre Cornel West y Carl Dix, "En la era de Obama... Terror policial, encarcelamiento, falta de empleos, educación errónea:  ¿Qué futuro hay para nuestra juventud?" ha tenido un impacto profundo dondequiera que haya tomado lugar. En los últimos doce meses, lo han escuchado públicos muy grandes en las Universidades de California en Berkeley y Los Ángeles y ahora en la Universidad de Chicago (U.C.), una institución privada élite ubicada en medio del Southside (el barrio en el sur) de Chicago — el que contiene la mayor concentración de personas negras de Estados Unidos. El presidente Obama dio clases en derecho constitucional ahí y mantiene su casa en el vecino barrio de Hyde Park. (Vea "1300 asisten al diálogo entre Cornel West y Carl Dix en Chicago", Revolución #269, 20 de mayo de 2012, acerca del diálogo en U.C.)

Los preparativos para este evento duraron varios meses. Pero esta primavera, con la indignación nacional sobre el linchamiento de hoy día de Trayvon Martin, en el estudiantado aumentaba el sentimiento a favor del diálogo. En U.C. no hubo manifestaciones contra el asesinato de Martin, pero unos estudiantes, en su mayoría afroamericanos, habían tratado de presentar un programa, pero los administradores lo bloquearon, sosteniendo que la sala que los estudiantes pidieron fue "demasiado grande". Por eso, esos y otros estudiantes que ya estaban organizando el diálogo en U.C. redoblaron sus esfuerzos para ver que se celebrara el diálogo ahí.

Pero tres semanas antes de la fecha programada, cuando se habían cuajado todos los elementos del evento, de repente la administración de la universidad lo canceló, afirmando que hubo "problemas logísticos". Lo que ésta no anticipó fue la determinación de unos pocos estudiantes de superar esos obstáculos, así como la lluvia de apoyo de estudiantes, maestros y unos personajes de la comunidad. Rápidamente lanzaron una campaña con una petición, y los organizadores estudiantiles —ya metidos 24/7 en este proyecto— movilizaron aún más apoyo y pusieron todo de su parte para asegurar que el programa tomara lugar. La lucha en contra de la cancelación del evento llegó a ser la forma principal de publicidad ya que no podían imprimir o poner en línea ninguna publicidad antes de que la universidad diera luz verde. En cosa de unos días, el rector y el decano de estudiantes tuvieron que enviar una carta al cuerpo docente para decirle que ayudarían a los estudiantes a finalizar los preparativos para el diálogo (¡!), y dicho y hecho ¡encontraron una sala muy grande más otra sala para los que no cabrían! Luego, uno de los organizadores dijo que le recomendaría a los estudiantes de otras escuelas que quieren traer el diálogo a su escuela: "Tienen que considerar esto no sólo como presentar un evento, sino tomar una audaz posición política y anticipar una reacción de la administración y estar listos para lidiar con ella".

Todos estos esfuerzos tremendos valieron la pena. El evento fue magnífico, con un público muy diverso de más de 1.300 personas — probablemente lo más diverso de todo evento grande en la historia de U.C. Aquellos que trabajan con las ideas al nivel más alto en esta sociedad al lado de otros que han estado excluidos de esa esfera. Estudiantes que pagan $60.000 al año para la matrícula y gastos conversaron con personas que la sociedad ha privado de toda oportunidad. La universidad, predominantemente blanca, vio llegar un público con un porcentaje de afroamericanos de un 40% — estudiantes, jóvenes de la comunidad así como maestros de secundaria, activistas comunitarios, pastores y los de Ocupar. Las personas que hicieron cola para entrar tenían una gran sed de soluciones a la pregunta que plantea el título del diálogo —"¿Qué futuro hay para nuestra juventud?"— y más fundamentalmente, ¿por qué es así la situación de hoy? y ¿cómo es posible cambiarla? Sonrisas, ojos maravillados llenos de esperanza, resolución y cuestionamientos serios, expectativas — a excepción de la presencia inaudita de 15 policías que la universidad había insistido que estuviera, ¡pagada por los estudiantes! Ninguna sonrisa de parte de los policías. Pero el mar de entusiasmo ahogó esas caras de palo, y el poco "control de la muchedumbre" necesario fue mantenido muy bien por un equipo de unos 30 estudiantes con suéteres con capucha puestos, quienes hacían de acomodadores.

Carl Dix: "¡Esto tiene que terminar!"

Carl Dix inició con "saludos revolucionarios, Chicago" y después les habló a los estudiantes en particular: "En este momento de acentuados ataques sobre el pueblo pero también de acentuada resistencia, es importante que especialmente los jóvenes intelectuales, que componen una gran parte del público, logren escuchar desde diferentes perspectivas acerca de la situación en el mundo, como llegó a ese punto y qué podemos hacer para transformarla. Es importante que tengamos este intercambio porque es vuestra responsabilidad concebir un mundo diferente al de hoy y todos sus horrores y de ahí uniros a la lucha para crear un mundo diferente".

Habló sobre la lucha de él y el Dr. West para detener la enorme operación de etiquetación racial del Departamento de Policía de Nueva York (NYPD), el parar y registrar, y de su juicio de la semana anterior por oponerse a éste. Enumeró algunos recientes asesinatos escandalosos de la policía en Chicago y alrededor del país. Después de cada caso, dijo: "¡Esto tiene que terminar!" y el público respondió con aplausos. Este se convirtió en un tema central tanto del discurso de Dix como el de Cornel West.

Poniéndolo en un contexto internacional, Dix dijo: "Haga girar el globo terráqueo. Donde quiera que se ponga el dedo, encontraremos horrores indescriptibles… Estos horrores suceden por una sola razón: el sistema capitalista imperialista… la forma en que éste funciona y sobre lo que está basado — un incesante afán de ganancias, lo que condena a innumerables personas en el mundo a una vida de pobreza y miseria, a soportar la tortura y la violación. Éste desata guerras por el imperio… Este afán de ganancias amenaza al medio ambiente del mismo planeta que habitamos…  Ahora, voy a examinar el sistema de injusticia criminal de este país, en particular la forma en que amontona abusos sobre la gente negra y latina. Ése es un pilar clave, un rasgo fundamental de este Imperio Estadounidense… es algo para lo que se necesita una determinada resistencia de masas…".

Dix habló sobre la terrible devastación que la política de la encarcelación en masa ha causado a millones de personas: "Cuando se junta todo eso — las personas que están atrapadas dentro del sistema de injusticia criminal por medio del perfil racial, los 2.4 millones de personas que están almacenadas en las prisiones, los cinco millones de personas que han cumplido su sentencia pero que todavía están obligadas a llevar las huellas de la vergüenza y el deshonor. De ahí, agréguele sus familias y seres queridos. Lo que resulta son decenas de millones de personas con una vida enredada en el sistema de justicia criminal. Ésta es una situación de emergencia, una crisis grave, una sobre la que tenemos que hacer algo. Yo le llamo un genocidio lento…".

Después pasó a las razones subyacentes de cómo llegó a ser así la situación: "Se juntaron dos cosas. Una es el funcionamiento del sistema capitalista y la otra las políticas adoptadas conscientemente por la clase dominante. Empezando desde los años 1970, el capitalismo, en su afán de ganancias, empezó a reubicar las fábricas desde este país a los países del tercer mundo, donde podían pagarles menos a los trabajadores y obligarlos a trabajar en condiciones más peligrosas. Ese proceso llegó a un punto en el que para los jóvenes que crecen en los barrios pobres de las ciudades de este país se ha vuelto muy mucho difícil encontrar una manera legitima de sobrevivir y mantener a una familia. Otra cosa que ha estado pasando por décadas es que han recortado los programas de bienestar social que supuesta le ayudan a la gente pobre. Los han recortado al extremo, después los vuelven a recortar y ahora están a punto de hacer aún más recortes. Además, tenemos un sistema de educación sin suficientes fondos, en déficit y orientado a fallar a muchos de nuestros jóvenes. Lo que esto implica es que los jóvenes que crecen en los barrios pobres enfrentan un futuro sin esperanzas. El capitalismo pudo explotar a sus antepasados como esclavos en las plantaciones. Pudo explotar a sus bisabuelos como aparceros — muchos de ellos en las mismas plantaciones. Pudo explotar a sus abuelos en las fábricas como obreros. Pero este hoy no tiene una manera rentable de explotar a esta generación de jóvenes negros".

"Ahora, pasamos a las políticas conscientes… Ellos tienen a estos jóvenes a quienes no tienen nada que ofrecer y se recuerdan el papel que la juventud negra jugó en los años 60, de levantarse en contra de lo que pesaba sobre el pueblo negro. Los jóvenes desataron levantamientos y ayudaron a forjar un movimiento revolucionario que sacudió a este sistema hasta sus cimientos. Richard Nixon, el conocido "Ricardito el Mañoso", quien fuera presidente a finales de los 60 y comienzos de los 70, dijo en una reunión de su gabinete: 'El problema son los negros y tenemos que concebir una solución que no reconoce que eso es el problema con el que estamos tratando'. Su solución fue lanzar las guerras contra las drogas y las guerras contra el crimen, lo cual realmente eran unas guerras contra el pueblo negro… Y [a lo largo de esas décadas] esto ha conducido a la situación de la encarcelación en masa".

Después Dix mencionó un libro de Richard Lawrence Miller, Drug Warriors and Their Prey: From Police Power to Police State, a fin de subrayar que no exageraba al decir que se trata de una forma de genocidio lento que podía llegar a ser un genocidio acelerado. Usando la analogía de la manera en que los alemanes llevaron a cabo el genocidio de los judíos, Miller describe las cinco etapas de dicho genocidio: la identificación, el ostracismo, la confiscación, la concentración y al final el exterminio.

De ahí Dix dijo que las etapas finales no son inevitables. "Lo que pase depende de nosotros, depende de nuestra respuesta. Si respondemos con una determinada resistencia, tenemos alguna oportunidad de asestar un golpe y detener este genocidio lento. ¿Si respondemos con silencio? Encarcelación en masa + silencio = genocidio".

Las cosas no tienen que ser así

Dix dijo que existe otra alternativa para el mundo en que vivimos ahora: "Todos estos horrores les suceden a la gente por el sistema capitalista imperialista y su afán de obtener ganancias. Las cosas no tienen que ser así. Podemos ponerle fin a todos esos horrores y librarnos de todo eso de una vez por todas por medio de hacer la revolución. Hablo de la revolución comunista. Así es. De eso es de lo que hablo — de la revolución comunista. No me escucharon mal. (Risas y aplausos) Yo conozco lo que ustedes han escuchado acerca de la revolución y en especial de la revolución comunista. Que fue un fracaso. Que fue un desastre. Pues, les han mentido. Los capitalistas y sus voceros no han escamitado esfuerzo alguno para amontonar calumnias sobre la revolución y el comunismo porque no quieren que las personas crean que existe alguna salida a esta vida que podría ser mejor que la actual. Pero se ha hecho la revolución. Y cuando el poder estuvo en las manos del pueblo en aquellas revoluciones de la Unión Soviética y después en China, se realizaron muchas grandes avances. Desde ese entonces, ambas revoluciones fueron derrotadas y ahora el poder volvió a las manos de los capitalistas explotadores en esos países. Pero eso no borró los grandes avances que realizaron.  …Si a usted le inquieta la manera en que las personas tienen que vivir en este país y alrededor del mundo, se lo debe a sí mismo y a la humanidad investigar la verdad sobre la experiencia de las revoluciones en esos países. La manera en que se puede hacer eso es accediendo a la página web thisiscommunism.org".

¿Cómo sería una sociedad revolucionaria?

Dix habló de cómo sería una sociedad revolucionaria: "No existirían más Trayvon Martin, no más Rekia Boyd [asesinada por la policía de Chicago], no más Oscar Grant [asesinado por la policía de Oakland] (aplausos). No más policías de patrulla en nuestras comunidades como ejércitos de ocupación. No más mujeres sometidas a la degradación y esclavitud. No más personas con una vida al borde de la muerte por hambre aquí y alrededor del mundo. No más guerras por el imperio. Lo que existiría será una sociedad donde el poder para cambiar las cosas esté en manos de la gente dirigida por una vanguardia comunista revolucionaria. Las personas que quieren actuar para erradicar la opresión y la desigualdad que queden de la vieja sociedad, contarían con una autoridad de gobierno que les respaldaría para hacer todo eso, a diferencia de la que las arrestaría y las pondría en juicio por tratar de resolver las necesidades de la gente. Tendríamos un sistema de educación que prepararía a la juventud para pensar críticamente para conocer el mundo a fin de poder ser capaces de actuar para cambiarlo. (aplausos) Tendríamos un sistema de justicia cuyo propósito sería llegar a la verdad de las cosas, a diferencia del presente sistema de justicia que usa las mentiras, el engaño y la tortura y cualquier cosa que resulte para condenar a la gente y almacenarlas en las prisiones. Las personas necesitan investigar lo que en realidad implicaría esta sociedad revolucionaria. No existe una república socialista en América del Norte ahora, pero el PCR está trabajando para crear una y este libro —Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto)— les dice cómo sería ésta…"

Lo que se puede hacer

Carl Dix terminó su presentación hablando sobre lo que la gente puede hacer ahora mismo: "Primero, las personas que lleguen a ver la necesidad de la revolución, ¿qué es lo que necesitan hacer ahora mismo? El PCR tiene una declaración sobre la estrategia que dice que necesitamos luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución… Presenciamos una prueba de lo que la resistencia puede hacer con la respuesta en torno al asesinato de Trayvon Martin. Ellos nos dicen: 'Vale, el caso está en la corte, ya es hora de que ustedes salgan de las calles y dejen que funcione el sistema. ¡Mentiras! El sistema hizo ya su trabajo en el caso de Trayvon cuando acompañó a su asesino a salir por la puerta de la comisaría de la policía y lo dejó libre. Fue necesaria la resistencia de las masas para que levantaran cargos al sujeto. Se necesita continua resistencia de las masas para obtener justicia en ese caso… Trayvon no fue un incidente aislado, éste fue lo último en una cadena interminable de abusos que este sistema de justicia criminal ha echado encima del pueblo y está enraizado en el mismo sistema capitalista imperialista. Por lo tanto, tenemos que construir una resistencia que pone al descubierto las causas de todo esto, cuál es la fuente del asesinato de Trayvon y el asesinato y la brutalidad que recae sobre todos los otros Trayvon en esta sociedad. Eso es lo que representa Luchar contra el poder, y transformar el pueblo, para la revolución".

"Además, existe otro nivel. He hablado mucho aquí y hay unas personas presentes quienes tienen que reflexionar y digerir lo que he dicho. Mientras una hace eso, puede participar en este movimiento para la revolución y hacer las cosas que son importantes y realmente contarían. Dije que el trabajo que Bob Avakian ha estado haciendo y la dirección que está dando es algo que un montón de personas más necesitan conocer. El movimiento para la revolución ha lanzado una campaña llamada BA en Todas Partes. Estamos haciendo que su voz y obra sean más ampliamente conocidas. Necesitamos un montón de participación. He aquí una manera: investigar quién es BA y leer su libro de citas y ensayos cortos, Lo BAsico, leer el periódico Revolución, ver el DVD de la charla de él Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es. Contribuir con dinero; estamos recaudando mucho dinero para difundir la voz de BA por todas partes. Piense que tanto pudiera importar el que las personas se adentraran en la vida política, en que empezaran a conocer quién es este líder quien ha estado determinando la forma de hacer una revolución y crear un mundo completamente diferente… imagínese el impacto que tuviera sobre lo que las personas piensan y dicen, por lo que se están organizando para luchar. Tenemos la Gira del Autobús Lo BAsico, que les habla a las personas sobre la revolución y el comunismo, lo que está pasando en la sociedad. Puedes ayudar a que todo esto suceda".

"He aquí otro elemento de lo que la gente puede hacer. Para aquellos que dicen, 'Carl: Tienes buenas cosas que decir, pero no puedo convencerme de tu onda de la revolución, eso es muy grueso para mí'. (Risas) Vale, siga reflexionando. Pero el que estés o no de acuerdo conmigo sobre la necesidad de la revolución, existe algo que usted y yo necesitamos hacer juntos, necesitamos ponernos en pie juntos y decir 'basta ya a la encarcelación en masa'. (Prolongado aplauso) En verdad estamos en una gran curva hacia el genocidio lento. Tenemos que movilizar esta resistencia de masas, existe una Red Parar la Encarcelación en Masa; Cornel y yo fuimos parte de formarla".

Cornel West: "La condición de la verdad es permitir que el sufrimiento hable".

Cornel West comenzó con "estoy bendito al estar en Chicago". De ahí habló de su relación con Carl: "La gente me dice, Hermano West, usted es un cristiano revolucionario, ¿por qué pasa el tiempo con un comunista revolucionario? Con toda seriedad, dada la profundidad del sufrimiento que experimentamos y el declive del imperio estadounidense y el deterioro interno de nuestro experimento frágil en la democracia, la que estamos perdiendo cada día. Lo más importante ahora mismo es regresar a la verdad escueta. Necesitamos a ciudadanos con el valor de pensar y actuar y que no se vendan. De ningún modo se trata de acuerdo ideológico total. Claro que tengo desacuerdos con mi hermano. Está equivocado con respecto a Dios, pero no vamos a entrar en eso ahora. No obstante, quiero a mi hermano y respeto a mi hermano porque, como yo, él decidió hace mucho tiempo que iba a ser un corredor de larga distancia por la libertad, lo que quiere decir que va a vivir y morir por algo más grande que sí mismo. Y jamás le habrá un mejor postor. Él va a seguir en la lucha hasta su último aliento. Y eso es lo que necesitamos en estos días y estos tiempos…". Luego declaró: "Siempre que ames profundamente a los pobres, eres una amenaza a los que mandan. Eso es un hecho fundamental".

West explicó por qué se necesita una sociedad diferente: "Lo que conecta a un cristiano revolucionario con un comunista revolucionario es que tenemos una dedicación fundamental a los valores que no están basados en el mercado como — el amor, la dedicación, la confianza, el sacrificio, la compasión. Rechazar acomodarse a la injusticia… a la indiferencia… a tener el corazón tan endurecido y la conciencia tan correosa, el alma tan fría que todo se trata de ti y tu aprieto narcisista, tu condición egocéntrica, la obsesión con la estimulación y excitación, pero poca preocupación con cuidar y nutrir profundamente a otros. A ese punto han llegado las cosas en 2012 en nuestra sociedad hiper-mercadológico e hiper-capitalista, aquí y en otros países. Y por eso les cuesta trabajo a algunos tomar en serio la idea de una sociedad diferente. 'Por Dios, eso está en el futuro demasiado lejos'. Pero, ¿sabes qué? Si no hacemos algo, los derechistas, los cripto-fascistas reaccionarios están listos para entrar porque también entienden la profundidad del deterioro.  Y cuentan con el apoyo xenófobo, antisemita, antimusulmán, antiárabe, homofóbico, profundamente anti-afroamericano y anti-latino y oligárquico. Así estamos ahora. Eso es el estado de emergencia del que habló nuestro querido hermano".

Luego West expresó su tema filosófico e ideológico central: "Quiero comenzar con el método socrático…. No vale la pena llevar una vida sin examinar. Uno tiene que decidir el tipo de ser humano que quiere ser, lo que quiere decir ser humano…. Estamos presentes precisamente porque el amor es lo central. Y es un amor por la verdad. Eso es lo que lo hace socrático… Durante el proceso contra Sócrates, éste dice: ¿Qué es el motivo de mi impopularidad? ¿Lo que es el discurso sin miedo, discurso sencillo, discurso franco, discurso no intimidado? No oímos lo suficiente esa clase de discurso cuando se trata de lidiar con la situación de la gente pobre y trabajadora. Y eso se debe precisamente a que no los amamos lo suficiente como para decirle la verdad a la sociedad y decirles la verdad. Tan obsesionados con nuestras profesiones que perdimos todo sentido de nuestras vocaciones. Tan obsesionados con nuestras carreras que perdimos todo sentido de nuestras aspiraciones. Tan obsesionados con nuestros trabajos que perdimos todo sentido de las responsabilidades de la vida. ¿Qué será de la siguiente generación y la que le siga si por estar tan obsesionados con nuestra profesión y nuestra carrera, no dijéramos la verdad sobre la situación y el sufrimiento en que nos encontramos? No puedes regenerar la democracia sin decir así la verdad con tal profundidad".

West recalcó: "Estoy aquí esta noche para tratar de decir algo que les vaya a desconcertar a ustedes. Incluso a mis camaradas progresistas. No creo en la unanimidad. Yo creo en el enfoque e intercambio crítico. Creo en la unidad, pero esa no es la misma cosa que la unanimidad". Dijo que se supone que U.C. promueve "el examen propio del prejuicio y suposiciones, de juzgar antes del hecho". Pero dijo: "aquí estamos en una universidad dedicada a la Investigación Socrática, pero todavía es muy difícil". Les desafió a los estudiantes — "no sean disuadidos de ser radicalmente críticos" y "la historia en verdad tiene una futura abierta. Depende del valor y buena voluntad de otros para luchar, sacrificarse, pensar, etc."

La oligarquía

Luego el Dr. West expresó su opinión sobre el problema: "Existe una relación entre el llamado 'mercado libre' y su sesgo oligárquico, el 1% que tiene un 42% de la riqueza, los 400 individuos en la cima que tienen una riqueza equivalente a la de las 150 millones de los de abajo en Estados Unidos hoy, y ese 22% de nuestros hermosos niños de todo color que viven en la pobreza dentro de la nación más rica del mundo. El 40% de los niños rojos, latinos y negros viven en la pobreza en el más rico experimento democrático y potencia imperial en la historia del mundo y decimos: '¿Dónde está la indignación moral? ¿Dónde está la indignación justa?' Pues, miren a los líderes; demasiados de ellos — comprados. Rajones. Claudicados. Vendidos. 'Hermano West, tus palabras son muy fuertes'. Eso sí. Vivimos en tiempos severos. La ubicua cosificación, el ubicuo comercialismo, incluyendo la educación que ustedes reciben.

"Hoy el reto fundamental es la oligarquía, y al fin y al cabo ustedes tienen que decidir de qué lado están. En eso el movimiento Ocupar tiene razón…. Es la oligarquía. La financiarización del capitalismo financiero donde Wall Street está al mando… generando miles de millones de dólares en ganancias, con muy poco valor productivo… mientras que se disminuyen los salarios de los trabajadores, el deterioro de las escuelas, la vivienda en ruinas, los servicios médicos menos disponibles… y la desigualdad de riqueza en expansión exponencial…. La codicia desenfrenada…. El sistema político descompuesto… El congreso es un lugar de soborno legalizado y corrupción normalizada. ¿Quién siquiera habla de la dignidad de los pobres en estos días, especialmente entre los funcionarios elegidos? ¿Cuánto tiempo puede durar nuestro experimento frágil en la democracia cuando los poderes oligárquicos en la economía dominan el sistema político?"

Explicó su opinión sobre qué hacer al respecto: "¿Cómo vamos a despertarnos más y trazar las conexiones entre el complejo prisión-industrial, el complejo militar-industrial, el complejo oligárquico de Wall Street y luego el complejo mediático corporativo que mantiene estimulados, excitados, apaciguados y distraídos a tantos de nosotros…. las armas de distracción masiva, eso es lo que son los medios. Muy pocas palabras sobre el contexto. Muy pocas palabras sobre el bienestar común que nos une. Así que tenemos un discurso sumamente polarizado, sumamente balcanizado sin ningún diálogo público.

"Piensen en el sistema entero. No se trata simplemente de un político en particular. Yo sí creo que existen políticos progresistas. Apoyo a varios políticos progresistas…. Por adentro están tratando de crear algo de espacio, pero tienen que tener un movimiento social afuera que está presionando, dando a saber que existe la responsabilidad — en la política exterior y la política interna".

Después de que West y Dix dieron sus presentaciones se sentaron juntos en el escenario y "dialogaron". Debatieron el rol de Martin Luther King, Jr., el rol de la política electoral, lo mismo que el socialismo en la Unión Soviética durante los años de Stalin. Un intercambio el que comentaron muchos del público después del diálogo fue sobre "¿el optimismo laico o la esperanza cristiana?"

West describió sus diferencias de la siguiente manera: "El hermano Carl representa un optimismo laico de creer que podría haber un momento que será libre de la opresión. Pero yo soy un preso de la esperanza cristiana y ésta es distinta al optimismo laico. Eso significa que no puedo concebir que nosotros las criaturas humanas, con todos los temores, ansiedades e incertidumbres en frente de la extinción de nuestros cuerpos muy pronto, el deleite culinario de los gusanos terrestres que nos esperan… no puedo concebir que alcancemos un nivel de madurez espiritual o moral que eliminara toda clase de opresión — homofobia, antisemitismo, antiárabe, etc. De ahí se pregunta: ¿cómo vamos a amar lo suficiente, sacrificarnos lo suficiente, para hacer las cosas mucho, mucho mejores? Porque el sistema está muy jodido. Pero no importa lo que produzcamos, necesitará otro movimiento social. Porque el ciclo de la historia está acribillado de la dominación, la opresión, la envidia, los celos, la codicia. Y necesitamos la responsabilidad democrática para minimizarlo todo lo que podamos. Así que yo tengo una visión más sombría. Más cerca de Chéjov que a ti (Carl)".

Dix: "No estoy diciendo que llegaremos a una sociedad perfecta".

West: "Dices 'libre de opresión'".

Dix: "Sí. En eso trabajamos. Queremos eliminar la explotación y opresión de una vez por todas. Siempre existirán contradicciones. Siempre existirán problemas. Y tenemos que forcejear acerca de éstos".

West; "Así que estás más cerca de mí…".

Dix: "Algo que Bob Avakian ha dicho es que en una sociedad revolucionaria tenemos que combinar la toma del poder, el desencadenamiento de la gente para gobernar la sociedad y el mantenimiento del poder a fin impedir que regresen los explotadores o nuevos explotadores. Pero una parte de la forma de hacer eso y continuar el avance hacia el fin de la opresión es la de crear un ambiente que estimula la diversidad, la investigación, la interrogación y el disentimiento — incluso entre las personas que no están de acuerdo con el rumbo de la sociedad revolucionaria porque es necesario escuchar lo que todo el mundo piensa, incluso las personas que se desagradan por lo que uno hace, porque es posible que te puedan decirte una verdad que tal vez no te dirían los a que les gusta lo que estás haciendo. Tienes que escuchar todo eso para saber cómo avanzar".

Muchas personas se entusiasmaron por la manera en que los dos oradores intercambiaron ideas profundas, examinando sus diferencias así como su unidad y demostrando muy claramente el respeto y amor mutuos.

Una joven negra, activista en Ocupar, dijo: "Me gustó el hecho de que expresaban dos posiciones distintas. El Dr. West, con un historial cristiano y Dix, con un historial no religioso, por ello tienen ideas diferentes. ¿Qué dijo West, algo acerca de un 'optimismo laico'? No recuerdo las palabras pero me interesaba conocer las perspectivas provenientes de historiales religioso y no religioso acerca de dos modos distintos de hacer una revolución".

Una estudiante blanca de posgrado dijo: "Esto me vigorizó para volver a mi trabajo y me entusiasmó por el trabajo que se está llevando a cabo. Ver a todo el mundo en una unión fue una gran experiencia para mí. Y los dos puntos de vista — me encontré atraída al tipo de acción más militante, haga-lo-que-se-requiera, la revolución. Así que me era interesante escuchar ambas perspectivas y ver cómo los dos se comunicaron entre sí con tanta brillantez. Eso es algo que tengo que aprender a hacer mejor. Para mí es una experiencia aleccionadora porque tiendo a tener problemas al discutir. Y ver que es posible, ésa es una lección enorme para mí".

Después los entrevistadores de Revolución les pidieron a varias personas sus opiniones sobre el programa. Vez tras vez las personas les dijeron: "asombroso", "inspirador", "conmovedor", "me abrió los ojos", "ojalá que nos podamos avanzar desde aquí". Querían hablar largo, desde el corazón. He aquí otras respuestas.

Un joven negro: "La pasión y sinceridad que el Sr. Carl Dix expresó sobre el comunismo revolucionario. No se arrepentía de nada que dijo. Para mí, eso fue muy fuerte. Su pasión impuso eso sobre el público. Nos obligó a tomarlo en serio a él. En este país, si hubiera visto una pancarta muy grande que dice "comunismo revolucionario", vaya, lo hubiera descartado. Pero su pasión realmente nos dio una seriedad sobre el tema".

Un joven blanco, recién graduado de U.C.: "Tratan la encarcelación en masa y qué tan profundamente alcanza en realidad, y dónde se dirige y qué tan importante es ver a donde vamos y las tendencias que vemos. Porque pienso que una vez que ves la raíz y ves qué tan profunda es esta madriguera de conejos, pues puedes ver las corporaciones y personas que en realidad están detrás de esto y sus motivos, y eso es lo que tienes que entender".

Una joven palestina: "Yo nunca los había escuchado antes. Creo que son un buen equipo. Entiendo el punto de vista de ambos. Y estaba siguiéndolos, asintiendo con la cabeza al uno, y luego el otro presentaría unos puntos muy buenos en su contra. Se dirigen los dos al mismo objetivo. Todos queremos una sociedad mejor y todos queremos llevar esto a un mundo diferente. Tenemos que revolucionar la sociedad pero tienen maneras distintas de hacerlo. Así que el otro refutaría algo y yo me encontraría asintiendo con la cabeza de nuevo. Qué dinámica tan interesante ver a cada uno por su parte criticar los asuntos que nos confrontan en estos días. Ambos son hombres muy inteligentes, con historiales diferentes y teorías diferentes que han estudiado durante sus carreras muy destacadas. Fue una combinación buena. Fue algo muy poderoso tener la oportunidad de estar en esa sala viéndolos y escuchándolos y estando en medio de eso".

Un joven negro del barrio sur de Chicago: "Los dos hablaron de modo fenomenal…. Fue algo que yo quisiera llevar a mucha gente de mi generación para que puedan enterarse de estas cosas y para que no tengan que ser víctimas de este sistema o de la manera en que la sociedad les lava el cerebro y les impone el capitalismo y las muchas cosas que arruinan la comunidad, o simplemente cómo la sociedad está en su conjunto o en todas partes, en el extranjero".

Su amigo añadió: "Dijeron mucho y aprendí mucho. Muchas cosas que siento y sobre las que converso con las personas, pero éstas creen que estoy loco por sentirme así porque no se habla de esas cosas en la sociedad. A las personas de veras les gusta ignorarlo, actúan como si eso no ocurriera pero sí ocurre ante sus ojos. Ya es hora de despertarnos, ponernos de pie y luchar".

Un joven patinador negro, y activista en Ocupar: "Lo que más me impresionó fue la honestidad y la sinceridad de Carl Dix y Cornel West, en el sentido de que sentí que esto es precisamente lo que teníamos que oír. Creo que el conocimiento que pasa desde los mayores hacia la juventud es algo que necesitamos ahora más que nunca porque la sociedad nos mira de reojo como si fuéramos un peligro, o al menos siento yo que así se nos percibe en estos días. Así que me parece que es más importante que nada que los mayores vuelvan y que cuiden en serio de nosotros y hagan esfuerzos para informarnos. Como dijo el Dr. Cornel West: 'Esto nos importa". Y en un sentido literal, esas palabras —'esto nos importa'— me llegaron. He esperado unos cinco años para oír eso, oír que alguien se preocupa en serio. Se trata de más que palabras, se trata de una energía positiva dentro de mí y dentro de otros".

La última pregunta de la sesión de preguntas y respuestas sirve bien para terminar este artículo:

P: "Dr. West, quiero conocer su visión del futuro. No solamente para el Movimiento Ocupar, pero para todo el mundo".

West: "¿El futuro del mundo?"

P: "Como quiera que usted desee analizarlo — cómo Ocupar así como todos pueden estar incluidos en ese mundo".

Moderador: "Creo que sería una magnífica manera de terminar el diálogo con declaraciones sobre sus propias visiones del futuro".

West: "En realidad creo que el futuro está abierto. Es imprevisible. No creo que ninguno de nosotros, antes de que surgiera, hubiera pensado que el Movimiento Ocupar hubiera surgido en ese momento. ¿Quién hubiera pensado que estuviéramos hablando de la codicia de las corporaciones y de la desigualdad de la riqueza dado el predominio neoliberal derechista en nuestro discurso público? La austeridad, la austeridad —siempre desde el punto de vista de las entidades crediticias— en lugar de la inversión masiva en los trabajos, la inversión masiva en la vivienda, inversión masiva en los servicios médicos desde el punto de vista de la gente trabajadora y pobre. ¿Quién hubiera pensado que pudiéramos realizar ese tipo de cambio? Depende mucho de las opciones que elegimos. Puede que el año entrante se dé un despertar democrático de masas y los historiadores no tengan ninguna herramienta analítica para ello. O que haya sonambulismo y nos vayamos a pique. Cuesta trabajo saberlo. En verdad no lo sé. Lo único que conozco es lo que yo voy a hacer. Conozco lo que la situación me llama a hacer. Si nosotros (le señala a CD) resultamos aplastados, encarcelados, asesinados o lo que sea — como dijo BB King, me sonreiría al cantar los blues. Ojalá que sean muchísimas personas más, pero es posible que sean unas poquitas, pero ya he decidido. Decidí hace 50 años ya y voy a ser fiel hasta la muerte".

Dix: "No podía elegir entre La mujer al borde del tiempo [una novela de Marge Piercy de 1976] y una cita de Lenin acerca de soñar. Voy con la cita de Lenin acerca de soñar porque es más corta. Dos revolucionarios conversan y uno adopta un aire despectivo acerca de la idea de soñar. Lenin dice que no, el otro tenía el enfoque correcto acerca de soñar. Tienes que soñar. Tienes que tener sueños grandes. Soñar con una visión de un mundo nuevo y diferente. Pero luego hay que cotejar tus sueños con la realidad y trabajar constantemente para cerrar la brecha entre tus sueños y la realidad. Si no existe una brecha entre tus sueños y la realidad en que vives, no estás soñando de verdad. Así que tienes que tener sueños grandes. Eso es la manera en que debemos abordarlo. Y retomando La mujer al borde del tiempo — el futuro está por escribirse. Estamos luchando por él ya. Si respondemos al presente con silencio, recibiremos un futuro. Si respondemos al presente con una resistencia resuelta de masas, podremos escribir otro futuro. Hermanas y hermanos, les sugiero que escriban otro futuro. Que respondan con resistencia de masas".

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