Revolución #278, 19 de agosto de 2012


Un llamamiento a ponerse de pie, juntos, para oponerse al peligroso embate del gobierno de Obama contra los derechos fundamentales

El gobierno de Barack Obama, que prometió poner fin a la tortura y otros atropellos cometidos por el gobierno de Bush, de hecho está poniendo en marcha un peligroso sistema de represión y control. Constituye un serio embate contra los derechos fundamentales y es necesario responderle con una mayor conciencia y oposición más decidida y no con el silencio y la complicidad.

El historial del gobierno de Obama es escalofriante. El presidente Obama ha conservado el programa de entregas de Bush, que se apoya en la tortura, y ha extendido la Ley Patriota. Su gobierno ha adoptado una política cuasi-oficial de asesinatos, con todo y secretas "listas de individuos para matar" revisadas por el presidente, que el procurador general Holder afirma con descaro cumple con las normas del debido proceso legal en la Constitución. En el caso de 2010 Holder v HLP [Proyecto Leyes Humanitarias], el gobierno de Obama presentó un argumento que prosperó ante los tribunales de que se ampliara la definición del "delito" de "dar apoyo material" para los "terroristas" para incluir meramente hablar con cualquier grupo que el gobierno ha designado como terrorista y darle asesoría (incluso sobre unos asuntos jurídicos). El fallo ya se ha aplicado a unos activistas pro palestinos y pone en peligro a muchos más, entre ellos, prominentes intelectuales públicos así como grupos que defienden o promueven el cambio social fundamental.

La más reciente extensión de autoridad oficial ilegítima y peligrosa es el Acta de Autorización de Defensa Nacional de 2012 (NDAA). Esta ley le adjudica a cualquier presidente estadounidense los poderes de detener a cualquier persona, incluidos los ciudadanos estadounidenses, de manera indefinida y sin cargos ni proceso, por el presunto delito de relacionarse con una amplia e imprecisa categoría de personas, lo que podría abarcar a las personas que no tienen nada que ver con los ataques del 11 de septiembre de 2011 o en general con el terrorismo.

El patrón es claro y perturbador: no sólo continuar las medidas draconianas sino dar un salto más allá de las medidas durante el gobierno de Bush —so pretexto de una llamada Guerra contra el Terror de duración indefinida— para detener, torturar y asesinar… no solo continuar sino dar un salto en las medidas de restringir y penalizar el disentimiento y la oposición al estatus quo.

No se puede permitir que esta situación quede sin contestar — ni que siga creciendo y empeorando. Al oponerse a estas medidas represivas, es imprescindible que las personas no permitan que nadie ni ningún grupo en particular sean singularizados o puestos en la mira selectivamente para fines de represión. En esta conexión, es muy notable la demanda Hedges et al. v Obama, et al. la que impugna las disposiciones ominosas del NDAA. El 16 de mayo de 2012, una corte de distrito federal falló a favor de los demandantes y pronunció un amparo temporal que prohíbe que el gobierno ejecute la Sección 1021 de esta ley. Pero introducida en este fallo en su mayor parte positivo es una referencia al Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos y su presidente Bob Avakian, la que es una descripción errónea y potencialmente perjudicial que se podría utilizar como pretexto para penalizar lo que es la libertad de palabra y asociación con protecciones de la Constitución y que tiene el potencial de meter al PCR y su presidente en una categoría de organizaciones que el gobierno haya identificado como terroristas.

Los abajo firmantes de esta declaración no podemos hablar en nombre del PCR y de hecho varían nuestra familiaridad y puntos de vista acerca de sus principios y objetivos políticos y filosóficos. Pero no toleramos —y la reconocemos por muy peligrosa— la designación de parte de los que mandan a grupos como políticamente "aceptables" y "inaceptables". La historia enseña, por ejemplo negativo y ejemplo positivo, que tenemos que tomar posición contra las iniciativas de dividir a las fuerzas progresistas, radicales y revolucionarias según dichas categorías.

En esta situación, hay lecciones muy importantes que sacarse del balance autocrítico del pastor Martin Niemöeller sobre su experiencia ante la intensificación de la represión llevada a cabo por el régimen nazi de Alemania en los años 1930:

"Primero vinieron a buscar a los comunistas y no dije nada porque yo no era comunista.
"Luego vinieron por los sindicalistas y no dije nada porque yo no era sindicalista.
"Luego vinieron por los judíos y no dije nada porque yo no era judío.
"Luego vinieron por los católicos y no dije nada porque yo era protestante.
"Luego vinieron por mí pero, para entonces, ya no quedaba nadie que dijera nada".

Los signatarios de esta declaración pedimos que las personas alcen la voz y juntas se opongan al embate contra el disentimiento y a las medidas para restringir y penalizar la expresión, asociación y actividad política de oposición, que está tomando el gobierno de Obama y que continúan y extienden peligrosos precedentes y mecanismos que también podría utilizar cualquier futuro gobierno.

Signatarios iniciales

Elliott Adams, Veteranos Por la Paz, ex presidente, Creando una Cultura de Paz, secretario
Rafael C. Angulo, profesor adjunto clínico, Escuela de Trabajo Social de la Universidad del Sur de California
Jane Bark
Padre Luis Barrios, co-director ejecutivo, Fundación Interreligiosa para la Organización Comunitaria-IFCO
Deb Bazell
Toby Blomé, Código Rosa del Área de la Bahía
Leah Bolger, presidenta, Veteranos Por la Paz
Maure Briggs-Carrington
Robert Cliver, profesor de Historia
Daniel Costa, Unión Estadounidense de Libertades Civiles
Peter Coyote, actor, autor, ser humano políticamente comprometido
Daniel Ellsberg
Larry Everest, articulista de Revolución, autor
Sharon Gadberry
Ann Fagan Ginger, autora, abogada de derechos humanos (jub.)
Lyn Hejinian, poetisa y profesora, Facultad de Inglés, Universidad de California-Berkeley
Dave Heller
George Homanich, Binghamton, Nueva York
Mickey Huff, director, Proyecto Censurado/Fundación Libertad en los Medios
John Hutnyk, profesor, Goldsmiths College de la Universidad de Londres
Chuck Kaufman, director ejecutivo, Alianza por la Justicia Global
C. Clark Kissinger, Libros Revolución-Nueva York
Jim Lafferty, director, Gremio Nacional de Abogados, Los Ángeles
Linda LeTendre, Alianza de Paz de Saratoga
Raymond Lotta, periódico Revolución, promotor de la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian
Bob Meola, Valor para Resistirse, Liga de Resistentes a la Guerra
Theresa Nona
Jon Olsen, Partido Verde
Scott Olsen, Veteranos de Irak Contra la Guerra
Art Persyko, Coalición 99% de San Francisco
Peter Phillips, presidente, Proyecto Censurado/Fundación Libertad en los Medios
Michael D. Rectenwald, Ph.D., profesor, Estudios Liberales /Estudios Liberales Globales, Universidad de Nueva York
Walter Riley, activista, abogado
Stephen Rohde, abogado de libertades civiles y autor
Candice Rowser, Universidad Hunter, Universidad de la Ciudad de Nueva York
Marc Sapir, médico
Alianza de Paz de Saratoga
Carole Seligman, co-directora, Socialist Viewpoint
Cindy Sheehan
Carol Strickman, abogada
Jeffrey Shurtleff, Amnistía Internacional Estados Unidos 466, y Coalición 99% de San Francisco
Michael Steven Smith, Gremio Nacional de Abogados y Centro Pro Derechos Constitucionales
Michael Sorgen, abogado de derechos civiles
Mark D. Stansbery, Campaña para el Control de las Armas de Columbus
David Swanson, autor, warisacrime.org
Debra Sweet, directora, El Mundo no Puede Esperar
Howard Switzer, arquitecto y delegado por el Partido Verde al Comité Nacional Verde
Veteranos Por la Paz, Capítulo 147
John F. Thielking, Peacemovies.com
Paul Von Blum, Programa de Estudios Afroamericanos de la Universidad de California-Los Ángeles
Steve Wagner, Vecinos del Lago Merritt Organizados por la Paz
Donna Wallach, Justicia para los Palestinos
Steve Wasserman, profesor en Derecho Constitucional, Universidad de Justicia Criminal John Jay, Ciudad de Nueva York
Curt Wechsler, director, FireJohnYoo.net
Andy Zee, Libros Revolución-Nueva York
Maggie Zhou, Ph.D., Boston, Massachusetts
Stephen Zunes, profesor de Política, Universidad de San Francisco

La afiliación es sólo para fines de identificación y no implica respaldo alguno.

Para firmar el llamamiento, acceda a opposerepressionndaa.net.

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