De la redacción:

Sobre el huracán Sandy: ¿Cuál es el problema? ¿Cuál es la solución? ¡Y lo que tenemos que hacer ahora!

2 de noviembre de 2012 | Periódico Revolución | revcom.us

 

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La crisis suscitada por el huracán Sandy ha dejado al desnudo las verdaderas formas del funcionamiento de la sociedad. Ha ilustrado por qué hay que cambiar radical y fundamentalmente dichas formas. Además, ha ilustrado algunos de los rasgos de la manera en que dicho cambio podría darse.

Hágase algunas preguntas sobre la forma en que esta sociedad, lo que nos dicen que es el “más grandioso país que jamás haya existido”, manejó este desastre. ¿Qué se hizo cuando quedó en claro, con días de anticipación, que con mucha probabilidad Sandy iba a azotar, muy duro? ¿Se cercioraron aquellos que gobiernan de verdad en esta sociedad, o sea, los capitalistas imperialistas, que se satisficieran adecuadamente las necesidades de todos ante este desastre? ¿Utilizaron sus enormes sistemas de transporte y comunicaciones, construidos en su totalidad por las masas populares, en Estados Unidos y por todo el mundo, para asegurar que todos tuvieran acceso a lo que necesitaban? ¿Siquiera se aseguraron de que las personas, como aquellos que viven en la pobreza absoluta en esta sociedad cuya comida por lo común se acaba antes del fin del mes, tuvieran de comer cuando azotara Sandy? ¿Tomaron medidas para que los más necesitados y los más vulnerables, incluidos los de tercera edad y los enfermos o discapacitados, quienes a menudo viven solos, y los pequeños niños, tuvieran los cuidados necesarios? ¿Hicieron los preparativos para entregar sus lujosos edificios de oficinas a las personas en necesidad de albergue? ¿Permitieron que se utilizara su enorme red de aviones, trenes y autobuses, incluido su enorme colección de aviones que llueven muerte y destrucción por todo el mundo, a fin de permitir que las personas viajaran gratis, para salir del camino del siniestro o para ofrecerse de voluntario? ¿Abrieron las instalaciones públicas para que las personas pudieran reunirse y organizarse y forjar redes para satisfacer las necesidades impredecibles que Sandy provocaría? ¿Les informaron a las personas de modo dinámico acerca de la devastación que suscitaba la tormenta en las zonas más empobrecidas del mundo, tal como Haití, y organizaron a los voluntarios para tales eventualidades y propagaron sentimientos de solidaridad humana ante el desastre? ¿Procuraron nutrir una actitud de “cuidarse los unos a los otros”? ¿Organizaron a las muchas personas calificadas, quienes desearían ayudar, en brigadas de voluntarios, listos para entrar en acción sin demora antes, durante y después del siniestro? ¿Organizaron a unas escuadras de las personas jóvenes y físicamente aptas como “corredores” para asegurar que todos contaran con toda la información más actual?

¿Les habría costado tanto trabajo hacer algo de lo anterior? En efecto, todos esos pasos habrían parecido sumamente razonables, o sea, buenas maneras de aplicar el mayor recurso de todos: las personas. Claro que se podría imaginar sin problema dos, tres o más cosas similares que se pudo haber hecho. De hecho, por su parte las personas intentaron hacer cosas así y hay muchas historias de conducta desinteresada y valentía pese a los esfuerzos disuasorios oficiales, como las historias de los de abajo a los cuales vilipendian en muchos casos los medios informativos y los políticos.

Pero los capitalistas imperialistas que gobiernan en Estados Unidos hicieron todo lo contrario. O ordenaron imperiosamente que las personas se evacuaran sin medidas para lo que pasara o exigieron que las personas permanecieran donde estaban. De ahí pusieron a sus policías en las calles para forzar a las personas a seguir dichas órdenes. Fomentaron y promovieron una actitud de “cada quien por su cuenta” y si algo le pasa a usted, pues, es su propia culpa. No les dieron a las personas ninguna manera de saber qué pasaba. Dejaron a zonas enteras, donde los de abajo viven, sin agua, calefacción, luz ni comida, y luego les apretaron las clavijas de un toque de queda. Además, les dieron un trato escandaloso, cruel y descaradamente peligroso a las personas de las zonas de la clase media afectadas también por el siniestro. Estos ultrajes y horrores continuaron durante días, mucho más allá del fin de la tormenta, pero TODAVÍA continúan y muchos de éstos todavía no han salido a la luz.

Mientras tanto, los gobernantes capitalistas imperialistas aseguraron que se restauraran lo antes posible las operaciones de la bolsa de valores, un gran mecanismo mediante el cual el capitalismo practica su afán de acumular aún más ganancias. Lo hicieron así no sólo para continuar su constante carrera loca de adquirir mayores ganancias sino para recalcar un gran punto simbólico: ESTO ES LO QUE MÁS IMPORTA EN ESTADOS UNIDOS.

Los gobernadores de los estados y Obama han recorrido las zonas siniestradas y se tomaron la foto, pero mientras que los medios de comunicación empezaron a especular sobre cuál político iba a sacar ventaja del huracán, la realidad en el terreno sobre el tratamiento que las personas han recibido y lo que todavía están sufriendo desmienten todas las poses y pavoneos capitalistas.

¿Qué nos enseña esto? Para empezar, nos enseña que la clase que en realidad toma las decisiones en esta sociedad le da la mayor prioridad a su capacidad de seguir acumulando capital. Nos enseña que a esta clase no le importan para nada las necesidades de las personas sobre las cuales gobiernan, esperando que dichas personas sufran en silencio e ignorancia. Nos enseña que esta clase solamente utilizará y solamente puede utilizar los organismos del estado para reprimir con la violencia al pueblo y no para organizar a las personas para que éstas puedan satisfacer sus propias necesidades, y que no duda para nada en aplicar preventivamente a estos organismos de violencia y represión.

Esta situación ha demostrado, en las palabras de Bob Avakian: “La esencia de lo que existe en Estados Unidos no es la democracia, sino el capitalismo-imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen. Lo que Estados Unidos lleva al resto del mundo no es democracia, sino imperialismo y las estructuras políticas que lo imponen” (Lo BAsico 1:3). Además, ha demostrado que este sistema carece de valor y no puede satisfacer las necesidades del pueblo.

Es necesario cambiar radicalmente todo eso. Imagínese una sociedad en la que efectivamente se llevara a cabo todo lo que describimos anteriormente acerca de lo que ellos no hicieron y no permitieron que se hiciera, y en la que los valores y la visión, los que subyacen a aquellas ideas de lo que las personas pudieran haber hecho, guiaran en los hechos las grandes decisiones de la sociedad y la vida cotidiana de las personas, y en la cual se expresara plenamente, y contara con una dirección, la iniciativa que las personas sí han intentado tomar en este desastre.

Tal sociedad es posible, y nosotros explicaremos por qué y cómo en adelante. Pero, primero, es necesario conocer POR QUÉ estos capitalistas y sus funcionarios hacen todo a su alcance para impedir que las personas se ayuden entre sí durante estos siniestros. En primer lugar, si las personas aprovecharan estos tiempos de crisis para superar las barreras que por lo común las mantienen separadas, podrían “sacar algunas ideas” sobre la posibilidad de tener una situación diferente. Las personas podrían empezar a crear que efectivamente no necesiten que los capitalistas tergiversen y distorsionen la sociedad a fin de alimentar el incesante afán del capitalismo para acumular más capital, y que la sociedad podría determinar medidas y lineamientos mucho mejores para asignar los recursos y mano de obra, en lugar de simplemente sacar ganancias. Las personas podrían llegar a creer que después de todo, lo que mantiene la situación en un desbarajuste tan grande y lo que oponen las personas unas contra otras no es “la naturaleza humana” pero al contrario el funcionamiento de este sistema y los valores que dicho funcionamiento fomenta y requiere en las personas. Por eso, estos capitalistas no pueden hacer y no harán lo que casi toda persona humana y cuerda pensara que fuera la mejor manera de manejar tal situación. Pero a lo aún más fundamental: estos capitalistas no lo pueden hacer porque las leyes de su sistema, de su propia supervivencia, exigen que las relaciones capitalistas de propiedad tengan prioridad.

Un ejemplo contundente: piense en la forma en que este sistema capitalista con las ganancias ante todo no sólo ha promovido y impulsado el saqueo ambiental que ha estado contribuyendo a aumentar la frecuencia de las tormentas devastadoras como Sandy; pero la manera en que dichas mismas “reglas del juego capitalista” han impedido que la humanidad tome medidas para lidiar con esta situación. No se trata de que a ellos no les importe el medio ambiente; se trata de que ellos no pueden preocuparse por el medio ambiente, si es que quieran sobrevivir en el duelo a muerte de expandirse o morir y perro-come-perro que es el capitalismo. [Vea próximamente el artículo “La supertormenta Sandy y el cambio climático” y el número especial de Revolución sobre el medio ambiente, que se puede descargar en línea en revcom.us.]

¿Qué podemos aprender de todo esto? Lo que nosotros necesitamos, en efecto, es un sistema económico, político y social fundamentalmente diferente: uno que se organizaría para capacitar a las masas populares que éstas pudieran emanciparse a sí mismas; uno en el que la abrumadora mayoría de la humanidad podría empezar a florecer en verdad. Eso requerirá una revolución. Esta revolución tiene que romper el control de estos capitalistas sobre sus instrumentos de fuerza y violencia, Sobre dicha base, y únicamente sobre dicha base, será posible que el nuevo poder revolucionario cree un sistema político y económico completamente diferente, el socialismo, con el objetivo de hacer nacer un mundo entero sin explotación y opresión, el comunismo.

Esta revolución es POSIBLE. Por Bob Avakian y el trabajo que ha hecho durante varias décadas, de sintetizar las experiencias positivas y negativas de la revolución comunista hasta hoy y de aprender de una amplia gama de experiencias de la humanidad, se ha desarrollado una nueva síntesis del comunismo — existen en realidad una visión y estrategia viables para una sociedad y mundo radicalmente nuevos y mucho mejores, y existe la dirección crucial que se necesita para hacer avanzar la lucha hacia ese objetivo.

Se ha trazado y se puede estudiar el “plano” para tal futura sociedad en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), publicada por el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, el partido dirigido por Bob Avakian. Léala y verá que en realidad existe una manera completamente diferente, mucho mejor y mucho más emancipadora en que se podría organizar la sociedad.

Además, el PCR, Estados Unidos ha publicado una declaración que explica la estrategia para esta revolución. Ésta explica lo que podemos hacer hoy para acelerar el momento, en el futuro, cuando las condiciones podrían surgir que harían posible esta revolución. Como parte de ello, la declaración sobre la estrategia analiza cómo el funcionamiento del sistema mismo engendra “sacudidas y fallas repentinas en el ‘funcionamiento normal’ de la sociedad, que estimulan a muchas personas a cuestionar y resistir lo que suelen aceptar”. Señala que tales sacudidas, tal como la que vivimos hoy con Sandy, son momentos importantes en los que movilizar a las personas en lucha y que al hacerlo, éstas aprendan que el problema fundamental que causa todos estos horrores e innecesario sufrimiento es el capitalismo y que “la solución es deshacerse de este sistema y crear un nuevo sistema, el socialismo, teniendo en la mira el objetivo final de un mundo comunista”. Demuestra que mediante tales sacudidas y la lucha que se libre en éstas, el movimiento para la revolución puede “acumular fuerzas” y cobrar impulso.

Ahora mismo, eso implica la movilización de las personas para luchar por las necesidades básicas de la gente ante este catástrofe y además alzar la vista hacia la solución que es posible hacer real y entrarle a la única dirección que podría plasmarla: el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos. Quiere decir aglutinar una masa crítica de personas para influenciar a millones de personas más acerca de un camino completamente diferente es realmente posible. Para hacer todo eso, quiere decir cumplir con las tres partes de la consigna del partido: Lucha contra el poder, transformar al pueblo, para la revolución.

En una palabra, ¿qué nos enseña el innecesario sufrimiento, miseria y aislamiento de los seres humanos en las secuelas del huracán Sandy? Muestra que este mundo es un horror. Que las causas de este horror no son la naturaleza humana (ni la naturaleza en sí) pero sí el sistema bajo el que vivimos. Que por el trabajo de Bob Avakian, SÍ existe una salida. ¡Así que, manos a la obra!

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