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Bangla Desh: Obreros quemados vivos en la trampa mortal de una fábrica de ropa

Name | 9 de diciembre de 2012 | Periódico Revolución | revcom.us

 

26 de noviembre de 2012. Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar. El 24 de noviembre de 2012, 121 obreros de la confección murieron y al menos 200 resultaron heridos en un incendio que se extendió rápidamente por toda la fábrica de Tazreen Fashions en Ashulia, un centro industrial de las afueras de Daca, Bangla Desh. Muchos de los cuerpos fueron tan quemados que resultaron irreconocibles. Miles de personas acudieron a la fábrica en una frenética búsqueda de sus familiares. Sabina Yasmine, una obrera de una fábrica cercana, encontró el cuerpo de su nuera. Su hijo sigue desaparecido. ''¿Dónde está mi hijo?'', gritó. ''Quiero que ahorquen al dueño de la fábrica. Por él, muchos han muerto, muchos se han ido'' (Associated Press, 24 de noviembre de 2012). Los clientes de Tazreen incluyen a los gigantes minoristas de ropa de los Estados Unidos, Europa y Canadá.

Al parecer, un cortocircuito eléctrico causó el incendio. Lo mismo ha causado muchos otros incendios industriales, el que el edificio de la fábrica sea más moderno como el de Tazreen Fashions o una vieja construcción en el centro del congestionado Daca. En Tazreen, no había salidas de emergencia externas, tales como escaleras de emergencia exteriores, a pesar de que el edificio era de nueve pisos de altura. Había salidas de emergencia en el primer piso, pero estaban cerradas con llave.

Los galerones llenos de obreros fueron desconectados de cualquier posible salida. Montones de hilados y telas rellenaban los corredores, se prendieron rápidamente y las llamas rápidamente se extendieron a otros pisos. Los testigos cuentan cuántos obreros saltaron desde los pisos superiores para escapar de las llamas. Doce obreros murieron en el hospital por las heridas sufridas en caídas.

Los familiares de los obreros de la fábrica se reunieron en el lugar, en una frenética búsqueda de noticias sobre sus seres queridos. Miles de otros obreros y residentes de Ashulia hicieron que se cerraran otras fábricas y bloquearon una importante carretera, interrumpiendo el transporte entre Daca y la ciudad portuaria de Chittagong durante más de cuatro horas.

Las demandas fueron las mismas que se plantearon después de los muchos anteriores incendios de fábrica, que los responsables de este desastre sean castigados, que las condiciones laborales sean mejoradas y que el gobierno haga cumplir las leyes de protección ganadas en las luchas obreras anteriores. Pese a las promesas para castigar a los responsables de estas condiciones intolerables, el gobierno utiliza a la policía exclusivamente contra los obreros. Como muestra de botón, dos días después de este trágico incendio, ocurrió un incendio en otra fábrica. Esta vez no hubo pérdida de vidas, pero era como echar sal en una herida ya profunda para el pueblo.

Delwar Hossain, el dueño de Tazreen Fashions, y de siete fábricas en total, negó las acusaciones de que el edificio no era seguro para trabajar, pero de acuerdo con la Campaña Ropa Limpia (cleanclothes.org), más del 80 por ciento de todos los incendios de fábricas en Bangla Desh se deben al cableado eléctrico defectuoso. Con respecto a este reciente incendio, informaron que los simulacros de incendio apropiados no fueron llevados a cabo, que las salidas estaban bloqueadas, que el lugar de trabajo no contaba con una supervisión adecuada y que la compañía sólo tenía un permiso para trabajar en las plantas inferiores del edificio.

Tazreen forma parte del Grupo Tuba más grande, lo que confecciona la ropa para los principales minoristas mundiales, como Carrefour, Walmart, H & M, Tesco, IKEA, C & A Gap y Sainsbury’s. Bangla Desh ya es el mayor productor de camisetas en el mundo y su industria del vestido todavía está en expansión.

Se ha descrito el incendio de Tazreen como el peor desastre de fábrica en Bangla Desh, pero en realidad este tipo de catástrofes son acontecimientos comunes. Alrededor de 600 obreros han muerto en incendios desde 2006, sin contar el más reciente. En diciembre de 2011, 29 obreros murieron en un incendio en la fábrica de That’s It Sportswear, un proveedor de Gap. Muchos cayeron a su muerte desde los pisos superiores del edificio porque las puertas a una escalera cerrada impidieron que escaparan. En junio de 2012, 116 obreros murieron calcinados en una fábrica cuando un almacén lleno de productos químicos explotó y las llamas se extendieron como reguero en polvo. Debido a las ventanas cubiertas por rejillas las personas tuvieron que salir por la única salida, la puerta principal que estaba envuelta en llamas. A principios de 2012, más de 300 fábricas cerca de la capital fueron cerradas durante casi una semana cuando los obreros exigían una semana laboral más corta, salarios más altos y mejores condiciones.

En mayo de 2012, los obreros textiles cerraron 200 fábricas por la desaparición de Aminul Islam, un líder sindical muy respetado. Su cuerpo fue encontrado más tarde con las rodillas destrozadas, los dedos del pie rotos y un agujero perforado en una rodilla. Constantemente acosado, ya había sido golpeado por agentes de inteligencia conocidos, que le advirtieron que su activismo en torno a las condiciones de trabajo interfería con los intereses económicos de Bangla Desh. El día de su desaparición había estado tratando de resolver una disputa entre los dueños de las fábricas y los obreros que confeccionaban camisas para Tommy Hilfiger y Ralph Lauren. Unos grupos de derechos humanos han acusado a las fuerzas del orden del asesinato. La forma deliberadamente espantosa de su muerte sólo puede entenderse como un intento de aterrorizar a los que protestan.

Si bien hay pocas, si es que haya, tiendas de alta costura de moda en Daca, se puede decir que Bangla Desh se ha convertido en un centro de producción de la moda para los Estados Unidos y Europa, sólo superada por China. Dos millones de obreros, en su mayoría mujeres, trabajan en las 4.500 fábricas de la costura del país.

Daca tiene la densidad demográfica más alta de cualquier ciudad del mundo. Según su informe desde Daca para Al Jazira (3 de octubre de 2012), Nicolás Haque dice que cada tres minutos se muda una familia del campo a la capital, por lo que es la ciudad de más rápido crecimiento del mundo. La gente de las zonas rurales viene en busca de trabajo y una vida mejor debido a las condiciones cada vez más difíciles en el campo. Los barrios pobres alrededor de Daca crecen enormemente por los recién llegados en busca de nuevo trabajo en la industria del vestido.

Entre los peor pagados en el mundo, los obreros de la costurera de Daca a veces ganan menos de un dólar al día, lo que a duras penas mantiene a sus familias con vida. El salario mínimo oficial para un nuevo empleado es de $37 al mes. Las protestas por los bajos salarios y las malas condiciones de trabajo son una característica recurrente de la industria.

Pero el gobierno es tristemente notorio por no aplicar la ley, con la promesa de reformas después de las huelgas en la fábricas intensas pero siempre toma partido con los patrones. El sector de la confección emplea al 40 por ciento de la fuerza laboral industrial del país y es el pilar de la economía. El gobierno a menudo emplea la fuerza bruta para reprimir el descontento en un esfuerzo de pacificar a los compradores, algunos de los más importantes del mundo, que están preocupados por en las demoras en los envíos. La policía tiene una bien merecida reputación de brutalidad al servicio de intereses poderosos.

Las grandes marcas van a Bangla Desh, porque están en una intensa competencia entre sí para producir al menor costo posible a fin de ganar participaciones del mercado y obtener las mayores ganancias posibles. Probablemente dirían, y con razón, que dado el funcionamiento del sistema capitalista no pueden permitirse el lujo de no tener "subcontrataciones" en Bangla Desh, no importa cuál sea el costo humano. Las empresas aplastan a otras empresas que no pueden recortar sus costos, y cuando una empresa que no obtiene una tasa aceptable de ganancia, su capital irá a otra. La situación en Bangla Desh es ideal para Carrefour, Walmart y los demás precisamente por los millones de personas que viven al nivel de subsistencia, en un esfuerzo desesperado de dar de comer a sus familias, en una febril búsqueda de trabajo.

Además, algunos beneficios de la explotación intensa de obreros de la confección en Bangla Desh se filtran a la gente común en el Occidente, por lo que es posible que compre ropa a precios razonables. Además, permite el florecimiento de un pequeño grupo de capitalistas de Bangla Desh que, junto con otras clases explotadoras reaccionarias utilizan su estado para gobernar al país en aras de los intereses de sus patrocinadores globales.

Esta situación cuadra a la perfección para el capitalismo globalizado, un sistema que se rige y únicamente puede regirse por una incesante búsqueda de ganancias. Y hasta que el sistema económico haya sido derrocado, siempre habrá incendios de fábricas y cualquier otro tipo de catástrofes evitables.

El Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar es un servicio de Un Mundo Que Ganar, una publicación política y teórica inspirada por la formación del Movimiento Revolucionario Internacionalista, el centro embrionario de los partidos y organizaciones marxista-leninista-maoístas.

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