"Un genocidio lento que fácilmente podría acelerarse"

23 de diciembre de 2012 | Periódico Revolución | revcom.us

 

"Más de 2.4 millones de personas se encuentran almacenadas en prisiones por todo el país. En 2009, más del 55 por ciento de los presos eran negros o latinos. La mayoría son hombres, pero más de 200.000 mujeres también están en la cárcel. Además, desde 1985 la cantidad de mujeres presas ha crecido a un ritmo que casi duplica el de los hombres. Los presos están sometidos a condiciones de encarcelamiento que equivalen a la tortura. Solo en California, decenas de miles de presos están recluidos en unidades de segregación que se llaman unidades de vivienda especial, o SHU. Los trasladan a esas unidades de forma arbitraria, muchas veces simplemente porque así lo quiere algún guardia o administrador. El preso no tiene ningún recurso para cuestionar el traslado a dichas unidades. Una vez que uno termina en una de esas unidades, casi la única manera de salir es informar en contra de otro preso. En estas unidades no se permite tener visitas. Es más, a veces ni siquiera se permiten visitas o llamadas de un abogado. No se permite ningún contacto humano durante semanas enteras y hasta meses. El derecho internacional llama tortura el recluir a las personas en tales condiciones.

"Esa situación resultaba tan pésima que 60.000 presos en California hicieron varias huelgas de hambre el año pasado. Fíjense, estaban dispuestos a morir de hambre, arriesgar la vida para demostrar su rechazo a seguir aguantando esas condiciones horribles. Y como dije anteriormente, hace poco uno de ellos murió.

"Luego están los millones y millones más que están en libertad condicional. Ya han cumplido sus condenas, pero siguen bajo el control del sistema de injusticia penal. No les permiten votar; enfrenta la discriminación al buscar trabajo; les prohíben vivir en la vivienda pública; les prohíben tener acceso a los préstamos gubernamentales.

"Todo eso: los 2.4 millones de presos, los jóvenes para quienes entrar y salir de la prisión ha llegado a ser un rito de iniciación de la juventud a la adultez, los ex presos obligados a llevar esta marca de vergüenza y deshonra después de que las autoridades ya los han castigado; los seres queridos y amigos, para quienes su corazón está encerrado junto con los presos. Eso quiere decir que millones y millones de personas viven enredadas en el sistema de injusticia penal en este país. Al final, eso es lo mismo que un genocidio lento que fácilmente podría acelerarse, que está dirigido contra el pueblo negro".

— Carl Dix, hablando en la iglesia Riverside,
18 de febrero de 2012

El genocidio lento que menciona Carl Dix sigue avanzando inexorable, quebrando los cuerpos y espíritus de muchas decenas de millones de personas cuya vida está enredada en la telaraña del sistema de injusticia criminal. Los horrores que ello supone para tantas personas en esta sociedad ofrecen el potencial de desencadenar a millones de personas para que se pongan en pie y opongan resistencia.

Para conectarse con ese potencial, en febrero, el Mes de la Historia de los Negros, la Red Parar la Encarcelación en Masa (SMIN) emprenderá un mes de Dar Testimonio sobre la injusticia de la encarcelación en masa y todas sus consecuencias, con una semana de Dar Testimonio y Expresar Resistencia a la encarcelación en masa. La SMIN se propone utilizar esta Convocatoria a Dar Testimonio acerca de los horrores de la encarcelación en masa, a fin de transformar la resistencia a estas injusticias en un mayor movimiento a nivel nacional.

La SMIN seguirá luchando para que ninguno de los luchadores por la libertad Alto al "Parar y Registrar" pase ni un día en la cárcel y convertirá los ataques del sistema en los tribunales contra las personas que se opusieron al parar y registrar en unas oportunidades de poner en el banco de los acusados a dicha política ilegítima y racista. En particular, la SMIN movilizará a la gente para contrarrestar la persecución selectiva oficial contra Noche Díaz.

Los presos de California han lanzado un importante llamamiento a la unidad entre los diversos grupos de presos. Éste recorre las prisiones por todo el país y hasta fuera de las mismas, y es necesario difundirlo aún más.

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