"Encarcelación en Masa + Silencio = Genocidio/¡Romper el Silencio!"...
Y la necesidad de tomar una posición y actuar ahora

24 de febrero de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De un lector:

Recientemente, al mirar el nuevo documental The House I Live (La casa en que vivo) dirigido por Eugene Jarecki, una denuncia de la guerra contra las drogas, la realidad de "el genocidio lento que podría convertirse en un genocidio rápido" me golpeó de nuevo, muy poderosamente.

Por ejemplo,  Ronald Reagan, durante un discurso, exclamó con enojo: "Nuestra intención es poner fin a la amenaza de drogas y eliminar este oscuro, malvado enemigo interno". Supuestamente, es la guerra contra las drogas de que está hablando, pero no tan tapado o codificado es el programa real que implica la exterminación del pueblo negro en los Estados Unidos. Quiero decir que él dice esto casi directamente. Vaya a ver la película para darse cuenta de cuanto genocidas son estos comentarios, y conscientemente así.

Otra cosa para recoger de esta película es cómo las administraciones sucesivas, de Nixon a Reagan, de Bush padre a Clinton y siguiendo en el nuevo siglo, condujeron conscientemente esta guerra contra las drogas — y la venganza cruel y racista asociada con este programa. Esta guerra contra las drogas, que en realidad es una guerra contra el pueblo, incluye la detención de 45 millones de personas desde que Nixon la inició, entre ellas un enorme porcentaje de negros y latinos, y por supuesto el número astronómico de personas no sólo detenidas sino encarceladas, algunas desde hace décadas, por delitos no violentos de drogas. Efectivamente un ataque consciente contrarrevolucionario, de después de los sesenta.

Sin embargo, una debilidad en la película son las ilusiones que siembra sobre cómo algunas fuerzas en el Congreso de Estados Unidos y otras esferas oficiales están recobrando la cordura y por ende se puede depender de ellos para dirigir un intento de cambiar el rumbo. Este tipo de dependencia reformista de ellos en poder sólo puede terminar en desastre.

En el período reciente, Carl Dix y otras personas han hecho discursos titulados "Encarcelación en Masa + Silencio = Genocidio/¡Romper el Silencio!" donde la situación que nos enfrenta ha estado enunciado. Se había hecho y se están haciendo un llamado por la resistencia masiva para detener esta peligrosa trayectoria genocida. La Red Parar la Encarcelación en Masa promueve este entendimiento y ha estado diseminando este lema. En última instancia, un cambio fundamental, una auténtica revolución de millones es necesaria para barrer el sistema responsable de impulsar esta trayectoria peligrosa. Para aquellos que piensan que el genocidio “nunca puede ocurrir aquí”, la realidad es que ya se ha ocurrido aquí. Y era casi una exterminación total y completa de un pueblo entero. Y no hace mucho. O pregúntese ¿qué país en el mundo ha convertido el genocidio —“vaqueros e indios”— en un juego de niños? 

Al pensar en esto, incluyendo cómo el programa político genocida fascista cristiano sobre todo gira en torno a cuestiones de "crimen y castigo", específicamente el uso del "Modelo Bíblico" como ley y código moral en Estados Unidos, que tiene "una propuesta inconfundible de la 'solución final' contra las masas de gente en los centros de las ciudades, así como preparación para el uso de la represión extrema incluso la ejecución, para castigar a un amplio gama de actividades que hoy se consideran delitos menores o ningún crimen en absoluto". (Ver el libro de Bob Avakian ¡FUERA CON TODOS LOS DIOSES!, Desencadenando la mente y cambiando radicalmente el mundo, especialmente la parte tres.) Me recuerdo de esta cita de las memorias de Izhak Zuckerman, uno de los pocos líderes sobrevivientes del levantamiento del Ghetto de Varsovia de 1943 quienes sobrevivían después de que los Alemanes lo machucaron, de:

"En 1939 no entendíamos, nos negamos a creer, por ignorancia y del deseo de no ver... Si sólo nos hubiéramos dado cuenta; si solo hubiéramos entendido; si solo nos hubiéramos podido cambiar el rumbo histórico hasta el año 1939, deberíamos haber gritado "¡Sublévense ahora! "En ese momento estábamos al punto máximo de nuestra fuerza. Estábamos poseídos de vigor y respeto propio".

"Nunca Jamás" — si se entiende correctamente: nunca jamás se le permitirá que crímenes contra la humanidad perseveren y la gente se defiendan usando la ignorancia o la impotencia como excusa por no haber hecho nada para parar esos crímenes. Algo para reflexionar, y ya es la hora de tomar una posición, y actuar.

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