"Una escena sensacional en East Oakland"

10 de marzo de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

¡El Día Trayvon Martin, el 26 de febrero, presenció una escena sensacional en East Oakland!

Se agitaban pancartas, se tocaban cláxones y dos marchas decididas y ruidosas se tomaron las calles con motivo del primer aniversario del asesinato a sangre fría de Trayvon Martin, en un cruce concurrido del East Oakland.

Pasaban un megáfono de mano en mano. Las personas con ganas de expresar su furia, acerca del asesinato de Trayvon y toda una sarta de abusos y crímenes relacionados contra el pueblo, acerca de las dinas que ponen sobre la espalda de los jóvenes negros y latinos, los 2.4 millones de personas enjauladas en las prisiones y como, de tantísimas formas, este sistema no le ofrece ningún futuro al pueblo sino opone unas personas contra otras de las maneras más destructivas.

Pero lo que de veras le dio al día una fuerza y esperanza mayor y nueva fue la propagación de la noticia del venidero estreno de la película Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! Eso ubicó la lucha en torno a la justicia para Trayvon en un marco completamente distinto, como una parte del movimiento para la revolución, de que no son permanentes éstos y una miríada de otros horrores que obligar a soportar a los pueblos del mundo. El mundo no tiene que ser así y tenemos a un líder en la persona de Bob Avakian y tenemos la estrategia revolucionaria que él ha desarrollado, que puede conducir a un mundo radicalmente distinto, más allá de toda opresión.

A lo largo de la semana previa al Día Trayvon Martin, con la orientación de la necesidad y la posibilidad de deshacerse de todo este sistema pútrido y al retar a las personas a ponerse en pie como los emancipadores de la humanidad, hicimos unos adelantos importantes si bien solamente iniciales.

Dedicamos muchos días a labores de difusión entre los alumnos de una secundaria proletaria muy plurinacional. Repartimos muchos volantes del Día Trayvon Martin y volantes y tarjetas de mano sobre el estreno de la película. Un miembro del Club Revolución recibió una invitación a hablar ante muchas clases. Todo eso estuvo bien, pero sobre la marcha, nos costaba mucho trabajo hacer que los alumnos le entraran a lo que nosotros planteábamos. Resumimos que fuera necesario no sólo hablar de la forma en que Trayvon y lo que su asesinato representa demuestran que se necesita una revolución sino poner un reto mucho más fuerte para los avanzados: ¡¿Cuánto tiempo más van a dejar que todo esto continúe, sin ponerse en pie para ponerle fin para siempre?! Cuando por fin lo logramos, conocimos a varios estudiantes que estaban muy entusiasmados acerca de asistir a ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! Algunos de éstos posaron con una pancarta que firmaron para enviar a Sanford, Florida y además se apuntaron para formar un nuevo Club Revolución en la escuela.

Además, aprendimos mucho acerca de los maestros que íbamos conociendo como una importante fuerza en el movimiento para la revolución. Mucho de éstos son jóvenes y ha ido a dar clases en las escuelas de los centros urbanos marginados con el fin de tener un impacto. Están muy dedicados a sus alumnos y tienen compasión para con la vida difícil de los mismos y su futuro bajo este sistema. Nos apoyaron y nos recibieron en sus aulas como una manera de interesar a sus alumnos para que le entraran a las grandes interrogantes que enfrentan. Un maestro animaba al orador con sus preguntas: "¿Qué representa su revolución?" y "¿Podrías explicar la relación entre el racismo y el capitalismo?" Tales maestros son muy importantes para la revolución y vamos retándoles a traer a unos alumnos al estreno.

Además, centramos un trabajo en una universidad de dos años y algunos de los estudiantes se unieron con nosotros en la manifestación en East Oakland.

Ésta reunió a más de 30 individuos de muchas edades y colores, unos revolucionarios, unas personas del movimiento Ocupar, unos activistas de El Mundo no Puede Esperar, unos estudiantes universitarios y unos moradores del barrio. Algunas personas se bajaron de sus carros en el cato, otras la vieron en los noticieros y se vieron impulsadas a salir a unírsele. Otras habían escudriñado en el Internet en busca de que alguien hiciera algo con motivo del Día Trayvon Martin y nos esperaban cuando llegamos.

En ciertos momentos, con una cacofonía de cláxones las personas manifestaban su apoyo. Un tipo blanco, al esperar el cambio del semáforo en su enorme tractocamión, jalaba la palanca de su gigantesco claxon, lo que ahogaba todo. ¡Él se entusiasmaba tanto, con gran energía, agitando las manos, tocando su claxon y tratando de ponerse su sudadera con capucha, todo en el mismo instante! Los cinco miembros de Ocupar serpenteaba con agilidad en el tráfico pesado repartiendo volantes a los conductores animados.

Una mujer negra nos había visto en la televisión. Agarró una barra energética y una botella de agua y corrió a sumarse a nosotros. Nos explicó sus razones: "He estado en el clóset por largo tiempo". Y nos contó qué tan refrescante lo era estar presente "al lado de unas personas de todas las razas". Había hablado por megáfono por primera vez y dijo que le daba muchas fuerzas oír su voz en unión con otras.

Un activista Ocupar se nos acercó para comentar que le gustaba mucho nuestra manera de llamar a poner fin a este sistema. "Supongo que voy a tener que conocer más acerca del PCR".

En la manifestación, se vendieron cinco entradas para la película. En el acto. Además, cinco alumnos de secundaria quiera adquieren entradas.

Al fin del día, juntamos a las nuevas personas para celebrar una reunión del Club Revolución. Una mujer preguntó: "Se requiere de dinero para hacer todo esto. ¿Cómo vamos a lograr eso?" De ahí, tres personas nuevas se ofrecieron para organizar una venta de pasteles.

Fue un día muy bueno, pero solamente el comienzo de lo que se puede lograr y lo que se logrará en los preparativos para la película Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS!

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