Amenazas yanquis contra Corea del Norte: Lo que motiva el conflicto

Actualizado el 12/04/2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Durante las últimas semanas, se han intensificado las tensiones de larga data en la península coreana. Los diplomáticos, medios de comunicación y líderes políticos de Estados Unidos han tachado a la pequeña y empobrecida nación de Corea del Norte (su nombre oficial: la República Popular Democrática de Corea) como un bravucón agresivo y una amenaza a la paz mundial que tiene armas nucleares.

¿Quién representa la verdadera amenaza nuclear?


Corea del Norte NO es una sociedad socialista

La República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) se dice socialista-comunista. El Occidente lo describe como un país comunista "fanático" y "puro". Para entender a fondo las fuerzas que motivan el conflicto entre Corea del Norte y Estados Unidos, es importante entender qué es el comunismo y qué es el socialismo, y cómo es la verdadera naturaleza de la sociedad norcoreana.

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Las amenazas y provocaciones en ascenso, y la precaria situación en la frontera entre Corea del Norte y del Sur, y la situación tensa en conjunto tienen el potencial de estallar en una guerra grande con consecuencias terribles para la gente de ambos países, y más allá.

Estados Unidos se dice el guardián de la paz, del desarme nuclear y de la cordura. Del progreso económico y de la democracia. De ser el protector de los intereses del pueblo del mundo.

Corea del Norte es una sociedad opresiva y represiva. Pero como una fuente de la opresión, represión y violencia en el mundo, como un peligro nuclear contra la humanidad, su impacto es microscópico en comparación con el de Estados Unidos.

Durante los últimos 60+ años, han cambiado radicalmente los factores subyacentes que motivan el conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte. Pero el hilo que ha recorrido esos años ha sido el afán de Estados Unidos para dominar al mundo, imponer y reforzar un sistema global de maquiladoras y ciudades miseria, y de opresión de todo tipo. En todo eso, en las maniobras de Estados Unidos contra Corea del Norte se ve un matón global lidiando con los desafíos a su dominación.

La Guerra de Corea

La aparición de Corea del Norte y del Sur —dos países formados de lo que había sido una sola nación durante siglos— fue un producto de los enormes cambios en el mundo a raíz de la Segunda Guerra Mundial.

July 1950: U.S. -backed South Korean soldiers walk among thousands of political prisoners shot by South Korea at Taejon.

Julio de 1950: Unos soldados surcoreanos avalados por Estados Unidos caminan al lado de miles de presos políticos masacrados a balazos por Corea del Sur en Daejeon.
Foto: AP

Se dio una desenfrenada rivalidad entre las potencias imperiales para reagruparse y clavar aún más profundamente sus colmillos en los pueblos de Asia, África y América Latina. Al supervisar todo eso y al tomar el mando, el imperialismo estadounidense surgió como el "capo de tutti capi" —el padrino número uno— del capitalismo-imperialismo mundial.

El otro gran cambio fue el surgimiento del campo socialista. La tercera parte de la humanidad, en la Unión Soviética y China, representaba una alternativa poderosa y viva al capitalismo, basada en los intereses de la humanidad y no en la explotación capitalista (vea "Todo lo que te han dicho sobre el comunismo es falso: El capitalismo es un fracaso, La revolución es la solución"). Por todo el mundo, las fuerzas radicales, revolucionarias y nacionalistas en las naciones oprimidas se alinearon con ese campo socialista, el cual apoyó sus luchas de liberación.

Esos dos grandes cambios, pero en especial el conflicto entre el imperialismo y el socialismo, sentaron las bases para la Guerra de Corea.

Los imperialistas japoneses colonizaron a Corea en 1910. Prohibieron la enseñanza del idioma coreano en las escuelas, obligaron a los coreanos a adoptar nombres japoneses y los obligaron a practicar la religión japonesa, el sintoísmo. Durante la Segunda Guerra Mundial, obligaron a 200.000 coreanas a ser esclavas sexuales para el ejército japonés.

El imperio japonés fue derrotado en la Segunda Guerra Mundial por las fuerzas combinadas de China y la Unión Soviética —que trabajaron junto con los combatientes de la resistencia nacionalista de toda la región de Asia— y además por Estados Unidos y otros imperialistas. Estados Unidos soltó bombas atómicas sobre el Japón y masacró a cientos de miles de civiles. Cuando se derrumbó la autoridad japonesa en Corea, el país se dividió en una zona ocupada por la Unión Soviética en el norte y por Estados Unidos en el sur.

Supuestamente eso iba a ser una división temporal a la espera de celebrar elecciones en todo el país para establecer un régimen unificado. Pero nunca se celebraron las elecciones para la reunificación. Estados Unidos temía que las elecciones colocaran en el poder a las fuerzas nacionalistas o comunistas aliadas con la Unión Soviética y China. En lugar de unas elecciones, Estados Unidos avaló a un régimen separado en Corea del Sur e hizo que la división del país fuera un hecho. Estados Unidos colocó en el poder al "hombre fuerte" Syngman Rhee e impuso una aguda represión, detenciones en masa y masacres a los nacionalistas, radicales, comunistas y otros.

En 1950, las fuerzas militares norcoreanas se trasladaron al sur en ayuda a los levantamientos ahí, con el fin de reunificar al país. Las tropas norcoreanas penetraron rápidamente en Corea del Sur.

Estados Unidos contraatacó con venganza.

Los bombardeos de saturación sobre Corea del Norte y las amenazas nucleares contra China

Estados Unidos fraguó una resolución de la ONU en contra de Corea del Norte y con ese aval, despachó a cientos de miles de soldados a Corea del Sur. El general estadounidense MacArthur comandaba directamente a las fuerzas conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur bajo el aval de la ONU, y además Estados Unidos puso el 88% de los 342.000 soldados "internacionales".


Estados Unidos desató una increíble devastación. Llevó a cabo bombardeos de saturación sobre Corea del Norte, soltando más bombas contra ese pequeño país que todas las bombas usadas en toda la Cuenca del Pacífico durante la Segunda Guerra Mundial. Destruyeron todos los edificios más de un piso de alto; el general yanqui William Dean reportó que la mayoría de las ciudades y pueblos norcoreanos los que él vio quedaron en escombros o páramos cubiertos de nieve.

Las fuerzas al mando de Estados Unidos penetraron profundamente en Corea del Norte hacia China. En ese momento, la República Popular China intervino en la guerra, lo que representó un gran sacrificio de parte del pueblo chino, quien acababa de tomar el poder político nacional y empezaba la transformación revolucionaria de una sociedad azotada por la pobreza en masa, el hambre y el atraso. Eso hizo que las fuerzas de Estados Unidos tuvieran que volver al paralelo 38 (más o menos a la mitad del territorio coreano, en medio de lo que hoy son Corea del Norte y Corea del Sur).

A lo largo de la guerra, Estados Unidos hizo repetidos planes de usar armas nucleares contra las fuerzas norcoreanas y chinas. El general MacArthur, quien aparte de ser un general, era una importante figura política en la clase dominante estadounidense, exigió la autorización para invadir a China y atacarla con armas nucleares. Otras fuerzas de la clase dominante estadounidense consideraban que eso iba a ser muy arriesgado. En un momento álgido y tenso en la clase dominante estadounidenses, el presidente Truman dio de baja al general MacArthur y al final de las cuentas, se canceló el ataque nuclear, pero Estados Unidos estuvo muy cerca de hacerlo.

La guerra mató a millones de coreanos, según las estimaciones de tres a cinco millones, en su gran mayoría civiles, y con una gran mayoría de los muertos en el Norte. La devastación fue generalizada, pero el Norte quedó literalmente en escombros.

Se firmó un armisticio en 1953 que terminó el combate, aunque nunca se firmó un tratado de paz que terminara el estado de guerra formal. Desde ese entonces, Corea quedó dividido entre el Norte y el Sur.

Por parte de Estados Unidos, la Guerra de Corea fue una maniobra para consolidar su dominación sobre Corea del Sur, apoderarse del Norte y actuar contra las fuerzas comunistas y nacionalistas en Asia. No pudo lograr esos objetivos en la Guerra de Corea. Pero después de la guerra, tomó medidas para fortalecer a Corea del Sur como una base política, económica y militar desde la cual podría confrontar a China e imponer sus intereses en la región.

Los cambiantes conflictos globales: Corea en la mira

Tres conflictos geopolíticos globales importantes han sentado las bases para el conflicto entre Estados Unidos y Corea del Norte. El primero fue el choque entre el campo socialista y la revolución mundial, por un lado, y por el otro, el imperialismo.

Eso cambió a mediados de los años 1950. Unas fuerzas en la Unión Soviética revocaron la revolución y restauraron el capitalismo. Corea del Norte, un país que había estado aliado con la revolución mundial pero nunca llegó a ser un país socialista, se integró en la esfera de influencia del social imperialismo soviético.

Poco después de la muerte de Mao Tsetung en 1976, las fuerzas capitalistas en la dirigencia del Partido Comunista de China montaron un reaccionario golpe de estado y restauraron el capitalismo, a la vez que han conservado una tenue apariencia de ser comunistas hasta ahora. La pérdida de China constituyó un terrible golpe al pueblo del mundo. A raíz de dicha pérdida, la contradicción entre los países socialistas y el imperialismo dejó de ser un elemento de la geopolítica global.

Aproximadamente de mediados de los años 1950 a comienzos de los años 1970, el escenario mundial se caracterizaba principalmente por el conflicto entre el imperialismo encabezado por el imperialismo estadounidense, y las luchas de liberación nacional de Asia, África y América Latina en contra del imperialismo. De mediados de los años 1970 hasta el colapso del bloque imperialista encabezado por la Unión Soviética (de 1989 a 1991), el conflicto entre el bloque imperialista encabezado por los Estados Unidos y el bloque imperialista encabezado por la Unión Soviética principalmente establecía los términos de los demás conflictos en el mundo. Durante esos años, la guerra fría, la frontera entre el norte y el sur de Corea seguía siendo un punto de inflamación, aunque entre dos fuerzas reaccionarias. Los gobernantes norcoreanos se alinearon con la Unión Soviética, se apoyaron en la ayuda económica soviética para apuntalar a su economía y a cambio, desempeñaron un papel útil para la Unión Soviética en la contienda global con Estados Unidos.

El hundimiento de la Unión Soviética en 1991 les serruchó el piso a los gobernantes norcoreanos. Los dejó sin un patrocinador global de gran potencia, lo que generó una situación desesperada en un país cuya economía dependía de su integración en el campo de la ex Unión Soviética.

En dicho contexto, Estados Unidos aplicó, en cierta medida, presiones de garrote y zanahoria sobre Corea del Norte. Se fortalecían, y en algunas ocasiones se aflojaban, las sanciones de vieja data que contribuían al hambre y la falta de servicios médicos en Corea del Norte. De su parte, los gobernantes norcoreanos utilizaban su programa nuclear y emergente capacidad de fabricar armas nucleares como ficha de regateo a cambio de ayuda y un fin a las sanciones.

En los años después del colapso de la Unión Soviética, se presentaron nuevos desafíos y obstáculos sin precedente al papel de Estados Unidos en tanto única superpotencia mundial, entre otros, los jihadíes fundamentalistas islámicos junto con el ascenso de rivales regionales y de gran potencia a su dominio. Un análisis a fondo del impacto de las tensiones entre Estados Unidos y China sobre las maniobras estadounidenses contra Corea del Norte rebasa el ámbito de este artículo, pero representa un elemento importante en esta situación.

Se intensificaron las maniobras estadounidenses contra Corea del Norte con motivo del discurso del Estado de la Unión de 2002 del presidente George W. Bush. En el contexto de repetidamente pedir venganza por el 11 de septiembre de 2001, Bush apuntó a Irak, Irán y Corea del Norte en la lista del "eje del mal". Claro, ninguno de esos países tenía nada que ver con el 11 de septiembre, pero las consecuencias de quedar en esa lista eran, y aún siguen siendo, ominosas.

En el contexto de la gama de nuevos desafíos que enfrentan, los gobernantes estadounidenses consideran como inaceptable la pequeña capacidad de fabricar armas nucleares de Corea del Norte. Dicha tecnología no está bajo el mando o control de Estados Unidos y existe el potencial de que se exporte dicha tecnología a otros países y fuerzas que Estados Unidos considera amenazas serias. De su parte, la clase dominante norcoreana ve en su capacidad nuclear una de sus escasas fichas de regateo. Cuanto más Estados Unidos asfixien la economía de Corea del Norte y le intensifique la presión militar, más los gobernantes norcoreanos se ven orillados a aumentar su capacidad de fabricar armas nucleares.

60+ años de presiones militares y asfixia económica

Aunque las fuerzas globales subyacentes han cambiado durante los últimos 60+ años, han continuado las presiones económicas y militares estadounidenses.

Estados Unidos apuntalaba a Corea del Sur y sigue manteniendo a ese país como una avanzada estratégica en beneficio de sus intereses. De 1953 a 1974, Corea del Sur recibió $4 mil millones de ayuda directa de Estados Unidos —el 60% de toda la inversión en Corea del Sur— junto con muchas otras formas de ayuda indirecta, como descuentos en los préstamos. Todo eso lo presidieron unos "hombres fuertes" títeres de los yanquis. Cuando las enormes protestas contra Syngman Rhee en 1960 lo obligaron a huir del país, Estados Unidos lo reemplazó con Park Cheng-hee, un dictador fascista que reinó sin ser elegido durante casi dos décadas (su hija, Park Geun-hye, es la presidenta actual de Corea del Sur).

Tanto Corea del Norte como Corea del Sur son sociedades altamente militarizadas. El ejército norcoreano es el quinto en tamaño en el mundo con más de un millón de soldados y millones de reservistas. El ejército de Corea del Sur es una de las fuerzas armadas más grandes del mundo, con 700 mil soldados en activo, 4.5 millones de reserva y más armamento moderno, adiestramiento y capacidad que los soldados norcoreanos.

Hoy, casi 30.000 tropas estadounidenses están apostadas en Corea del Sur. Las fuerzas estadounidenses aéreas y navales, que incluyen armas nucleares, están "de guardia" para entrar en acción contra Corea del Norte. Estas fuerzas regularmente han conducido "juegos de guerra" conjuntos, entre ellos juegos en los que hace poco las fuerzas estadounidenses y surcoreanas ensayaron una invasión y ocupación de territorio norcoreano.

Aparte de sus amenazas militares constantes, Estados Unidos ha impuesto sanciones económicas contra Corea del Norte desde 1950. Estas sanciones aislaron a ese país económicamente e interrumpieron gran parte de su comercio con el exterior. Además, Estados Unidos orquestó la imposición de sanciones económicas contra Corea del Norte por la ONU desde 2006.

Estados Unidos afirma que dichas sanciones van contra la élite gobernante de Corea del Norte. Sin embargo, la historia de tales sanciones ha incluido enfermedades en masa, sufrimiento, hambruna y mortandad por toda la sociedad, con los peores efectos sobre los sectores más pobres. Corea del Norte fue devastado por años sucesivos de inundaciones y sequías de 1994 a 1998. Las estimaciones del número de muertes por hambruna son difíciles de confirmar, pero van a cientos de miles a más de dos millones.

Si bien Estados Unidos levantó algunas de sus sanciones contra el comercio con Corea del Norte durante los años 1990, las sanciones actuales paralizan los esfuerzos de Corea del Norte de recuperarse de una crisis continuada de salud pública que resultó de las inundaciones y sequías en los años 1990 (Vea "Las sanciones económicas sobre Corea del Norte: Una violación del derecho a la salud y un llamamiento a la acción" (en inglés), British Medical Journal, 2009; 339:B4069).

Amenazas nucleares: De Estados Unidos

Estados Unidos justifica sus maniobras contra Corea del Norte pretextando la amenaza norcoreana de usar armas nucleares en caso de un ataque en su contra.

A ver, ¡¿quién habla de amenazas nucleares?!

Hasta 1991, Estados Unidos directamente emplazaba armas nucleares en Corea del Sur — apuntadas hacia el Norte. Durante todo ese tiempo, los norcoreanos vivían bajo la amenaza constante de un ataque nuclear estadounidense. Desde 1991, Estados Unidos y Corea del Sur dicen que no hay armas nucleares estadounidenses emplazadas en Corea del Sur, pero en 2010, más de dos años antes de la crisis actual, el secretario de Defensa de Corea del Sur dio a entender públicamente que hubo una posibilidad de que Estados Unidos volviera a emplazar sus armas nucleares en el territorio surcoreano.

Cabe repetir, esas amenazas repetidas de un ataque nuclear provienen de un país que había bombardeado a Corea del Norte hasta dejar en escombros cada centímetro del país durante la Guerra de Corea.

Si bien Estados Unidos actualmente no ha emplazado armas nucleares en Corea, sí tiene la capacidad de atacar a cualquier parte del mundo con armas nucleares que son millones de veces más destructivas que cualquier arma que Corea del Norte pudiera llegar a fabricar. Estados Unidos tiene al mundo entero, incluyendo a Corea del Norte, de rehén nuclear. (Vea el recuadro: "¿Quién representa la verdadera amenaza nuclear?".)

Agendas opresivas en contienda… y la necesidad de una alternativa real

Las sanciones y las amenazas de Estados Unidos contra Corea del Norte no tienen nada que ver con la paz, el desarme nuclear o ninguna de sus otras afirmaciones. Corea del Norte es una sociedad opresiva, no es un modelo del cambio radical o positivo. Pero como una fuente de explotación y opresión, de guerras para reforzar eso y en términos de representar una amenaza nuclear para la gente del mundo, ni tiene par ante el sufrimiento y la violencia que Estados Unidos impone sobre los pueblos de este planeta.

Hay que oponerse a las maniobras de Estados Unidos contra Corea del Norte, muy fundamentalmente porque éstas representan el ejercicio de sus "derechos" de mangonear al mundo sin rival. Tenemos que oponernos a las maniobras de Estados Unidos contra Corea del Norte. Los intereses de los imperialistas estadounidenses no son los nuestros. Tenemos que poner al descubierto los verdaderos intereses del pueblo, como parte de crear una alternativa revolucionaria real al mundo tal como es.

 

Fe de errata: La versión de este artículo posteada en línea el 08/04/2013, y que salió en la edición impresa de Revolución, contiene una formulación incorrecta para describir el período de mediados de los años 1950 a fines de los años 1980: de que durante dicho período la confrontación entre los bloques imperialistas encabezados por la Unión Soviética y los Estados Unidos caracterizaba el escenario mundial. Se corrigió dicha formulación el 12/04/2013 en la versión en línea del artículo.

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