Una historia de dos fiestas

El Departamento de Policía de Los Ángeles (DPLA) brutaliza, detiene a estudiantes negros en fiesta de graduación de la Universidad del Sur de California

26 de mayo de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

La siguiente carta es de un lector:

El sábado por la mañana, el 4 de mayo, en una fiesta de graduación con la presencia principalmente de estudiantes afroamericanos de la Universidad del Sur de California (USC), descendieron unos 79 policías del DPLA con equipo antidisturbios, muchos blandían porras, un helicóptero sobrevolaba. Después de bloquear con barricadas las calles adyacentes, cerraron la fiesta, brutalizaron y detuvieron a seis estudiantes, formaron un cordón que alcanzó por completo a través de la calle y obligó a los estudiantes a caminar cinco cuadras por la calle antes de que se les permitiera escapar. Un estudiante tenía su omóplato fracturado en el momento de su detención; una estudiante tenía moretones en el brazo y la cadera por el arresto.

La policía supuestamente respondió a una queja de ruido; el pinchadiscos en la fiesta bajó el volumen, pero los policías no estaban satisfechos; cerraron la fiesta y arrestaron al anfitrión de la fiesta. Cuando los estudiantes protestaron, la policía pidió refuerzos masivos.

En poco tiempo las redes sociales se iluminaron con videos y tuits sobre el ataque, y comenzaron a subir los vídeos en YouTube. Uno de ellos había sido visitado 189.000 veces al final de la semana. En éste, el estudiante dice: "Quiero que seas testigo del... DPLA en estos momentos. Nos estábamos divirtiendo en una fiesta universitaria. Nadie tenía una pistola, éramos puros estudiantes universitarios. Nuestra identificación fue verificada [por el anfitrión].... quiero que se den cuenta que hay 79 agentes del DPLA en este momento". En un segundo video del mismo estudiante está caminando en frente de la pared de policías el que les dice "soy un estudioso, créenme. Yo no soy un criminal, deben creerme. Sólo estoy aquí divirtiéndome. Esto es verdadero racismo. Deben creerlo".

Resulta que había otra fiesta de graduación esa noche al otro lado de la calle, sólo que a ésta asistieron principalmente estudiantes blancos. Su fiesta no fue cerrada, sino que les dijeron que bajaran el sonido y que se metieran adentro "para estar seguros". A estos estudiantes les dieron una rara ventana de "asiento de primera fila" — una vislumbre de cómo se ve el "perfil racial" y la brutalidad policial cuando se descargue sobre las masas negras y otros oprimidos en Estados Unidos, o en este caso, incluso sobre los que van a graduarse de una universidad de prestigio.

Uno de los estudiantes blancos en esta fiesta dijo: "La actitud de los policías hacia las dos fiestas fue completamente diferente. Era absurdo. Yo no lo podía creer". En el foro del campus unos días más tarde, otro estudiante blanco dijo: "Yo vi a mis hermanos y hermanas... tratados como criminales, pero no sólo como criminales, peor que eso, fueron arriados como animales". Y otro estudiante blanco dijo: "Ellos fueron degradados, humillados e insultados y llamados nombres... tirados al suelo y heridos". Uno de los estudiantes negros dijo un estudiante de la otra fiesta se unió a ellos mientras que fueron obligados caminar por la calle por el cordón policial esa noche, y que éste estaba tan enojado con lo que la policía estaba haciendo.

La USC es una universidad privada con casi 18.000 estudiantes de licenciatura. Está clasificada por U.S. News and World Report como una de las 25 mejores universidades de Estados Unidos, con una reputación de ser un campus conservador. La USC se encuentra en el distrito Sur Central, rodeado de un barrio pobre de negros y latinos estrechamente vigilados con brutalidad por la policía. Ahí, la brutalidad policial condujo a la rebelión de 1992 a raíz de la golpiza de Rodney King, hecho mencionado varias veces en un foro celebrado unos días más tarde para hablar sobre el incidente.

La policía de Los Ángeles ha estado llevando a cabo una campaña de criminalización en masa, incluso la satanización de la juventud negra y latina en esta zona desde hace años. En un momento dado hace muchos años hubo informes de que la policía estaba exigiendo que los niños pequeños que montan sus bicicletas tuvieran que llevar un comprobante de propiedad o si no, les confiscarían sus bicicletas. En parte, esto ha sido en respuesta a la creciente presión para sacar a la gente, meter a vivienda más cara con gente clasemediera en las zonas circundantes a medida que los estudiantes buscan vivienda asequible más lejos del campus. En abril de 2012, dos estudiantes internacionales de la USC, ambos de China, fueron asesinados a tiros en una de estas zonas. Y el último día de brujas (Halloween), cuatro estudiantes recibieron disparos mientras asistían a una fiesta en el campus; la policía cree que el asesino no era un estudiante y venía de la comunidad circundante. La policía ha utilizado estos incidentes como una excusa para incrementar su acoso aún más.

Hay una cierta creencia, un entendimiento, de que si usted logra superarse en la USC, o cualquiera de las otras universidades de élite de Estados Unidos, usted está en camino a una posición privilegiada en esta sociedad, siempre y cuando no se equivoque. Para los estudiantes negros y otros estudiantes de las nacionalidades oprimidas que logren superarse ahí, especialmente los que han salido de las zonas más pobres del centro de la ciudad, la graduación de una de estas universidades esencialmente significa que se haya "superado"; donde quiera que usted elija aplicar su conocimiento, habilidades y posición. Y éstas son también las escuelas que los hijos de los que ya vienen de los estratos medios altos de las nacionalidades oprimidas asisten.

Esto ilustra por qué lo que experimentaron los estudiantes a manos de la policía de Los Ángeles esa noche, o de lo cual han sido testigos desde el otro lado de la calle, tocó emociones tan profundas entre los estudiantes de las nacionalidades oprimidas negra y otras, así como entre muchos de sus amigos y compañeros de clase blancos. Como escribió uno de los estudiantes negros:

"En lugar de estudiar para el último examen final de mi carrera universitaria, estoy escribiendo esta carta en protesta por la última atrocidad de la Universidad del Sur de California.... Yo no asistí a la fiesta de anoche, pero podía oír el helicóptero sobrevolando mi dormitorio más a una km y medio de distancia. Cuando los mensajes y las fotos de Facebook comenzaron a aparecer en mi transmisión de noticias alrededor de las 2:30 am, tuve flashbacks de una época donde no estaba aún con vida para sufrir. Estaba demasiado asustado para salir a la calle, legítimamente con temor de que un oficial me viera y me arrestara por ser preguntón y negro. Sólo puedo imaginar cómo mis compañeros se sintieron cuando vieron llegar a más de 20 patrullas de policías de Los Ángeles y 79 agentes se bajaron para poner fin a una fiesta de felicitación pacífica".

Y un estudiante blanco de Washington, D.C., cuyos padres trabajan para el gobierno, le habló a Revolución acerca de su profunda preocupación por sus dos amigos negros detenidos en la fiesta, uno por un delito menor y el otro por un delito grave. Habló de una empresa multinacional en la que ambos esperaban trabajar, diciendo que ésta nunca contrataría a alguien con este tipo de arresto en su historial.

La policía le dio una lección muy fea a todos los estudiantes en esas horas de la madrugada, la realidad de que no hay escape de la forma en que en su conjunto los negros y otros pueblos oprimidos continuamente se van a enfrentar las formas de degradación y opresión de antaño y de hoy día, no hay escape salvo una revolución lo suficientemente potente y fundamental para barrer este sistema y sus siglos de supremacía blanca brutal del escenario y de las páginas de la historia. Hace mucho tiempo, Malcolm X fue al grano cuando planteó este breve cuestionario: "¿Qué es lo que ellos llaman una persona negra con un Ph.D.? Un 'n*gger'". Y Bob Avakian habla con fuerza de esta realidad en su declaración "Tres strikes y fuera..."

Los estudiantes organizan una protesta de brazos cruzados y un importante foro en el campus

A pesar de la lluvia y el inicio de los exámenes finales, más de 100 estudiantes participaron en una protesta de brazos cruzados desde el mediodía hasta las 4 pm en el campus. Los estudiantes hicieron carteles como "79 policías" y "¡Soy un estudioso, no un criminal!" El anfitrión de la fiesta se dirigió a los estudiantes que protestaban, describiendo cómo había sido empujado por dos policías antes de ser esposado y arrestado. Dijo: "...mis hermanos y hermanas blancos estaban teniendo una fiesta al otro lado de la calle. Les dijeron que permanecieran en la casa y estuvieran a salvo, que iban a manejarnos a nosotros al otro lado de la calle, como si fuéramos el problema". Un estudiante blanco sostenía un cartel que decía: "Yo estaba en la fiesta al otro lado de la calle 23, ¿por qué no me detuvieron?"

La parte superior de la primera plana del Los Angeles Times la mañana del martes contó con una gran foto de la protesta de brazos cruzados, la leyenda señala que los estudiantes de ambas fiestas de graduación creen que el incidente era un ejemplo del perfil racial de parte del DPLA. Muy pocos meses después del desmande por el ex policía Christopher Dorner había llamado la atención en muchísimas partes sobre su denuncia, de alguien que había estado en el "interior", que la policía era tan racista y brutal como lo había sido en el momento de la rebelión de 1992 en torno a Rodney King, si no peor, las acciones del DPLA nuevamente hacían ineludibles estas denuncias del perfil racial y la brutalidad.

Esto sentó las bases para un gran foro celebrado en el Campus Center de la USC el día martes por la noche. La sala estaba llena, y no hubo cupo para cientos, ya que más de mil estudiantes, junto con profesores, administradores y personas de la comunidad, asistieron. El presidente de la USC no asistió al foro y en su lugar emitió un comunicado que no se pronunció en absoluto sobre lo que había sucedido a los estudiantes a manos del DPLA, lo que sólo agrava la ira y la frustración de casi todos los que lo leían.

En el panel participaron varios funcionarios del DPLA, incluyendo al comandante Bill Scott, el jefe adjunto Bob Green y el capitán Paul Snell; un representante de seguridad del campus; y funcionarios del gobierno municipal y de la universidad. El foro fue moderado por un profesor negro de derecho de la USC. La primera hora la ocuparon los oficiales de la policía con justificaciones por lo que hicieron esa noche, por creer que su vida estaba en peligro. Y luego se le informaron de sus conclusiones a la audiencia: "Hemos indagado el asunto de manera muy detenida y no hay ninguna indicación de que el accionar de la policía se basara en la raza". Y se llegó a decir que "Si bien examinaremos con diligencia si [la denuncia del perfil racial] es cierto o no, en la gran mayoría de los incidentes, los agentes de policía sólo respondían a un comportamiento".

Después de una hora de eso, los estudiantes y otros del público finalmente llegaron a hablar, y de aquí el foro se puso cada vez más emocional. Al anfitrión de la fiesta se le permitió hablar en primer lugar. A mitad de hablar, se echó a llorar al dejar en claro que la situación era un producto de la discriminación racial que se está produciendo en las comunidades negras en general. Dijo repetidamente: "Esto es mucho más que nosotros" y le pidió que su generación, la "generación del milenio", le entrara a esta batalla.

El estudiante anfitrión de la fiesta del otro lado de la calle habló: "La única diferencia entre los dos fiestas fue el componente racial, y si ustedes van a negar eso, pues, lo siento, simplemente no voy a tolerarlo" (el noticiero de la ABC). A medida que más estudiantes tomaron el micrófono, la realidad de que lo que ocurrió fue un producto de la opresión que lo abarca todo y la degradación de las negros y otras nacionalidades minoritarias en todo Estados Unidos no se podía mantener oculta. Incluso el moderador le había dicho al público que tiene tres hijos adolescentes y que agoniza cada vez que salgan de la casa por lo que les pueda pasar. A veces, el público tenía que ser amonestado para detener los brotes de exclamaciones.

Cerca del final de la noche, el comandante del DPLA Scott pidió que los estudiantes levantaran la mano si creyeran que el incidente se basara en la raza. Prácticamente todo el público levantó la mano. El organizador de la fiesta del otro lado de la calle dijo posteriormente: "Las manos que yo vi eran manos blancas, manos negras, manos marrones, todo el mundo en la sala, así que eso significa algo para nosotros".

A medida que los estudiantes se retiraban después, no había sensación de satisfacción que algo importante se había realizado, en el sentido de cambiar el DLPA. A medida que el año escolar llegara a su fin, en todo caso la tensión es mayor de lo que había sido en el inicio.

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