Entradas desde Sanford: El proceso contra el asesino de Trayvon Martin, La demanda del pueblo para justicia
Se inicia el proceso contra el asesino de Trayvon Martin

Todos los ojos puestos sobre Sanford, Florida

Li Onesto | 6 de junio de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Estoy en el avión, rumbo a Sanford, Florida para cubrir el inicio del juicio de George Zimmerman, el justiciero racista que asesinó a Trayvon Martin.

Después del asesinato de Trayvon Martin, la gente se tomó las calles porque vio que ese asesinato NO fue un incidente aislado, que fue otro asesinato en la larga historia de asesinatos de jóvenes negros por parte de justicieros racistas o policías brutales. La gente estaba decidida de que esta vez NO fueran a poner en libertad al asesino. Como resultado, detuvieron a George Zimmerman y ahora éste irá a juicio.

El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerla allí. La ley y el orden que representa la policía con toda su brutalidad y asesinato es la ley y el orden que refuerza toda esta opresión y locura.

Bob Avakian
Chairman of the Revolutionary
Communist Party, USA
Lo BAsico 1:24

Esa ira no se ha disipado. Por toda la sociedad las personas todavía están indignadas por la muerte cruel de un joven negro, y están decididas a que se obtenga la justicia en este caso.

Como le dijo un hombre al reportero de Revolución el año pasado: “Esto conduce muy adentro de la historia del pasado, antes de que siquiera naciéramos hasta ahora. De veras no puedo expresar en palabras lo profundamente que me siento acerca de esto”.

Como escribimos la semana pasada, “hay muchísimo en juego en el proceso contra el asesino de Trayvon Martin. ¿Se saldrá con la suya este sistema que merodea por el mundo descargando la esclavitud, el sufrimiento y la muerte, imponiendo su veredicto de que la vida de un joven negro es carente de todo valor?”

O saldrá un veredicto diferente en la corte, un veredicto que representa la justicia para Trayvon. Aún más allá de este veredicto, se necesita una “declaración social” — una declaración forjada en las calles y por toda la sociedad de que este sistema y aquellos que lo controlan no pueden tener una temporada de caza contra nuestra juventud.

El escenario está listo para un intenso estire y afloje en toda la sociedad entre aquellos que luchan por la justicia y aquellos que, aparte de hacer retroceder esta lucha, quieren apretar de modo cruel y ominoso las cadenas de la opresión.

Todo esto está concentrado en el pueblo de Sanford, donde se esperan protestas de masas el primer día del juicio de George Zimmerman.

Entran las cortes y la policía

Entran las cortes y las fuerzas del orden público. La Corte de Circuito del Condado de Seminole (donde se ubica Sanford) ha decretado que sólo permitirán que los manifestantes hagan una “protesta oral” en las afueras del palacio de justicia y que confinarán —acorralarán— en las llamados “Zonas de Asamblea Pública” a toda pancarta que exprese lo que las autoridades consideran opiniones “sobre cualquier tema”.

Estas Zonas de Asamblea Pública son corralones fuera del juzgado que las autoridades montarán y harán cumplir. Fuera de dichos corralones, si uno lleva una pancarta que expresa lo que las autoridades deciden que es una opinión (a diferencia de lo que consideran un “hecho”), pues le aplicarán el cargo de desacato al tribunal y un castigo.

Es importante que la ACLU [Unión Estadounidense de Libertades Civiles] de Florida haya dado un paso para contrarrestar esto en una carta escrita al magistrado principal de la corte, que asevera que estas reglas efectivamente prohíben “la conducta expresiva y la expresión las que están bien dentro del ámbito de las expresiones protegidas bajo las Constituciones de Estados Unidos y de Florida”.

Un ejemplo que la ACLU menciona en su carta es aleccionador: si uno lleva una pancarta que dice que George Zimmerman mató a Trayvon Martin, eso es un hecho. Pero si la pancarta dice: “Están matando a demasiados jóvenes negros” (el que mucha gente también considera como un claro hecho), cualquier policía podría decidir que esas palabras constituyen una “opinión” y ir sobre uno de encontrarse fuera del corralón de protesta.

Piense en esto… si uno camina por el pueblo cerca de la corte expresándose o llevando una pancarta o quizás llevando a cabo una protesta por el rumbo y expresando su opinión sobre el asesinato de Trayvon y la naturaleza de la sociedad en que vivimos, algún policía puede decidir que ya que uno está fuera del corralón de protesta, su expresión es ilegal y usted estará sujeto al castigo.

Pero hay más… si usted decide unirse a las protestas en los corralones de protesta, tendrá que aceptar que lo revisen. Y nótese bien, esto incluye la revisión de su cartera y su celular. Como dijo la ACLU en su carta al magistrado principal, esto quiere decir que para ejercer su derecho de libertad de palabra bajo la I Enmienda, tiene que abandonar su derecho bajo la Enmienda IV “de que sus personas, domicilios, papeles y efectos se hallen a salvo de pesquisas y aprehensiones arbitrarias”. Como indica la ACLU: “Un celular es un dispositivo electrónico, e incluso cuando un individuo está cometido a un arresto legal, se requiere una orden judicial para examinar su contenido”.

Esta clase de intimidación y de represión y supresión planeada es totalmente inadmisible e ilegítima. A pesar de todo el blablablá de los gobernantes de Estados Unidos sobre “la libertad de expresión”, lo que están montando en Sanford revela la verdadera naturaleza de su estado, el que mantiene un monopolio sobre el uso de la violencia supuestamente legítima y que usa esa violencia (o la amenaza de la misma) para reforzar la voluntad y los intereses de la clase dominante sobre toda la sociedad.

Que no quede ninguna duda: los intereses de los de arriba en esta situación son los de defender “toda la mentalidad supremacista blanca y el sistema que representa George Zimmerman, junto con la policía que de inmediato trató al adolescente negro asesinado como un delincuente y el propio sistema de justicia penal que únicamente contempló entablar cargos cuando surgieron masivas protestas e indignación” (vea “Un verano de grandes retos y lucha intensa”). La voluntad y los intereses de los que gobiernan sobre esta sociedad son los de reprimir a la gente cuando su lucha amenace con trascender los límites y confines de lo que los de arriba consideran aceptables.

El Sherifato del Condado de Seminole está preparándose para el juicio y ha anunciado que también trabajará con otros organismos del orden público de la región central de Florida.

Pero diré dos cosas al respecto: Primero, toda esta represión, de parte de la clase dominante y sus agentes del orden público que ni siquiera querían acusar a George Zimmerman de asesinato hasta que la protesta de masas los obligaran a hacerlo, es totalmente inconstitucional (como señala la ACLU) e ilegítima; y segundo, en lugar de estar intimidada y aceptar estas medidas para reprimir nuestra lucha, toda persona que quiera la justicia tomará una posición en contra de esta represión y se negará a estar intimidada. Demasiado está en juego como para aceptar algo menos.

 

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