Un momento para el valor
¡Alto al masivo espionaje de Estados Unidos!

30 de junio de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Lo siguiente es una transcripción de un discurso de Andy Zee, el vocero de Libros Revolución-Nueva York, en la velada "NO SEREMOS CÓMPLICES" en Cooper Union en la Ciudad de Nueva York el 19 de junio de 2013, poco después de las denuncias de la vigilancia masiva del gobierno estadounidense:

 

Hace casi 11 años muchos de nosotros nos reunimos en esta misma sala en "Una noche de conciencia — No en nuestro nombre" en contra de los crímenes que inició el régimen de Bush. Nosotros juramos en ese momento: "Que no se diga que en Estados Unidos nos quedamos callados cuando el gobierno declaró una guerra sin límites e instituyó severas medidas represivas... El presidente Bush declara: 'O están con nosotros o están en contra'. Nosotros respondemos: no permitiremos que hable por el pueblo estadounidense; no entregaremos la conciencia ni el derecho a cuestionar a cambio de falsas promesas de seguridad".

(Vídeo en inglés, gran archivo, puede que tarde en cargarse.)
Andy Zee at Cooper Union June 19, 2013

Esas palabras tocan una fibra profunda estos días cuando el régimen de Obama ha codificado, desarrollado y llevado a alturas criminales aún más obscenas los crímenes de guerra del régimen de Bush, arrogándose el derecho de ser juez, jurado y verdugo. Han expandido dramáticamente un vengativo estado policial que ataca cruelmente a aquellos que, obligados por la conciencia, denuncian la injusticia. Obama ha impuesto el Acta de Espionaje de 1917 más que la totalidad de todas las otras administraciones. Bradley Manning, después de meses de tortura, está atrapado en un proceso, en el que mucho está en juego, que se parece increíblemente a Alicia en el país de las maravillas; Julian Assange está rodeado y confinado en la embajada de Ecuador en Londres; y Edward Snowden se mantiene escondido1 mientras sigue diciendo las verdades, por ejemplo cuando denunció con el escarnio apropiado la justificación que ofreció la NSA [Agencia de Seguridad Nacional] por su vigilancia masiva contra todo el mundo. Snowden planteó astutamente la pregunta: "¿Así que potencialmente podemos denunciar a un terrorista potencial que tenga el potencial de matar a menos estadounidenses que nuestra propia policía?"

Dennis Loo en "No seremos cómplices" Cooper Union, 19 de junio de 2013.

Las acciones de Edward Snowden ponen al descubierto la extensísima tecnología represiva, y además el poder que puede tener incluso una sola persona que actúe de acuerdo a su conciencia para desafiar y cambiar el panorama político entero. La realidad es que este sistema depende de las personas, un sistema que a diario pulveriza a la humanidad, desde los campos de muerte de Afganistán y Pakistán hasta las fábricas de muerte de Bangla Desh. Las personas son el talón de Aquiles del sistema. Nosotros en Estados Unidos tenemos la responsabilidad de despertar y dinamizar ese poder latente de la gente, a la vez que ir contra la autoridad así como contra las ideas y manera de pensar de la gente que justifican los grandes crímenes en nombre de proteger el privilegio — que paralizan la conciencia y las aspiraciones políticas de aquellos que podrían y deberían ser parte de cambiar el mundo.

Podemos y debemos hacer mucho, pero solamente lo podemos hacer desafiando con la verdad las ideas de muchas personas en Estados Unidos. Ayudarles a soltarse del marco que conduce a la complicidad con los crímenes de guerra y conduce a aceptar pasivamente el masivo programa gubernamental de vigilancia contra todo el mundo —una vigilancia total— de parte de un gobierno que en repetidas ocasiones ha demostrado que usará su poder represor solamente en contra de los intereses del pueblo.

Invariablemente se puede confiar en que Thomas Friedman [un columnista del New York Times] exprese un punto de vista que les ofrece consejos a los gobernantes acerca de la mejor manera de presentar y llevar a cabo sus crímenes y a la vez les ofrece una justificación pragmática, atractiva y egoísta a los liberales y progresistas para que se acomoden con el programa. Con avidez, Friedman retomó una asquerosa entrada del diario digital de David Simon, el creador de The Wire (un programa de televisión que en efecto hizo una buena denuncia de la guerra contra la droga como una guerra contra el pueblo). A Bill Keller del New York Times le encantó tanto el argumento de Friedman que lo repitió en un artículo de opinión-editorial unos días después. Su argumento es una justificación de la complicidad. Antes de examinar eso, déjenme agradecerle a Glenn Greenwald por publicar las denuncias acerca de la NSA y además por esta declaración: "Si fundaran un club llamado Comentaristas Liberales en Defensa del Estado de Seguridad Nacional, no habría auditorio en Estados Unidos de suficiente cupo para recibirlos".

Friedman escribe: "Sí, me inquieta el abuso potencial de la privacidad de parte de un programa del gobierno con el objetivo de impedir otro 11 de septiembre de 2011 (11/9), un abuso que, hasta ahora, no parece haber ocurrido. Pero me inquieta aún más otro 11/9", y de ahí argumenta que el masivo programa de espionaje para nada es tan malo como lo que podría ocurrirle al estilo de vivir de él si ocurriera otro 11/9. Concluye: "Imagínense cuántas restricciones concretas sobre nuestra hermosa sociedad abierta toleraríamos nosotros si ocurriera otro ataque del calibre del 11/9. Perdónenme por hacer esa denuncia".

Pues, al carajo Friedman. La única referencia al "perdón" que deberíamos tener es la de perdonar e indultar a Bradley Manning y a los decenas de millones de jóvenes negros y latinos levantados en las calles o los multifamiliares de Estados Unidos y que están presos o bajo el control del sistema penitenciario, todo bajo el pretexto de la guerra contra la droga. Durante tres décadas esto ha constituido nada menos que una lenta guerra genocida contra unos sectores del pueblo que el sistema ya no puede explotar de manera rentable y que los de arriba temen por su efecto potencial de radicalizar al resto de la sociedad. El hermoso estilo de vida de Friedman no existe para los negros, los latinos, los inmigrantes, los pobres y las mujeres victimadas por la cultura de violaciones y la privación de los derechos reproductivos básicos.

Digo, reconozcan esa realidad y actúen en consecuencia, o sean parte de la misma. Así son las elecciones.

La lógica que justifica la guerra contra el terror no es distinta a la que justifica la guerra contra la droga porque en esencia la guerra contra el terror es una guerra para defender y extender el imperio. De eso se trata lo que hace Estados Unidos en el exterior, lo que hace en su propio territorio — ni más ni menos. "Imperio" es simplemente una palabra grandiosa para describir la explotación de la gente y del planeta.

¿No es obvio que argumentar que para proteger "nuestra hermosa" libertad y estilo de vida, tenemos que espiar a TODO EL MUNDO, es una forma peculiar de LOCURA? ¿Quiénes, exactamente, van a llevar a cabo esta vigilancia benigna en beneficio de nuestro propio bien? ¿El FBI que espió a Martin Luther King, lo hostigó, intentó chantajearlo u orillarlo a suicidarse? ¿El FBI que acusó falsamente y mató a los militantes del Partido Pantera Negra y a otras personas en los años 1960 y que jamás dejó de desbaratar a muchos movimientos de justicia social durante los años 1980 y 1990 hasta hoy día? ¿Confiar en la CIA/NSA? La sangre del pueblo desde Guatemala hasta Indonesia, Yemen y Somalia corre profunda y ampliamente y se le hace caso omiso a costa de la complicidad en Estados Unidos y de los indecibles horrores en los países de todo el mundo.

La lógica de Friedman es meramente un adorno sobre los argumentos de Obama. Obama busca hacer que los progresistas "racionales" se dejen embaucar para que se identifiquen con "su" dilema (el de Obama), en tanto convencerlos para que se identifiquen con la máquina de muerte imperial que es Estados Unidos. Ya basta de la actuación de Obama como Hamlet, de angustiarse sobre las listas de individuos para matar todos los martes, sobre las difíciles decisiones entre la confidencialidad y la seguridad. El colmo del engaño de fantasía de Obama, lo que la gente dijo que jamás aceptaría de parte de Bush, es: "Confíen en mí".

¿Confiar en quién? El Partido Demócrata es un partido de criminales de guerra al igual que lo son los republicanos. Madeleine Albright, la secretaria del Estado bajo Clinton, respondió de plano que las sanciones contra Irak que causaron la muerte de medio millón de niños durante los años 1990, "VALIERON LA PENA". Si cualquier otro líder hubiera dicho esto en cualquier otro país, se hubiera reconocido eso como la defensa del genocidio tal cual. Tales crímenes de guerra no son subproductos ni excepciones en la historia y en el funcionamiento de este sistema, el capitalismo-imperialismo, que requiere una explotación cada vez más amplia y competitiva de las personas y del planeta. El genocidio contra los pueblos indígenas en la formación de Estados Unidos, la esclavización de los africanos, el apoyo al genocidio contra el pueblo palestino y el millón de personas muertas en Indonesia con la participación activa de la CIA en los años 1960 reflejan la naturaleza esencial de lo que es y lo que hace Estados Unidos. Ninguna supervisión puede regular o regulará esta situación. La fuerza motriz del capitalismo global competitivo regula lo que hace y hará todo gobierno que avala este sistema.

El meollo del argumento [que hicieron los gobernantes estadounidenses después] del 11/9 es que la única elección que nos toca es la elección entre el fundamentalismo islámico o el capitalismo global. Tal es la lógica "Estados Unidos #1" en la guerra contra el terror que ha causado, solamente en Irak, más de 100.000 muertes directas, cientos de miles de lesionados y enfermos y millones de desplazados. Tal es la lógica, la moralidad, del imperio.

Existe una dinámica mortífera en el mundo de hoy de la que podemos y debemos zafarnos. Bob Avakian, el líder del Partido Comunista Revolucionario, lo ha descrito así:

Lo que vemos en contienda, con la jihad por un lado y McMundo/McCruzada por el otro, son sectores históricamente anticuados de la humanidad colonizada y oprimida contra sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista. Estos dos polos reaccionarios se oponen, pero al mismo tiempo se refuerzan mutuamente. Apoyar a uno u otro de esos polos anticuados, acabará fortaleciendo a los dos.

Él ha recalcado que tenemos que reconocer que es el sector históricamente anticuado del sistema imperialista, y en particular los imperialistas estadounidenses, el que más daño ha hecho.

Algunas fuerzas islámicas jihadíes reaccionarias representan una amenaza para los intereses del imperialismo en unas partes estratégicas del mundo. Estas fuerzas sí llevan a cabo unas acciones que atacan a los civiles inocentes. Pero los gobernantes estadounidenses no están librando esta "guerra contra el terror", sin importar la marca o la nueva marca que le den, para "salvar vidas". El ascenso de las fuerzas islámicas jihadíes principalmente es el producto del funcionamiento del imperialismo y una reacción al mismo: a las maneras en que el imperialismo ha desarraigado y devastado la vida y el sustento de millones de personas; a su manera de apuntalar a los crueles regímenes (como Mubarak en Egipto); y a la manera en que ha auspiciado concretamente el ascenso de estas fuerzas jihadíes en los casos que beneficiaran a los intereses percibidos del imperialismo estadounidense (como en Afganistán donde los fundamentalistas islámicos, con el aval y financiamiento de Estados Unidos, combatieron contra la Unión Soviética). Cuando una niña en Pakistán escucha un zumbido en el cielo y teme que sea la siguiente muchacha que se reviente a pedazos, eso conduce al reclutamiento de más jihadíes, y el ciclo se repite una y otra vez.

La presente Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) ha sido escrita con el futuro en mente. Tiene la intención de plantear un modelo básico, y los principios y las pautas fundamentales, para el carácter y el funcionamiento de una sociedad y un gobierno radicalmente diferentes a los ya existentes: la Nueva República Socialista en América del Norte, un estado socialista que encarnaría, institucionalizaría y fomentaría relaciones y valores radicalmente diferentes entre las personas; un estado socialista cuyo objetivo final y fundamental sería lograr, junto con la lucha revolucionaria por todo el mundo, la emancipación de toda la humanidad y el inicio de una época completamente nueva en la historia humana —el comunismo— mediante la abolición final de todas las relaciones explotadoras y opresivas entre los seres humanos y de los conflictos antagónicos destructivos que surgen de esas relaciones.

Lea el texto completo de la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), del Partido Comunista Revolucionario, en revcom.us/pcr

Pero, estos dos sectores anticuados no tienen que ser y no son la única elección en el mundo de hoy. En realidad existe un camino completamente diferente para el mundo mediante una revolución, misma que tenga como objetivo un poder estatal radicalmente nuevo que está concentrado en esta Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), la que recomiendo que ustedes lean, en la que el derecho de la expresión, la asamblea y el disentimiento va mucho más allá que cualquier constitución que se haya promulgado anteriormente en cualquier parte, como parte de un estado radicalmente nuevo donde las personas podrían florecer y tendrían el poder y el apoyo para abolir todas las formas de la opresión y explotación en todo el mundo, progresando hacia un momento cuando las estructuras estatales que conocemos hoy ya no serían necesarias.

No me alcanza el tiempo para adentrarme en esto, pero les extiendo una invitación a que sigan y cumplan con los principios que los condujeron a asistir a esta velada y si eso los conduce a ver la fuente del problema y a ver que la solución a la misma está en la revolución y el comunismo, no les de la espalda a eso porque les hace salir de su espacio de seguridad y comodidad, que desafía lo que han sido sus sentidas creencias o debido a prejuicios y calumnias. Al contrario, busque conocer más — accedan a revcom.us o acudan a Libros Revolución, a la vez que trabajemos colectivamente para poner fin a esta locura.

Éstas no son simplemente buenas ideas que nunca podrían realizarse. No se dejen disuadir debido a que contamos con una cantidad relativamente pequeña de personas hoy. Estamos actuando en torno a grandes cosas (el espionaje, la huelga de hambre en Guantánamo, las constantes guerras) que en ciertos momentos pueden tener un impacto sobre el mundo, de acuerdo a lo que hagamos concretamente nosotros y las personas como nosotros. En las últimas pocas semanas, podemos ver que en ciertas coyunturas las acciones de conciencia en beneficio de los intereses del pueblo pueden movilizar y conducir a millones de personas a pensar y actuar de modo diferente, tal como en los casos de las 50 personas que se plantaron en frente de un buldózer en la plaza Taksim de Estambul, la emergente ola de protesta en Brasil, la postura de Edward Snowden que hizo que ustedes asistieran a esta velada. Los gobernantes de este imperio no lo tienen todo bajo control. Su sistema entero está acribillado de problemas para los cuales no tienen soluciones que beneficiaran a los verdaderos intereses de la humanidad.

Para nosotros, para el pueblo del mundo, tenemos que empezar a ver el mundo tal como es. Nuestra moral y nuestras acciones tienen que basarse en la realidad que contrasta marcadamente con la propagación de ilusiones y la inmoralidad egoísta de los gobernantes y sus defensores como Thomas Friedman. Bob Avakian lo explica así:

Hay un punto donde la epistemología y la moral se encuentran. Hay un punto donde uno tiene que decir: No es aceptable no querer mirar algo, o no creerlo, porque incomoda. Y: no es aceptable creer algo porque tranquiliza.

Esta noche, tomamos partido con Bradley Manning, Edward Snowden, Lynne Stewart2 y los millones de personas del mundo que añoran un mundo en el que podrían librarse del terror y miseria en que los sistemas anticuados del mundo los mantienen. Avancemos desde aquí y en conjunto opongamos resistencia a las atrocidades y crímenes desmedidos contra el pueblo y a la vez aprendamos y forcejeemos el uno del otro sobre las causas de todo esto y las soluciones. Ya es tarde. Pero ya queda tiempo para el valor y la convicción. Ya es hora de actuar.

 

1. Desde este discurso, el gobierno estadounidense ha acusado a Edward Snowden de tres delitos graves, incluyendo dos bajo el Acta de Espionaje. De acuerdo a los documentos de la corte, acusan a Snowden del robo de propiedad del gobierno, la comunicación no autorizada de información de defensa nacional y la comunicación deliberada de información de inteligencia clasificada a un individuo no autorizado. Vea la declaración de El Mundo no Puede Esperar, "Acusar a los criminales responsables del espionaje gubernamental, fuera las manos de Edward Snowden", próxima a salir en worldcantwait-la.com, la que se lee: "Por su acción valerosa y de principios al denunciar la masiva vigilancia ilegal por parte del gobierno estadounidense, nosotros defendemos a Edward Snowden y llamamos a otros para que se nos unan en oposición a los planes del gobierno estadounidense para conseguir la custodia de él, procesarlo y encarcelarlo por cargos de espionaje. Nos unimos a un gran sector de la población estadounidense, y a miles de millones de personas en el mundo, indignados por la vigilancia inconstitucional e ilegítima contra pueblos enteros por parte del gobierno estadounidense la que durante años éste ha encubierto y sobre la que ha mentido". [regresa]

2. Lynne Stewart, una renombrada abogada del pueblo, se ha dedicado la vida a defender a los oprimidos, a los individuos que le opusieron resistencia a la injusticia y a los individuos que otros abogados no querían defender. En 2010, le dictaron una sentencia de diez años en la prisión supuestamente por ayudar a un terrorista — una "ayuda" que constaba de divulgar una declaración pública de su defendido. En el momento de su encarcelamiento, Stewart, que hoy tiene 73 años de edad, estaba batallando contra el cáncer del seno. Debido a la sentencia, no pudo someterse a la operación quirúrgica que ya estaba programada. Su encarcelación en una prisión federal en Texas retrasó la cirugía 18 meses y hoy el cáncer ha alcanzado la cuarta etapa. [regresa]

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