La huelga de hambre de los presos entra a su 4ª semana

Este sistema de tortura mató a Billy "Güero" Sell

Larry Everest | 4 de agosto de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

El 8 de julio, la huelga de hambre de presos más grande en la historia de California comenzó y más de 30.000 en 22 de las 33 prisiones del estado rechazaban la comida. Ahora, al entrar a su 4ª semana, cientos de presos siguen en huelga de hambre, luchando valientemente por el fin del aislamiento indefinido y otros abusos crueles e inhumanos.

Pero para colmo, el Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR) se ha negado a considerar sus demandas justas. Al contrario, las autoridades carcelarias han respondido con represalias contra los huelguistas de hambre, más aislamiento, aire helado y confiscaciones de la comida que compran en la cafetería para guardar en sus celdas — y hasta negarles medicinas.

Lo que les hace este sistema criminal a decenas de miles de presos por todo el país —lo que esta huelga de hambre lucha para eliminar— es LA TORTURA. Y ahora, los esfuerzos del CDCR para aislar y aplastar la huelga de hambre han resultado en la muerte de uno de los huelguistas.

Billy Michael Sell, de 32 años de edad y conocido por sus amigos como "Güero", murió el 22 de julio mientras participaba en la huelga en la Unidad de Vivienda de Seguridad (SHU) de la Prisión Estatal Corcoran. El CDCR afirma que no estaba de huelga y que se suicidó. Pero los otros presos dicen que Sell estaba de huelga de hambre y había pedido asistencia médica durante varios días antes de morir. Dicen que Sell era "una persona buena, fuerte", que "de ninguna forma era propio de él" [suicidarse] y cuestionaron las afirmaciones de las autoridades de la prisión (Coalición de Solidaridad con la Huelga de Hambre de los Presos).

Las autoridades correccionales — que afirman que han estado monitoreando con cuidado la salud de los huelguistas, ni siquiera les informaron a los presos mediadores al respecto, los que sólo supieron de la muerte de Sell después de cinco días, el 27 de julio.

La pura verdad: Asesinaron a Billy Sell el CDCR y todo este sistema criminal con su encarcelación en masa y el aislamiento que constituye la tortura.

La vida de los presos pende en la balanza… ¡Nos toca a nosotros!

Cientos de presos arriesgan la salud y la vida misma por poner fin a la tortura y abuso sancionados por el estado. En California, confinan a casi 4.000 presos en las SHU y más de 6.000 otros en la Segregación Administrativa, otra forma de aislamiento. Otros 70.000 presos están en aislamiento en prisiones por todo Estados Unidos. El "¡Llamamiento de emergencia! Únase con nosotros para detener la tortura en las prisiones en Estados Unidos" denuncia agudamente las condiciones: encerrados en pequeñas celdas sin ventanas de 22 a 24 horas al día; privados del contacto con seres humanos y sacados de la celda con violencia por infracciones menores; metidos en aislamiento arbitrariamente, a menudo debido a acusaciones falsas de ser pandilleros. Muchos están obligados a soportar estas condiciones de tortura por décadas.

¡Estas condiciones corresponden a la definición internacional de la tortura! Son injustas, ilegítimas y profundamente inmorales. ¡ES PRECISO UNIRNOS A LAS ACTIVIDADES PARA PONERLES FIN YA!

Los presos: Mantendremos la huelga de hambre pacífica hasta la victoria

El 23 de julio, después de 16 días sin comida y de las represalias del CDCR, los huelguistas en la Segregación Administrativa en la Prisión Estatal Pelican Bay se comprometieron a "mantener nuestra huelga de hambre pacífica hasta la victoria aunque requiera que soportemos la tortura de la alimentación forzada".

Es preciso que millones de personas en todo el mundo conozcan y apoyen su acción valiente e inspiradora — su vida, y la de más de 2 millones de presos encerrados en las mazmorras por todo Estados Unidos, depende de ello:

"Se han perpetrado intensificadas represalias contra presos indefensos y hambrientos que sólo buscan lo que todo ser humano busque — el tratamiento humano, la dignidad, la igualdad y la justicia para nuestras familias, seres queridos y nosotros mismos. Estos son los derechos fundamentales de toda la gente, incluso aquellos encarcelados por el estado.

 "La represión deliberada de nuestra protesta no nos ha quebrado el espíritu. De hecho sólo ha servido para fortalecer a cada uno de nosotros — individual y colectivamente. A pesar de las represalias y propaganda del CDCR, nos mantenemos fuertes en nuestro compromiso. Mantendremos la huelga de hambre pacífica hasta la victoria aunque requiera que soportemos la tortura de la alimentación forzada".

"Para concluir, queremos informarle al mundo que esta huelga de hambre está lejos de terminar. Estamos comprometidos a ésta a largo plazo. Por lo tanto, instamos fuertemente al gobernador Brown a volver de sus vacaciones en el extranjero y lidiar urgentemente con esta crisis antes de que más presos sufran daños a la salud o la muerte. Si ocurran muertes, la responsabilidad caerá directamente sobre Brown y el CDCR por su insensibilidad y falta de acción" (Prisoner Hunger Strike Solidarity Coalition).

La tortura del aislamiento en las prisiones de Estados Unidos —y la crueldad asesina del CDCR en respuesta a los presos valientes que luchan para poner fin a esa tortura— es otro ejemplo de la criminalidad e inmoralidad de este sistema capitalista.

Estos presos, por otro lado, deberían darnos la convicción renovada de que "los condenados de la tierra" pueden oponerse resistencia a la peor represión de este sistema y levantarse por encima de lo peor que el sistema les impone.

Cualquiera con una conciencia y un mínimo de humanidad no deba hacerse de la vista gorda ante la realidad que está saliendo a la luz en las prisiones de California. Aquellos que SÍ entienden lo que pasa detrás de los muros de la prisión tienen una responsabilidad de retarles a otros a despertarse y a oponerse resistencia con resolución a este sistema de brutalidad y tortura.

Estos presos se han atrevido a oponerse resistencia a estar "enterrados vivos". Tomar partido con éstos y nuestros 2.4 millones de hermanos y hermanas tras las rejas debe y puede ser parte de un movimiento poderoso que oponga resistencia a este sistema asesino que nos oprime, mientras que forjamos un movimiento para la revolución que elimine este sistema criminal en el momento indicado.

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