Millones de personas PUEDEN equivocarse:
El golpe de estado en Egipto no es una revolución del pueblo

4 de agosto de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Nota de la redacción (2 de agosto de 2013): Varios lectores han respondido y comentado nuestro artículo "Sobre el golpe de estado en Egipto: Refuerza al imperialismo y no al pueblo" (que se puede descargar en revcom.us).

Un lector egipcio escribe:

Su artículo se equivoca de principio a fin. Esto no fue un golpe de estado tal como los medios de comunicación estadounidenses quisieran que ustedes creyeran. Esto fue una acción verdaderamente popular que en esencia abarcaba a TODOS los egipcios en pie de lucha en un solo momento en contra de la Hermandad Musulmana (HM). El Ejército simplemente se les unió cuando viera el masivo e innegable odio que tiene la población general por la HM. El Ejército entró en escena cuando quedó en claro que los dos bandos, en esencia, se iban a hacer pedazos el uno al otro e iban a destruir a Egipto en el proceso.

Este lector sostiene:

Miércoles 7 de agosto, 7 p.m.
El tumulto en Egipto: El mito del "poder popular" y la VERDADERA revolución que se necesita
Una presentación de Raymond Lotta
(en inglés)
Libros Revolución-Nueva York
146 West 26th Street (entre las avenidas 6 y 7)
Más información:
• 212-691-3345 • revolutionbooksnyc.org

Su artículo repite como loro el mismo gastado y trillado desdén contra el complejo militar (con lo que por lo normal yo estuviera de acuerdo), PERO en esta ocasión en Egipto, créalo o no, esto fue una REVOLUCIÓN grandiosa y verdaderamente popular contra una creciente, fascista e irresponsable mafia de hombres que utiliza la religión para manipular a las masas en beneficio propio organizativo y personal. La HM nunca defendía sinceramente los intereses de la nación ni del pueblo (una buena parte del que son minorías). Hasta admitieron hace mucho tiempo que utilizarían la "democracia" solamente en una ocasión, a fin de arrogarse el poder, y que una vez en el poder, desmantelaría la misma "democracia" que los puso ahí en primer lugar.

Además:

La ironía de su cobertura es que en los hechos ustedes le hacen el juego al Imperialismo al pasar por alto por completo que ésta fue la mayor protesta política de la historia de la humanidad (según la BBC) en la que participaron más de 33 millones de personas en las calles coreando a favor de la SALIDA de Mursi. De hecho, ustedes y su artículo lisa y llanamente se han ajustado a la línea de la CNN de que se dio un golpe de estado, lo que efectivamente niega ante el mundo que se trataba del poder popular, y no el poder militar, el que hizo que la HM cayera. Los medios de comunicación estadounidenses nunca han empoderado y nunca empoderarán a las personas de esa manera, e irónicamente su artículo tampoco lo hace.

Además, este lector sostiene en su carta que Estados Unidos han invertido en la Hermandad Musulmana y que "fue el pueblo egipcio el que lo hizo por su cuenta, y lo hubiera hecho por su cuenta, con o sin el Ejército".

A continuación presentamos una respuesta a estos argumentos, escrita por otro lector al cual remitimos la carta. Esperamos que continúe el diálogo y debate sobre las cuestiones candentes que supone analizar y actuar en torno a los recientes acontecimientos en Egipto.

* * * * *

El artículo de Revolución que usted menciona dice la verdad por lo que se refiere a la realidad de lo que pasa en Egipto en estos momentos. No sesga las cosas en beneficio de ningún fin político; no promueve ilusiones, engaños y engaños propios que al parecer son tan comunes hoy. Los recientes sucesos y revelaciones corroboran y refuerzan en mayor medida que éste fue un golpe de estado de parte de las fuerzas armadas: "una acción decisiva y repentina en la política que condujera a un cambio de gobierno por medios ilegales o la fuerza". Lo que se está desenvolviendo en Egipto no es una revolución del pueblo.

Efectivamente, que quede con tamaña claridad: Mohamed Mursi y la Hermandad Musulmana representan una fuerza reaccionaria que oprime a grandes sectores de la población, sobre todo las mujeres, y no opera en concordancia con ningún marco fundamentalmente liberador ni siquiera antiimperialista. Pero ¿eso justifica la matanza de parte de unas fuerzas militares avaladas por Estados Unidos y las fuerzas laicas democráticas liberales que éstas han soltado en apoyo a sus acciones?

¡PARA NADA!

Lo que piensan millones de egipcios no define la realidad

El presupuesto subyacente y modo de pensar de esta carta contienen algo profundamente problemático, y equivocado y nocivo. Según su suposición y argumento, debido a que millones de masas estén actuando, lo que éstas hagan tendría que ser correcto, justo y en lo fundamental benéfico para sus propios intereses. Quizá millones de personas consideren que ésta es una revolución popular, pero la realidad objetiva es que se trata de un golpe de estado, fraguado por las fuerzas armadas y a su servicio, con las loas de Estados Unidos (la "Madre América"). En los millones de personas en las calles, se dieron enérgicas afirmaciones de que el ejército estuviera "con" el pueblo, sumándose al pueblo, tal como usted dice en su carta: "cuando viera el masivo e innegable odio que tiene la población general por la HM [Hermandad Musulmana]".

Tal es una forma específica y concentrada de epistemología populista (la epistemología es la filosofía de lo que es verdad, cómo uno llega a conocerla), de que lo que la gente piensa define la realidad. (Tal epistemología populista es un enfoque según el cual la verdad se determina por lo que piensa la gente, o sea, por la opinión pública. No aplica la ciencia para conocer la realidad objetiva y su funcionamiento y dinámicas subyacentes; no cuestiona, refuta ni transforma las ideas equivocadas de la gente y sus formas de pensar que no sintonizan con la realidad objetiva; y por lo tanto en lo fundamental deja al mundo "tal como está").

Es posible que las masas populares, millones de éstas, se confundan y en este caso, están confundidas, despistadas y profundamente equivocadas.

Los móviles del golpe de estado

Millones de personas se han tomado las calles, descontentas con Mursi, y coreando a favor de su salida, pero ¿quiénes y qué la fraguaron, organizaron y desataron y con qué fines?

Los recientes acontecimientos y revelaciones demuestran que trabajaban en conjunto —con una convergencia de intereses, a fin de echar a Mursi— la oposición, la que se refiere a aquellos que se oponían al régimen fundamentalista islámico de Mursi y apoyaban a las fuerzas armadas egipcias, y las propias fuerzas armadas.

Según el Wall Street Journal: "En los meses previos antes de que las fuerzas armadas desbancaran al presidente Mohamed Mursi, los altos generales egipcios se reunían con regularidad con los dirigentes de la oposición, con frecuencia en el Club de Oficiales de la Armada anidado en el río Nilo. El mensaje: si la oposición pudiera poner a suficientes manifestantes en las calles, las fuerzas armadas entrarían al quite… y sacarían al presidente a la fuerza.

"Para el 30 de junio, millones de egipcios ya se tomaban las calles, pidiendo la salida de Mursi. A los tres días, las fuerzas armadas lo habían desbancado" (19 de julio de 2013).

Quisiera señalar que no es cierto que Estados Unidos, no obstante su influencia sobre tanto la hermandad Musulmana como el Ejército, iniciara, orquestara y controlara cada paso del proceso. Pero, lo que ha quedado en mayor claridad es que Estados Unidos decisivamente entraba al quite en momentos cruciales. Por ejemplo, el New York Times publicó una versión que da a entender que en las últimas horas de Mursi en la presidencia, le ofrecieron un trato mediante un ministro árabe del exterior, quien servía de emisario de Washington, para poner fin al empate con los altos generales de Egipto mediante el efectivo abandono del poder con la aceptación de un nuevo primer ministro y gabinete que se encargarían de todas las facultades legislativas. Según se informa, Mursi lo rechazó.

Éste se enteró mediante una comunicación de su alto asesor de política exterior, Essam el-Haddad, quien habló con Anne Patterson, la embajadora estadounidense, y con Susan Rice, la asesora en seguridad nacional de Estados Unidos. Según la versión del New York Times, después de una llamada telefónica, el-Haddad informó: "un ayudante [de Mursi] le texteó a un colega, 'Madre acaba de decirnos que dejaremos de jugar en una hora', haciendo un juego de palabras con la expresión sarcástica egipcia que se refiere al amo occidental de dicho país: 'Madre América'" (6 de julio de 2013).

De ahí, empezó la toma del poder de parte del Ejército que desbancó a Mursi.

Dichos sucesos contradicen el mito popular y engaño propio generalizado acerca de la naturaleza de lo acaecido: que el Ejército meramente entró al quite para cumplimentar y cumplir la voluntad del pueblo espontáneamente expresada y según lo expresado y concentrado en su carta: "El Ejército simplemente se les unió cuando viera el masivo e innegable odio que tiene la población general por la HM. El Ejército entró en escena cuando quedó en claro que los dos bandos, en esencia, se iban a hacer pedazos el uno al otro e iban a destruir a Egipto en el proceso".

¿Qué quiere decir empoderar (darle poder) al pueblo?

Usted se habla con entusiasmo de "empoderar" al pueblo. La pregunta más fundamental es la siguiente: ¿"empoderar" a millones de personas para hacer qué? ¿cuáles son los intereses que se beneficiarían de cualquier "empoderamiento" del pueblo? ¿Se trata de empoderarle para que luche conscientemente por los intereses fundamentales y por la liberación del pueblo, o para que sirva y fortalezca a otro polo reaccionario?

Tampoco es cierto que "Esto fue una acción verdaderamente popular que en esencia abarcaba a TODOS los egipcios en pie de lucha en un solo momento en contra de la Hermandad Musulmana". Y ¿qué de los partidarios de la Hermandad Musulmana: no es que también sean egipcios? Y ¿qué de aquellos que el ejército está masacrando ahora por oponerse al golpe de estado: no es que también sean egipcios?

Los intereses de Estados Unidos, y las fuerzas armadas egipcias

El ejército concentra el monopolio de la fuerza armada legítima y constituye el principal pilar y ejecutor de un estado reaccionario y opresor. El estado egipcio es el guardián de los derechos de propiedad y de una estructura económica basada en la explotación y la subordinación al imperialismo. Si bien esta situación no es el eje de mi respuesta a su carta, un elemento crítico de la situación ha sido la colaboración con Israel para oprimir con la violencia al pueblo palestino, lo que incluye reforzar el nefando bloqueo de la Gaza. Las fuerzas armadas egipcias ocupan una posición fundamentalmente opuesta y antagónica a los intereses del pueblo. Para aquel que procure luchar por una revolución auténticamente emancipadora que rompa con las relaciones sociales, económicas y políticas opresivas e imperialistas, eso quedará aguda y peligrosamente en claro.

Existe una ironía: por una parte, millones de personas, usted inclusive, ven claramente que los intereses de Estados Unidos son fundamentalmente antitéticos a aquellos del pueblo egipcio y de las masas populares en todo el mundo, pero por otra parte, ese criterio no se aplica a unas fuerzas armadas egipcias que tienen una historia de apuntalamiento y financiamiento de parte de Estados Unidos, al ritmo de más de mil millones de dólares al año (sin contar la ayuda encubierta), en segundo lugar solamente a Israel. Como viene quedando en mayor claridad, se está fortaleciendo la mano y control de las fuerzas armadas egipcias avaladas por Estados Unidos.

La situación está desatando a las personas para actuar al servicio de fines muy reaccionarios: para fortalecer a unas reaccionarias fuerzas armadas egipcias y cometer masacres contra los partidarios de la Hermandad Musulmana. ¿Expresar dicha verdad le niega el "empoderamiento" o la "agencialidad" a millones de personas, tal como algunas personas afirman? No, esta verdad descubre el contenido subyacente de esta agencialidad, el contenido de este empoderamiento, quiénes y qué marco-guía y metas lo dirigen objetivamente — y pone en franco relieve la necesidad de una forma radicalmente distinta de dirección, de una dirección comunista y revolucionaria, consciente, que se guíe por el método y las metas de la auténtica emancipación.

Lo que se necesita

Eso me conduce a mi último punto.

Lo que se necesita es forjar otro camino, en oposición a la dinámica de McMundo contra Jihad que domina en una buena parte del mundo hoy, en Egipto inclusive. Los llamamientos a favor de la democracia meramente conducen por el cauce directamente a una de estas alternativas reaccionarias, y en lo fundamental no escapa y no pueden escapar del marco y relaciones del imperialismo que imperan en Egipto.

Por el trabajo de Bob Avakian, efectivamente existe esa alternativa radicalmente distinta: en su nueva concepción del socialismo y su método y enfoque general acerca de la realidad social y su transformación. En oposición al McMundo y a la Jihad, lo que urge muchísimo es elevar la vista de la gente hacia dicho mundo mucho mejor que es necesario, deseable y viable, y según dicho punto de vista y marco por una nueva etapa de la revolución comunista, que en Egipto las personas se le adentren y forcejeen al respecto, lo hagan suyo y luchen por forjar la dirección que, en medio de los levantamientos y agitaciones de las masas, pueda dirigir a millones de personas sobre una base científica consciente para plasmar eso mediante una auténtica revolución, misma que no deje intactos el reaccionario estado y ejército, la economía explotadora, las relaciones imperialistas y las relaciones sociales explotadoras, pero que los reemplace con una auténtica sociedad socialista, una nueva economía y un sistema con relaciones sociales liberadoras, todo ello con el objetivo de alcanzar un mundo comunista.

Eso es lo que urgen tantísimo. Lo que no nos hace falta es una euforia que fomente y busque ilusiones peligrosas.

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