Unas viñetas de la Gira de la Furgoneta

15 de septiembre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

1º de septiembre de 2013. Este informe es de los voluntarios de una de las Giras de la Furgoneta Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! de agosto que se realizaron en cuatro zonas: la Ciudad de Nueva York, Chicago, el Área de la Bahía de San Francisco y Los Ángeles:

La primera noche de la gira, antes del fin de semana, aparcamos en frente de unas tiendas en un barrio oprimido y proyectamos el dvd en un televisor de pantalla en la furgoneta. Este barrio ha estado a centro de mucha protesta contra el asesinato injusto de Trayvon Martin (y es una zona donde se conoce Revolución). Con la furgoneta adornada, presentamos la primera hora de Habla BA: ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS! Fue una noche del viernes y los vecinos, en gran parte jóvenes, acudían al mercado del barrio y/o la tabaquería. Durante esa hora, cinco personas se detuvieron para ver de 10 a 20 minutos de la película, todos jóvenes salvo una.

Un joven negro en una patineta vio 20 minutos y estaba a punto de irse cuando uno de nosotros se le acercó y le preguntó sobre lo que pensaba de la película. Dijo que consideraba que BA era divertido. Le preguntamos qué quería decir por eso y nos dijo simplemente que BA era divertido. Al principio su actitud acerca de lo que acababa de ver era como encogerse de hombros — consideraba que BA era divertido (en un sentido positivo), pero no tomó el discurso en serio. Comenzamos a adentrarnos más profundamente en su manera de pensar, y a él le gustaba lo que BA decía sobre la religión — le gusta la ciencia y es un ateo. Además, ve la religión como un motivo importante por el cual la mayoría de la gente no se unirá a una revolución. Eso es parte de la razón por la que no lo tomó muy en serio al principio, pues ya había concluido que no hay ninguna manera de ir en contra de este sistema ni de atraer a la gente para hacer eso. Le dijimos que es bueno que a él le gustara la ciencia, pero cuando dice que no es posible, no es científico. Le dijimos que en la siguiente pista de la película después de la que había visto, BA trata el transcurso de la historia y demuestra que la situación actual no es permanente ni tampoco se debe a la naturaleza humana. Nos hablamos un rato sobre las contradicciones en el sistema que pueden generar una revolución, sobre la manera en que las personas empiezan a cambiar su modo de pensar — refiriéndonos a lo que BA dice posteriormente en la película, de que en los años 1960 muchos negros abandonaron la religión porque tenían la esperanza de que pudieran cambiar el mundo. Hablamos de la dinámica de las personas que entran a la revolución cuando vean que es la única manera de luchar por las cosas que quieren que sucedan — aunque todavía tengan diferencias de opinión y cómo eso está relacionado con la formación y crecimiento de un núcleo, ahora, de unas personas que adopten este entendimiento plenamente con los ojos puestos en la meta de emancipar a toda la humanidad.

La conversación se había puesto más seria.

Pero en un sentido él todavía miraba esta revolución desde afuera.

De ahí le planteamos cuánto importaría si en esta ciudad, cientos de personas vieran ahora mismo lo que acababa de ver y si eso ocurriera en todo el país — cómo eso cambiaría el modo de pensar de las personas y lo que consideran que es posible. La expresión de su cara cambió de alguna manera. Consideraban que importaría que las personas vieran esto, y nos hablamos de la posibilidad de que él llevara a unas amistades con quienes habla de cosas serias a una de las presentaciones programadas de la película.


Hablamos un poco con dos egipcios que trabajan en una tienda ahí. Teníamos unas copias del discurso de Raymond Lotta acerca de la matanza en Egipto y se les dimos para ver. El debate tuvo mucha pasión. Uno de ellos afirmó con vehemencia que son los musulmanes los que están haciendo cosas terribles y que el ejército egipcio está del lado del pueblo. Él es un cristiano y describió los ataques contra los cristianos, incluida la experiencia que ha tenido con su familia. Le dijimos que la rivalidad entre dos fuerzas opresivas opuestas está jalando y embaucando a las personas de modo que se acerquen hacia un bando u otro y que existe otro camino y lo que se necesita urgentemente en Egipto es una auténtica dirección para una revolución comunista. Insistió en que ya se había dado una revolución y lo que pasa ahora es parte de ésta. Les insistimos a él y su amigo en que tuvieran que ver este discurso de Lotta ya y que volveremos para conversar al respecto.

Nos dijo que 30 millones de personas se levantaron en Egipto, que eso constituye una revolución.

Le dijimos que 30 millones de personas pueden equivocarse, y él se sobresaltó y le miró a su amigo como si no pudiera creer lo que acabamos de decir — y lo repitió para su amigo.

Su amigo dijo que iba a ver el discurso de Lotta y que quería conversar con nosotros posteriormente.


Nos tomamos un descanso y fuimos a un cercano mercado para comprar cosas para el almuerzo. Al caminar por la tienda, algunos de nosotros nos detuvimos en la sección donde se venden libros. Nos preguntábamos sobre un autor cuando un hombre negro cincuentón que examinaba los libros se dirigió a nosotros con sorpresa, preguntándonos: "¿Ustedes no saben quién es ese autor?" Le pedimos que se nos explicara y nos habló de una serie de novelas en que se persigue a un terrorista por todo el mundo con tecnología del espionaje y métodos adquiridos de la CIA. Le pedimos su opinión de esto dado lo que había revelado Edward Snowden. Nos habló de otra serie de novelas de otro autor que desarrollan tramas en torno a las conspiraciones del gobierno.

Empezamos a hablar con él sobre lo que la CIA hace concretamente en el mundo y la manera en que la cultura moldea el modo de pensar de la gente. Él sabía algo de los crímenes de la CIA y estaba de acuerdo con algunas de nuestras ideas acerca de la cultura. Dijo que no creía que los autores como éstos lo hacían de manera consciente, pero más bien escribían lo que vende libros — por eso hay tantos libros en el lenguaje de perseguir a terroristas.

Hablamos de qué tanto importaría tener mucha más cultura que desafíe la represión del estado policial en lugar de acomodarse a la misma y reforzarla. A él le gustó eso mucho, y por nos presentamos y le hablamos de la gira de la furgoneta y quién es BA. Estaba muy intrigado por lo de BA y la película, y le interesaba asistir a una presentación.


Nos presentábamos como voluntarios de esta gira de la furgoneta y empezábamos a hablar acerca de la revolución, a muchas personas les gustaba eso y muchas personas no estaban de acuerdo y no querían discutirla, como un grupo de una iglesia con el que hablamos, del cual una mujer dijo: "Dejémoslo todo en las manos de Dios, pues Él tiene la última palabra". Le respondimos: "¡NO! Eso está en nuestras manos". Le enseñamos el afiche de "Tres strikes" y le dijimos: "¿Permitiremos que siga alargándose esta lista? ¡Tenemos que ponerle fin a esto, y nos toca a nosotros poner fin a estas porquerías!" Ella no nos hizo caso y siguió hablando de dios, por lo que pasamos a hablar con otro grupo, pero éste se ponía muy grosero con nosotros diciéndole a la gente alrededor que no nos escucharan, a lo que respondimos: "Las personas pueden pensar por sí cuenta, ustedes no tienen que decirles qué hacer".


Conversamos con un grupo de mujeres hispanohablantes, uno de nosotros empezó a explicar de qué trata el periódico Revolución y por qué tiene tanta importancia en este movimiento para la revolución. Les interesaba lo que dijimos sobre la situación de los inmigrantes en Estados unidos; nos referimos a la película donde BA dice que la situación de los inmigrantes le recuerda la situación de los esclavos en el pasado, que divide a las familias cuando deportan a un miembro de la familia, también hablamos de la opresión de la mujer y del pueblo negro, y les pedimos que se imaginaran un mundo en que las mujeres y los negros y latinos pudieran caminar por la calle sin temor de la muerte, la violación ni la brutalidad. A ellas les gustó eso y nos pidieron el periódico y nos donaron un dinero. Una de éstas nos dijo que apreció en serio lo que hacíamos y que estaba preocupada por nuestra seguridad porque sabe que a los que manejan este sistema no les agradan las personas que están metidos en la revolución y el comunismo, nos comentó que hace poco su hijo regresó por avión desde México y tenía puesta una camisa con la imagen del Che Guevara, y que la policía del aeropuerto lo hostigó, abrió sus maletas, esculcó todas sus pertenencias y le preguntó si era un revolucionario, él tuvo que decirle que no sabía lo que representaba la imagen en la camisa porque no quería que lo continuaran hostigando.

Así que ella entiende que como nosotros somos revolucionarios, nos arriesgamos, por lo tanto ella estuvo muy agradecida y feliz por la existencia de un movimiento para la revolución que no se raja.


Hablamos con una mujer acompañada de dos más pero éstas no querían participar en la conversación; una dijo que no quería hablar de la política porque las personas siempre discrepan las unas de las otras y termina por discutir. En cierto momento, dijimos que somos ateos. La mujer se mostró receptiva y nos hizo varias preguntas. Según sus creencias, la sensación nerviosa que las personas tienen para sus adentros tiene algo que ver con el alma… respondimos que no creemos que las personas tengan un espíritu o alma, por lo que una de las otras mujeres escuchó eso y se puso a la defensiva. Ofreció un ejemplo de por qué cree en el alma y la vida de ultratumba. Nos preguntó: "¿Ustedes creen que existe la vida más allá de la matriz?" Respondimos que sí, obviamente. Ella dijo: "Pues, bien, se trata de lo mismo, se preguntan si existe la vida más allá de la matriz, y en realidad sí existe, por lo que se trata de lo mismo aquí". Respondimos: "No, no se trata de lo mismo, ¿quiénes son 'ellos'? 'Ellos' no piensan, ¡ellos son fetos!" Ella se enojó y se fue, llevándose su amiga. Pero su amiga estaba muy interesada en conversar con nosotros aunque tuvieran ideas diferentes.


Hablamos con un contador negro progresista de mediana edad. Al ver la cita "Tres strikes", dijo: "Ya lo sé: Dred Scott, Emmett Till y Trayvon Martin". A propósito le leímos la cita todita, en particular los últimos dos párrafos. Eso hizo que él se detuviera y repensara; conversamos sobre varias cosas, como las "grandes" interrogantes con las que él ha estado bregando sin encontrar respuestas. Nos habló del rol de las fuerzas armadas y cómo refuerzan el capitalismo; describe el rol de las fuerzas armadas estadounidenses en Egipto (de financiar las armas). Debido a su trabajo, lee las revistas de negocios conservadoras y a un nivel básico ve el funcionamiento de este sistema pero al mismo tiempo tiene que considerar cómo hacer inversiones. Escucha la NPR en la radio y brega por ver las posibilidades de algo distinto. Sacó su copia del libro Race Matters [La raza importa] de Cornel West, del que está muy orgulloso de tener. Le pedimos que viera los primeros 15 minutos de ¡REVOLUCIÓN — NADA MENOS!, pero no podía… por ende, le leímos las citas de la contraportada del dvd, en particular la cita de BA y el comentario de Cornel West sobre BA y estaba muy intrigado; le sugerimos que comprara una copia de la película porque BA trata todas las interrogantes con que él está forcejeando: no solo la manera de conocer el mundo pero la manera de cambiarlo radicalmente (lo que incluye la posibilidad concreta de no seguir viviendo así). Nosotros ESTAMOS Construyendo un Movimiento para la Revolución y le dijimos que hace falta que él conozca BA al mismo tiempo que forcejea con todas sus propias dudas, puntos de acuerdo y desacuerdo. Compró una copia del dvd, y si bien le pusimos el reto de los 500 dólares, le recalcamos que mientras vea la película, piense en el impacto que esta pudiera tener si millones de personas bregaran con lo que él estaba bregando. Y de ahí, que considere hacer una gran donación al movimiento para la revolución. Nos dio su tarjeta de presentación para que pudiéramos volver a conversar.


Mientras estábamos en esta zona, una mujer hispanohablante nos escuchaba sin decir mucho mientras explicábamos lo del afiche "Tres strikes", todos los crímenes de este sistema, el propósito de la gira de la furgoneta y la importancia de esta película. Le dimos un ejemplar del periódico; de ahí ella se metió en su casa y volvió con un billete de $20.

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