No es de sorprenderse que calumnien al comunismo
Bob Avakian | 25 de noviembre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us
De: Lo que la humanidad necesita: La revolución, y la nueva síntesis del comunismo, Una entrevista a Bob Avakian, por A. Brooks
Si pones las cosas en perspectiva y te pones a pensar, no es de sorprenderse que calumnien tanto al comunismo. Si tú presidieras un sistema plagado de contradicciones tan palmarias y desigualdades tan flagrantes, en lo que respecta a las condiciones de vida, un sistema que le negara una vida digna a la mayoría de la humanidad y la cargara de tan pesadísima opresión, superstición e ignorancia, mientras relativamente pocos en unos cuantos países gozaran de una vida increíblemente lujosa —pero más allá de lujos, continuaran acumulando capital mientras se pelearan por quién triunfara sobre los demás mediante esa explotación y acumulación de capital— si te pusieras a considerar eso desde poquita distancia… Imagínate que tú le dijeras a alguien, ve a la mesa de dibujo y dibuja el mundo tal como piensas que debería ser. Luego imagínate que ese alguien fuera a la mesa de dibujo y retratara el mundo tal como es ahora, y que te dijera, así debe ser. Imagínate qué escandalazo se armaría desde todo rincón de la humanidad, que le contestara: Qué carajos — ¿¡así piensas que debe ser el mundo, con tan terribles desigualdades, en que tanta gente, tantos niños, se mueren de cólera y desnutrición y otras cosas fáciles de prevenir, al mismo tiempo que unos pocos se pelean por acumular más y más riqueza a raíz del sufrimiento de esa masa de humanidad — eso es lo que tú crees!?
Cualquiera que retratara eso en la mesa, con razón se le debería de acusar de demencia criminal — y a lo mejor así le acusarían. Pero, hay una clase de gente, la clase capitalista imperialista, que preside un mundo que es exactamente así, y además declara que es el mejor mundo posible. Por una sola razón la gente —las masas en este momento actual— no dicen que, “eso es demencia criminal”, debido a que las han condicionado con tanta propaganda para hacerles creer que efectivamente ésta es la única forma posible que el mundo puede ser, y que la alternativa radical que sí existe, es decir, el comunismo, ha sido un horror y un desastre. Pues no es difícil entender por qué la clase de capitalistas imperialistas emplean a tantas personas para propagar esa idea por donde quiera que puedan. Si tú presidieras un sistema tan delincuente y tan demente, harías lo mismo, no cabe duda.
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