De nuevo en la mira de las represalias: Los huelguistas de hambre de California

6 de enero de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De un lector:

15 de diciembre de 2013. El 5 de septiembre de 2013, después de 60 días en huelga de hambre, unos presos en California colectivamente decidieron suspender su acción que exigía un fin a la tortura del aislamiento solitario en las prisiones de California y por todo los Estados Unidos. Por lo menos 30.000 personas en 24 cárceles de California participaron en el comienzo de la huelga de hambre y 40 personas no tomaron alimentos sólidos durante 8 ½ semanas. Miles de presos apoyaron o tomaron parte de manera intermitente durante el período de dos meses.

Después de la suspensión de la huelga de hambre, los presos que participaron han estado en la mira de crueles represalias por parte de las autoridades carcelarias. Según los informes de la Prisoner Hunger Strike Solidarity Coalition (Coalición de Solidaridad con la Huelga de Hambre de los Prisioneros), cada persona que había participado en la huelga de hambre había recibido un Reporte de Violación de las Reglas (un "escrito correctivo 115") con acusaciones de haber cometido una violación seria de las reglas.

Se trata de un suceso serio, ya que un "115 escrito correctivo" puede alargar el tiempo de un preso en la cárcel o su período de aislamiento solitario por meses o años y puede servir de base para denegar la libertad condicional. Afecta la naturaleza de su encarcelamiento. Y en caso de que se considere que estos Reportes de Violación de las Reglas estén "relacionadas con las pandillas", se puede utilizar los resultados para "validar" a un preso como un "miembro de una pandilla" o como un "individuo relacionado con una pandilla", lo que de ahí puede utilizarse para trasladar a un preso a una Unidad de Seguridad de Vivienda (SHU) o como pretexto para mantener a una persona en la SHU por un tiempo más largo.

Los presos en las SHU viven en jaulas de hormigón de 2.4 X 3 metros sin ninguna posibilidad de respirar aire de fuera, sentir el sol, ver la luna y las estrellas ni oír el canto de los pájaros. Miles de presos han sufrido bajo estas condiciones de privación sensorial y tortura psicológica patrocinadas por el gobierno durante años y décadas. Más de 500 presos que cumplen sentencias indefinidas en las SHU han pasado más de 10 años ahí en la Prisión Estatal Pelican Bay, más de 200 presos han pasado 15 años o más tiempo ahí y 78 presos han pasado más de 20 años en estas condiciones.

Al cierre de esta edición, 3.880 personas en California están en las SHU y más de 6.700 personas están aisladas en las Unidades de Segregación Administrativa (ASU), que en algunos casos pueden ser aún más extremas que las SHU. En otras palabras, más de 10.000 personas en California están encerradas en condiciones que cumplen con la definición internacional de la tortura. En todo Estados Unidos, 80.000 personas están mantenidas en aislamiento solitario.

Se informa que las autoridades quienes han estado emitiendo los Reportes de Violación de las Reglas contra los presos participantes en la huelga de hambre están tratando de intimidarlos a fin de impedir que presenten apelaciones en contra de estos escandalosos cargos.

Además, se han presentado reportes de disciplina contra un grupo de presos en la Prisión Estatal Pelican Bay, conocido como el Colectivo del Corredor Corto (a veces también conocido como el Movimiento de Derechos Humanos de Pelican Bay) quienes lanzaron el "Acuerdo para terminar las hostilidades entre grupos raciales" en 2012. Ésta era una declaración histórica e inspiradora que llamaba a las personas de nacionalidades distintas en las cárceles a unirse y "a detener la violencia entre nosotros que solo nos divide, nos debilita y nos perjudica". En una carta de noviembre de 2013, el Colectivo del Corredor Corto llamaba a lanzar una campaña para acelerar la promoción del "Acuerdo para terminar las hostilidades entre los grupos raciales" "en las cárceles y en nuestras comunidades".

Ahora, los carceleros están disciplinando a estos presos y están tachándolos de "miembros de las pandillas en las prisiones" "quienes están aprovechando su influencia" y están en la mira a causa de que colectivamente discutieron, forjaron puntos de acuerdo y redactaron este Acuerdo con el fin de detener las hostilidades entre todos los grupos raciales en todas las cárceles y en las prisiones de los condados. Todo eso comprueba lisa y llanamente lo que han declarado los presos, lo que generó el "Acuerdo para terminar las hostilidades entre los grupos raciales" en primer lugar: que el sistema penitenciario en sí opone unos grupos raciales contra otros…. que el sistema penitenciario en general sirve para fomentar y hacer cumplir las ideas y los modos de pensar que surgen de la forma en que oponen unas personas y nacionalidades contra otras. Después de que miles de presos se pusieron en pie juntos y dijeron ¡NO! a la tortura criminal del aislamiento solitario de largo plazo, las autoridades están tomando represalias en su contra, y de hecho los está criminalizando el sistema penitenciario por haber tenido la audacia de actuar colectivamente y trascender las divisiones y conflictos raciales que los funcionarios y guardias penitenciarios fomentan activamente.

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La huelga de hambre del verano de 2013 era la tercera huelga de hambre conducida por los presos de California en dos años. Las huelgas han tenido cinco demandas principales acordadas por los presos, concentradas en el fin a la tortura del aislamiento solitario, específicamente las condiciones en las SHU donde han albergado a los presos sindicados de tener "afiliaciones con las pandillas" (sin ningún debido proceso legal) por períodos indefinidos hasta que completen sus sentencias, soplen contra otros o mueran.

Estas huelgas de hambre son verdaderos actos de heroísmo y resistencia emprendidos en circunstancias extraordinariamente severas y desafiantes, y las huelguistas de hambre han mostrado una "franqueza y sinceridad" inspiradoras al emprender su movimiento. Los presos huelguistas de hambre han dejado muy en claro que estaban arriesgando la vida para abolir la tortura del confinamiento solitario que enfrentan por su cuenta y además para que las decenas de miles presos en todo Estados Unidos y las generaciones futuras no tuvieran que soportar tal tormento medieval.

En una reciente carta, el Colectivo del Corredor Corto de Pelican Bay declara que, a medida que su unidad colectiva cobrara fuerza, empezaron a "tratar las tácticas de manipulación empleadas por los elementos fascistas en el CDC (Departamento de Correcciones de California), mismos que tienen fuertes raíces aquí en Pelican Bay… que los guardias oponen a unos grupos raciales contra otros al extremo de que el 'encierro' constituye el pan de cada día en las cárceles de California". El Colectivo del Corredor Corto y un Cuerpo Representativo en Pelican Bay llamaron a que todos los presos terminaran las hostilidades entre los grupos raciales en todas las cárceles de California así como en todas las prisiones de los condados a partir del 10 de octubre de 2012, siendo éste el citado "Acuerdo para terminar las hostilidades entre los grupos raciales".

Durante la huelga de hambre del verano de 2013, las autoridades penitenciarias reaccionaron con una venganza cruel de sangre fría, singularizando de un sinnúmero de formas a los presos quienes estaban en huelga. En los medios informativos, el jefe del CDCR [Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California] Jeffrey Beard regaba sistemáticamente desinformaciones (a fin de ocultar la tortura efectiva que el CDCR inflige sobre los presos) de que la huelga de hambre era una "maniobra por el poder de parte de las pandillas". Trasladaron a muchos huelguistas de sus celdas en la SHU a la Unidad de Segregación Administrativa ("el hoyo") e hicieron soplarles ráfagas de aire helado directamente los 24/7. Saquearon las celdas de los presos. A algunos presos les confiscaron sus pertenencias, y confiscaron cualquier cosa del comedor tales como paquetes de Kool Aid (que contienen glucosa) que pudieran ayudar a los huelguistas de hambre con alimentos; privaron de medicinas a los presos que tienen enfermedades crónicas.

En un punto durante la huelga de hambre, confiscaron documentos legales confidenciales a algunos presos huelguistas en Pelican Bay y prohibieron la entrada a un representante legal importante, a fin de aislar a los presos. Además de Pelican Bay, en las cárceles como la Prisión Estatal Corcoran en el caso de los participantes en la huelga de hambre los carceleros colocaron sacos de arena y colchones contra las puertas de las celdas a fin de reforzar, psicológicamente, el sentimiento de aislamiento. Además, los carceleros recibieron permiso de los tribunales para alimentar los presos huelguistas a la fuerza, lo que es una grave violación de los derechos humanos (una táctica que aplican las fuerzas armadas estadounidenses contra los presos en el campamento de tortura y detención de Guantánamo). En Corcoran, un preso, Billy Sell, presuntamente se ahorcó a sí mismo y murió después de haber estado en la huelga de hambre durante 13 días.

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Son cienporcien escandalosas estas medidas punitivas y vengativas contra los presos en California, quienes actuaron con valor y emprendieron una huelga de hambre para afirmar su humanidad y arrojar luz sobre la tortura al que estaban sometidos. Es necesario hacer que se ponga la atención nacional e internacional sobre esta represión y que se forje un movimiento amplio y resuelto para denunciar y oponerse a esta situación, todo lo que debería formar parte de la campaña para detener la tortura del aislamiento solitario en las cárceles de los Estados Unidos.

 

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