¡Subir el volumen de la música para Jordan Davis!
¡No permitir que otro asesino racista salga impune!

17 de febrero de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De unos lectores

Al cierre de esta edición el jurado rindió su veredicto de no culpable por matar a Jordan Davis. Próximamente en revcom.us un comunicado de Carl Dix al respecto.

Los abogados leyeron sus declaraciones iniciales en el juicio a Michael Dunn el jueves 6 de febrero, en Jacksonville, Florida. Michael Dunn es el vigilante justiciero racista que el 23 de noviembre de 2012 asesinó fríamente a Jordan Davis, un joven negro de 17 años de edad. Dunn es acusado de homicidio calificado de primer grado y tres cargos de intento de homicidio calificado de primer grado.

Jordan Davis, junto con tres amigos, estaba pasándola bien en un centro comercial el día viernes negro [el día después del Día de Acción de Gracias, cuando generalmente se dan grandes gangas en las tiendas]. Los jóvenes hicieron una parada en la gasolinera para comprar cigarrillos y goma de mascar. El conductor entró a la tienda, mientras Davis y sus dos amigos se relajaban en el carro escuchando música a un volumen bastante alto. Pronto Michael Dunn, un hombre blanco de 45 años que iba con su novia, paró su carro al lado. Mientras la novia entró a la tienda, Dunn bajó la ventanilla y les dijo a los jóvenes que bajaran el volumen. Hubo un fuerte intercambio de palabras entre Dunn y Jordan. Luego Dunn sacó de la guantera del carro su arma de fuego de 9 milímetros y disparó cuatro balas hacia el lado del carro donde estaba Jordan Davis. El conductor, que había regresado antes de los primeros disparos, metió la marcha atrás para escaparse de la línea de fuego. En eso Dunn se bajó de su carro y le pegó otros cinco disparos al carro de Jordan. Tres balas le alcanzaron a Jordan, quien murió en el regazo de su amigo en el asiento de atrás.

Si todo eso no es lo suficientemente ultrajante, para colmo, cuando la novia de Dunn dejó la tienda, Dunn le ordenó subir al carro y los dos abandonaron el lugar para ir un hotel a 64 kilómetros de distancia. Ahí pidieron una pizza y miraron una película, sin llamar jamás a la policía. Al día siguiente, se levantaron y prosiguieron su camino a casa durante una hora y media, como si no hubiera pasado nada. Dunn fue identificado como el asesino solamente porque un hombre sin techo vio lo que pasó en la gasolinera, apuntó el número de la placa de Dunn y se lo dio a la policía.

En los primeros días después del asesinato, el abogado de Dunn se valió de la Ley "Defienda su posición" de Florida para justificar el asesinato de Dunn a Jordan Davis. Sin embargo, aunque se acercaba la fecha del juicio, la defensa no pidió una audiencia en torno a "defender su posición" con miras a hacer que se retiren los cargos. En cambio, Dunn afirma que es un caso de "uso justificable de la fuerza letal", porque dice que vio una escopeta o alguna tubería en el carro de Jordan y se sentía "amenazado". Las autoridades no descubrieron ningún arma de fuego ni tubería ni arma alguna en el carro.

Es un caso que recuerda el asesinato de Trayvon Martin por George Zimmerman en Sanford, Florida hace dos años, el 26 de febrero de 2012: pues Michael Dunn le aplicó un perfil racial a Jordan Davis, se le enfrentó y lo asesinó. Zimmerman, en su llamada a la despachadora de 911, había llamado a Trayvon "un delincuente", "un maldito imbécil… siempre se salen con la suya". Hace poco, se dieron a conocer unas cartas que Michael Dunn había escrito desde la cárcel a sus familiares y amigos. A continuación, un pasaje de la carta que envió a su abuela: "En realidad no tengo prejuicios raciales, pero no tolero ciertas culturas. Esta 'cultura' de rap de estilo pandillero, de hampones y hablar como en el ghetto, a la cual ciertos sectores de la sociedad acuden en masa, es intolerable". Un pasaje de la carta de Dunn a su hija: "Esto puede sonarte un poco radical, pero si más personas se armaran y mataran a esos (palabrota) idiotas cuando les amenazan, tal vez con el tiempo estos captarían la indirecta y cambiarían su conducta". De una carta a su novia: "Acabo de hablar contigo por teléfono y hablábamos de qué tan racistas son los negros aquí. Cuanto más tiempo llevo expuesto a esas personas, más prejuicio les tengo".

Estados Unidos les ha enseñado a los Zimmermans y a los Dunns del mundo que los negros son menos que seres humanos y que representan una amenaza para la sociedad a quienes se les debería eliminar. No se sabe por cierto cuál será el veredicto en este juicio. No obstante, sí sabemos que una y otra vez, como en el veredicto en el caso Zimmerman, el peso de este sistema de supremacía blanca permite tanto a esos vigilantes justicieros como a la policía segarles la vida a jóvenes negros y salir impunes.

Se acabó el tiempo para este asqueroso sistema capitalista imperialista que declara una temporada de caza contra los jóvenes negros por usar una sudadera con capucha o escuchar música a alto volumen.

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