Entrevista de Revolución:

Maru Mora Villalpando: ¡Apoyen a los inmigrantes en huelga de hambre! ¡Alto las deportaciones!

24 de marzo de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

La entrevista de Revolución
Una sección especial para que nuestros lectores se familiaricen con las opiniones de importantes figuras del arte, la música y la literatura, la ciencia, el deporte y la política. Los entrevistados expresan sus propias opiniones, naturalmente, y no son responsables de las ideas que aparecen en otras partes de este periódico.

 

El 7 de marzo de 2014, 1.200 inmigrantes detenidos en el Centro de Detención del Noroeste en Tacoma, Washington, comenzaron una huelga de hambre en demanda de comida nutritiva, mejores tratos (incluida la atención médica)¸ el aumento de pago (ahora es de $1 al día) y un alto a las deportaciones. (Lea la declaración de Carl Dix “Inmigrantes detenidos inician una huelga de hambre: A apoyar a los detenidos que se están arriesgando la vida”, Revolución 333, 23 de marzo de 2014, en revcom.us.) El 15 de marzo, la corresponsal de Revolución Li Onesto habló con Maru Mora Villalpando, una inmigrante indocumentada que es activista del grupo Latino Advocacy y participa en la campaña #Not1More Deportation organizada por la National Day Laborer Organizing Network. Ella acababa de regresar de una acción en frente del centro de detención en apoyo a la huelga de hambre. A continuación unos pasajes de esa entrevista.

 

Li Onesto: Los inmigrantes del Centro de Detención del Noroeste en Tacoma han estado en huelga de hambre desde el 7 de marzo, y quisiera que me ponga al tanto de la situación. Pero tal vez pueda empezar desde el comienzo y hablar de cómo la huelga de hambre se inició. Tengo entendida que tiene algo que ver con una acción enfrente del centro de detención el 24 de febrero, ¿correcto?

Maru Mora Villalpando: Sí. El 24 de febrero de 2014, 10 personas decidimos ponerle fin a las deportaciones y nos presentamos en el centro de detención de Tacoma a las 6:30 de la mañana; nos tomamos de brazos, conectándonos con tuberías PVC, y bloqueamos la entrada principal al centro de detención. Estábamos ahí en demanda de un fin a las deportaciones y sumándonos a la campaña #Not1More Deportation, una campaña nacional que ya lleva más de un año y que realiza acciones de desobediencia civil para demandar que Obama detenga las deportaciones.

Blocking the road in front of the federal Northwest Detention Center, Tacoma, Washington, February 2014. AP photo

Maru Mora Villalpando, derecha, y otras personas, sentadas y encadenadas para bloquear el camino en frente del Centro de Detención del Noroeste federal, Tacoma, Washington, febrero 2014. Foto: AP

Así que cerramos el centro de deportación ese día y estuvimos ahí por unas tres horas. Algunos bloqueamos las calles, pero unas 50 personas estaban organizadas como parte de la acción. Así que estuvimos ahí de las 6:30 a las 8:30 de la mañana y había tal vez de 70 a 80 personas que participaban. Sabíamos que el centro de detención intentaría deportar a las personas por medios diferentes. Así que estábamos tratando de bloquear cualquier tipo de transporte ese día. Sabíamos que un autobús ya intentó salir. Y después una camioneta, y luego otra camioneta trataba de salir, así que decidimos dividir nuestro círculo de 10 personas. Cinco personas nos quedamos en la calle y otras cinco fueron a una calle secundaria a la que se dirigía la camioneta. Una mujer, cuyo esposo iba a ser deportado ese día, hasta hizo que la camioneta se detuviera con su propio cuerpo. Cuando ella estaba parada enfrente de la camioneta, nosotros los cinco avanzamos y bloqueamos la calle con los brazos conectados con tubería PVC. La camioneta tuvo que regresar al centro de detención. Pero las personas que esperaban dentro de la camioneta vieron eso, pudieron ver nuestra acción.

Así que basado en eso y el hecho de que la acción salió en todos los noticieros, las personas dentro del centro decidieron: ¿cómo nos uniremos a este movimiento? Pensaban que debían estar haciendo algo en torno a las deportaciones y para detener las futuras deportaciones. Así que se organizaron. La razón por la cual decidieron unirse a eso fue que nosotros logramos detener la deportación de 120 personas ese día.

Li Onesto: ¿Cómo calcularon eso? Es mucha gente.

Maru Mora Villalpando: Bueno, sabíamos que ICE tenía una lista de 120 personas ahí, y hablamos con unas personas adentro, abogados que son parte de ese grupo, y así confirmamos que tenían programado la deportación de 120 personas. La otra cosa es que nos enteramos que GEO Incorporated, la corporación que maneja el centro de detención, tomó represalias contra algunas de esas 120 personas: les confiscaron sus frazadas y sus almohadas. Así que eso hizo que los [inmigrantes detenidos] pensaran: pues, no tuvimos nada que ver con eso y aún así tomaron represalias contra nosotros, así que deberíamos hacer algo de veras.

Les costó como una semana organizarse. Una vez que comenzaron la huelga, nos informaron de ella porque sabían que nosotros éramos quienes organizaron la acción del 24 de febrero, así que algunos que habíamos participado en las acciones empezamos a recibir varios mensajes el viernes, a principios de la tarde. Por ejemplo, una manera en que nos enteramos fue que el pariente de un organizador llamó a la emisora de radio y dijo en el aire que la huelga de hambre estaba ocurriendo en esos momentos. Así que la emisora nos llamó para confirmarlo. Le pedimos a una de los abogados que entrara [al centro de detención] y ella lo confirmó. Ella pudo hablarles y recibió la lista de demandas que ellos querían darnos. Así que todo empezó el 3 de marzo.

Li Onesto: ¿Así que cuántas personas participaron en la huelga de hambre desde el principio?

Maru Mora Villalpando: El papel que nos dieron dijo que 1.200 personas estaban participando en la huelga de hambre.

Li Onesto: ¿Y cuáles eran sus demandas?

Maru Mora Villalpando: Mejor comida, tratos mejores, incluida atención médica. [Precios] más bajos en la tienda y acceso a los jueces, pues el mero hecho de que debían poder ver a un juez. Y querían que la gente supiera el hecho de que los pagan un dólar al día por trabajar en cosas como la cocina o en los servicios de lavandería o de limpieza....

Nos informaron que al principio, todo el día del viernes, no comieron. Luego al día siguiente, el grupo GEO empezó a apuntar los nombres de quienes no comían y la cantidad de personas. Empezaron a tomar represalias: intimidándolos, insultándolos, burlándose de ellos, hostigándolos. Cuando el GEO vio que eso estaba en serio, que en verdad [los inmigrantes] no estaban comiendo, y todos ellos, pues empezó a utilizar estrategias diferentes. Sacó a las personas individualmente, supuestamente para hacerles una evaluación médica. Pero en lugar de eso, les dijo que si no pusieron fin a la huelga, les iba a alimentar a la fuerza. Les dijo a algunos que sus casos pendientes serían cerrados y ellos deportados inmediatamente. A otros les dijo que nadie fuera del centro estaba prestando atención a eso, y que a nadie le importaba. Algunos sintieron la presión y decidieron abandonar la huelga y empezaron a comer.

[El GEO] seguía sacando a los individuales y decía a algunos: pues, sabes, tú eres el único que sigue en huelga. Empezó a trasladar a las personas de un lugar a otro, pues el centro de detención tiene diferentes pabellones. El grupo GEO sabía más o menos quiénes eran los principales organizadores y los trasladaron de un lado para otro para impedir que se comunicaran entre sí. Les decía a todos: ahora solo quedas tú, nadie más participa, tienes que detenerte ahora. Y no funcionó. Así que ésa fue otra manera en que lograron hacer que las personas terminaran la huelga. Pero también, uno de nuestros abogados nos comunicó que [los agentes] cambiaron de uniforme. En lugar de usar el uniforme normal, entraron armados y en equipo antimotín. Eso también intimidó a muchas personas. Así que en cierto momento todos fueron trasladados y puestos en aislamiento solitario. Nos enteramos de un caso en que más de 20 personas fueron enviadas a aislamiento solitario, en un cuarto oscuro y muy pequeño, y no podían comunicarse con nadie. La gente empezó a preocuparse mucho. Nos relataron que el GEO venía y llevaba a quienes seguían en huelga a un pabellón diferente y que éstos no sabían de eso de antemano, pues no les dijo que iban a ser trasladados, simplemente se los llevaba. Regresaron los agentes de GEO, agarraron a las pertenencias de los inmigrantes y se los llevaron. La gente tenía temor por lo que les estaba pasando. En cierto momento no sabíamos cuántos inmigrantes estaban todavía en huelga de hambre, porque éstos no podían hablar el uno al otro. Les revocó el permiso de mirar la televisión o escuchar la radio, para imposibilitar que supieran lo que estaba pasando fuera del centro de detención....

Así que hoy, estuvimos ahí desde el mediodía hasta las 5pm y logramos hablar con unas 10 personas. De esas 10 personas que llegaron para visitar a sus familiares, nos enteramos que seis [inmigrantes] siguen en huelga de hambre. O han estado en huelga de hambre, o estuvieron en huelga y después la abandonaron y ahora la han reanudado, o están comenzando a participar. Porque algunos [inmigrantes] lograron recibir comunicación por medio de la familia de que esto está funcionando en realidad, que es histórico lo que hicieron, que es noticia internacional y por eso decidieron participar una vez más. Así que son seis casos de los que tenemos noticia directa. Y nos enteramos de parte de otra persona que acaba de reunirse con su pariente [detenido], que en su unidad por lo menos cuatro personas también participan en la huelga de hambre. Así que sólo hoy, sólo durante un par de horas, nos enteramos de otros 10 casos, aparte de los tres que han estado constantemente en huelga de hambre desde el 7 de marzo.

Li Onesto: ¿Cómo es la salud de los huelguistas, en términos de lograr que los médicos los examinen para ver en qué condiciones están?

Maru Mora Villalpando: Desde ayer, tres huelguistas fueron trasladados a un centro médico; así que están en salas diferentes y no pueden hablar entre sí, pues ahora están en salas individuales. Así que están en una situación de evaluación médica, están ahí y los trabajadores médicos que llegan ahí son del GEO Incorporated. Hoy, la esposa de un detenido logró ver a su esposo, y uno de los otros huelguistas perdió más de 9 kilos y la esposa dijo que [su esposo] perdió 9 kilos. Sus familiares dicen que los dos definitivamente están continuando la huelga hasta que se cumplan las demandas por mejores tratos, comida nutritiva, precios más bajos en la tienda, pero lo más importante es ponerle fin a las deportaciones y permitir que todas las familias se reúnan de nuevo.

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