Una declaración del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos

13 de agosto de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

A todos aquellos que sinceramente quieren ver un fin a los ultrajes y abusos contra el pueblo… y a los calumniadores, a los que odian, a los oportunistas y a la gente de una calaña peor:

HAY DOS COSAS SOBRE EL PARTIDO COMUNISTA REVOLUCIONARIO, ESTADOS UNIDOS, LAS CUALES AL PARECER ALGUNAS PERSONAS ODIAN… Y QUE OTRAS PERSONAS APRECIAN… Y QUE TODOS TIENEN QUE CONOCER Y ENTENDER:

1) Nosotros representamos la lucha contra todo este condenado sistema de explotación y explotación, y la creación de un mundo liberado radicalmente diferente. Nos responsabilizamos de tomar en cuenta todos los ultrajes y abusos y problemas angustiantes que enfrenta la humanidad… analizamos sus orígenes y sus interconexiones… luchamos duro en su contra y determinamos la manera de eliminarlos. Y hacemos todo eso como parte de gestar un sistema nuevo.

2) Cuando ocurre un abuso especialmente escandaloso, un abuso que requiere y exige con máxima urgencia que las personas se pongan en pie en su contra, nosotros nos responsabilizamos de conectarnos con los sectores sociales más amplios posibles a fin de unirnos con toda persona sincera, del punto de vista que sea, que quiera luchar en contra de dicho abuso y colectivamente luchamos tan duramente como posiblemente podamos para echar por tierra tal ultraje. No consideramos que ninguna opresión de ningún tipo específico sea propiedad de nadie. No consideramos que es algo negativo cuando las personas de un sector de la sociedad se pongan de pie contra los abusos que caen sobre otros, y que tomen partido con otros para luchar contra dichos abusos. Al contrario: el que se hagan algo menos, ni hablar de trabajar en contra de eso, constituye una traición de las esperanzas de los oprimidos quienes en serio anhelan ver y saber el que otros se pongan de pie. Y toda nuestra experiencia —hasta la de hoy día, de luchar contra el escandaloso asesinato policial de Michael Brown en Missouri y de emprender la batalla contra las restricciones de vida o muerte sobre el aborto en Texas— demuestra que cuando se exprese dicho apoyo, ¡aquellos que están bajo ataque le dan la bienvenida!

En otras palabras, nosotros representamos la lucha contra el poder, y la transformación del pueblo, para la revolución. Eso ha constituido un distintivo de nuestro partido durante 40 años. Además de eso — Bob Avakian, el líder de nuestro partido, desde antes de la formación del mismo, desde los años 1960, ha estado dirigiendo y luchando por todo eso y ha insistido en todo eso, cualesquiera que fuesen las condiciones o circunstancias.

El mayor problema hoy NO es que demasiadas personas estén luchando con valor contra los abusos que están cayendo sobre otros. El mayor problema es que demasiadas personas quienes reconocen que dichos abusos son ultrajes se manifiesten desinterés y permanezcan en su espacio de seguridad y comodidad, a la vez que se cometen horrorosos crímenes contra millones y miles de millones de personas. Como agravante y refuerzo de todo eso, el pueblo está recibiendo una sarta de razones y justificaciones para tal complicidad proveniente de los proveedores de la “política de identidad” — y cuando tales justificaciones resulten gastadas y trilladas, el pueblo recibe advertencias de “quédense en su lugar”.

Un punto sencillo pero fundamental de la moralidad: es preciso que cualquiera que vea una injusticia luche en su contra.

A diferencia de ese punto básico, algunas personas en el movimiento se portan como si fueran los “gerentes de una franquicia” sobre la opresión, con ataques febriles mediante campañas de calumnias y bilis en gran escala en contra de aquellos que luchan para poner fin a TODA la opresión así como en contra de muchas personas que luchan muy duro en frentes particulares contra los fuertes ataques de este sistema, pero quienes lo hacen sin el “permiso” de estos guardianes. En lugar de expresar y debatir las diferencias de principio y estrategia, estas personas trabajan para intimidar con sus calumnias y verdades a medias y de manera consciente, fomentan una mentalidad irreflexiva grupal. Han invertido mucho más energía en sus persecuciones a aquellos quienes en efecto están arriesgando algo para luchar contra el actual ataque, que en el mismo ataque. Estas mismas fuerzas ejercen enormes presiones sobre cualquiera que siquiera quiera darles espacios a las personas que están librando esta lucha, ni hablar de aquellos que les apoyen o se les unan.

Aparte de ser una actitud totalmente equivocada en sí, aparte de ser una mortífera actitud hacia el espíritu científico y crítico del cual concretamente depende la verdad, esta actitud proporciona aguas en las que los contrarrevolucionarios y la policía pueden pescar y efectivamente pescan — tal como demuestra toda la amarga experiencia del COINTELPRO.

Esta situación es especialmente aguda ahora mismo por lo que se refiere a los ataques al Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto, el que el PCR apoya y en el que trabajamos con individuos de distintos puntos de vista. Algunos sujetos que se autodenominan “Tejanos por la Justicia Reproductiva” han hecho y/o no han rechazado tener relación con las amenazas físicas contra al menos un líder de este movimiento… han montado tóxicas campañas en las redes sociales contra las personas que con valor toman partido con este Viaje por la Libertad, acompañadas de mezquinas campañas de rumores tras bambalinas… vomitan calumnias de racismo por atreverse a tomar inspiración de las históricas batallas contra la opresión del pueblo negro en Estados Unidos y por trazar analogías y conexiones entre las diversas formas de opresión que este sistema impone… lanzan amenazas contra los individuos con plataformas mediáticas por publicar los puntos de vista de los voceros de este movimiento… y para colmo escupen burdas calumnias y ataques anticomunistas.

Además, han emitido un enunciado que recaba todo eso en un formato más pulido. Es importante que aquel que lea su enunciado considere en primer lugar el hecho de que en ninguna parte del escrito entero ni mencionan la actual emergencia en curso en Texas, el hecho concreto de la vida real de que el 1º de septiembre, a menos que se revierta radicalmente la situación, ¡Texas se quedarán con solamente seis clínicas — un descenso de las 46 clínicas que había en 2011! ¿¡¿Siquiera toman un momento para considerar lo que eso implicará para las mujeres en Texas y lo que eso implica para el rumbo político general de Estados Unidos?!? Eso en sí y de por sí habría de descalificar toda consideración seria de este ataque en la red y poner al descubierto la claudicación en el corazón de esos sujetos.

Pero dos aspectos adicionales de su enunciado, al parecer menores, en efecto dicen muchísimo sobre los “principios”, el punto de vista y las verdaderas inquietudes de aquellos que han estado haciendo esto. En primer lugar, su “enunciado de inquietudes” —que en sus primeros puntos denuncia el “racismo” del Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto por honrar la tradición de los Viajes por la Libertad de 1961 y posteriormente en un sentido similar ataca a Bob Avakian, el presidente del PCR, por atreverse a comparar la denigración pornográfica de la mujer con la práctica de imprimir y distribuir tarjetas postales de imágenes de los linchamientos de negros y negras — una calumnia que se puede refutar fácilmente simplemente leyendo o escuchando lo que él dice en concreto al respecto, ni hablar de una larga historia de llevar la batalla en torno a esta cuestión. Nótese, por favor, que a la cabeza de todas estas calumnias pretenciosas y farisaicas está la bandera de la “República de Texas”, misma que los defensores de la esclavitud izaron en el campo de batalla no solo contra México sino en la propia guerra de Secesión. En segundo lugar, estos sujetos tienen una avara obsesión por el dinero que el Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto ha recaudado para emprender la lucha concreta contra este ataque, a la vez que pasan por alto el escandaloso hecho de que Wendy Davis, la llamada candidata “pro mujer” quien cobró prominencia traficando con la apariencia de dar la lucha contra la supresión del derecho al aborto, recauda decenas de miles de dólares en una campaña que ¡ni siquiera menciona la palabra “aborto”… salvo su apoyo a la prohibición del aborto después de 20 semanas de embarazo!

¡¿¡¿Qué tiene que ver todo eso con un debate de principios sobre la manera de avanzar?!?! Además, ¿¡¿a quiénes, en términos fundamentales y en términos no tan fundamentales, es que todo eso sirve?!?

Todo eso está desprovisto de principios. Perjudica mucho, no sólo a esta lucha sino de aún más importancia, a las cuestiones de mayor realce. Todos estamos ante una interrogante:

¿Cuáles normas, las que encarna cuál moralidad, tendrá nuestro movimiento? ¿Será un movimiento caracterizado por debates de principios acerca de diferencias y por singularizar al verdadero enemigo y los verdaderos ataques y abusos que claman con urgencia que se les opongan y que se eliminen? O ¿será algo menor, en que las personas se dejen dividir en “grupos de interés” rivales que se riñen entre sí por ventajas, en efecto en el coto privilegiado de un imperio imperialista que se basa en la explotación de miles de millones de personas en todo el mundo… una política que, a pesar de toda su retórica, en efecto no es salvo el llamado “estilo estadounidense” del “pluralismo” mezquino, misma que en lo fundamental no hace nada salvo mantener en marcha este horroroso estilo de vida.

Es necesario que las personas con principios pongan un hasta acá a estos ataques. ¡Es preciso que estos ataques TERMINEN…ya! Además: a aquellos que se han dejado llevar por todo eso, o que se hayan quedado a un lado por confusión o temor, ya es hora de unirse y luchar en serio contra el horroroso ataque al derecho del aborto de la mujer, ataque que está en marcha en Texas. Que eso sea el primer paso para cambiar el etos y tono de los movimientos en lucha contra la injusticia. Desde nuestros diversos puntos de vista, que luchemos por un espíritu de generosidad y amplitud de miras, un espíritu de expresar y debatir diferencias a fin de llegar a conocer lo que en efecto es cierto, para así llevar mejor la lucha por lo que es justo. Necesitamos un movimiento en el que las personas querrían y pueden trabajar y luchar por una sociedad en la que quisieran vivir y en la que pudieran florecer.

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